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Lima, mayo del 2001
TESTIMONIOS (2)
"Tengo 75 años ... Desde que desaparecieron mis hijos, yo he
cuidado a mis nietos, cada uno de mis hijos tenía cuatro hijos, total
son ocho nietos que he cuidado desde ese momento hasta ahora... ellos ya
no tenían mamá, yo los he educado trabajando en la chacra..."
L. N. G.
Tengo 75 años, me ocupo en agricultura, ya no trabajo porque estoy
enfermo y cansado. Tengo 10 hijos, desaparecidos dos. El mayor tenía
50 ó 40, su hermano 38. Mi otro hijo dedicaba a crianza de ganado,
y a la agricultura.
Circunstancias de la detención
A mis hijos le han hecho desaparecer los militares de Pampacangallo. En Seccsa
lo han capturado, lo llevaron al distrito Pampacangallo de los Morochucos.
Todos lo han visto, habían venido los militares de Pampacangallo un
enemigo encapuchado con ropa, con uniforme de militares, habían traído.
Su cuñado de mi hijo menor José lo habían hecho por
venganza. Han llevado en Seccsa a las seis de la tarde. En Pampacangallo,
a las 7 hemos alcanzado la comidita, luego se había trasladado a la
Base de Carmen Alto. Hemos hecho alcanzar la comida, hasta el río
nomás alcanzaba, no confiaban, y de ahí llevaban adentro del
cuartel. El día que llevaron a mis hijos, también llevaron
a varias personas, unos salieron pagando y otros desaparecieron como mis
hijos. A algunos los han tirado del helicóptero, algunos los han quemado
dicen.
Han visto su mamá, sus hermanas, sus vecinas también ha visto,
su esposa de José. Por interés, lo habían comprometido
como terruco. En ese tiempo la venganza era denunciando.
La búsqueda y maltratos a los familiares
Hemos hecho la demanda en la Fiscalía. Hemos ido a preguntar verbal
pero no dejan entrar, de la puerta nomás nos botan. Cuando lo desaparecieron
a mis hijos, los militares empezaron a decirme: "familia de terrucos", y
me decían groserías como "fuera mierda, terruco", así
hablaban los militares.
Se han perdido desde al año 89 y hasta ahora ya van 11 años.
El 1 de enero lo han hecho desaparecer.
Mi búsqueda no ha terminado, hasta Lima he viajado, buscando constantemente.
Había un señor de apellido Barzola en la base que me ha dicho
que le lleve un carnero para soltarlo, le llevé un carnero y después
no tuve noticia alguna y no supe más de él.
Secuelas de la violencia
Desde que desaparecieron mis hijos, yo he cuidado a mis nietos, cada uno
de mis hijos tenía cuatro hijos, total son ocho nietos que he cuidado
desde ese momento hasta ahora.
Yo soy el que los mantengo. Ellos ya no tenían mamá, yo los
he educado trabajando en la chacra, haciéndolos estudiar y poniéndolos
en un trabajito acá o en Lima.
Mis nietos siempre se acuerdan, siempre me preguntan, qué ha pasado,
siempre está presente la desaparición de sus papás.
Busco una reparación civil, que se me apoye para buscar una reparación
para todos mis nietos que se han quedado huérfanos y que no tienen
como continuar sus estudios y ser profesionales.
Julio del 2000
"...casi un año estuve buscando a diferentes sitios, pero ahorita,
no queremos olvidar. Ya nosotros si morimos nuestros hijos quedarán,
también mis nietos quedarán. Vamos a estar dando una experiencia
de lo que hemos sufrido, lo que estamos pasando..."
G. A. C.
Circunstancias de la detención
Tengo 51 años. A mi esposo lo sacaron de mi casa, 18 de mayo de 1986,
al amanecer del domingo, era domingo por eso yo no he denunciado, el día
lunes ya le he denunciado al fiscal, al juez.
Esa noche, al amanecer del día domingo, vinieron todos los militares,
con sus vestidos de militar, con sus metralletas casi 20 ó 30 militares,
servicios de inteligencias.
Uno venía con ropa pantalón vaquero, con sus zapatillas, con
su chompa negra. Estábamos en la casa de mis suegros porque mi suegra
estaba agonizando. Primerito habían llegado a mi casa preguntando
a mis hijos, "¿dónde se encuentra tu papá?", "donde
mi abuelita", le había dicho mi hijo mayor. Y a mi hijo lo calatearon,
así sin vestido habían traído, "llévame donde
tu papá". Había traído al amanecer a las cuatro de la
mañana. Entró mi hijo, primerito me preguntó a mí
"¿dónde está mi papá?". "Está durmiendo
borracho, tu papá", yo le he dicho. El señor estaba en su atrás
de mi hijo, entonces de frente entró y "carajo dónde está
tu esposo?", diciendo me preguntó. "Aquí está mi esposo,
está durmiendo señor, ¿para qué buscan?", yo
le he dicho. "Su documento", me dice. Su documento yo lo tenía, le
he entregado. "Carajo, levántate", diciendo hace levantar mi esposo
que estaba mareado, así mareado entonces. "Hasta más allacito
nomás vamos a llevar, vamos a preguntar", diciendo, "qué cosa
van a preguntar? Mi esposo está mal". Entonces a mi esposo le levantó,
amarró con su saco a su cara, tapando se han llevado. Por eso yo le
he gritado "¿porqué a mi esposo van a amarrarlo así?,
¿porqué no lo preguntan aquí?", yo le he gritado. Entonces
el otro, casi cuatro militares me cercaron y casi me tira con su arma. "¿Para
qué? ¿Porqué van a llevar a mi esposo?", diciendo yo
le he gritado. Entonces el militar me dijo: "¡carajo!, ¡terruca!
Por qué vas a atajar? No vas a gritar, carajo! Si gritas lo vamos
a matar", diciendo. Ya estaba yendo ya, ya estaba llevando más arriba.
Casi dos, tres cuadras llevaron, ahí estaba carro militar, ahí
lo subieron y de ahí hasta ahora.
Esa noche que ha sacado a mi esposo también al joven de la familia
Delgadillo habían sacado, entonces con esa señora insistíamos
al General Jara, "usted sabe muy bien, a tu gente lo que has mandado ¿dónde
está nuestros desaparecidos? ¿a dónde lo han llevado?,
queremos el resultado ¿porqué lo han llevado?", entonces el
general Jara nos dice: "¡Carajo!…tú no sabías? tú
sabías muy bien que tu esposo era terruco. Cuántos militares
ha matado en la selva, en Toccto y en puente ejército lo han atacado",
diciendo. "Espera ¡carajo! en cualquier momento lo voy a soltar", diciendo.
"¡Ah! tú tenías hijos? y los demás militares acaso
no tenía sus hijos?, los que ha matado ese tu esposo terruco", así
en ese sentido me ha contestado. Entonces llorando insistía, insistimos.
Entonces nos dijo: "No, dentro de seis días u ocho días voy
a soltar". Así nos dijo, pero desde esa fecha nada. Insistimos, insistimos.
Nada hasta ahora, según rumores que he escuchado, que han llevado
a otros lugares. Pero nada hasta ahorita.
Búsqueda en el campo y hallazgo de cadáveres
Después del día siguiente correteé, buscaba. Por aquí,
por allá. Nada, ni han visto. Nadies, nadies.
Lo buscaba a los campos, por ejemplo al Infiernillo, a Puracoti, a los ríos,
a las quebradas, he ido a buscar pero ya no. No encontrado ni cadáver
nada. Entonces el día lunes yo me fui al Prefecto a denunciarlo.
Esa fecha en '87,'88, fuimos de aquí con las dirigencias e inclusive
llevando a un abogado, buscamos, encontramos cadáveres, mujeres, varones.
Bien torturados, hasta sacaban su panza, hasta sacaban su quijada, su lengua,
su ojo. Cómo hemos encontrado. Bien torturado. Y hacían comer
de papa su cáscara y trigo crudo entero, cebada entero lo hacían
comer. Hasta sus uñitas, todos sus deditos cortaban. Mujercitas lo
violaban, lo ponían dentro de su seno, dentro de su ovario su pollera
lo metía, hasta sus pies. Para no conocer lo pintaban con pinturas
azul, negro. A su cara lo pintaban, para no conocer. Las cabezas todos pintados,
sin cuerpo. Sí, así total torturado por gente, en Infiernillo,
en Puracoto, aquí en Llampuccllo, en Llanama, en Casahorcco, total
hemos encontrado calatos. Inclusive lo que llevaban con su ropa propia, lo
cambiaban a otro cadáver. Así lo hemos encontrado, un tiempo
bien difícil, difícil. Cuánto hemos sufrido. Bien traumas
hemos quedado… bien traumados.
Lo hemos hecho recoger con fiscal, con juez. Lo hacemos llevar al hospital
para que conocen, pero cómo van a conocer? Estaba pintado total, total
destrozado. No conocíamos. Ni la familia los llegaba a reconocer.
Unos cuántos, unos cuántos reconocían; en su pelito.
Mis hijos ese rato tenían, la otra 17, 15 años, 14 años,
10 años, el último ha quedado con 4 años, entonces con
ellos amontonado, llorábamos, buscábamos, íbamos a los
campos, así campos barriales. Lo botaban cadáver al Infiernillo,
a Puracuti, aquí en Huascaora, a diferentes sitios. Ojalá podemos
encontrar cadáver aunque sea para enterrarlo, pero no hemos encontrado.
Cuánto hemos llorado. Hasta ahorita mis hijos me preguntan "cómo
estará mi papá, cómo está, dónde está,
cómo habrán matado?", así dicen hasta ahorita.
Un año, yo no dejaba. Casi un año estuve buscando a diferentes
sitios, a los campos, a todos, a Cangallo, a diferentes sitios iba. Pero
ahorita, ahorita no queremos olvidar. Porque sí tenemos que luchar
hasta lo último. Ya nosotros si morimos nuestros hijos quedarán,
también de mis hijos también mis nietos quedarán. Vamos
a estar dando una experiencia de lo que hemos sufrido, lo que estamos pasando.
Tenemos que luchar hasta el último.
Secuelas de la violencia
Yo nada, yo no tenía, de mi esposo nomás yo dependía.
Él nos mantenía, él educaba a mis hijos, pero hasta
ahorita yo cuanto estoy sufriendo, con mis hijos. Tengo mi mamá y
papá ancianos, con ellos quedaban llorando mis hijos, con ellos aunque
sea con agua con sal cocinaba y lo hacia comer. Yo estuve buscando, hasta
ahorita estoy buscando, pero no sé. El Gobierno no nos ve a nosotros
con nuestros hijos, cómo estamos sufriendo, hasta cuándo vamos
a sufrir, queremos justicia. Siquiera nos puede considerar, nuestros hijos
acaso no necesitan su papá?.
Después de casi cuatro años, a mi hijo también lo han
detenido en el servicio de inteligencias. Lo han traído de noche,
así igualito diciendo "tú eres terruco", pero de un mes yo
le he sacado del penal, por eso hasta ahorita tiene miedo. A mi hijo también
lo han torturado, diciendo que eres terruco, pero no es cierto.
Cuánto me han amenazado los servicios de inteligencias, meses pasados
en setiembre del año pasado venían a decirme: "no declares,
porqué no vas donde el gobierno, al cuartel, para que te pase manutención,
para que te de indemnización, debes declarar, ya debes dejarlo esa
denuncia, lo que has puesto, puedes decir que han matado terrucos", pero
si no es cierto, que yo misma soy testigo, que han sacado ellos, los militares.
Por qué yo voy a mentir? Sería mi delito.
Hasta ahorita yo sigo sola, mal que bien yo veo a mis hijos, como van a sufrir
si me voy a buscar otro hombre, con mis hijos me pegarían, me maltrataría.
Es por eso, yo no quiero eso.
La mayorcita tiene 28 años, tiene esposo, ella mal que bien ha terminado
su estudio, ahorita como enfermera técnica está en Cangallo,
todavía está trabajando. La otra también ya tiene esposo,
ella también es una enfermera, recién ha terminado, falta sacar
su título, la otra mi hija también es enfermera técnica,
tiene 20 años, no ha terminado todavía por falta de plata,
ahorita nos está pidiendo para que saque su nombramiento, 1500 soles,
de dónde voy a sacar?, es por eso se ha ido a Lima a trabajar para
que saque su título. El otro recién está en academia,
tiene 20 años. El otro 19 años tendrá y el otro mi ultimito
tiene 18 años, va a cumplir este agosto, esta acabando recién
su secundaria.
A ellos estoy viendo. Mal que bien para que no se junten con los pandilleros,
yo tengo miedo cuando regresan de noche estoy esperando con el pensamiento.
Si seria un varón los seguiría, estaría en la puerta
esperando, muchos pandilleros aquí hay amenazas, engañan, es
por eso que no quiero que caigan en eso. Yo de padre y madre yo no más
estoy explicando a mis hijos para que no caigan a esos extremos.
Pedido a las autoridades
Aquí con cuántas señoras estamos sufriendo, llorando,
buscamos, denunciamos, estamos haciendo recordar a las autoridades, por eso
ahorita queremos justicia, al gobierno también le pedimos que juzguen
pues a los culpables, no a él mismo estamos denunciando, sólo
a los culpables, que los juzguen como Gobierno. Como nosotros, como una madre,
como un padre estamos criando a nuestros hijos, que nos dé siquiera
un trabajo para nuestros hijos. Siquiera un indemnización para nuestros
hijos, para no estar ahí sufriendo, para que no estén ahí
preocupado.
Siquiera un trabajo para nuestros hijos, por falta de economía ya
no puedo aguantar más. Cualquier trabajito a librerías, a vender
periódicos, a vender chupetes, a eso estoy haciendo dedicar para que
trabajen, para que sostengan. Yo nomás, yo no puedo, yo lo pido a
las autoridades, al gobierno mismo que nos vea, que nos investigue bien con
todos nuestros hijos, que no nos margine el gobierno mismo, que investigue
a nuestros desaparecidos. Si era verdad terruco o no, a ese extremo ya no
queremos llegar. Pedimos más bien al gobierno, a todos los autoridades
que nos ayude a buscar. Que nos informe más claro.
Que nos diga más verdad, están vivos o están muertos
nuestros desaparecidos, hasta cuando vamos a sufrir. Más bien el gobierno
que lo explique muy bien porque a sus militares lo mandan al campo, lo matan
a la gente inocente. Como ciego lo matan, sin investigar, sin ver.
Julio del 2000
"(…) aunque sea los tuvieran detenidos para verlos, para conversar
un rato (…) que cosa, parece un animal, un animal también tiene dueño.
Y como los han hecho desaparecer, nada, nada nos quieren decir, ¿qué
ha pasado, qué han hecho con ellos?, lo habrán botado, lo habrán
enterrado, lo habrán dejado por ahí o siguen por ahí
detenidos, incomunicados, nada, nada no sé pues (…) A veces pienso
que está vivo, que lo habrán botado vivo. No sé. Deben
darnos una explicación".
L. C. Y.
Así caminando, estoy 18 años, hemos empezado a caminar en 1983,
primero de julio lo han hecho desaparecer a mi esposo, desde esa fecha he
empezado a caminar. Para caminar era también difícil, presentamos
denuncias, esos papeles nos los quitaban los militares, entonces así
vigiladas estábamos caminando, no era como ahora, nadie nos apoyaba.
Esa fecha tenía 7 hijos todavía, uno ha quedado en barriga
con 4 meses de gestación he quedado. Los dejaba con su hermana mayor,
que ahora tiene 34 años, con ella se quedaban. Ella tenía en
esa fecha 17 años, entonces con ella los dejaba, he caminado pero
nada de encontrarlo.
Los militares nos vigilaban, cuando llevábamos papeles, nos decían:
"¿a qué estás llevando?", y nos quitaban. Difícil
era, paraban por el camino que veníamos, nos hacían bajar.
Buscaban todito, "de repente estás llevando granadas", así
me decían. Cuando teníamos platita también nos quitaban,
todito nos buscaban. Así más difícil eran esos tiempos.
Ahora ya está tranquilo. Esos días tenía miedo de salir
de mi casa. Quedandome en mi propia casa no dormía, siempre quedaba
así despierta en la noche, cuando ladraban los perros de los vecinos,
alguna bulla hacían, me sentía despierta. No podía dormir
pensando que iban a soltar a mi esposo.
Circunstancias de la detención
A las tres de la mañana entraron a mi casa al amanecer del primero
de julio, cuando estaba durmiendo. Al costado del dormitorio reventó
arma, y yo le dije a mi esposo que estaba durmiendo: "oye, ¿qué
cosa es eso?", a mi esposo le he hecho despertar, "Levántate y prende
las luces". Allá por Cangallo no había luz sino que hay velas,
mecheros, eso nomás. Levantándome prendí en el dormitorio
la vela y aparecieron dos militares. Otro vestido de policía, otro
ya también vestido de sinchi, entró al cuarto cuando prendí
la vela. Al toque lo han hecho levantar a mi esposo cuando estaba durmiendo
en la cama. Se levantó así con la ropa de dormir, lo han llevado
sin zapatos nomás, al patio lo han sacado. Me ha detenido adentro
preguntándome: "¿quién es terrorista que conoces?",
"¿dónde están las armas, las municiones?", yo le digo.
"yo no sé nada, yo no conozco armas ni municiones", "Mentirosa, estás
mintiendo, tú sabes, tú estás caminando con los terrucos".
"Mi esposo no está caminando, mi esposo es inocente". Porque no ha
caminado, él ha estado descansando, trabajando, él era profesor;
en esa fecha tenía 41 años.
Mi esposo estaba en el patio, y de ahí me pidió primero que
le alcancé su pantalón, después su chompa y su camisa
y al último sus zapatos. Pero ellos ya no me dejaron salir afuera
sino que de la puerta nomás le he alcanzado, "nosotros vamos a alcanzar
tu no sales para nada"; después cuando lo sacaron ese rato nomás
me han amenazado: "si vas a salir detrás de nosotros o vas a avisar
a alguna institución te vamos a matar, te vamos a matar, no vas a
escapar por ningún sitio". Cuando he visto, le estaban levantando
del patio, estaba echado, de ahí se lo han llevado y desde esa fecha
no me dieron razón. Eran militares y sinchis, cuando he salido a buscarlo,
he encontrado huellas que lo llevaban al cuartel de Pampacangallo, nosotros
vivíamos en Cangallo.
Testigos de la detención
Entonces cuando he llegado llevándole su desayuno al puesto, me dijeron:
"acaso tú has traído, seguro que era terruco, sus compañeros
habrán llevado". Otro ya también me dijo: "no, nosotros no
hemos venido a tu casa. Seguro se habrá llevado a Cangallo o a Ayacucho
porque nosotros no nos hemos movilizado", diciendo.
Una persona también había visto que estaba llegando a la amanecida
a las cuatro y media, ya estaba haciendo llegar a la comandancia. (…) un
primo que tenía 13 años, había entrado al puesto a vender
gelatina y ahí había encontrado, en uno de los cuartos dice
que estaba mi esposo, lo había visto dentro de la policía;
hemos regresado con ese chiquito, cuando me dijo, "mi tío está
adentro", entonces arma reventó al costado del oído del chiquito.
"habla, habla, acaso tú lo has visto, ahora te voy a disparar"; entonces,
con miedo ya no habla. A mí también me ha tirado con culata
del arma. Me dijeron: "Acaso tu has traído, por qué insistes
si ya te he dicho que no está, que no hemos traído".
Desde esa fecha se han callado todos, desde esa fecha ya no sé nada
hasta ahora, pero qué habrá hecho. Porque he ido hasta Cangallo
mismo para buscarlo, cuando preguntaba me dijeron que estaba incomunicado,
"sí está detenido, pero está incomunicado de sus familias",
(…) hemos denunciado al fiscal, solo el juez me había contestado:
"no sabemos todavía, falta su declaración, cuando tomemos su
declaración vamos a avisar". Desde ese momento no he sabido nada de
mi esposo, solo escuché rumores que estaba por acá, que estaba
ya en Huancayo, pero nada.
La permanente incertidumbre
Pero mi esposo es totalmente inocente, no es culpable, él no caminaba
nada. Si lo hubieran agarrado en una acción o si hubieran encontrado
algo en otra casa sería culpable, pero lo han agarrado de mi casa,
cuando estaba durmiendo. Pero si los verdaderos terroristas están
detenidos, porque no lo detienen así nomás a los de nosotros?
Entonces si los culpables están detenidos aunque sea los tuvieran
también detenidos, para verlos, para conversar un rato. Que cosa,
parece un animal, un animal también tiene dueño. Y como los
han hecho desaparecer, nada nos quieren decir, ¿qué ha pasado,
qué han hecho con ellos?, lo habrán botado, lo habrán
enterrado lo habrán dejado por ahí o siguen por ahí
detenidos, incomunicados, nada sé pues, no solo a los de 40, 50 años,
sino también jóvenes de 16, 17 años, mujeres. Con ellos
¿qué habrá pasado?, ¿qué han hecho?. No
sé nada. A veces pienso que está vivo, que lo habrán
botado vivo. No sé. Deben darnos una explicación.
Secuelas de la violencia
Ojalá que alcanzáramos justicia. Ahora mis hijos ya están
grandes y los mayores reclaman a su papá: "si estaría mi papá,
no estaríamos así". A veces no tenemos económicamente
para pagar sus estudios, los mayores se han quedado sin estudios, no han
terminado su secundaria y no tienen trabajo. Ayudando en construcciones así
nomás está trabajando mi otro hijo, no tiene suficiente estudio
por falta de su padre, podría ayudar en cualquier cosa, como varón.
Yo soy mujer, trabajo en cualquier cosa pero no es suficiente para mantener,
para el estudio no puedo hacer alcanzar. Así está mi vida.
Esta vida que hemos pasado es muy difícil. Mi esposo no quería
que trabaje, que haga cualquier negocio tampoco. "Yo voy a trabajar, tú
vas a quedarte en la casa nomás", diciendo, no sabía ni hacer,
no podía ni hacer nada. Dentro de cinco meses, he sacado su pensión
con eso hasta ahora vivimos. Con eso me ayuda bastante. Cuando nos prestamos,
para recuperar eso ya tenemos mensual fijo. Con eso nomás nos ayudamos,
no tenemos otra cosa, mis hijos, cuatro todavía está estudiando,
tres están estudiando en la universidad pero no me alcanza, ojalá
que puedan terminar.
Desde 1983 sigo caminando, ya cumplió 18 años, seguiremos buscando,
no solo yo, hemos estado varios, más mujeres porque los varones tenían
miedo, por eso venían más mujeres, porque a los varones los
detenían al toque. Por eso tenían más miedo por eso
los esposos no venían sino que mandaba a sus suegras, a sus hermanas.
Julio del 2000
"...no encontrábamos a nuestros padres. Cariño de la
madre, cariño del padre, nosotros eso no encontrábamos, hasta
ahorita..."
R. y U. S. H.
R.: Tengo 22 años.
U. S. H.: Tengo 27 años.
R. y U. S. H.: Nuestros padres fueron detenidos y desaparecidos el 28 de
julio de 1985 en Alpachaca, Ayacucho.
Circunstancias de la detención
R.: Cuando estábamos durmiendo ingresaron a nuestra casa varios encapuchados,
vestidos de negro y se llevaron a nuestros padres y a mi hermano los subieron
al carro de los militares. A nosotros los hijos pequeños nos dejaron
amarrados con soga. Nuestro papá trabajaba en la chacra como guardián
de tunas de la Universidad.
U.: A nuestro papá lo han golpeado, nuestro hermano salió en
defensa de papá y también lo han golpeado, desmayado le seguían
golpeando, igual a mamá. Después mi hermano cuando reaccionó
seguía defendiendo a mi papá, por defenderlo se llevaron a
mi hermano también. Solo querían llevar a mi papá, pero
se llevaron a los tres. Les taparon con frazadas, de ahí no se sabe
a donde se los han llevado. Nadie ha seguido el carro de los militares porque
teníamos miedo, porque les habían amenazado con quemarle sus
casas.
Nuestra tía Mercedes hizo la denuncia. Nosotros no sabemos a donde
se los llevaron, sólo hemos escuchado rumores que estaban en el cuartel,
de ahí en la casa rosada, no sabemos. Como éramos niñas,
nadie nos daba razón. Nosotros queríamos buscar. Mi abuelita
andaba buscando.
Secuelas de la violencia
Nos quedamos con mi abuelita, la mamá de mi mamá. Esa misma
semana fuimos a pedir ayuda a una tía que también vivía
ahí, era la hermana de mi papá. Ella nos ha dado para nuestro
pasaje para ir donde mi abuelita, con mi hermano que tenía 12 años.
Él nos llevó donde mi abuelita y ahí estábamos.
Hemos dejado nuestra casa con todas nuestras cosas, porque no sabíamos
cómo llevar. No sabemos quién habrá cogido las cosas.
Siempre nos veíamos con mis hermanos. Era difícil porque no
encontrábamos a nuestros padres. Cariño de la madre, cariño
del padre, nosotros no encontrábamos, hasta ahorita. La abuelita no
da igual cariño como una madre. Mi hermanita de un año lloraba
bastante, pedía teta y no había pues, y yo la cargaba, yo la
atendía, me lloraba, día y noche, relata Sara.
Cuando aparecía helicóptero, aviones, preguntaba, "adónde
has llevado a mi mamá? Hazlo regresar por favor".
Nuestra hermana que ahora tiene 24 años, ella era quien cuidaba a
nuestros hermanos menores, mi hermano mayor él también salía
a trabajar para mantenernos.
Pedido a las autoridades
Ojalá nos ayudaran siquiera para saber, si es que están vivos
todavía o ya no, que nos ayuden a encontrarlos, para ya no estar pensando
si estarán vivos o estarán muertos. Yo quiero eso nomás.
Hay veces llegan rumores, dicen que están en Lurigancho, no, dicen
están en Puno. Así llegan pues rumores. A veces yo pienso que
todavía están con vida, quisiera saber.
Julio del 2000
"Cuando moriré, yo olvidaré pues a mi hijo (…) ¿Quién
puede olvidar, quién?… si yo lo enterrara claro yo puedo olvidarme,
aunque sea llevando florcita, aunque sea llevando velita, claro yo puedo
olvidar, pero cuando no recojo nada, yo pienso: "parece que está preso
acá en el cuartel, parece que está sin comer, parece que está
sin cama, está en un rincón, cada noche está sufriendo".
Así estoy, así pienso, así pienso".
P. A. V.
Tengo 65 años, ahora estoy casada, mi primer esposo falleció.
Me ha dejado con treinta años y con cinco hijos. Cuando mi esposo
falleció mi hijo mayor tenía doce años, otro mi hijo
tenía siete años, otro seis y medio, otro tres añitos,
otro nueve mesecitos quedaba, al que perdí ahora, es mi último
hijo. Yo nací en Carapo, pertenezco Víctor Fajardo, yo vivía
hasta 16 años en mi pueblo. Después de 16 años yo me
he casado con mi esposo fallecido.
Circunstancias de la detención
(…) A mi hijo han hecho desaparecer. Mi hijo trabajaba en Magdalena, Ayacucho,
en la tienda de la hija de su madrina, abarrotes vendía, tienda grande
tenía. Cuando venían, dice que a las tres ó las dos,
no sé, cuatro tanquetas en la esquina estaban paradas. Ahí
cuando ha entrado a su casa, de la hija de su madrina, ahí nomás
han agarrado a mi hijo y lo han llevado para el cuartel. Varios han visto,
"a tu hijo para la tanqueta han subido", decían. "Lo llevaron al cuartel
los Cabitos", me dijo la dueña de la tienda. Yo no sabía nada,
mi hijo ya no venía un día, otro, ya no venía, era día
viernes 6 de abril de 1990 a las tres de la tarde. No venía, me ha
avisado su madrina "a mi ahijado dice que los militares lo han llevado para
el cuartel, han agarrado". Mi hijo con su madrina paraba más pues,
conmigo no vive, yo no sabía nada,
Entonces cuando he presentado audiencia para el cuartel, todo el día
parada ahí casi sesentaiseis personas en cola, tremenda cola; entonces
a algunos soltaban, a algunos no querían soltar, entonces yo debajo
de la cadena me he parado y he entrado corriendo: "tengo derecho a buscar
a mi hijo", diciendo. Entonces formamos cola hasta las tres de la tarde,
parados sin comer sin tomar agua, desde las siete de la mañana, todo
el día. Entonces yo decía: "aunque sea de una vez que me mate",
"aunque sea morimos de una vez, no tenemos miedo, yo no tengo miedo". No
he recogido siquiera sus huesos, ni siquiera lo he enterrado, con eso no
más, más triste, más extraño , por eso yo quisiera
para que me entregan, siquiera para que me digan si vive. Mi hijo trabajando
me mantenía, me compraba mi ropa, mi calzado, todo…ahora cuando me
he enfermado no he encontrado siquiera una pastilla, mi hijo me atendía,
bastante me quería, yo sufría en la chacra cuando estaba, aunque
sea chapado con mi hijo yo pañaba algodón. A militares yo llorando
les decía: "señor suéltale a mi hijo, cuando sueltas
señor, aunque sea con su delito pagará pues", pero totalmente
se ha negado él … dos veces yo he entrado al cuartel, donde esta General,
ese despacho de General, entramos y entonces totalmente han negado: "eso
es mentira, eso es mentira. Tus hijos andan con senderistas, senderistas
han llevado a la puna, ¿por qué vamos a traer?", decía.
Negando totalmente el General.
Amenazas a los familiares
Inteligencia dos veces vinieron a mi casa, "usted tiene hijo menores", sí,
le dije: "mira aquí están mis hijitos", "pero usted ya no puede
andar, ¿por qué exiges al cuartel, si exiges más, nosotros
vamos a liquidar; entonces cuando liquidamos ahí quedas tranquila,
usted si quieres vivir déjale, sino una noche venimos y vamos a desaparecer",
así me dijo. Por eso yo he dejado, ya no he buscado más…dos
veces vinieron inteligencia a mi casa, por eso yo he dejado con miedo, capaz
esos desgraciados a mí también me desaparecen.
Testigos de la detención y maltratos al detenido
Su chica decía que están maltratado. En Fiscalía nomás
la chica me ha avisado; "a tu hijo dice que están ahorcando, pasando
corriente, dicen que está en la laguna, dice que está pachurrando,
dice que está como perro, botando sangre, todos dicen que están
haciendo eso a tu hijo, seguro matarán". Dice que a ella también
han llevado pues, cuando agarraron a mi hijo (…).
Denuncia ante las autoridades
Yo primerito he mandado hacer esa copia como declaración, (…) entonces
yo decía a la Fiscalía: "señor por favor suelte a mi
hijo", y decían: "yo no puedo decir nada, yo no puedo comprometer,
qué cosa quieres pues ya, tu hijo no ves que ya está adentro.
Así es que militares matarán, así será pues",
así me decía. Y ya no hicieron nada.
La búsqueda en el campo y hallazgo de cadáveres
Yo en cerros, en campo, andaba mirando huaycos, barrancos. Yo andaba casi
dos meses buscando: "Por acá voy a encontrar, seguro está matado
por acá, por acá botado", pero no he encontrado. Llorando en
barranco yo andaba, varios muertos encontraba, colgados en el barranco, arriba
en Infiernillo, así del barranco soltaban amarrados con costal, ahí
estaban los zapatos, ahí estaba su mano, su pie, sangre. Eso nomás
encontraba, pero yo no he encontrado más. Varios buscábamos.
Yo solita andaba en el campo, a mí no me acompañaba nadie,
una señora, mi vecina; casi cinco veces me ha acompañado cuando
he perdido mi hijo, cuando yo lloraba, parecía mareada yo andaba.
Secuelas de la violencia
Después yo he perdido mi sentido, parecía loca yo andaba, jalachaca,
así sin zapatos, yo sacándome mi ropa, así con mi fustancito
nomás, sacándome mi falda yo andaba adentro en mi corral, mi
hijo me aparecía. He perdido mi sentido, después me hice curar.
Así he estado casi dos semanas nomás, después así
curandero me curaba. Yo solita iba con manta, "cuando encontré a mi
hijo por ahí muerto, yo voy a traer con mi manta", diciendo, "chapado
yo voy a traer", diciendo yo andaba.
Después ya no buscaba más pues, ya no buscaba, ya no salía
al campo; cuando dijeron en las noticias: "acá en morgue tiene bastantes
muertos, ahí tienen seis a siete muertos". Cuando decían, yo
iba al hospital, pero de acá toditito ya han comido perro, ya no tienen
nada, hueso nomás ya tenían, pero ese ya no están para
reconocer, ya no están como normal, todo comido por perros, así
como coronta hay muertos, matado así con cuchillo, con bala, todo
desecho ya tenían. Cuando yo casi he perdido el sentido, ya reaccionaba,
en mi pensamiento decía: "¿Hasta cuando yo voy a llorar tanto
así, hablando el nombre de mi hijo?, ¿cuándo yo voy
a volver mi sentido?, cuando pierdo mi sentido, a mis hijos ¿quién
puede hacer ver?; mejor voy a reaccionar, para ver a mis hijos". Cuando en
la noche yo despertaba, abrazando a mis hijitos yo lloraba bastante diciendo:
"¿Donde está tu hermano?, por acá aunque sea su cabeza
por qué no avientan, aunque sea su mano, por qué no avientan?",
decía. Yo lloraba, yo lloraba… Hasta ahora tanto sufrimos, si yo enterrara,
claro, aunque sea su hueso recogiendo, ya no puedo sufrir mucho, yo sufro
bastante. Por eso quisiera que avisen pues o han matado, o está vivo,
quisiera que me avisen todo, digo yo. Cuando moriré, yo olvidaré
pues a mi hijo. Ahora mi hijitos se van a estudiar y cuando estoy solita,
llorando en mi casa, así me acuerdo, cuando miro la foto de mi hijo
¿Quién puede olvidar, quién?… si yo lo enterrara claro
yo puedo olvidarme, aunque sea llevando florcita, aunque sea llevando velita,
claro yo puedo olvidar, pero cuando no recojo nada, yo pienso: "parece que
está preso acá en el cuartel, parece que está sin comer,
parece que está sin cama, está en un rincón, cada noche
está sufriendo". Así estoy, así pienso, así pienso.
Pedido a las autoridades
Yo quisiera que me den una ayuda. A veces yo estoy ya bajando mi fuerza,
ya no estoy como cuando era muchacha. Yo quisiera también para que
me avisen, si está matado o no matado, o está otro sitio, no
se que será, para que me ayuden, para que me digan pues, cuando uno
ya está muerto, o ya está en otro sitio, si estuviera en otro
sitio que bueno sería.
Julio del 2000
"... Mi nieta preguntaba ¿dónde está mi papá?
Y le hemos contado. Ella reaccionó triste, triste está. Tenía
tres meses cuando se llevaron a su papá..."
G. Q. A.
En 1989 me encontraba trabajando en la selva cuando me llegó un mensaje
de mi hija: "Papá viaja urgente, hay problemas en casa", por lo que
decidí regresar a mi tierra en Ayacucho. Mi hija menor me contó
que los militares ingresaron a mi domicilio y detuvieron a mis hijos de 24
y 22 años respectivamente.
Circunstancias de la detención
A los 15 días de producida la detención llegue a mi pueblo,
mi hija menor y mis vecinos me contaron que unos hombres vestidos con uniforme
como militares, quienes se subieron por el techo, se llevaron a mis dos hijos
a pesar que uno de mis hijos desaparecidos tenía una hijita de tres
meses y que él se encargaba de criarla.
Han ingresado a varias casas y se han llevado detenidos a algunos vecinos.
Denuncia ante las autoridades
Cuando llegue al cuartel me informaron que estuvieron detenidos allí
diez días no más, entonces comencé a buscarlos, presenté
documentos a la fiscalía. La fiscalía también nos ha
acompañado pero igual nos han negado. Lloré entonces a un militar
que estaba en la puerta. Cuando lloré casi me ha dado ataque, entonces
vamos a hacer esto, vamos a hacer el otro me decían, y no hasta que
le he rogado a un jefe de adentro, cómo me arrodillaba.
Fui, con el fiscal hemos ido, a decirle, pues, a llorar si se encuentra,
total se ha negado. Sabíamos que estaban adentro, mis hijos, los dos.
Testigos de la detención
Un muchacho que salió en libertad del cuartel estuvo con mi hijo quien
le encargo ubicarme, "si mi papá ha llegado de viaje dile que estábamos
juntos con mi hermano pero ya nos han separado".
Otro día también un señor cuando lloré me vio
y me dijo que trabajaba adentro del cuartel y me dijo que ellos habían
estado ahí pero que ya no estaban porque habían trasladado
a 15 personas a Oxapampa, desde esa fecha hasta ahora no sé nada.
La búsqueda en el campo y hallazgo de cadáveres
Siempre nos reuníamos con otros familiares para buscar a nuestros
hijos, a ver si los encontrábamos. Y varios cadáveres han aparecido
en diferentes lugares. Yo también buscaba en esos lugares pero no
encontraba, ni su ropa. Otros tenían ropa. Ahí estaban las
cabezas, huesos nomás hemos encontrado. Por ejemplo acá por
el cañón del diablo, ahí habían varios, en todos
esos lugares he buscado pero nada he encontrado.
Entonces pensé que seguramente se los habían llevado a Oxapampa
con la esperanza, a ver si cumpliendo sentencia después salían,
así me decía la gente, yo tenía esa esperanza.
Secuelas de la violencia
Yo sentía fuertes dolores de cabeza. Después ya me calmé,
después de varias veces ya me calmé, qué vamos a hacer
pues. "Tanto hemos correteado, y nada, yo lloraba, hasta ahora también.
Yo veo sus cosas y me recuerdo, otras familias tienen a sus hijos, lo que
pasó ya lo dejé en manos de Dios".
Hasta sus ropas de trabajar están encima de sus máquinas, hasta
sus ropas cortadas también están. No sé dónde
andan, cuando regresarán. No sé que cosa habrán hecho?,
los habrán matado?, o seguro los han mandado a otro lugar?, no sé,
eso pienso pero ellos (los militares) se han negado. Ahora ya no hay quien
me ayude, mi hija mayor nos ayuda, pero ella está casada, y nos ayuda
con mis nietos, ella es como madre, yo en cambio trabajo como sea. Tengo
3 nietos, una hija de mi hijo que ha desaparecido y los otros dos de un hijo
mío que se ha muerto en la selva. En total tuve 4 hijos, 3 se han
muerto.
Bueno, nosotros pensamos, a donde más vamos a buscar, solo tenemos
que esperar y rezar a Dios nomás. Que vamos a hacer pues, bueno se
habrán ido, a veces nos olvidamos pero siempre estamos al tanto, ojalá
que aparezcan. Mi nieta siempre me preguntaba, "quien es mi papá?",
porque ella está registrada con mi apellido y no falta vecina que
le dice: "a tu papá le ha pasado eso". Siempre preguntaba: "donde
está mi papá?", y le hemos contado. Ella reaccionó triste,
triste está. Ella tenía tres meses cuando se llevaron a su
papá, y bueno, mi hija la ha cuidado, le hacían comer con leche
y ya grandecita nosotros ya nos hemos quedado con ella.
Pedido a las autoridades
Pido justicia nomás. Solamente queremos que aparezcan mis hijos, queremos
saber si están muertos o están vivos, eso queremos saber. Todavía
los extraño mucho. Quien no va a extrañar. Siempre lloramos
un poquito cuando recordamos.
Julio del 2000
"...Todos los que han desaparecido los buscábamos, allá hay
muertos, allá hay otro muerto, esos también buscábamos,
escarbamos, pero encontrábamos a otras personas..."
G. A. F.
Tengo 48, nací en Ayacucho, voy a las ferias, traigo animalitos, así
vendo. Tengo cinco hijos, he estudiado primaria hasta cuarto grado.
Circunstancias de la detención
Mi esposo tenía 31 años, tenía su negocio de ganado
con eso nos mantenía. Ha estudiado secundaria completa, él
nació en Ayacucho, vivía también en esa. Cuando estaba
en mi casa con mis chiquitos, "voy a visitar a mi papá" diciendo había
salido dejando a mis hijitos. Estaba pasando un señor, era guardia
republicano, como batida recogían a la gente. Habían recogido
en la calle, saliendo de la puerta de mi casa no más, justo estaba
pasando mi esposo, "donde esta tu documento, preséntame tu documento",
así había dicho. Mi esposo había dicho: "para qué
necesitas mi documento señor?. No tengo documentos están en
mi casa, vamos acompáñame hasta arriba". Por los cabitos lo
había acompañado y pasando esquina, sacó de su bolsillo
su papel de "yo soy guardia republicano" diciendo. Una señora estaba
pasando, había escuchado "para que esta llevando diciendo".
Era el 17 de julio de 1984, una señora no más que ha visto,
era mi vecina yo llegué tres días después, "a tu hijo
ha llevado un señor que a dicho: 'guardia republicano soy'. ¿A
dónde?. Para arriba, agua potable". Lo habían ido a buscar,
otro también había visto: "esta llevando de su manito así
no mas a tu hijo y esta yendo a la tienda, está entrando", en la tienda,
le decía el guardia: "cómprame cigarro, vamos por aquí",
diciendo lo había llevado a Aguadicusi en Carmen Alto, en Quicapata.
La búsqueda y denuncia ante las autoridades
Yo llegue a los tres días, mi suegro, su papá, su mamá,
sus hermanos, todos estaban buscando me avisan, entonces yo voy llevando
con todos mis hijitos. "señor, como a mi esposo van a traer"; he ido
a Quicapata, he ido a reclamar al cuartel; entonces me dijo: "no está
aquí, estará pues en Agallas". Yo he ido, buscaba y nada en
ningún sitio, todo hacemos y no aparece. Diario buscaba, a Fiscalías
todo, di mi denuncia, nada hasta hoy día, he ido a denunciar a la
PIP, al Ministerio, todito, pero nada no nos daban razón, mas bien
nos decían, "porque seguramente habrá sido terruco", "¿cómo
va a ser terruco mi esposo tiene cinco hijos?". Llevándome a todos
mis hijos caminaba, en todo sitio caminaba llevando a mis hijos.
Su papá, su mamá, yo, con mis hijitos he buscado, después
ya pasó un mes, toditos así en grupo estábamos reunidos.
Todos lo que han desaparecido los buscábamos, allá hay muertos,
allá hay otro muerto, esos también buscábamos, escarbamos,
pero encontrábamos a otras personas , aquí en Ayacucho en todo
buscábamos. Como a un perro ejecutaban en esa fecha a la gente cuando
mataban, pero donde se aparece perro ya nadie reconocía.
Una vez una señora me dijo, "en la parte de Muyurina, hay un muerto,
pero ya esta terminado, sus ropas no más están". He ido en
la mañanita el 15 de agosto, a las 4:00 de la mañana, le encontré
en un rincón de un barranco había caído muerto, todito
perro había terminado, pero sus ropas de mi esposo estaban ahí,
yo he reconocido. Yo he reconocido su pantalón, su polo y su chompa.
Ha sobrado asicito suavecito, su pelo si había y su cranito también
así partecita no más ya, había comido perro, ya que
sus piernas había sacado. Era un mes ya. Llorando he recogido su ropa,
hasta ahorita tengo guardado. Vine a la Fiscalía, "aquí su
ropa he encontrado". Me dicen: "que vamos hacer, pues si no aparece ya el
cuerpo, como vamos a recoger, como vamos a hacer, eso será capaz de
otro", "ahora estamos en peligro, ya no hables, cállate, qué
vas a hacer". Otra gente me dice: "vamos a buscar, quizá podemos encontrar
sus restos, y sus pedazos". Otro día voy con mi suegra, con mi suegro,
con mi cuñada y hemos recogido y eso también a la Fiscalía
he llevado, ahí esta esto, "recoge pues ya, y cualquiera pues recoge,
entiérrate ya pues, que vamos a ser". Entonces eso le he llevado en
bolsita al cementerio a enterrarlo, su cabecita, su cuerpito, eso con su
pelito.
Hemos ido a la Casa Rosada ,"carajo retírense que cosa hay aquí,
que cosa quieren aquí, no hay nada ni un detenido o quieren morir,
les voy a meter balazos". Un guardia republicano ha traído a mi esposo,
"seguramente aquí estará dijimos", "nada retírense,
retírense", así nos dijo y nos retiramos no más, así
no más.
Secuelas de la violencia
Mis hijitos solitos quedaban, yo cocinaba en la mañana, dejaba para
mis hijitos, así van a comer algo diciendo. Regresaba a las 9 a las
10 de la noche. Me decía la gente "aquí están muertos,
aquí por ahí están muertos"; todo sitio yo iba a buscar.
La mayorcita, iba a la escuela, entonces ella regresando todito los atendía
y así los chiquitos no más, como chanchitos me esperan durmiendo.
Diario buscaba.
Mis hijos ya grandes me reclaman a su padre, "mamá, ¿quién
habrá sido ese que ha matado a mi papá, quién habrá
sido?". Yo no trabajo como su padre para mis hijos, necesitan estudiar, entre
dos era antes, ahora yo solita, ahora ya son 16 años desaparecido,
cumplidos el día 17 de julio.
Debíamos al Banco Cooperativa Santa María Magdalena, trabajando
he cancelado, quitando de mis hijos, hasta vendiendo mis cositas he cancelado,
ahora así no más estoy ahorita, sin casa sin nada.
Mis suegros ya son ancianos, ancianos ya, ellos también lloran por
su hijo, por que él era su hijo varón; él nomás
haciendo negocio mantenía, y mi suegra se ha fallecido ya por llorar,
sufría mucho, ya mi suegro no mas ahora vive.
Mis hijas dicen, "que aparezca, que aparezca mi papá, dónde
estará, como dicen está preso, si estaría preso pueden
soltarlo, puede soltarlo", dice.
Al gobierno le pediría saber ahora después de 16 años
dónde está. Puede ayudar también a los niños,
necesitamos que mis hijos estudian y no tienen trabajo, y cómo vamos
a vivir.
Julio del 2000
"Si ese mi hermano viviera, no sufriríamos mucho. Mucho sufrimos.
No tenemos ni para comer (…). El no nos hacía faltar nada, no era
nunca ni amiguero. (…). A veces la fuerza ya no tengo yo. También
siento mi cuerpo de lo que lavo o me cocino en el comedor para que coman
mis hijos. A veces para comer no hay nada. Solo con aguita nomás vivimos".
L. E. D.
Tengo 86 años, soy viuda, con cuatro hijos mayores de edad, mi domicilio
es en la provincia de Huamanga, en el departamento de Ayacucho.
Circunstancias de la detención
Mi hijo ha desaparecido en 1990.
wuasymanta wuawuayta puñukukta apan pay kara kosturero qalachakichallata;
las nuevita tutan apan, guardiakuna investigación, en carro achkan
cara, chaypin karanin, wuawuay willkay achkata apan chay wuawuallayta apan
sullkachantawuan paiman kachaykusqa iskayninta apan. Manan mañukuspa
preguntasaykichi nispa nin pukunta tanqaykamura
De la casa han llevado a mi hijo. De lo que estaba durmiendo. Él era
costurero. Estaba descalzo. A las nueve de la noche ha llevado, los guardias
de investigación, en carro, eran varios. Yo estaba ahí, mi
hijo y mi nieto. De mi casa lo han sacado lo que estaba durmiendo. A varios
se los han llevado. A mi hijo se lo han llevado junto con su hermano. Se
los han llevado a los dos. Ha pedido permiso. "Le voy ha preguntar", diciendo.
La puerta lo han empujado.
pacchachinmi llapallanta chay wuarmi wuawuaytapas chay wuillkaytapas uchuy
wuillkakunatapas packchachin, qatini punkupi niwuaan qamuychu balerusayki.
kidakurani wuasillapi llapa imaykupas kayna misapi qawuanpi kara llapa maquína
llapa mercadería costurero kara chaytapas tukuy pampapi. aparaku qulqyta,
documentunta casacanta ápan
Les tiraron al suelo a todos. A mi hija la mujer, a mi hijo, a mi nieto pequeño,
también les han tirado al suelo. Yo le seguí hasta la puerta.
Me dijo: "no vengas, te voy a disparar". Me he quedado en la casa. Nuestras
cosas de la casa estaban en la mesa. Había máquina, mercaderías,
y todo eso estaba en el suelo. Se han llevado la plata, documentos, su casaca
se han llevado.
La búsqueda en centros de detención
denunciani fiscaliaman cuartilytapas rini wauqaspa purini nada nada llachanispaschu;
sapallay rini. kuartilta qaykatalla rini wuaqaspa. chaymantaqa chay qucnin
wuarmachay kuna kachkan traumado chay wua wuay kara chay chikaq imanullpa
como churinta paywuan kuska llacharaku piwuan kuska wuacnaman qaytaruan policía
y wuawuayta manan kacharikunichu chaymantaqa umayta wuataruan mandilniwuan
carroman arrastrawuan kay makiwauan wuawuayta qapani kaywan pilunmanta qapikuruni
chaymanta chanqaruan pampaman mamaytaqa maqachkanrac inaptin qucnin hermanuyta
qurquramusqa ya qucninta umanta wuatarusqaña mamaymanqa maqachkan,
wuawuaytapas maqachkan , wuarmi huahuayta tuykuy pampapi maqachkan
He denunciado a la fiscalía, he ido al cuartel, he caminado llorando,
y nada, no sé nada. Sola iba. Al cuartel cuántas veces habré
ido llorando… Después, desde ahí uno de mis hijos es traumado.
Ese mi hijo era como su hijo de mi hermano que ha desaparecido. Con él
paraban juntos. Entonces entraron los policías, eran bastantes, entonces
a mi me patearon hasta el rincón, he llevado, en mi mano estaba mi
hijito que no lo soltaba. Después mi cabeza me amarró con mi
mandil y me arrastraba de mi cabello al carro, y como con esta mano estaba
con mi hijo y con esta le jalé su pelo, de ahí me botó
a la pampa. A mi mamá le estaban pegando todos. A mis hijos también
y a mi hermano le habían sacado, y al otro, su cabeza le habían
amarrado. A mi mamá le estaban pegando. A mi hijo también le
estaban pegando, a mi hija mujer en todo el patio le están pegando.
policía challaykamun chay punchau las nueve de la noche las ocho
de la noche hermanuyqa telanta kuchukkara pay kara costurero inaptinmi lus
apagakaramun imasaqta imanasaqta diskansaykusaq ya nin descansan cuartumpi
hermanuy chay movimiento qallarirun balacera qinalla chiki karura media huraqa
chaymantaqa chay investigador pasykamun inaspa ñuqallatarak ukumanta
urquruara inaptin tukiuyy pampapi wuañuchira, mayme chay terrukukuna
amiguyki qan llachanki entregahuay nispanmi wuawuachaymi tukuy kaimanta qapikurura
yan dispararuaptin kachkaptin qucnin policía nin no le mates a la
señora nispan nin
La policía ha llegado ese día a las nueve de la noche. Mi hermano
estaba cortando su tela, él era costurero. Entonces la luz se apagó.
"Qué voy hacer? Voy a descansar", diciendo. Se fue a su cuarto. Empezó
en ese movimiento la balacera. Cuando había empezado, media hora los
investigadores entraron a mi casa. Entonces a mí primero de adentro
me han sacado y en toda la pampa me han pegado diciendo: "Dónde están
los terroristas? ellos son tus amigos! entrégame!", diciéndome,
me pegaban en todo mi cuerpo y yo estaba con mi bebito que se me agarraba
y junto con él me pegaban y cuando me iban a disparar, el otro policía
"no la mates a la señora", le dijo.
manan kaipichu chaypi quc kapitan niwan ñuqapapas hermanuy mamayta
wuaqachin nueve wuatamantaña kutimun cahynata niwuan
"Aquí no está", un capitán me dijo: "de mi también,
a mi mamá le ha hecho llorar" así me ha dicho. "va a volver",
así me ha dicho.
manan allinchu kani hasta kunanpas manan allinchu kani, chaymanta iqu
wuarma qina unquruni mikuchiwuan de tanto wuaqasqaymanta
No estoy bien, hasta ahora no puedo estar bien. Desde esa fecha me he enfermado
como un niño inválido. Hasta me hacen comer de tanto haber
llorado.
hasta kayman reuniónmam qamuniku y el siempre tapuhuachkan siempre
fotunkunata qahuspa(llanto) paymi mikuchiwaraku pay mi pachachawuaraku hasta
kunan kay mamaytapas ni hima sosteneyta atinichu ni imayman mikunanpaspas
unquruntinpas manan ni imawuanpas hermanuyllan huywuawuara llapaykuta (llanto)
Con mi hijo hasta la reunión venimos y siempre me pregunta de su tío,
agarrando sus fotos (llanto) dice "él nos hacía comer, él
nos vestía". Hasta ahora a esta mi mamá no puedo sostenerla
ni para que coma. Cuando se enferma no puedo. Mi hermano nos mantenía
a todos. (llanto)
quk hermanuychata iskayninta aparusqa chay qucnin kaqta kacharimusqa chayta
wuikatirusqa kay napi Huaman Poma Residenciapi wuatasqa inaptin kay hermanuy
imaynata ya qatariramun, si wuasiykyman kutinki tariamusayki wuañuchisayki
nispa challaramun
A mi otro hemanito, o sea, a los dos se los han llevado y a ese le habían
soltado, le habían botado por Huamánpoma, en la Residencia,
amarrado. Y este mi hermano cómo se habrá desatado. Le habían
dicho: "si vuelves a tu casa te voy ha encontrar y te voy a matar".
niwuanko maypich chay tukuy nastinmi purichiwuanco kay lecinciaduman chaymanta
aparuanku Libertaman, cahymanta quinuapataman chay a la vista sentichkani
mayman apawuasqanta chaymanta wuac Santa Ana luman, chaymanta wuac Carmen
alto lauman chaymanta apawuasqanku defrente cuartilman apawuanku chay kuartilpin
vajarunko ñuqataqa deqaruan paysi chay carrupa kaynachaman usturusqa
inaptin más menorchan kaptin mana payta narachimusqa lliuta wuarmita
qarita carro quntay quntaychata apasqa chaypi vaqaruptinku llumpaychata qaparkachikkan
puramente wuaqanku chaypin
Por todo sitio hacían pasear con el carro, "Hemos ido a Licenciados,
después nos han llevado a Libertad después a Quinuapata, a
la vista estoy sintiendo a donde me están llevando, después
a Santa Ana, después a Carmen Alto, después de frente al cuartel.
Ahí les han hecho bajar a todos menos a mí". Él dice
que se había metido al rincón del carro y como era menorcito
no le habían hecho bajar. A todos mujeres y varones, el carro estaba
lleno y cuando han bajado fuerte gritaban. Muchos lloraban.
Continúa la búsqueda
chaymantaqa riniku investigaciónman chaypin qalay qalaychata nigawuanko
cuartilman riniku inaspanmin nin kachkanmi nispa chayamantaqa qalachata negaruaspaku
qalay manan largawuarakucho, totalmente mamay may urquta manan maskarachu,
wuac infienulluta maskarani maskarani kay purakutipi pero hermanuyta tariramunichu
pero los demasqa hasta kuka akosqachakuna wuarmipas ropa interior cambiasqachakuna
sallanpa wuakin tianpa kuchi mikuchkan alluqu mikuchkan chayllata tariniku
pero hermanuyta mana tarinichu
Después hemos ido a la investigación. Ahí nos ha negado
todo y hemos ido al cuartel y nos dijeron que sí estaba. Después
nos negaron totalmente. Qué cerro no hemos buscado! Hemos ido a Infiernillo,
en Purakuti, pero no he encontrado a mi hermano. Encontrábamos otros,
hasta gente que comía coca, mujeres con ropa interior, parados, los
demás sentados. A otros los chanchos se estaban comiendo, a otros
los perros. A eso nomás hemos encontrado, pero a mi hermano no hemos
encontrado.
ari iskayllayku maskaskaniku mamitaywuan ñuqalla. riraniku hasta
el único chay cuartilman ukunpi manallan largarachu pero maskani kani
tukuy kay urqukuta maskas kaniku investigadorta kuartilta pero manan ni ima
ni kachkanmi, fiscalman papilta apaq kaniku pero nada wuillamuakchu
Las dos buscábamos, yo y mi mamá. Hemos ido lo único
que no nos han dejado entrar, por detrás del cuartel. Pero hemos buscado
por todos los cerros, hemos ido a investigación, al cuartel, pero
no nos decían nada si estaba. Al fiscal llevábamos papeles
pero no nos contaba nada.
chay llan kara kuartilman rina kachkan fiu el único manan chytan
rinanikucho quc vista runata wuischuykusqa kay rianta wuiskanata chay qaqa
kara chay ukuman inaptin chaypi kara a la vista llankuruni wuaskawuan y chay
wuawuachay traumado qatimuan pero manan karachu
Al único sitio que no hemos ido ha sido por el cuartel hay un barranco.
A eso nomás. Una vez en Wichqana hay como un barranco y ahí
a la vista había un muerto y he entrado agarrándome de una
soga. Fui con mi hijito, el traumado. Pero no era mi hermano.
Secuelas de la violencia
maskasqapas tariranicho wuac hermanuy kausaspaqa manan sufriymanchu llumpay
llumpayta sufriniku manan canchu ni ima mikuchytapas payqa ni imanta faltachiwuakucho
mana nunka kara ni amiguisto calsenman rick chay clase tukuruptin pay serac
ñuqa feriaakunaman apaq kani mamawuan iskayninku wuasipi tianku.
era soltero
chay traumado wuawuata como hiqunta ullwuara mamitaywuan kinsan tiakku.
Estudianmi kunanqa manaña esdianñachu a vecesqa trabajachapakun
a veces chayna qapirun inaptinmi como loco purikun tumpata pasarirun chay
inaptinmi trabajanmi.
No lo hemos encontrado. Si ese mi hermano viviera, no sufriríamos
mucho. Mucho sufrimos. No tenemos ni para comer. El no nos hacía faltar
nada, no era nunca ni amiguero. Iba a su clase, cuando terminaba su clase
el cosía y yo iba a la feria. Mi mamá y él se quedaban
en la casa. A ese mi hijo traumado, como a su hijo lo ha criado. Con mi mamá
más los tres se quedaban. Estudiaba. A veces trabaja. Cuando le agarra
como loco se camina. A veces le pasa eso y trabaja.
de una ves llachayta munaniku maypin kasqanta kayyna mamay llachaskaku
de rerepente kayna mamay unquq tukuy paipas wuañurnapas si llacharisakku
conformemeña chiki kasakku kunan mana llachaspayku ichaya maypipas
o si no makin ckuchukkan kasckan, locutapas imaynatapas intergaykuachun o
wuillaykuachunko kay pin chaypin niptinqa imaynan kunan instante purichkaniku
hasta iman gina qawuymanku chiki adorno qina. (llanto) ari pantanin hasta
mikunpapas kanchu hasta mamaypa pachanta rantiruyta
La permanente incertidumbre
De una vez queremos saber donde está. Así mi mamá, como
está enferma, puede morir o yo también. Si supieramos estaríamos
conforme. Ahora no sabemos. De repente está con su mano cortada o
esta loco también. Que nos entreguen o que nos avisen. Hasta ahora
estamos caminando. Cómo sea lo miraríamos, aunque sea como
un adorno. Estamos buscando. Siempre preguntamos a quien sea.
kayna ruapakuspayku ya imatpaas ñuqa ruac kani lavakapuni, llanukuni
y mamitaypa kaypan kachkanrac ropata lavan ñuqapas chaynalla; a veces
fuersapas manayan alcansawuancho, ñuqapas kuerpuyta sintin lavasqaymanta
aveces mikuyta llanukunni wuawuakunapa mikunanpaq a veces manan chaypi pagawuankuco
comidallapi
Así haciendo las cosas. Yo hago todo: lavo ropa, me cocino, y mi mamá,
todavía tiene fuerzas y lava ropa. Yo también así nomás.
A veces la fuerza ya no tengo yo. También siento mi cuerpo de lo que
lavo o me cocino en el comedor para que coman mis hijos. A veces para comer
no hay nada. Solo con aguita nomás vivimos. (llanto)
Pedido a las autoridades
ñuqa mañakuniku payqa llachanmi pin apan maymanmi apan maipin
presochu o bien wuañirachinchu o bien cañaruncho paykunaqa
llachanmi chaytan ñuqayku llachayta munaniko de una vez quchunko solusionta
o vivo kasqan o wuañusqa o imapas
Nosotros le pedimos, él sabe quiénes han llevado, a dónde
lo ha llevado, o si está preso o lo han matado o lo han quemado. Él
sabe eso. Nosotros queremos saber de una vez. Que nos den solución
de lo que está vivo o muerto o como sea.
ñuqayku pinsaniku o bien wuañurachin o bien kausakkan maypipas
o karsilpi chayta llachayta munaniku wuyllarumuanko o preson kachkan nispa
o bien wuañuruptin nispapas maypi tullullanta mas citiupi pampasqan
may citiopi wuañuchisqa kachkan huesollantapas kaymi tal persona nispa
qunraymanku chiki pero manan qunqaymanchu wuañursaq icha qunqayman
nuqayku mañakuniku ayudawuanankupaq kay desaparecido tariwuanaychikupaq
willawuanankupaq apoyawuanankupaq kay gobierno riksiwuaspanku tapuykuaspa
qalay llachayta munaniku
Nosotros pensamos: o bien los han matado, o bien está vivo en donde
sea o en la cárcel. Eso queremos saber nosotros o si ha muerto, su
hueso que nos hagan ver. "Esto es de tal persona", diciendo o en qué
sitio lo ha enterrado o en qué sitio los han enterrado nos dirían.
Pero no podemos olvidarlo, muriendo ya le olvidaré. Nosotros pedimos
que nos ayuden para encontrar a los desaparecidos. Para encontrarlos. Y nos
digan dónde están para que nos avisen, nos apoyen. Para que
nos apoyen con ese gobierno. Para que nos conozcan. Para que le pregunten,
porque nosotros queremos saber todo.
A veces ñuqa pasakunin kayna wuaqaspa mamay tían siempre
mamay sutinta riman y wuaqan a veces ninakuniku imanasunma tarisun imallapas
tarisun nispa a veces kayna quk lau kaskunaqa wuawuankuna challaramun de
veinte años o de seis años kutiramunqa chayna challaramunqaña
igualito nini. ñuqayku ullariniku kaynas presokuna Huancayomanta kutiramun
nispa hasta penaltapas rini chaypipas tapukuni
A veces yo me voy y mi mamá se queda llorando. Siempre mi mamá
habla su nombre y llora y nos decimos: "¿qué vamos a hacer?,
vamos a encontrar cualquier cosa, vamos a encontrar". A veces de nuestros
vecinos llegan de otros sitios de 20 años o de 6 años, "así
va a volver, va a llegar", así decimos. Hemos escuchado que otras
personas han vuelto después de tiempo, hasta en la cárcel hemos
preguntado.
Julio del 2000
Fuente: Defensoría del Pueblo del Perú
http://www.ombudsman.gob.pe