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II. LA GUERRA CONTRASUBVERSIVA Y SUS ALIADOS.
1. LA GUERRA CONTRASUBVERSIVA
a) SOBRE ESTRATEGIA
LA "NUEVA ESTRATEGIA". PLANTEAMIENTOS DE FUJIMORI Y AUTORIDADES.
El II Pleno justa y correctamente decía: "Lo de `nueva estrategia' es totalmente falso, apuntan a una guerra contrasubversiva más desarrollada, esto es, librarla en todos los campos; sin olvidar que de los cuatro: sicosocial, económico, político y militar, centrarán necesariamente, y al fin y al cabo en lo militar, de ahí que tengamos presente lo planteado y "estar vigilantes para no dejarnos sorprender" y "ser superiores al enemigo". La llamada pacificación es parte de la llamada guerra de baja intensidad del imperialismo yanqui de ahí que busquen participación social y acuerdo nacional y legitimación". Esta previsión es certera y nos arma ante las acciones contrarrevolucionarias de Fujimori. Nosotros estamos armados con el pensamiento Gonzalo; mientras el cínico y taimado esta desarmado pues nunca imagino lo que significa enfrentarse a una guerra popular marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo, menos aún en su segunda etapa de equilibrio estratégico en marcha a la conquista de Poder en todo el país.
Qué criterios está desenvolviendo Fujimori? En primer lugar ha amparado el genocidio cometido en torno a las elecciones generales del 90, fomentando la impunidad no ha denunciado a los autores ni expresado su condena o pedido su sanción. En segundo lugar, ha proseguido con la política de genocidio. Ya en el balance de la II Campaña del Plan de Impulsar y su ampliación denunciamos una parte de los crímenes salvajes cometidos por las Fuerzas Armadas y Policiales bajo mandato de Fujimori que, como siempre, quedan en la impunidad o son ocultados por las mismas autoridades militares y civiles que los cometen. Lo primero que queremos agregar aquí es cómo las propias palabras de Fujimori confirman nuestras afirmaciones: "Desde hace diez años el pueblo del Perú vive sufriendo la violencia subversiva... más de 15,000 víctimas y daños por 17,000 de dólares...", dio esa cifra al asumir el mando. Según la Comisión Especial sobre Violencia y Pacificación del Senado, hasta el mes de setiembre 91: 23,196, tenemos que durante la gestión fujimorista, de julio 90 a setiembre 91, en poco más de un año, se habrían producido 3,761 muertos. Tomando la misma fuente, el total de muertos del quinquenio de García fue de 9,660 y del de Belaúnde fue de 8,103; comparados con los 3,761 de Fujimori en un año 2 meses, lo muestran largamente más genocida que sus antecesores. Esto aparte de que las cifras de ese organismo presidido por Bernales se basan en informaciones del Ministerio de Defensa; sin embargo, sus datos dicen que el primer año de García arrojo 1,268 muertos comparados con los 3,761, cómo calificar a Fujimori?
El segundo hecho que comprueba lo que afirmamos es el haber avalado que el Parlamento no apruebe la acusación de genocidio contra su antecesor y querido compañero aprista; dio la consigna a su partiducho Cambio 90 para que votara. Así Fujimori queda en la historia peruana como quien permitió que el genocidio de las Luminosas Trincheras de Combate del 86, quede en la impunidad y como el protector del demagogo y genocida García Pérez. Un tercer hecho, en diciembre 90 emitió el Decreto Supremo N 171 por el cual protege el genocidio y la corrupción de sus Fuerzas Armadas y Policiales, pues convierte todos sus crímenes en delitos de función, por tanto bajo la impunidad de los fueros militar o policial. Cuarto, el público homenaje que rindió a las Fuerzas Armadas y Policiales en el mensaje de su primer año de gestión y, más aún, el conjunto de homenajes, cultos y pleitesías que rinde a las cobardes y genocidas Fuerzas Armadas expertas en derrotas, pese a ser calificadas como violadoras de los derechos humanos por organismos internacionales. Quinto, no investigar y más bien ocultar el documento del Ejército que el periodista Hildebrandt presentó a la televisión, acerca de cómo la Fuerza Armada, plantea que "el mejor terrorista es el muerto...hacerlo extensivo a familiares y amigos...ejecutar sin dejar huella"; hecho que tiene antecedentes como la exculpación del genocida Noel y lo dicho por el general EP Monzón, ex-presidente del CCFFAA el 86, en la comisión parlamentaria que ventilaba el genocidio de García Pérez: "la acción militar es acción de combate que inserta en la `estrategia antisubversiva', se sustrae del derecho humanitario de la guerra, y al margen de la Convención de Ginebra, legítima en concepción genocida la represalia violenta, las ejecuciones extrajudiciales y el desconocimiento de los derechos humanos de los subversivos y de los presuntos subversivos". Hechos que demuestran fehacientemente la política genocida de las Fuerzas Armadas peruanas en el combate a la subversión desde el primer gobierno genocida de Belaúnde; pero que, ocultándola siniestramente Fujimori, el nuevo presidente genocida, se contentó con la versión cínica de su ministro de Defensa quien dijo: "Fue un desliz de un oficial y no refleja una posición institucional". Sexto, la Directiva presidencial sobre derechos humanos aprobada en consejo de ministros, en setiembre, precisamente emitida cuando el gobierno norteamericano debía desbloquear su aporte a la guerra contrasubversiva. La Directiva extiende la función de policía, así la PNP interfiere más en el proceso judicial, ver testigos, pruebas, etc. y "...coordinar con las autoridades judiciales la conformación de tribunales especializados... poner en practica política penitenciaria"; esto es crear un sistema judicial diferente y especial, adiós poder judicial! También crea nueva política penitenciaria basada en dispersión de prisioneros de guerra (a cuarteles?, campos de concentración?) y aislamiento de prisioneros; plantea "jueces capacitados intelectualmente", o sea adecuados a la política del presidente, que se sometan a sus órdenes; discrimina a los imputados por terrorismo y narcotráfico, dando valor pleno a las pruebas indiciarías monstruosa violación del derecho demoburgués!, un cambio completo del derecho procesal penal. Y, finalmente, todo "...dependerá directamente del Presidente y su responsabilidad política alcanza al presidente del Concejo de ministros..."; significa que todo queda en manos del genocida Fujimori.
Otras pruebas de su genocidio en marcha: los 540 muertos del mes de junio, calificado por los propios diarios reaccionarios como "el mes más sangriento"; o la denuncia del CEAPAZ (Centro de Estudios para la Paz) de que "la Región Cáceres encabeza los asesinatos políticos así como desapariciones". He aquí la proclamada "nueva tónica" o que "las Fuerzas Armadas ya no entrarán con fusiles solamente sino con picos y palas". Pero las pruebas no acaban ahí, el Perú fue calificado por tercer año consecutivo como el principal violador de derechos humanos por organismos internacionales. Finalmente, sus hechos genocidas que describiremos más adelante prueban fehacientemente que Fujimori es el mayor continuador de la política genocida y de violación de los llamados derechos humanos.
Sobre esta base, analizaremos sus discursos para desentrañar qué "nueva estrategia" aplica, tomando muy en cuenta lo taimado y cínico que es, pues, una cosa dice y otra hace, aparte que de un discurso a otro se contradice partamos de que, por la responsabilidad de su función ha debido informar al país sobre la situación de la guerra popular y de la acción contrasubversiva pero, como siempre, a los regímenes reaccionarios nada les importa el pueblo y carecen de respeto a sus propias instituciones. En los lineamentos de mayo, durante su campaña electoral, en su primer mensaje y en el informe de su ex-premier Hurtado al Parlamento, planteo simples ideas y un llamado plan general de pacificación.
Comenzó a hablar de "nueva estrategia" a raíz de la incautación de videos, en febrero 91, utilizando el hecho para ocultar sus fracasos y desviar las presiones de grupos y facciones de la gran burguesía en el problema económico, principalmente. Planteó: "nueva estrategia basada en inteligencia", y que en adelante ya no apuntarían a reprimir hacia "abajo" sino a las cúpulas, presentando un organigrama que era un zafarrancho de los tres instrumentos de la revolución. La inteligencia, primero, no tenía nada de novedosa puesto que es una constante en toda guerra, los dos regímenes anteriores la usaron y apuntaron a desarrollarla. Segundo, los "éxitos" que celebró derivaron de la acción del gobierno aprista. Por qué entonces habló de inteligencia como parte de su "nueva estrategia"?, para ajustarse a los planes de la "guerra de baja intensidad" del imperialismo yanqui; para los norteamericanos esa guerra tiene una serie de componentes "no militares": inteligencia, operaciones psicológicas, asuntos civiles y control de la población y recursos, siendo la inteligencia el primero de estos y apuntando, los cuatro, a desarrollar su acción militar; es considerada el cimiento de todas las operaciones de baja intensidad. Por tanto, potenciar inteligencia es parte de su guerra de baja intensidad, a la cual contraponemos elevar más nuestra lucha contra la policía política y mas alta clandestinidad.
En Marzo 91, en el cuartel general del Ejército, en Lima, apanicado por el estremecedor inicio de la III campaña, anuncio el triunfo final sobre la subversión basado en inteligencia, alabando a las Fuerzas Armadas genocidas "Serán aplastados ...el enemigo está identificado, acorralado y sin argumentos...", clara expresión de sus deseos y parte de su magra campaña de guerra sicológica; palabrería para animarse y, elevar la moral de las FF.AA. y policiales (PP). ya que sus operativos iban a empezar, y destaquemos que nosotros no pedimos prestadas fracasadas estrategias como el que mal repite la de sus amos imperialistas principalmente yanquis. Además, retirando sus alabanzas a las FFAA. dijo: "soy testigo ...del intenso amor que inspiran sus actos;...de su profesionalismo y preparación"; aparte de su público pacto de defensa mutua, quiere hacer creer que son respetuosos de los llamados derechos humanos y que estén capacitados para manejar la guerra contrasubversiva, una de las exigencias de su patrón Bush para dar la "ayuda" económica.
Dentro de su guerra de baja intensidad, los norteamericanos plantean que los gobiernos reaccionarios deben introducir reajustes de diversa índole, entre ellos la modificación de la conducta de las fuerzas armadas frente a la población; recordemos lo que dicen: "el objetivo es fundamentalmente político, dirigido a ganar las mentes y los corazones del pueblo. Un instrumento es la acción cívica, pero otro sustancial es la humanizacíon de la guerra". Es dentro de esto que se mueve Fujimori, de ahí que llegue a afirmaciones fantasiosas que no corresponden a la realidad "la iniciativa ha sido retomada y ahora corresponde que se afiance la iniciativa social fundada en la acción conjunta, la solidaridad y la identificación entre las Fuerzas Armadas y la población civil" terminando con otra cínica declaración: "todo el país tiene confianza en su Ejército". Con esto lo que hace es darles más poder, las avala, pues se ampara en las Fuerzas Armadas genocidas bañadas en sangre del pueblo, las que jamás van a ganar ni la mente ni los corazones del pueblo porque el pueblo es testigo de los crímenes monstruosos e impunes que cometen en forma sistemática, dado el carácter de clase reaccionario del Viejo Estado terrateniente burocrático que sostienen. Y, si el objetivo de la guerra de baja intensidad es político, el centra en lo militar; y si plantean "reformas" estas no son sino las tres tareas de reimpulsar, reestructurar y aniquilar. El instrumento de acción cívica en manos del Ejército y la Marina es mínimo y formal, basado en la "ayuda" imperialista, principalmente yanqui y a través de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), porque la profunda crisis económica, también recortará sus medios, y las "obras" que pretenden serán con fines militares de guerra contrasubversiva, usando como siempre el trabajo gratuito de las masas apoyándose en algunos lacayos. Por esto Fujimori tiene a soldados y marinos trabajando en carreteras, ocupando pueblos, pintando hospitales, interviniendo universidades, entrando a las barriadas y ocupándolas y ayudando a repartir alimentos y medicinas donados a otras organizaciones. Así, tal "humanizacíon" es imposible porque su guerra contrasubversiva es reaccionaria e injusta, y sólo es otra condición imperialista tanto para su guerra de baja intensidad como para su "reinserción".
Al desarrollarse más la III Campaña, proclama a las FF.AA., principalmente al Ejército, "vanguardia de la lucha por el desarrollo y la justicia social". Esto choca con lo que dijo el 90: "solución no exclusivamente militar" o con "es predominantemente el pueblo quien con apoyo del gobierno combatirá la subversión". Peor aún, si al poco tiempo de haber hablado de nueva estrategia y nueva inteligencia, lo oímos decir "con esa misma inteligencia" y "sólo ajustes..." y ante las críticas crecientes "la estrategia la he explicado en mensaje y no puedo dar mayores detalles", revelando otra de sus tantas incoherencias. En el mensaje del 90 habló de atacar causas estructurales eliminando marginación e injusticia y de dar prioridad al desarrollo de las zonas andinas y selváticas convulsionadas; pero cuáles son las acciones de desarrollo que ha empezado?, ninguna. Con régimen de explotación jamás podrá desarrollar una nación, sino crecer en contra de los intereses del pueblo y con mayor constreñimiento de las fuerzas productivas.
Otra orientación de Fujimori es armar ronderos. Dice: "Las Fuerzas Armadas las están proveyendo de armamento defensivo...Esta es una parte del cambio de estrategia defensiva. Ya no son sólo los policías y militares sino toda la población la que lucha contra la subversión..." o "ganaremos la lucha interna teniendo a la población de nuestro lado..." Y empiezan sus viajes a repartir escopetas a los ronderos hasta que el 28/VII/91 los hace desfilar en la capital como parte del desfile militar y en su mensaje los llama "ronderos, bravos soldados de la civilidad, autentico ejército de la democracia".
El imperialismo yanqui en su guerra de baja intensidad concibe como factor de esa guerra el control de la población y recursos, cuyo objetivo es desmontar la infraestructura de apoyo al movimiento revolucionario y evitar nuevas adhesiones a su causa. Para lograrlo conjuga acciones de inteligencia, operaciones sicológicas, asuntos civiles y otras medidas de carácter militar. Los proyectos de "pacificación" contemplan incorporar estos elementos y apuntan a ganar las mentes, los corazones de los campesinos, mejorar las aldeas y lograr la seguridad económica y política de las mismas (subrayado porque es la misma palabra que uso Fujimori el 28/VII/90). Implica reasentamiento forzoso, formación de aldeas estratégicas y la incorporación obligada del pueblo a las tareas de defensa por medio de la constitución de fuerzas o patrullas de autodefensa civil.
Cual es la experiencia de control de la población y recursos en el Perú? Para la reacción peruana las rondas campesinas surgieron como "alternativas complementarías a la seguridad publica, organizadas de manera pacifica, democrática y autónoma, al amparo de la ley, que defienden su propiedad, sus tierras, sus cosechas y sus vidas del bandolerismo social y político". Para ellos, se han convertido en "firmes aliadas de las Fuerzas Armadas y barrera contra el accionar terrorista" y "contribuyen a la paz social". El demagogo y genocida García Perez promulgo la ley de rondas con la anuencia de la IU y las puso bajo control de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior; pero están ligadas a los criterios de Defensa Civil de Velasco; y además, el genocida Noel las aplicó al ingresar el ejército a combatirnos por disposición de Belaúnde el 83. Prueba de esto es la celebración, en abril del 91, del "7 año de las rondas campesinas de Hatum Pampa" en Huayllay, provincia de Huamanga, cuando desfilaron hombres, mujeres y niños armados con armas fabricadas por ellos mismos, ceremonia presidida por el general (EP) H. Martínez Aloja jefe del Frente Huamanga. Así, no tienen nada de novedoso, salvo, que Fujimori las está desarrollando dentro de los criterios de la "guerra de baja intensidad". Además, ya el II Pleno nos advirtió que entrarían a desarrollar su plan de mesnadas pero en nuevas condiciones de 11 años de guerra popular, las rondas campesinas están siendo conformadas como fuerzas contrarrevolucionarias complementarías de las Fuerzas Armadas, pues estas son insuficientes para combatirnos; que a los ronderos se los llame "soldados de la democracia", implica concebirlos como "fuerzas populares de autodefensa" basadas en nativos organizados de acuerdo a sus condiciones étnicas, sociales, religiosas, de raza, etc. y parte del control de la población y recursos, según la teoría de la "guerra de baja intensidad" de imperialismo yanqui.
Es a partir del 89 que van a infiltrar marinos y soldados, como también lo hicieron el 83 antes del primer gran baño de sangre, y van a conformar compañías de 50-100 hombres de falsos combatientes del Ejército Guerrillero Popular para desprestigiarnos ante las masas; en el Centro, los marinos del servicio de inteligencia capturados lo confirmaron. Usaron la supuesta división, armaron una red de espionaje y vestidos de civiles arrasaron y asesinaron a las masas; en muchos puntos obligaron a punta de fusiles a organizarse bajo su control so pena de ser aniquilados como subversivos. También han vuelto a basarse en algunos licenciados aparte de lacayos, preferentemente campesinos ricos. La composición de esas fuerzas contrasubversivas armadas es, una parte de cabezas negras, infiltrados y lacayos, otra de apoyantes y una tercera, la gran mayoría, masas presionadas. Como Marx nos enseñó, los reaccionarios usan la parte más atrasada del campesinado para contraponer masas contra masas.
Otra vez como ayer, usaron la mano blanda con los servicios de la Iglesia Católica, la IU y el MRTA. Además han presionado con volantes en los que decían "si quieres sembrar tienes que defenderte contra los terrucos" o denuncia a "los terrucos asesinos", etc. Y después del genocidio repartían caramelos envenenados; en sus llamadas acciones cívicas. Pero todo esto lo han hecho enfrentándose a feroz resistencia de las masas como lo prueban las 1,000 muertos en el Centro, las fosas de Huanta, los cadáveres lanzados con helicópteros en Pucallpa, entre otros.
Por otro lado, se impulsa el armamento de las rondas campesinas desde mediados de abril 91 cuando el Ejército entregó el primer lote a las comunidades de la Sierra Central, en Alto y Bajo Tulumayo, organizadas en rondas. El carácter agresivo de estas organizaciones armadas reaccionarias lo encubren tras la palabreja de "autodefensa"; pero por sus acciones, son fuerzas ofensivas y sangrientas como lo demuestran los ronderos de Andamarca, en Junín, uno de cuyos jefes, "jefe campesino", entregó 14 cabezas de "senderistas" al Jefe militar del Frente Mantaro, como informa la revista norteamericana "Newsweek" del 26/VIII/91. O los rastrillajes y matanzas de masas en Huanta; o las acciones de rondas como las de Quinua cuyos jefes son denunciados por su barbarie por algunos reaccionarios inclusive; o las redadas desatadas por los ronderos del Apurímac, en el pago de Yanachoqecc, distrito de Julcamarca, en Huancavelica, capturando y vejando a esposas de los miembros del EGP "a quienes acusan de cometer acciones terroristas", así como la captura de dos "supuestos senderistas". Las constantes denuncias ante la Fiscalía de Ayacucho contra los ronderos por sus atrocidades, demuestra, más aún su carácter reaccionario como el asesinato de un niño, en el de Miraflores, San Francisco, La Mar, o el de un comerciante en Quimbiri, pretendiendo, como es usual, inculpar al PCP, etc. Acciones todas propiciadas o instigadas por las Fuerzas Armadas porque ellas no sólo las han organizado y entrenado en su sistemática política genocida, sino que las llevan al genocidio bajo su mando, complicidad y encubrimiento. Pero, además de sus patrullajes constantes, incursiones y persecuciones, en muchos casos actúan a la vanguardia de las fuerzas armadas y policiales que actúan conjuntamente en porcentaje de 10-1, recibiendo el golpe principal de los enfrentamientos, son, pues, carne de cañón de los soldados, marinos y policías que se parapetan tras los ronderos. Otras veces actúan solos sin que las "fuerzas del orden" lleguen a tiempo por mil y una excusas para "defenderlos". Todo esto, además de estar encabezados por delincuentes conocidos como el publicitado comandante Huayhuaco de la ronda del valle del Apurímac, hoy preso por asesinato, trafico de drogas, robo y abuso de autoridad.
En cuanto al armamento, su reglamento dispone usar escopetas calibre 12 o 16, tiro por tiro, sólo las entregan a unos cuantos y el cabeza de la ronda responde por las armas que deben estar concentradas; las recomendaciones de "no usarlas para resolver problemas internos o entre comunidades" son constantes. Las pretensiones de Fujimori de desarrollar un ejército complementario de las Fuerzas Armadas genocidas revelan 1) la guerra popular avanza; 2) carecen de fuerzas suficientes; 3) los ronderos siguen siendo carne de cañón; 4) chocan con la idea de humanizar la guerra contrasubversiva centrando en lo militar; y 5) es parte del control de la población a recursos de la estrategia yanqui de "guerra de baja intensidad".
En cuanto a las aldeas estratégicas. El 83-84 hicieron nucleamientos, los que penetramos y destruimos con acciones de dentro y desde fuera; concentraciones que en sí mismas ya estaban fallidas dado el total cambio de hábitos, el sojuzgamiento, la prohibición de salir a sembrar y cosechar solos, pues, solamente podían hacerlo escoltados por los soldados. La tendencia hoy es a descentralizar y que las comunidades asuman su labor productiva; organizan en las propias comunidades comités de defensa civil o rondas armadas, les dotan de un responsable local que es el más lacayo sino uno de los entrenados para este tipo de trabajo. La voladura de nucleamientos no es sino la destrucción de cuarteles de fuerzas contrarrevolucionarias complementarías de las fuerzas regulares; y los enfrentamientos constantes son choques armados, son combates con esas fuerzas entrenadas y adiestradas militarmente, no es por tanto la "matanza de campesinos" que nos imputan y propagandizan.
Estas rondas armadas desarrolladas por el gobierno de Fujimori han encontrado diversas respuestas, desde el apoyo más altisonante como el eco del senador fujimorista Bernales, quien pregona: es "correcto armarlas en defensa propia"; hasta las oposiciones de una parte de la gran burguesía por considerarlas violatorias de la Constitución, como la del periodista Ricketts, pasando por los vergonzantes apoyos de quienes dicen "es insuficiente", como la de S. Pedraglio de la IU. O las de algunos jerarcas de la Iglesia Católica que caen en la simpleza de considerarlas un "show que no resuelve nada", en tanto sacerdotes bendicen las armas que el gobierno entrega a los ronderos; aunque últimamente se pronuncien en contra de ese armamento, actitud hipócrita pues arguyen que no están preparados para portarlas. Dentro de esta gama transcribimos la del periodista premiado por el imperialismo yanqui por su articulo "Terror en los Andes", publicado en la revista New York Times: "positivo armar ronderos para autodefensa...oposición a entrega de armas a ronderos encierra un tono de racismo y desconfianza a las organizaciones populares campesinas, sorprendente sobre todo si viene de la izquierda...yo confió más en un agricultor que defiende el trabajo de su vida..."; así como encubre la aplicación de la estrategia yanqui en la guerra contrasubversiva del Perú, en esta opinión oculta tras "organizaciones populares campesinas" el engendro de fuerzas contrarrevolucionarias complementarías a las Fuerzas Armadas regulares, porque como periodista, sabe que son cabezas negras, campesinos ricos, lacayos, y campesinos medios y pobres presionados. Pero, así como dice que es un avance, considera que a la vez es un peligro porque las podemos revertir o convertir en vehículo de traspaso de armas como pasó en Vietnam, por eso demanda que ese plan debe ir acompañado de una estrategia de defensa interna "agresiva, creativa y comprensiva". Aquí podemos ver el papel que cumplen los periodistas de la reacción peruana pagados por el imperialismo para implementar sus planes de guerra contrasubversiva, son activos elementos contrarrevolucionarios.
Finalmente, han generado la proliferación de tipos de rondas, así el obispo Gurruchaga de Ancash organizo las "rondas por la paz" y acogió en su diócesis a "voluntarios combatientes por la paz" en el Perú organizados y dirigidos por el Papa. En la misma región Chavin se organizaron, a decir del Prefecto, "rondas federadas" de la IU contrarías a las conformadas por esta autoridad, las "rondas democráticas". Pero como la guerra popular se desarrolla en todo el país y se expande a las ciudades, en el parlamento empezaron a plantear "rondas urbanas", a propuesta del PPC, amparándose en el concepto de defensa civil y autodefensa, que coordinarían con la PNP y el Ministerio Publico. Rondas urbanas aplaudidas por el ministro de Defensa quien, según Expreso del 17/VII/91 ante 50 corresponsales extranjeros, afirmo que si la ciudadanía decide por propia iniciativa formar rondas urbanas, contará con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Siguiendo esta orientación de las FF.AA., en Juliaca, (Puno) un licenciado, Emilio González Andia, formó "brigadas antiterroristas" con disciplina militar, uniforme y autorización de operar merced a resolución otorgada por la Tercera Región Militar con sede en Arequipa, que incluso exoneraba 4 jóvenes del servicio militar. En Lima han aparecido los "serenazgos" en varios barrios residenciales de clases media y alta, en los asentamientos humanos se han organizado "espontáneamente" rondas vecinales contra la subversión y gestionan su reconocimiento ante el Ministerio del Interior. Sin embargo, ante ellas hay temor de que rebasen el limite de la "autodefensa" y ejerzan la justicia popular, y están pidiendo se definan sus funciones dentro de la defensa del Estado de derecho; las conciben, pues, como parte del control de la población y medios para la "pacificación nacional".
Pero cuál es el resultado hasta hoy? Ultimamente el Instituto de Estudios Peruanos ha realizado un evento con representantes de los ronderos y ha concluido que efectivamente son "carne de cañón"; además, ha sido muy significativa esta opinión: "desde la provincia de San Marcos hasta Cajabamba y todo el contorno del rió aledaño, los subversivos han eliminado las rondas campesinas", vertida por el presidente de la Coordinadora de Rondas Campesinas y Urbanas de la Región Nor-Oriental del Marañón quien también pidió apoyo del gobierno para implantar "rondas auténticas". Algunos dirigentes dicen que están creciendo y derrotando la subversión, pero demandaron más ayuda, armas y medios de comunicación, radios para comunicarse; entre estos destacaron los dirigentes de las rondas de Valle del Rió Apurímac, de Ayacucho y del Valle de Tulumayo y del Alto Cunas, en el Mantaro.
En resumen, Fujimori entiende por control de la población y recursos, la formación de rondas campesinas armadas como parte de las fuerzas contrarrevolucionarias en el campo y rondas urbanas con los mismos objetivos, tras su falsa autodefensa, violando su Constitución y socavando más su ordenamiento demoburgúes.
Otro de los "avances" de su "nueva estrategia" destacado en el mensaje del primer año de gobierno es la intervención en las universidades nacionales, que no es sino parte del control de la población y recursos y de acción cívica para aparentar que las Fuerzas Armadas sirven al desarrollo universitario. Intervención violatoria de los principios conquistados con sangre de estudiantes y pueblo en general como la autonomía universitaria que implica autonomía académica, económica y administrativa que requiere inviolabilidad del campus universitario y cogobierno para garantizar la libertad de pensamiento concretado en libertad de cátedra. etc.. según los principios y conquistas de la reforma universitaria; a los que el desarrollo mas profundo de la lucha popular ha agregado gratuidad de la enseñanza, ligazón con las masas y servir al pueblo en su emancipación. Fujimori, actuando como emperador, cargado en litera por las Fuerzas Armadas genocidas, empezó a borrar resplandecientes hoces y martillos, consignas y murales alusivos a la guerra popular, chocando directamente con los universitarios de San Marcos, La Cantuta, huyendo de inmediato asustado bajo la justa lluvia de piedras y agitaciones de combatientes estudiantes. Todos lo han visto, la agresión fujimorista fue repudiada y hoy la guerra de pintas en las universidades la estamos ganando a pesar de los gritos desesperados que nos imputa ser "delincuentes infiltrados que violan la autonomía universitaria" y "controlan por el terror". Pero dejo a sus esbirros genocidas apresando, infiltrando, violando, controlando dormitorios, revisando libros, cerrando residencias estudiantiles; y, bajo ocupación militar y toque de queda somete a las universidades nacionales al mando del ejército y la policía. Que se aplica? Otro recurso de la guerra de baja intensidad para ganarse la mente y los corazones", como rezan los reglamentos del ejército norteamericano, pero, en contrario, puso a la orden del día la "Defensa de la universidad!" y cosechó repudio y condena de la juventud.
Ligado a la necesidad que tiene de legitimarse se esfuerza por cambiar la imagen del Perú, así Fujimori declara a la prensa brasileña: "Cambiar la imagen del Perú en el escenario mundial es una de las principales metas"; y su premier en Chile: "El terrorismo se ha exagerado" un poco...el presidente Fujimori tiene el control total del país"; también su vice-presidente marginado, el evangelista García, en La Paz, Bolivia repite "Sendero es meramente terrorista"' él en México: "El marco en que se lucha en el Perú es inhumano y cruento. Ellos (los de Sendero Luminoso) no aceptan diálogo" precisamente cuando diferenciaban terrorismo de subversión para propiciar diálogo con el revisionismo armado del MRTA después de su propaganda armada en Rioja. A Radio Nacional de España, antes de su viaje turístico de "vendedor de imagen", por línea telefónica: "El Perú habrá logrado su pacificación en 1995, antes que termine mi mandato...afrontar de manera integral...Sendero Luminoso no es una guerrilla sino criminales sin ideología;...financiado por el narcotráfico...es el grupo sicario de los narcos". Y estando ya en Madrid discurseó: "...a pesar del proceso de desideologización que vive actualmente el mundo, en el Perú subsisten grupos que desconectados de las nuevas corrientes políticas mundiales y envilecidos por su alianza con el narcotráfico, como es el caso de Sendero, sueñan con realizar lo que Pol Pot no logró"; "es de advertir que estas acciones criminales son provocadoras de violaciones de derechos humanos, que rechazamos y estamos corrigiendo...pero es necesario que en Europa se sepa que las más atroces violaciones de DDHH, son causadas por los terroristas de Sendero y el MRTA. Y lo que constituye silencio cómplice, es que las organizaciones que defienden los DDHH no lo hayan denunciado..." "También se han organizado aquí en Europa, se presentan como un movimiento revolucionario increíble! Cómo pueden ser revolucionarios quienes no tienen ningún respeto por la vida, quienes de tanto andar con la muerte se han enamorado de ella?". Así también uno de sus más fieles seguidores el senador Bernales a su retorno de Ginebra dijo "La comunidad europea recién se ha formado una idea tajante contra SL al que considera el más cruel, el más violento, el más sanguinario de todos aquellos que en el mundo practican métodos de terrorismo. Las ONGs han comenzado un mejor manejo de las Informaciones de la subversión". Por esto también, Fujimori nos califica de ser el obstáculo principal del desarrollo económico del país, exculpándose el mismo, a su gobierno, al Viejo Estado y a sus Fuerzas Armadas genocidas, y, con la misma tónica de cínico, taimado e impotente ante el avance arrollador de la III Campaña dice que se notan las primeras señales de un proceso involutivo... que habríamos retrocedido a etapas iniciales de crímenes, salvajismo, etc., etc., etc. Vanos sueños de la reacción peruana y parte de las campañas sicológicas destinadas a desprestigiarnos, y palabrería que por lo demás lo califican como genocida y vendepatria.
Ultimamente, en noviembre ha promulgado 126 decretos legislativos, amparándose en las facultades otorgadas por el Parlamento, al respecto dijo: "Existe una auténtica estrategia integral contra el terrorismo, que la hemos dado a conocer al país a través de los últimos decretos legislativos, son integrantes de una concepción de lucha contra el terror, sin verticalismo alguno. Por el contrario el Plan de pacificación nacional que hemos trazado es el resultado de las diversas expresiones sociales de autodefensa y participación organizada de los pueblos del Perú"; y destacó "la unión entre la acción militar y la participación cívica, porque sólo así se lograra el sentido de la solidaridad nacional, germen para triunfo final sobre del terror"; agregando: "Mi gobierno no justifica una sola violación de los Derechos Humanos por parte del Estado, porque conozco muy bien las armas de la democracia". En diciembre en la Escuela Militar de Chorrillos dijo que para erradicar el terrorismo va a realizar acciones de desarrollo en las zonas atrasadas y superar así las disparidades sociales y económicas; desarrollar acciones de inteligencia para ubicar a los cabecillas e impedir acciones; resaltó que "las FFAA conjunto con el pueblo son la única garantía que así será" y que "las FFAA son base primordial de la pacificación nacional"; y criticando el aumento del presupuesto a la Cámara de diputados: "Hay que dejar bien en claro que el combate contra esta lacra social (la subversión) no se realiza en las cámaras legislativas sino en los más elevados campos de la serranía...". Y al "Washington Post" declaró que espera que su gobierno erradique la subversión antes del 95.
Sintetizando, amparando y prosiguiendo el genocidio, la "nueva estrategia" invocada por Fujimori y nunca explicada, se basa en alabar y dar más poder a las Fuerzas Armadas y Policiales genocidas y corruptas, basándose en ellas, principalmente en las primeras; desarrollar actividades de inteligencia y de acción cívica; armar ronderos y pretender organizarlos como fuerzas contrasubversivas complementarias a las fuerzas regulares buscar también controlar la población barrial y universitaria; apuntar a cambiar la imagen del Perú, imputándonos "genocidio y violación de derechos humanos" y calificarnos de narcoterroristas para recibir mendrugos del imperialismo principalmente yanqui. Todo lo cual implica que actúa dentro de la estrategia yanqui de la llamada guerra de baja intensidad, apuntando a una guerra contrasubversiva más desarrollada; criterios que, sin embargo, los aplica a medias; sobrevalora lo militar, menosprecia a los propios partidos reaccionarios y pretende someter a las organizaciones populares; no logra hasta hoy la concertación para la llamada pacificación que manifestó era fácil alcanzar. La "legitimación" la reduce a respetar, de palabra los pregonados derechos humanos y a mera campaña publicitaria que encubren mayor genocidio; preparar condiciones para una mayor intervención yanqui con el objetivo de aniquilar la guerra popular.
DEBATE SOBRE ESTRATEGIA Y DIRECCION DE LA GUERRA.
El Presidente Mao nos enseña:
"Sí. Los sistemas de gobierno de tiempos de guerra pueden dividirse generalmente en dos tipos: uno es el centralismo democrático, el otro, el centralismo absoluto, según lo determine la naturaleza de la guerra. Todas las guerras en la historia pueden dividirse, de acuerdo con su naturaleza, en dos categorías: guerras justas y guerras injustas. Por ejemplo, la Guerra Europea que estalló hace más de 20 años fue una guerra injusta, imperialista. Los gobiernos de los países imperialistas de entonces forzaron a los pueblos a combatir por los intereses del imperialismo, yendo así contra los intereses del pueblo; estas circunstancias requerían gobiernos como el de Lloyd George en Inglaterra. Lloyd George reprimió al pueblo inglés, prohibiéndole hablar contra la guerra imperialista y proscribiendo toda organización o reunión que expresara la opinión popular contra la guerra; aunque subsistía el Parlamento, éste era simplemente órgano de un grupo de imperialistas y no servía sino para votar dócilmente el presupuesto de guerra. La ausencia de unidad entre gobierno y pueblo en la guerra da origen a un gobierno de centralismo absoluto, que necesita sólo centralismo y no democracia. Pero, en la historia, también ha habido guerras revolucionarias, como la de Francia, la de Rusia, y, actualmente, la de España. En tales guerras, el gobierno no teme la desaprobación del pueblo, porque es éste el que más desea sostener esa clase de guerra; basándose en el apoyo voluntario del pueblo, el gobierno, lejos de temer a éste, se esfuerza por despertarlo y lo orienta a expresar sus puntos de vista, de modo que participe activamente en la guerra. La guerra de liberación nacional de China goza de la plena aprobación del pueblo y no puede triunfar sin su participación; por eso, el centralismo democrático se ha convertido en una necesidad. En China, la victoria de la Expedición al Norte de 1926 a 1927 se logró igualmente gracias al centralismo democrático. Se ve así que, cuando los objetivos de una guerra reflejan directamente los intereses del pueblo, cuanto más democrático es el gobierno, más eficazmente puede llevar adelante la guerra. Tal gobierno no tiene razón alguna para temer que el pueblo se oponga a la guerra y, en cambio, lo que debe inquietarle es que el pueblo vaya a permanecer inactivo o indiferente ante ella. La naturaleza de la guerra determina las relaciones entre el gobierno y el pueblo. Esta es una ley de la historia." (Entrevista con J. Bertram, T. II Obras escogidas).
En la Sesión Preparatoria del II Pleno del Comité Central, en las páginas 355 a 357, el Presidente Gonzalo comenta esta cita, tales comentarios son absolutamente válidos. Es dentro de este marco que en el Perú se desenvuelve el debate sobre estrategia y dirección de la guerra. Algunos sostienen que se puede dirigir una guerra contrarrevolucionaria con democracia, pero se estrellan contra la realidad, como lo estamos viendo en el país, porque una guerra contrarrevolucionaria solamente se puede dirigir con centralización absoluta; e implica imposible unidad verdadera entre el pueblo y el gobierno reaccionario, y que todas las instituciones se tornan cada vez más formales hasta devenir en negación completa de la democracia demoburguesa. Precisamente, ésta es la tendencia que se expresa con el gobierno de Fujimori quien ha proseguido el camino de sus antecesores, mayor reaccionarización del Estado peruano y mayor centralización absoluta; y por más disfraces democráticos y demagogia que se derroche, el gobierno de Fujimori marcha a una centralización absoluta, expresada en un absolutismo presidencialista basado en más poder para las FF.AA. Este camino es el que imprimen hoy los imperialistas en los regímenes reaccionarios del Tercer Mundo para aplicar su "guerra de baja intensidad", promoviendo que se legisle en materia de guerra contrasubversiva para actuar dentro de marcos "legítimos", aunque esas leyes arrasen sus principios demoburgueses, pues, les basta la formalidad legal, la apariencia democrática.
Otros decían que no había estrategia, (hoy dicen que es incompleta). Como hemos visto, Fujimori habló de una nueva estrategia; lo concreto es que, en el fondo, se trataba de reformular la estrategia contrasubversiva que aplicaban, sacando lecciones de lo hecho y dar mayor participación al imperialismo yanqui que actúa en la guerra popular del Perú en forma creciente. En síntesis, su problema hoy es replantear la estrategia contrasubversiva dentro de los criterios de la llamada guerra de baja intensidad, pero ajustados a la situación de crisis general del capitalismo burocrático y en el marco de una guerra popular que ha entrado al equilibrio estratégico.
En febrero del 91, el premier Torres y Torres Lara informó al parlamento que se crearía lo anunciado por el ex primer ministro Hurtado para el Ministerio de Defensa el Comando Unificado de Pacificación y el Comando Operativo de Lucha Antisubversiva y que estarían presididos por el presidente Fujimori, además del Consejo por la Paz a nivel de la presidencia del Consejo de Ministros y considerado "órgano asesor de apoyo". Esto significa que la llamada nueva estrategia emprendida requería de formas orgánicas que le permitieran aplicarse. Aparentemente era cuestión orgánica (organismos, dirección, etc.), pero en el fondo era cuestión de política estratégica para manejar la guerra contrasubversiva; Fujimori quería controlar él la estrategia para en los hechos darle ese control a la Fuerza Armada: a él no le interesaba ese organismo de pacificación y el aparato operativo era para darles más poder a los militares genocidas y ponerse por encima de los partidos políticos: su objetivo era manejar directamente, llegar a acuerdo nacional pero dirigir él personalmente el proceso de "pacificación" amparándose en las Fuerzas Armadas. Así se generó un farragoso debate sobre estrategia y conducción de la guerra contrasubversiva; veamos algo de ese debate.
Entre los llamados senderólogos, el sociólogo y malabarista verbal, ignorante de la teoría de la guerra popular y de su especificación en el Perú. Raúl Gonzáles, como defensor de Fujimori y lacayo de las Fuerzas Armadas y Policiales, repite su cantaleta de "derrota estratégica de Sendero" y saluda que aquél asuma personalmente el CUP (Comando Unificado de Pacificación). Un nuevo senderólogo, el plumífero tránsfuga Rospigliosi, discrepa de que exista nueva estrategia y plantea que se centra en lo militar, se soslaya los partidos políticos y organizaciones civiles, populares, regionales, municipios, etc. Entre los de la IU, Ames, el fariseo seguidor de Gustavo Gutiérrez, demanda una guerra contrasubversiva en todos los planos de ahí que sostenga: "falta precisar estrategia", "Sendero morirá por asfixia si se atiende las necesidades mínimas de la población de las zonas donde actúa"; se opone a que ingresen las Fuerzas Armadas y Policiales a las zonas donde SL ha ganado terreno, porque "significaría el arrasamiento de comunidades campesinas", dice "hay que mejorar las condiciones de vida del pueblo", "para resolver el problema de la violencia hacemos más autoritario y represivo al Estado o lo hacemos más democrático" habla de incorporar "dirigentes sociales de la población, alcalde, gobernador, prefecto, subprefecto y los representantes de los gobiernos regionales". Mientras el seudoteórico arribista Degregori escribe: "desde 1589, se advierte una estrategia más fina de las fuerzas armadas...los golpes a Sendero son más selectivos; ya no se ve fosas comunes, por ejemplo, pero sí desaparecidos". En tanto que la IS, encargada de la propuesta de pacificación, a través del rastrero puestista Tapia propone una movilización política contra Sendero y "Comités distritales de pacificación y desarrollo", y llama a unirse todos a la cola de Fujimori para "combatir el fascismo de Sendero!". Quienes así claman están dentro de la guerra de baja intensidad del imperialismo yanqui y pretenden traficar con la movilización del pueblo para desenvolverla como aspecto político de la guerra contrasubversiva más desarrollada, todos son defensores del viejo orden, enemigos de la revolución, de la construcción de un nuevo orden; ellos están por aniquilar la guerra popular y su divergencia con Fujimori está en que oportunistas y revisionistas quieren controlar el proceso para seguir cabalgando sobre las masas y beneficiarse o vender más caros sus servicios; aparte de que algunos se oponen al peso político creciente de las FF.AA., su temor al golpe y a lo que llaman la "militarización" de la sociedad peruana.
Entre los parlamentarios, el senador del Movimiento Libertad, hoy independiente, Ferrero Costa, se pronunció así: "Ojalá el CUP no se quede en palabras y que de una vez por todas el presidente asuma". Otro, García Belaúnde (Acción Popular) es del criterio de primero aniquilar la guerra popular para luego desarrollar; criterio de reducir a lo militar que aplicó Belaúnde del 80 al 85 principalmente.
Entre las ONGs: El Instituto de Defensa Legal (IDL), organismo no gubernamental que defiende los derechos humanos al servicio del imperialismo principalmente yanqui dijo: "por fin nace el CUP por encima de las Fuerzas Armadas"; también: "Terrorismo sigue creciendo...carencia de estrategia capaz de pacificación...siguen violaciones de derechos humanos...la contraofensiva (de FF.AA. y FF.PP.) le costó duras bajas a Sendero Luminoso así como detenidos" y "hasta qué punto son confiables las normas que pueda dictar el Ejecutivo al amparo de facultades legislativas"; como siempre sirviendo a las exigencias de sus amos imperialistas y actuando como la mano blanda de éstos, contra el marxismo y la guerra popular y deslindando y hasta criticando a los gobernantes reaccionarios cuando el imperialismo lo necesita. El coronel EP (r) José Bailetti, del Instituto de Investigación de Defensa Nacional (INIDEN), otra ONG, dice "no hay enlace sólido con la sociedad civil", "no hay conquista de la mente y los corazones del pueblo", posición claramente pro-estrategia yanqui de "guerra de baja intensidad". Según el "experto" E. Obando, (revista "Qué Hacer" No 72), habría un plan del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que "parte del principio de que hay una guerra militar y una guerra política, y que esta última es la más importante"; que la guerra militar la llevarían adelante las Fuerzas Armadas y Policiales, mientras la guerra política la desenvolverían los poderes del Estado, gobiernos regionales, locales a las organizaciones sociales, comprendiendo seis aspectos: 1) ideológico; 2) inteligencia; 3) estrategias; 4) guerra sicológica; 5) guerra de organización antisubversiva; y, 6) guerra de masas que busque ganar a la población. Pero el articulista vaticina también el fracaso del plan por tres razones: no hay mando único; falta legislación de guerra; falta presupuesto.
Entre los militares retirados, el general Jarama pugna por una estrategia de guerra de baja intensidad manejando los cuatro aspectos y dándole prioridad al aspecto político. El general EP(r) Cisneros Vizquerra opinó "Me preocupa que Fujimori diga `brazo armado del narcotráfico'" y "a él no le compete mando del Comando Operativo". Sobre la pacificación considera que se debe brindar bienestar para la sociedad, democracia justa y equilibrada (o sea para los de arriba): reforzar educación cívica (sus símbolos patrios de explotación); que hay que destruir los valores de la subversión; que a la fuerza armada hay que dotarla de los recursos necesarios y que se deben resaltar sus éxitos para generar confianza en la población (porque lógicamente no la tienen, ni la tendrán).
Entre los periódicos, Expreso y La República reclamaban "no hay conducción unificada", y realizaron una serie de mesas redondas sobre pacificación, estrategia y formas de conducir la guerra. Entre las revistas fue OIGA la que promovió la discusión apuntando a sistema orgánico para dirigir la guerra contrasubversiva en los cuatro planos, pedía un aparato dirigido por un civil que manejará la estrategia durante las 24 horas del día. El periodismo nacional encabezado por El Comercio elaboró su propuesta de pacificación y la elevó al gobierno; propuesta que tampoco fue escuchada porque Fujimori hace y deshace al margen de todas sus instituciones, salvo las FF.AA.
En el fondo de estos debates se expresa la tendencia indefectible hacia la centralización absoluta para dirigir la guerra contrasubversiva y la necesidad que tienen de desarrollarla en los cuatro planos contando con mando único, pues, siguen actuando con doble mando mientras la contradicción Partido Comunista del Perú-Fuerzas Armadas reaccionarias, se acentúa en perspectiva. Sin embargo, la tendencia a la centralización absoluta choca en el propio seno de la reacción con posiciones demoburguesas que están en contra de un manejo que sobrevalore lo militar y pugnan por mantener su orden demoburgués, considerándolo instrumento clave para contraponerlo al Nuevo Estado que la guerra popular desarrolla. Esto es parte de la lucha de facciones y grupos de la gran burguesía y de los terratenientes que, dentro de la tendencia a una mayor reaccionarización del Estado peruano, desarrolla la centralización absoluta que hoy se concreta en el absolutismo presidencialista de Fujimori. Así, el debate sobre estrategia y dirección prosigue dentro de la necesidad de desarrollar su guerra contrasubversiva en todos los planos y de contar con un mando único, agudizándose la contradicción entre "manejo militar o manejo político; siendo su tendencia la centralización absoluta y el manejo militarista de la contrasubversión.
"NARCOTERRORISMO" Y "AYUDA" INTERNACIONAL
Otro criterio que ha difundido es el empeñarse en mostrarnos como aliados del narcotráfico para ajustarse a la necesidad de una cada vez más creciente participación del imperialismo principalmente yanqui, de ahí que difunda: "Con ayuda internacional se combatirá la subversión" o "señores, Sendero no tiene nada que ver ni con el Socialismo ni con ninguna ideología, China Popular no tiene nada que ver con Sendero, es el brazo derecho del narcotráfico" (reunión con periodistas en Palacio, abril 91). Usa el término de "narcoterrorismo" de Reagan y lo liga a la "ayuda" internacional, necesidad que Bush tiene hoy para justificar su intervención, es el pretexto ante el pueblo norteamericano y los pueblos del mundo. Es por eso que a un semanario de Roma dice "los americanos se dan cuenta que la situación peruana es muy compleja ya que no se trata sólo de enfrentarse al narcotráfico sino además a grupos terroristas que se benefician del narcotráfico...ni yo ni los Estados Unidos queremos empeorar las cosas con algún tipo de intervención militar"; las últimas frases son solamente engañifa, porque se trata de adaptar la intervención yanqui a los replanteamientos de su estrategia de guerra de baja intensidad. Parte de esta política es la firma del Convenio Antidrogas que es un Tratado de intervención yanqui so capa de combatir el narcotráfico: acuerdo firmado a espaldas del Parlamento y la nación entera, duramente criticado por los beneficios que reportará a los Estados Unidos en contra del Perú; y que "desarrollen" las zonas cocaleras, es otro cuento como lo prueba la experiencia fracasada en Bolivia; además, la parte de la ayuda" para desarrollo alternativo, de sustitución de la coca, es mínimo, no más de 1900 dólares. Es, pues, el colmo del cinismo que Fujimori haya planteado en la OEA en su último viaje a Estados Unidos: "estamos convencidos que con apoyo de Estados Unidos derrotaremos al narcotráfico...Esta es una verdadera inversión de Estados Unidos en defensa de la juventud mundial pero también de la democracia porque hoy la mayor amenaza a ella, proviene del terrorismo". Con estas palabras abre campo a la intervención yanqui en el Perú, "para salvar la democracia"; a la que se sumó D'Ornellas pronunciándose, en su columna de Expreso, por una intervención indirecta al decir que si Sendero Luminoso conquista el Poder los países vecinos lo invadirían de inmediato. Parte de este plan es su viaje a Uchiza con Quainton y representantes de la ONU a la reunión de cocaleros, donde anunció decreto sobre acceso de fiscales a los cuarteles para ver si hay detenidos.
En lo referente a los derechos humanos, Fujimori se ha movido entre demostrar que los respetan tanto el como sus Fuerzas Armadas y Policiales y, vociferar que nosotros somos los principales violadores de sus derechos humanos; teniendo incluso que chocar con organismos Internacionales, abriéndose así un nuevo frente de lucha. Todo en función de recibir la ansiada "ayuda" del imperialismo yanqui.
En cuanto a que nosotros violemos los derechos humanos. Partimos de que no nos adscribimos a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, tampoco a la de Costa Rica; pero sí utilizamos sus dispositivos legales para desenmascarar y denunciar al Viejo Estado peruano, a sus instituciones y organismos, a sus autoridades, comenzando por quien lo encabeza, funcionarios y subordinados que los violan negando sus propios compromisos internacionales. Para nosotros, los derechos humanos son contradictorios con los derechos del pueblo porque nos basamos en el hombre como producto social, no en el hombre abstracto con derechos innatos. Los "derechos humanos" no son sino los derechos del hombre de la burguesía, posición que fue revolucionaria frente a la feudalidad; así, la libertad, la igualdad y la fraternidad fueron avanzados criterios burgueses en el pasado. Pero hoy día, desde la aparición del proletariado y más como clase organizada en Partido Comunista, con experiencias de revoluciones triunfantes, de construcción del socialismo, nueva democracia y dictadura del proletariado, se ha probado históricamente que los derechos humanos sirven a las clases opresoras y explotadoras que dirigen los Estados imperialistas y terrateniente-burocráticos. Estados burgueses en general. En tanto que, los derechos del pueblo son los derechos que el proletariado y las inmensas masas populares conquistan con su propia lucha y sangre, y que los estudian como principios rectores del Nuevo Estado en función de los intereses de las clases que conforman el pueblo: los derechos del pueblo son obligaciones y derechos de clase, superiores a los llamados derechos humanos, al servicio de las masas, pobres principalmente, del Nuevo Estado, del socialismo y del futuro comunismo; derechos del pueblo que sólo la República Popular del Perú, en nuestro caso, podrá garantizar, reconociendo y sobre todo protegiendo el derecho a la vida y la salud, el derecho a la educación, a la cultura y al propio desarrollo, el derecho a trabajar y al bienestar, los derechos sociales y políticos y, principalmente, el supremo derecho a conquistar el Poder y ejercerlo, a transformar el viejo orden existente, opresor y explotador, y a construir un Nuevo Estado y una Nueva Sociedad para el pueblo y el proletariado. Por otro lado, el incumplimiento de su Constitución, leyes y normas los deslegítima; por eso no les conviene que se les demuestre que su Estado violenta y no satisface necesidades elementales de los ciudadanos y, más aún, se propague que un Estado así sólo sirve para ser derrocado. Finalmente, reiteramos, solamente bajo un Nuevo Estado que represente los intereses de los obreros, campesinos, pequeña burguesía y burguesía media se podrá aplicar los derechos del pueblo, únicos derechos que realmente pueden beneficiar a las cuatro clases del pueblo. Estas son nuestras posiciones y nadie ha podido ni podrá refutarlas. Así, diferenciamos derechos humanos de derechos del pueblo. Además, luchamos porque el Viejo Estado cumpla con los derechos fundamentales arrancados por el pueblo y plasmados en su Constitución, leyes y normas. Finalmente, insistimos que el imperialismo yanqui dentro de su guerra de "baja intensidad" apunta a "ayudar" a gobiernos "legitimados", de ahí los malabares que sobre los derechos humanos desenvuelve Fujimori y el papel de las ONGs que actúan en este campo al servicio del mismo amo.
Hoy cuando la política norteamericana es imputar las supuestas violaciones de los derechos humanos a los guerrilleros, las ONGs difunden que el Partido viola los derechos humanos; sus miembros bien financiados por el imperialismo sirven conscientemente a sus planes. La defensa de los derechos humanos de la burguesía es la moda que les imponen sus patrones; de ahí las múltiples publicaciones tras las que actúan como ideólogos contrarrevolucionarios. Estos organismos son parte del orden imperante aunque, pretenden aparecer por encima de la guerra; de ahí algunas posiciones ambiguas, basarse sólo en los "datos oficiales", acoger "denuncias" de las fuerzas represivas ocultando mas que ignorando la realidad e infamar a la guerra popular imputándole hasta genocidio. Por otro lado, sus denuncias y deslindes con algunas acciones del gobierno y las fuerzas armadas y policiales, enarbolando los derechos humanos. Los hacen en función de buscar la ansiada legitimación del gobierno y el desenvolvimiento de la guerra contrarrevolucionaria de baja intensidad, según las orientaciones del imperialismo y para la defensa de la subsistencia del orden demoburgués dominante. Por lo demás no hemos encontrado hasta hoy, entre las ONGs, un organismo que abierta y valientemente defienda los derechos de los mas pobres, menos aun posiciones revolucionarias avanzadas; a lo más se encuentran posiciones humanitaristas burguesas, pero la gran mayoría son lacayos conscientes o inconscientes del imperialismo.
Así, la cantaleta de Fujimori ha sido solo pretender certificado de buena conducta para lograr la "ayuda" económica derivada del "Convenio antidrogas". Esto aparte de que su llamada legitimación se reduce a declamar "respetar los derechos humanos" y "trabajar por el pueblo", de la manera más formal, cínica y demagógica de la tradicional politiquería peruana. En conclusión mientras "combatir al narcoterrorismo le proporciona causa justa" y "base moral" principalmente a la estrategia yanqui e imperialista en general; Fujimori, ajustándose cada vez más a ella, derrocha devoción por los derechos humanos clamando por la "ayuda" internacional.
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