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EL DIARIO: Presidente, ahora hablemos de la guerra popular. Qué significa la violencia para el Presidente Gonzalo?
PRESIDENTE GONZALO: En cuanto a la violencia partimos de un principio establecido por el Presidente Mao Tsetung: la violencia es una ley universal sin excepción alguna, quiero decir la violencia revolucionaria; esa violencia es la que nos permite resolver las contradicciones fundamentales con un ejército y a través de la guerra popular. Por qué partimos de la tesis del Presidente Mao? porque creemos que con él el marxismo se ha reafirmado y ha llegado a establecer que no hay excepción alguna; Marx ya nos planteó la violencia como partera de la historia que sigue siendo plenamente válida y grandiosa; Lenin nos planteó la violencia, y nos habló del panegírico de la violencia revolucionaria hecho por Engels; pero ha sido el Presidente quien nos ha dicho que es una ley universal sin excepción alguna, por eso partimos de esa tesis. Es una cuestión sustantiva del marxismo porque sin violencia revolucionaria no se puede sustituir una clase por otra, no se puede derrumbar un viejo orden para crear uno nuevo, hoy un nuevo orden dirigido por el proletariado a través de partidos comunistas. El problema de la violencia revolucionaria es una cuestión que cada vez más se pone sobre el tapete, así los comunistas y revolucionarios tenemos que reafirmarnos en nuestros principios. El problema de la violencia revolucionaria es cómo concretamos la guerra popular; para nosotros la cuestión es que el Presidente Mao Tsetung al establecer la guerra popular ha dotado al proletariado de su línea militar, de su teoría y práctica militar de validez universal, por tanto, aplicable en todas partes según las condiciones concretas. El problema de la guerra lo vemos así: la guerra tiene dos aspectos, uno de destrucción y otro de construcción, principal es el de construcción, y no ver de esa manera es socavar la revolución, debilitarla. Por otro lado, desde que el pueblo toma las armas para derrumbar el viejo orden, desde ese momento la reacción busca aplastarlo, destruirlo, aniquilarlo y usa todos los medios disponibles en sus manos, llegando al genocidio; en nuestro país lo hemos y estamos viendo y veremos aún más hasta demoler el caduco Estado Peruano. En cuanto a la llamada guerra sucia preferiría simplemente plantear que se nos imputa que la fuerza armada reaccionaria ha aprendido de nosotros la tal guerra sucia; esa imputación es una clara expresión de no entender lo que es una revolución, es no entender qué es una guerra popular. La reacción aplica a través de sus fuerzas armadas y represivas en general el querer barrernos y desaparecernos. Y por qué razón?, porque nosotros queremos lo mismo para ellos, barrerlos y desaparecerlos como clase; ya Mariátegui decía que solamente destruyendo, demoliendo el viejo orden se podía generar un nuevo orden social. Nosotros enjuiciamos, en último término, estos problemas a la luz del principio básico de la guerra establecido por el Presidente Mao: el principio de aniquilar las fuerzas del enemigo y preservar las propias; y sabemos muy bien que la reacción ha aplicado, aplica y aplicará el genocidio, de eso estamos sumamente claros. Y, en consecuencia se nos plantea el problema de la cuota; la cuestión de que para aniquilar al enemigo y preservar las propias fuerzas y más aún desarrollarlas hay que pagar un costo de guerra, un costo de sangre, la necesidad del sacrificio de una parte para el triunfo de la guerra popular. En cuanto al terrorismo. Se nos imputa que somos terroristas; solamente quisiera responder de esta manera para que todos reflexionemos. Ha sido o no el imperialismo yanqui y particularmente Reagan quien ha tildado de terrorismo a todo movimiento revolucionario, sí o no?. Así se pretende desprestigiar y aislar para aplastar, es lo que sueñan; pero no sólo el imperialismo yanqui y las demás potencias imperialistas combaten el llamado terrorismo, también lo hacen el socialimperialismo, el revisionismo y hoy el propio Gorbachov plantea unirse para luchar contra el terrorismo. Y no es simple coincidencia que en el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Albania, Ramiz Alía se dedique también a combatirlo. Pero será muy útil que todos recordemos lo que Lenin escribiera: "Vivan los iniciadores del Ejército Popular revolucionario! Esto no es ya un complot contra un personaje cualquiera odiado, no es un acto de venganza, no es una salida provocada por la desesperación, no es un simple acto de 'amedrentamiento', no: esto es el comienzo, bien meditado y preparado, calculado desde el punto de vista de la correlación de fuerzas, es el comienzo de las acciones de los destacamentos del ejército revolucionario". "Afortunadamente, han pasado los tiempos en que por falta de un pueblo revolucionario 'hacían' la revolución terroristas revolucionarios aislados. La bomba ha dejado de ser el arma del 'petardista' individual y ha pasado a ser elemento necesario del armamento del pueblo". Ya Lenin nos enseñaba que los tiempos habían cambiado, que la bomba pasó a ser arma de combate de la clase, del pueblo; que ya no era una conjura, una acción individual aislada, sino la acción de un Partido, con un plan, con un sistema, con un ejército. Así las cosas, dónde está el imputado terrorismo?; infamia pura. Finalmente, debe tenerse muy presente que en la guerra contemporánea, en especial, es precisamente la reacción quien usa el terrorismo como uno de sus medios de lucha y lo es, como está probado hasta la saciedad, una cotidiana forma de lucha de las fuerzas armadas del Estado peruano. Visto lo anterior podemos concluir que quienes juzgan con desesperación porque la tierra tiembla bajo sus pies, quieren imputar terrorismo para ocultar la guerra popular, pero ésta es tan estremecedora que ellos mismos reconocen que tiene dimensión nacional y que ha devenido en el problema principal que enfrenta el Estado Peruano, y qué terrorismo es así, ninguno; y más aún ya no pueden negar que un Partido Comunista dirige la guerra popular. Pero en estos momentos hay quienes comienzan a recapacitar; no hay que poner cruces anticipadas a nadie, hay quienes pueden avanzar. Otros, como Del Prado, jamás.
EL DIARIO: Cuáles son las particularidades de la guerra popular en el Perú y cómo se diferencia de otras luchas del mundo, en América Latina y el MRTA?
PRESIDENTE GONZALO: Es una buena pregunta. Les agradezco porque sirve para ver una vez más el supuesto "dogmatismo". Hay incluso quienes dicen que mal aplicamos al Presidente Mao en una época que ya no corresponde; en fin, tanto parlotean que cabe preguntar si sabrán de qué hablan entre otros el condecorado senador especialista en violencia. La Guerra Popular se aplica universalmente, según el carácter de la revolución y se especifica en cada país, de otra manera no puede hacerse. En nuestro caso, las particularidades son muy claras. Es una lucha que se libra en campo y ciudad así fue establecido ya el año 68, en el esquema para la guerra popular. Allí ya tenemos una diferencia, una particularidad, es en campo y en ciudad. Creemos que tiene que ver con específicas situaciones nuestras, América Latina por ejemplo tiene ciudades proporcionalmente más grandes que las que tienen otros continentes. Es una realidad de América Latina que no se puede desconocer, basta ver la capital del Perú que tiene un alto porcentaje poblacional. Así para nosotros la ciudad no podía ser dejada de lado y también tenía que desenvolverse la guerra en ella, pero lo principal es la lucha en el campo, la de la ciudad es complemento necesario. Ahí tenemos ya una particularidad, hay otra. Nosotros al ingresar a la guerra popular nos vamos a enfrentar a las fuerzas policiales ésa fue la realidad, porque recién el año 82, en diciembre, ingresan las fuerzas armadas; no quiere decir que antes no hayan estado cumpliendo un papel de apoyo, lo han estado haciendo, aparte de estudiar el proceso que desenvolvíamos. Es una particularidad, porque generamos vacío en el campo y tuvimos que crear Nuevo Poder sin haber derrotado grandes fuerzas armadas porque éstas no habían ingresado y si lo hicieron, si ingresaron, fue porque creamos Poder Popular. Esa fue la situación política concreta que se dio en el país. Si no lo hubiéramos hecho aplicando a rajatabla lo que dice el Presidente Mao Tsetung estaríamos sentados esperando que las fuerzas armadas ingresaran. Nos hubiéramos empantanado. Otra particularidad fue la conformación del ejército al cual ya me referí. Todas éstas son particularidades; nos hemos referido ya a campo y ciudad, a cómo hacer la guerra, al ejército, a cómo se da el Nuevo Poder y el propio Partido militarizado es otra particularidad. Son situaciones específicas que corresponden a nuestra realidad, a la aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo, de la teoría del Presidente Mao sobre la guerra popular a las condiciones de nuestro país. Esto nos diferencia de otras luchas, sí. Por qué nos diferenciamos de otros?, porque hacemos la guerra popular, eso nos diferencia de otras luchas de América Latina. En Cuba no se hizo guerra popular, pero también tuvo sus particularidades que se las han olvidado adrede; antes dijeron que fue un caso excepcional -dijo Guevara- el no ingreso del imperialismo norteamericano y luego lo olvidaron. Aparte de que ahí no hubo Partido Comunista que dirigiera; son cuestiones del cubanismo y sus cinco caracteres de: insuficiente diferenciación de clases que demandaba de redentores para redimir a los oprimidos, revolución socialista o caricatura de revolución, frente único pero sin burguesía nacional, no necesidad de base de apoyo y la ya anotada no necesidad de Partido; lo que hoy estamos viendo en América Latina no es sino un desarrollo de esas mismas posiciones, sólo que cada vez más al servicio del socialimperialismo y su contienda con el imperialismo yanqui por la hegemonía mundial, Centroamérica lo demuestra palmariamente. El MRTA, de lo poco que conocemos, está dentro de esos criterios. Finalmente otra cuestión que nos diferencia, y disculpen que insista, es que independencia, autodecisión y autosostenimiento; otros no lo tienen por eso son fichas de ajedrez, nosotros no. Y una trascendental diferencia, nos sujetamos al marxismo-leninismo-maoísmo, otros no. En síntesis, la gran diferencia, la diferencia fundamental está en el punto de partida, en la ideología de la cual partimos, nosotros del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo aplicado a las condiciones específicas de nuestro país, e insisto he ahí una vez más, con claras particularidades que demuestran la falsedad del supuesto dogmatismo que nos imputan y que incluso lo hacen por mandato de sus amos.
EL DIARIO: Presidente, entonces el MRTA estaría jugando un papel contrarrevolucionario en el país?
PRESIDENTE GONZALO: El MRTA tiene posiciones que deben hacer pensar; por ejemplo, la tregua que le dio al Apra, según dijeron hasta que golpeara al pueblo, pero todos sabemos que el mismo día que García Pérez asumió la presidencia reprimía a las masas en la propia capital de la república. En octubre del 85, genocidio en Lurigancho. Era el pueblo golpeado o no? y cuánto tiempo esperaron para terminar su tregua? Son cosas que uno tiene que preguntarse.
EL DIARIO: Siendo tan importante la Base de Apoyo, cómo ésta se construye en el país?. Qué piensa Ud. de la insurrección y cómo preparan a las ciudades?
PRESIDENTE GONZALO: La base de apoyo es lo medular de la guerra popular, sin ella no se la puede desenvolver. Me he referido antes a cuál fue la circunstancia específica que se nos presentó en la segunda mitad del año 82. Desarrollamos la parte final de la campaña de desplegar, apuntamos a destruir relaciones semifeudales de explotación, apuntamos contra el gamonalismo que es la base del poder del Estado y lo será en tanto no lo barramos; seguimos golpeando y le dimos contundentes y humillantes derrotas a las fuerzas policiales, no lo digo yo, lo han dicho periodistas del Expreso por ejemplo, creo que impecables de posición revolucionaria. Entonces, habiendo generado vacío de Poder en el campo, se nos planteó el problema, de qué hacer? y resolvimos crear comités populares, o sea dictaduras conjuntas, un Nuevo Poder; nos planteamos hacerlos clandestinos, porque luego tendría necesariamente que ingresar la fuerza armada, eso lo sabíamos. Esos Comités Populares se han centuplicado, los que están en un área forman una base de apoyo y el conjunto de éstas la República Popular de Nueva Democracia en formación. De esta manera es como surgieron los comités, las bases y está en formación la RPND. Cuando ingresó la fuerza armada, tuvimos que desarrollar una dura lucha: ellos aplicaron el restablecimiento del viejo poder, nosotros aplicamos el contrarrestablecimiento para volver a levantar el Nuevo Poder. Se produjo un genocidio altamente cruento e inmisericorde; hemos peleado ardorosamente. La reacción y las fuerzas armadas en concreto, creyeron que el 84 ya nos habían derrotado, me remito a documentos que ellos conocen muy bien porque son suyos y donde se decía incluso que ya no éramos peligro, sino que el peligro era el MRTA; pero el resultado cuál ha sido, que los comités populares y las bases de apoyo se multiplicaron, eso nos ha llevado posteriormente ya a desarrollar las bases, eso es en lo que estamos hoy. En cuanto a la insurrección, creo que es un problema sumamente importante. En el caso de un país como el nuestro, la situación revolucionaria en desarrollo permitió iniciar la guerra popular, teniendo ya Partido reconstituido y una ideología clara; el propio desarrollo de las bases, el desarrollo del Ejército Guerrillero Popular y el de la guerra popular, van generando el impulso y desenvolvimiento mayor de la situación revolucionaria. Así, teniendo en cuenta lo que dice el Presidente Mao todo esto lleva a lo que él denomina auge, lo que en términos de Lenin es crisis revolucionaria. Llegados a ese momento es que se produce la insurrección; ésa es la teoría de la guerra popular y es en la que estamos incursos y desenvolviéndonos. Pues bien, entonces, nuestro proceso de la guerra popular tiene que llevarnos al auge, en consecuencia tenemos que preparar la insurrección que viene a ser, en síntesis, la toma de las ciudades. Nosotros pensamos y preparamos la insurrección porque es una necesidad, sino no podríamos triunfar en todo el país. El problema de la ciudad qué nos plantea. Hemos desarrollado trabajo en las ciudades y en el campo, sí, hace muchos años lo hemos hecho. Ha tenido un giro y un cambio con la guerra popular, cierto. La situación nuestra ahora nos lleva a cómo ir preparando la ciudad o las ciudades para generalizar. Esto tiene que ver con desarrollar el trabajo de masas, pero en y para la guerra popular; lo hemos hecho y lo seguimos haciendo, el problema está en que hemos empezado a desenvolverlo más. Pensamos que nuestra acción en las ciudades es indispensable y tiene que impulsarse cada vez más y más porque ahí está concentrado el proletariado y no podemos dejarlo en manos del revisionismo ni del oportunismo. En las ciudades, existen las barriadas, las inmensas masas barriales. Nosotros desde el año 76 tenemos una directriz para el trabajo en las ciudades. Tomar barrios y barriadas como base y proletariado como dirigente, ésa es nuestra directriz y la seguiremos practicando, ahora en condiciones de guerra popular. A qué masas apuntamos, claramente se ve. De lo antedicho se deriva nítidamente que las inmensas masas de barrios y barriadas son como cinturones de hierro que van a encerrar al enemigo y que retienen a las fuerzas reaccionarias. La clase obrera tenemos que irla ganando más y más hasta que ella y el pueblo nos reconozcan. Tenemos una clara idea, la de que se requiere tiempo y reiterados hechos para que la clase vea, comprenda y se reafirme en que tal es su vanguardia, en que el pueblo vea que tiene un centro que lo dirige. Tienen ese derecho por todo cuánto han estafado a las masas!, al proletariado, a las barriales, a la pequeña burguesía, a la intelectualidad, cuánta esperanza frustrada! Hay que pensar que tienen derecho a exigir, claro que lo tienen y nosotros la obligación de trabajar y hacerles ver y demostrarles que somos realmente su vanguardia y que la reconozcan. Nosotros diferenciamos entre ser vanguardia y ser vanguardia reconocida. La clase tiene ese derecho y nadie puede negárselo, el pueblo tiene ese derecho y nadie puede negárselo. Así pensamos. No creemos que de la noche a la mañana el proletariado y el pueblo nos van a reconocer como su vanguardia y único centro, porque eso es lo que tenemos que ser para poder cumplir la revolución como corresponde. Entonces tenemos que hacer un trabajo tesonero e imprimir en el trabajo de masas formas diferentes, formas distintas que aprendan de la propia guerra popular, que aprendan el valor del arma, la importancia del fusil. El Presidente Mao nos dice que el campesinado tiene que aprender la importancia del fusil, es una realidad; entonces trabajamos de esa manera, cumplimos nuevas formas y así vamos desenvolviendo el trabajo de masas en y para la guerra popular. Tiene que ver también con otra circunstancia, otra situación, con el Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo, porque la clave del mismo es el Centro de Resistencia, lo decimos con toda claridad; son otras formas orgánicas , otras formas de lucha las que corresponden a una guerra popular, no pueden ser las usuales, no pueden ser, son de otra manera, eso es lo concreto. Desarrollamos en consecuencia Partido, Ejército Guerrillero Popular y Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo, así como organismos generados para los diversos frentes del trabajo. Necesitamos acicatear la combatividad, que se exprese la potencialidad de la masa, la potencialidad de la clase. Veamos una cuestión: Hoy tenemos grandes alzas, por qué es que no hay una protesta popular, quién ata a las masas; Lenin nos decía, la marcha hace temblar a la reacción, cuando la clase marcha en las calles la reacción tiembla, eso es lo que nosotros queremos aplicar, lo que nos enseña el marxismo-leninismo-maoísmo. La clase nace y se desarrolla combatiendo y el pueblo igual; lo que necesitamos es ir sintetizando las propias experiencias de la masa, del pueblo, ir estableciendo sus formas orgánicas, sus formas de lucha y que vayan cogiendo en sus manos formas cada vez más desenvueltas y crecientes de lucha en ciudad, así se van formando. Qué pensamos; la cosa es clara, el centro está en el campo pero para la insurrección se cambia el centro, el centro pasa a ser la ciudad y para eso incluso así como al comienzo se desplaza combatientes y comunistas de las ciudades al campo, después hay que desplazar del campo a la ciudad; también se da y así vamos traspasando el peso y preparando la insurrección. Tenemos que ir viendo condiciones para que converjan la acción del Ejército Guerrillero Popular con la acción insurreccional en las ciudades, o en una o en varias. Eso es lo que necesitamos. La insurrección apunta a la captura de las ciudades para rematar la guerra popular en todo el país; pero tiene que buscar la preservación de los medios productivos que la reacción querrá destruir, proteger a los revolucionarios prisioneros de guerra o revolucionarios conocidos que ellos quieran aniquilar, así como también cazar a los enemigos para ponerlos a buen recaudo, y eso es lo que se nos enseñó y es una insurrección; Lenin nos enseñó cómo se armaba una insurrección y el Presidente Mao nos ha enseñado cómo es la insurrección en la guerra popular, así es como la vemos y la preparamos. Es el camino que tenemos que seguir y que estamos siguiendo. Una cosa hay que tener bien claro, la insurrección no es una simple explosión espontánea, no, eso sería peligroso, sin embargo puede darse, por eso es que tenemos que preocuparnos desde ahora por la insurrección y lo hacemos. Pensamos que hay quienes puedan querer usar la guerra popular en su beneficio. Hemos analizado ya en un evento del Comité Central, hace buen tiempo, posibilidades y una de ellas es que el revisionismo u otros generen "insurrecciones" o para hacer abortar el proceso de desarrollo o para ganar posiciones y servir a su amo socialimperialista o a cualquier potencia que los mande porque muchos centros pudieran querer utilizarnos.
EL DIARIO: Presidente, qué haría el Partido en esas circunstancias?
PRESIDENTE GONZALO: En esas circunstancias lo que hizo Lenin, decir a las masas que no es el momento, pero si las masas se lanzan pelear con ellas, para juntos poder hacerlas replegarse adecuadamente y sufran lo menos posible y si morimos con ellas soldamos más nuestras sangres. Eso fue lo que Lenin nos enseñó en las famosas luchas de julio del 17; porque no podemos decir a las masas que están mal y que los hechos las hagan entender; no, no podemos decir eso, la masa es la masa, la clase es la clase y si no están bien enrumbadas y las condiciones las desesperan y las lanzan a situaciones o incluso hay quienes las lanzan adrede, tenemos que estar con ellas para juntos hacerles ver la inoportunidad pero combatiendo con ellas, ayudarles a replegarse en la mejor forma posible, y entonces verán que estamos con ellas en las buenas y en las malas y será la mejor manera de que entiendan, comprendan y se convenzan más que somos su Partido. Así actuaríamos.
EL DIARIO: Presidente, una pregunta, y cuando Ud. habla de las formas de lucha en la ciudad, qué papel le asigna a los sindicatos?
PRESIDENTE GONZALO: El que le asignó Marx en "Pasado, presente y futuro de los sindicatos". Marx nos decía en el siglo pasado, los sindicatos al comienzo han sido simple agremiación para defenderse económicamente, ése es su pasado; su presente es ya organizarse más y desarrollarse políticamente y su futuro servir a la conquista del Poder. Eso ya nos dijo Marx; entonces el problema cuál es, cómo combinamos las dos luchas, la lucha por la reivindicación que es una guerra de guerrillas como nos dijo el propio Marx: la lucha por el salario, por la jornada, las condiciones de trabajo y otros derechos que desarrolla la clase, el proletariado y el pueblo y se lanza a una huelga es una guerra de guerrillas en la cual no solamente lucha por una cuestión concreta económica o política, si es de interés general, sino que se está preparando para los grandes momentos por venir y ésa es su esencia histórica fundamental; entonces nuestro problema cuál es, compaginar la lucha reivindicativa con la conquista del Poder, a eso le llamamos desarrollar el trabajo de masas en y para la guerra popular.
EL DIARIO: Presidente, Ud. habló de la crisis revolucionaria, Ud. cree que a corto plazo se vislumbra esta situación?
PRESIDENTE GONZALO: La cuestión es el triunfo de la guerra popular y tiene que ver, principalmente, con cuanto más y mejor luchemos; y la insurrección, como ya dijera, es el remate que debemos preparar y estamos haciéndolo seriamente, prever posibilidades de que otros quieran traficar con ella, es algo que tenemos que pensar; pero el problema principal es la oportunidad de la insurrección, calcular el momento oportuno.
EL DIARIO: Por qué el Partido Comunista del Perú inició la guerra popular el 80?, cuál es la explicación militar e histórica de este hecho?, cuál fue el análisis social, económico y político que hizo el PCP para iniciar esta guerra?
PRESIDENTE GONZALO: Hemos investigado el país, y lo hemos estudiado particularmente de la II guerra mundial en adelante y vimos que el proceso de la sociedad peruana entraba a situaciones complejas. Los propios análisis estatales mostraban que la década del 80 tenía cuestiones críticas. En el Perú se ve que cada 10 años se da una crisis en la segunda mitad de la década y cada crisis es peor que la anterior. Luego hemos analizado el capitalismo burocrático, éste madura la revolución, las condiciones de la revolución. El año 80 tenía que entregarse el gobierno a través de elecciones, eso iba a requerir más o menos entre año y medio a dos años para que el nuevo gobierno pudiera armar el manejo del Estado. Así concluimos: el capitalismo burocrático había madurado la revolución, se presentaba la difícil década del 80, la crisis, un gobierno por elecciones, etc; y todo daba una coyuntura muy favorable para iniciar la guerra popular y que desmiente el criterio de que no se puede iniciar lucha armada o en nuestro caso guerra popular cuando hay un nuevo gobierno; los hechos han demostrado la falsedad de esa posición. Eso fue lo que calculamos, así como la situación en que entraba el nuevo gobierno, que los militares salían después de 12 años y fácilmente no podrían asumir una lucha inmediata contra nosotros, ni podrían de inmediato retomar el timón del Estado, porque se habían desgastado políticamente y desprestigiado; eran hechos concretos, una realidad. Nosotros ya habíamos planteado desde antes que la participación en la Constituyente era incorrecta; que sólo cabía el boicot, porque participar en la Constituyente era simplemente servir a la reestructuración del Estado Peruano y a que se diera una constitución como la que tenemos; y todo eso era previsible, no había nada que no se pudiera prever en este caso; por tanto nos planteamos ya desde antes sentar bases para el inicio, arrancar antes de que comenzara el nuevo gobierno y así lo hemos hecho puesto que comenzamos el 17 de mayo, un día antes de las elecciones. Como lo hemos hecho, pensamos que en esas condiciones podríamos desenvolver nuestra acción y llegar hasta desplegarla y avanzar lo más que pudiéramos pensando en que en la segunda parte del decenio tenía que darse una crisis más grave que la anterior y, por tanto, mejores condiciones para avanzar. Sobre estas consideraciones se planificó el inicio de la guerra popular, pero dicen que no hemos pensado sino aplicado dogmáticamente, en qué?; hay quienes hablan de dogmas siendo beatos que comulgan con ruedas de molino. Por eso escogimos ese momento, los hechos nos han confirmado; era obvio que Belaúnde, y también lo ventilamos, tendría un temor: el golpe de Estado y por tanto restringiría a la fuerza armada; era difícil de prever?, no, por la experiencia que tuvo el año 68; eran cosas calculables y se nos ha enseñado a calcular, a analizar, a sopesar, así nos han enseñado, el Presidente ha sido muy exigente en esos problemas sobre todo en cuanto se refiere a preparación. Creemos que los hechos nos han confirmado, dos años y no pudieron entrar las fuerzas armadas; fue así o no?. Hoy día nos están diciendo que habían quemado la información de Inteligencia que tenían; en fin, el nuevo gobierno tendría problemas para armar su administración y los hechos lo han demostrado; luego ha venido la crisis; han entrado los militares con contingentes mayores cada vez y lidiando con ellos varios años estamos más pujantes, vigorosos y en desarrollo. Esas fueron las razones de iniciar el 80 y los hechos demuestran que no erramos o, por lo menos, no erramos en los grandes lineamientos que es en lo que no hay que errar.
EL DIARIO: Teniendo en cuenta que en la guerra son dos las estrategias que se enfrentan, podría Ud. explicar cómo se ha especificado el proceso de desarrollo de sus planes militares, logros y qué problemas han tenido?
PRESIDENTE GONZALO: Nosotros partimos de una situación. Cada clase genera su forma específica de guerra y por tanto su estrategia; el proletariado ha creado la suya: la guerra popular y es una estrategia superior, la burguesía nunca podrá tener una estrategia superior a ésa, más, no habrá estrategia más desarrollada que la del proletariado; es un problema de comprobación del proceso militar del mundo, cada clase siempre generó su forma de hacer la guerra y su estrategia, y siempre la estrategia superior ha vencido a la inferior y la nueva clase siempre tiene la estrategia superior y la guerra popular lo es, las pruebas lo demuestran. Hay tratadistas militares que dicen así: los comunistas cuando han aplicado sus principios nunca han perdido una guerra, solamente la han perdido cuando no han aplicado sus principios. Por tanto, partimos de eso, que tenemos una estrategia superior como teoría probada universalmente, nuestro problema era cómo hacer la nuestra, ahí está el problema, entonces se da el margen al yerro. Lo primero que nos planteamos fue eso, la no aplicación mecánica de la guerra popular porque el Presidente Mao Tsetung nos ha advertido que la aplicación mecánica lleva al oportunismo y lleva a la derrota. En el año 80 que fue cuando decidimos iniciar, nos planteamos en el Comité Central del Partido tener muy presente la aplicación específica, no al dogmatismo, no al mecanicismo, esos fueron los planteamientos, de eso partimos. Bien, aquí podemos resaltar el primer problema que tuvimos; el primer problema que hemos tenido ha sido la lucha antagónica contra una línea oportunista de derecha que se oponía a iniciar la guerra popular, ése es el primer problema que hemos tenido; lo finiquitamos en su parte fundamental en el IX Pleno y sus saldos los barrimos cabalmente en el Pleno de febrero del 80; ése ha sido el primer problema que hemos tenido, de ahí pues que se dio esta depuración de la cual hablábamos antes, y hemos tenido que podar fuertemente al propio Comité Central, así es, pero fue como nos fortalecimos y pudimos ingresar a iniciar. Ya teníamos el esquema para librar una guerra en campo y ciudad. El primer plan que nos vamos a proponer fue el del Inicio. El Buró Político fue encomendado de definir cómo desarrollar las acciones armadas y fue el organismo que presentó el plan partiendo de destacamentos en cuanto a forma militar; ese plan lo cumplimos el 80, pero debemos decir que a las dos semanas de iniciar hubo una reunión del Buró Político ampliado para analizar cómo habíamos comenzado y se concluyó que lo nuevo había nacido y lo nuevo era la guerra popular, eran las acciones armadas, eran los destacamentos. Luego desenvolvimos el plan de Desplegar, este plan fue más largo, abarcó dos años pero se cumplió en varias campañas, es al término del mismo que se concretan las nuevas formas de Poder, surgen los Comités Populares. A fines del 82 ingresan las fuerzas armadas; ya con anticipación de más de un año, el Comité Central había estudiado el ingreso de las fuerzas armadas y definió que sería progresivo hasta sustituir a las fuerzas policiales que pasarían a segundo plano y así ha sido, de otra manera no podía ser en esa situación. Nos habíamos preparado y, no obstante esto, vamos a tener un segundo problema, repercutió el ingreso de la fuerza armada; ellos entraron aplicando genocidio desde el comienzo, formando mesnadas y usando masas presionadas poniéndolas delante, como parapeto; esto debe decirse con claridad, ahí se ve no solamente la política de usar masas contra masas, una vieja política reaccionaria ya vista por Marx, sino el cobarde uso de las masas: ponerlas delante de ellos; las fuerzas armadas no tienen de qué gloriarse, por eso con razón les hemos dicho experta en derrotas y diestra en cebarse en masa desarmada, ésas son las fuerzas armadas del Perú. Frente a esto tuvimos una sesión ampliada del CC, muy amplia en concurrencia y tiempo, ha sido una de las más largas, en ella se establece el Plan de Conquistar Bases, se creó el Ejército Guerrillero Popular para responder a una fuerza que obviamente tenía más nivel que la policial; ahí fue que nos planteamos también el problema del Frente-Estado, entre otros. Así surge un segundo problema, el problema de enfrentar el genocidio, es el genocidio de los años 83 y 84, está en los documentos del Partido; no será necesario abundar, pero sí queremos resaltar que fue un genocidio bárbaro e inmisericorde; creyeron que así "nos iban a barrer del mapa" y tan cierto es que a finales del 84 comenzaron a distribuir, entre sus oficiales, su documentación sobre aniquilamiento. La lucha ha sido intensa, dura, han sido momentos complejos y difíciles. Frente al uso de mesnadas y la acción militar reaccionaria respondimos contundentemente con una acción: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la olvidamos, claro, porque ahí vieron una respuesta que no se imaginaron, ahí fueron aniquilados más de 80, eso es lo real; y lo decimos, ahí hubo exceso, como se analizara en el año 83, pero toda cosa en la vida tiene dos aspectos: nuestro problema era un golpe contundente para sofrenarlos, para hacerles comprender que la cosa no era tan fácil; en algunas ocasiones, como en ésa, fue la propia Dirección Central la que planificó la acción y dispuso las cosas, así ha sido. Ahí lo principal es que les dimos un golpe contundente y los sofrenamos y entendieron que estaban con otro tipo de combatientes del pueblo, que no éramos los que ellos antes habían combatido, eso es lo que entendieron; el exceso es el aspecto negativo. Entendiendo la guerra y basándonos en lo que dice Lenin, teniendo en cuenta a Clausewitz, en la guerra la masa en el combate puede rebasar y expresar todo su odio, el profundo sentimiento de odio de clase, de repudio, de condena que tiene, ésa fue la raíz; esto ha sido explicado por Lenin, bien claramente explicado. Pueden cometerse excesos, el problema es llegar hasta un punto y no pasarlo porque si lo sobrepasas te desvías; es como un ángulo, hasta cierto grado puede abrirse, más allá no. Si a las masas les vamos a dar un conjunto de restricciones, exigencias y prohibiciones, en el fondo no queremos que las aguas se desborden; y lo que necesitábamos era que las aguas se desbordaran, que el huayco entrara, seguros de que cuando entra arrasa pero luego vuelve a su cauce. Reitero, esto está explicado por Lenin perfectamente; y así es cómo entendemos ese exceso. Pero, insisto, ahí lo principal fue hacerles entender que éramos un hueso duro de roer, y que estábamos dispuestos a todo, a todo. Marx nos ha enseñado: no se juega a la insurrección, no se juega a la revolución; pero cuando uno enarbola la insurrección, cuando uno toma las armas, no arría la bandera, la mantiene victoriosa hasta el triunfo, sin arriarla jamás; así nos enseñó y no importa cuánto nos cueste!. Bien, Marx pues nos ha armado, así como Lenin y, principalmente, el Presidente Mao Tsetung nos enseña lo que es cuota, lo que es aniquilar para preservar, lo que es mantener la bandera en alto, pase lo que pase. Y, decimos, así, con esa decisión, hemos sobrepasado ese siniestro, vil, cobarde y bárbaro genocidio; porque alguien -ese que funge de presidente- habla de barbarie sin sonrojarse, cuando es un aspirante a Atila, jugando con sangre ajena. Hemos pasado momentos difíciles?, sí; pero, qué ha demostrado la realidad?: que si se persiste, se mantiene la política al mando, se mantiene la estrategia política, se mantiene la estrategia militar, se tiene un plan claro, definido, entonces se avanza, y se es capaz de enfrentar cualquier baño de sangre (para el baño de sangre nos comenzamos a preparar desde el año 81, porque tenía que venir; así que ya estábamos preparados ideológicamente, eso es lo principal). Todo esto llevó a que crecieran nuestras fuerzas y se multiplicaran. Ese ha sido el resultado; se cumple lo que dijo el Presidente: Sueña la reacción cuando quiere ahogar en sangre la revolución, sepa que la riega, y es una ley inexorable. Entonces esto mismo nos reafirma en cómo tenemos que ser cada vez más fieles, firmes, resueltos en los principios y tener siempre confianza inalterable en las masas. Así, salimos fortalecidos con un Ejército mayor, con más Comités Populares y Bases de Apoyo y con más Partido; todo lo contrario de lo que imaginaron. Ya hemos hablado, creo, de los sueños de sangre de la reacción, no son sino eso, sueños de sangre que al fin y al cabo terminan siendo pesadillas. Pero insisto, persistiendo en los principios y combatiendo con el apoyo de las masas, principalmente del campesinado pobre, es que hemos podido afrontar esa situación; es ahí cuando se ha expresado ese heroísmo del cual hablé antes, ese heroísmo masivo. Posteriormente vamos a desenvolver un nuevo plan, el Plan de Desarrollar Bases, en el cual estamos. Qué podemos decir? Si uno ve estos problemas, creo que debemos tener en cuenta una lección: todo plan se aprueba, se aplica y se hace su balance en medio de lucha de dos líneas y esa lucha es más intensa cuando tiene que aprobarse un nuevo plan; ésa es una realidad, es una lección, la tenemos muy en cuenta y nos ha adoctrinado bastante y nos ha enseñado mucho, así es. Al fin y al cabo, la guerra popular genera un altísimo grado de unidad pero en medio de intensa lucha; sí, porque pese a enfrentar problemas, situaciones complejas y difíciles, pese a los reflejos externos, la dinámica ideológica, quienes están empeñados en la guerra popular tienen su vida dada a la revolución, y un comunista tiene su vida dedicada al comunismo aunque no lo vea porque realmente no lo hemos de ver, yo al menos no lo he de ver, pero ése no es el problema, no ver la meta por la cual bregamos solamente nos lleva a una reflexión, tomar los grandiosos ejemplos que nos ha dado el marxismo; en tiempos de Marx él sabía que no vería el triunfo de la revolución y a qué lo llevó?, a redoblar más su esfuerzo para el avance de la revolución. Son lecciones que hemos sacado y nos hemos guiado por esos grandiosos ejemplos. Insisto una vez más no implica comparación alguna, es sólo tomar las estrellas polares siempre como rumbo, como guía. Bien, si pensamos en la lucha armada, en la guerra popular, podemos decir que el inicio nos permitió desenvolver la guerrilla porque en el inicio pasamos de destacamento a pelotón y así abrimos las guerrillas; el plan de Desplegar nos dio los Comités Populares; el de Conquistar Bases nos ha dado Bases de Apoyo y un amplio ámbito, es bueno recordar: hemos tomado como columna vertebral para desenvolver la guerra y conquistar el Poder en todo el país la serranía, sí, la Sierra de nuestra patria y hemos cubierto un ámbito que va de una frontera a la otra, de Ecuador a Bolivia y Chile; pero también hemos desarrollado el trabajo en la ceja de Selva, en las cabeceras de la Costa y a su vez en las ciudades. Hoy podemos decir que tenemos cientos de Comités Populares y múltiples Bases; claro que hay una principal y en cada zona también. Finalmente, de los planes cabía decir, hemos aprendido cómo manejar la guerra con un plan estratégico único aplicando el principio de centralización estratégica y descentralización táctica; nosotros manejamos la guerra mediante un plan único con partes, por campañas, con planes estratégico-operativos, planes tácticos y planes concretos para cada acción; pero la clave de todo es el plan estratégico único, es lo que permite manejar la guerra como una unidad y eso es clave en la dirección de la guerra popular. Creo que eso es lo que podría decir.
EL DIARIO: Presidente, en estos ocho años de guerra popular, qué resultado ha obtenido la estrategia antisubversiva y cuáles son sus problemas actuales?
PRESIDENTE GONZALO: Es una pregunta que preferiría responderla de esta manera, en síntesis, la propia reacción dice que fracasan y siguen fracasando, ellos lo saben muy bien. "A confesión de parte, relevo de pruebas", utilizando un término de abogados.
EL DIARIO: Cuándo cree Ud. que el Ejército Guerrillero Popular estará en condiciones de desarrollar guerra convencional, de defensa de posiciones territoriales y de un abierto enfrentamiento con las fuerzas armadas? Está este tipo de lucha en los planes del PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre estos problemas hemos meditado, discutido y establecido lineamientos partidariamente, ya sobre esto tratamos desde el año 81, lo hemos hecho también en otras ocasiones. Hemos partido de cómo el Presidente Mao Tsetung concibe la guerra popular a partir de la contradicción, son dos aspectos que contienden: uno parte débil y otro transitoriamente fuerte y tiene que transcurrir un tiempo de defensiva estratégica, uno segundo de equilibrio estratégico y uno tercero de ofensiva estratégica. Nosotros aún nos desenvolvemos dentro de la defensiva estratégica y, en esas condiciones, la guerra de guerrillas sigue siendo nuestra forma principal, una guerra de guerrillas generalizada, amplia tanto en campo como en ciudad, siendo el campo lo principal y la ciudad complemento, y combatimos casi en todo el país. Esto en cuanto a en qué momento estamos. La guerra de movimientos, dentro de los términos del Presidente Mao Tsetung, la estamos comenzando a desenvolver y se desenvolverá más, conforme la reacción necesariamente tenga que llevar una guerra contrasubversiva más desarrollada; pero aún en ese caso tendremos que seguir librando la guerra de guerrillas como la principal y una guerra de movimientos como complemento y en ella sí caben algunas modalidades específicas de guerra de posiciones como está escrito en "Sobre la guerra prolongada". Pensamos que al potenciarse la guerra popular tiene que darse necesariamente una elevación de la guerra contrasubversiva y va a tener como centro el genocidio y esto nos va a llevar en perspectiva al equilibrio estratégico, en el entendimiento, claro está, de que persistamos en tener una línea ideológica y política justas y correctas y tener en consecuencia, una línea militar justa y correcta y nosotros las tenemos. Así persistiendo en todo esto, más los planes siniestros que están elaborando y que llevarán al genocidio, en el cual quieren comprometer al pueblo peruano porque se sienten impotentes, pueblo que no podrá seguirlos porque no puede ir contra sus intereses de clase, van a llevar al equilibrio estratégico, insisto, en el entendimiento de mantener la corrección y la justeza en lo ideológico, en lo político, en lo militar y todas sus derivaciones. Es ahí dónde tenemos que plantearnos el problema de cómo desenvolver la guerra popular para la toma de ciudades y preparar la parte referente a la ofensiva estratégica. Más por hoy no podríamos plantear.
EL DIARIO: Para potenciar la guerra, como Ud. refiere es necesario potenciar el armamento del Ejército Guerrillero Popular? Cómo piensan resolver esto?
PRESIDENTE GONZALO: Sí, éste es un elemento. Permítannos partir de una cuestión, siempre nos hemos acostumbrado y persistimos en partir de nuestros principios, así es como iluminados por ellos podemos resolver nuestros problemas concretos. El Presidente Mao Tsetung nos dice que lo principal es el hombre, el arma es útil; entonces, nuestro problema especialmente apunta al hombre, al fortalecimiento ideológico y político, a la construcción ideológico-política del ejército en este caso, así como a su construcción militar. De ahí partimos. En cuanto a lo referente a las armas, el Presidente nos decía que las armas las tiene el enemigo, en consecuencia el problema es arrancárselas y, eso es lo principal; y las armas modernas son necesarias pero funcionan según la ideología del hombre que las maneja, eso ya nos enseñó Lenin. Podemos afirmar que estamos desarrollando las emboscadas y la fuerza armada sabe muy bien cómo se están desenvolviendo y los duros golpes que han sufrido, me refiero solamente a una relacionada con Cayara, la emboscada de Erusco, son 25 soldados aniquilados, sólo uno se ha salvado herido. Por eso su bárbara respuesta genocida; los hechos no son como los están pintando y conste que han movido grandes fuerzas, y no han podido cazarnos y conste también que nos llevamos las armas; y, ellos muy bien que lo saben y no volamos un solo carro sino los dos carros porque fue minado todo un kilómetro de carretera y no tenían escapatoria posible; lo que nos ha presentado en la televisión y periódico ese que funge de presidente y los que han ido en esa llamada "Comisión" son, como se dice, "muñequitos en el aire", "dibujitos en el agua". En consecuencia, hace tiempo ya ha comenzado el creciente traspaso de armas de ellos a nosotros y ellos tienen la obligación de traérnoslas, es su obligación y llevárnoslas a donde estemos y hay que reconocer, comienzan a cumplir. Por qué planteamos así? porque los hemos desperdigado, los hemos abierto en diversos puntos y los hemos hecho asentarse pasivamente, están como un elefante enfangado en un lodazal por tanto más fácilmente golpeables, esto debe pensarlo seriamente el ejército, la fuerza armada en general. Lo que estoy diciendo no es sino aplicación de lo que el Presidente Mao enseñó cuando dijo que a Chiang Kay-shek, al término de la guerra, había que darle un premio por haberse comportado como buen furriel, como un buen portador de las armas. Así que eso ya comenzó y la fuerza armada lo sabe muy bien; y el plan que traman, todo lo que maquinan, la gran ofensiva que quieren llevar adelante, bienvenida sea, pues no impedirán el traspaso de armas y fracasarán porque no van a lograr mover al pueblo peruano en contra de sus propios intereses, y ellos son la reacción más negra y podrida hoy manejada por este gobierno aprista, fascista, corporativo encabezado por un genocida vil y miserable. El pueblo peruano, lo demostró la historia, no sigue al fascismo y no se deja corporativizar, eso ya se ha establecido y el problema no es de hoy, tiene décadas en el Perú. Entonces, las armas del enemigo, arrancándoselas, son nuestra principal fuente. La humilde dinamita, además, seguirá cumpliendo un buen papel y las minas son armas del pueblo y nosotros, por principio, buscamos las armas más simples que toda la masa pueda manejar porque la guerra nuestra es masiva sino no es popular y la nuestra lo es. Bien, esto lleva a una segunda cuestión, la elaboración de medios; estamos esforzándonos por avanzar en la confección de medios y ya ellos, también conocen muy bien, las notificaciones directas en Palacio de Gobierno, lanzadas con morteros hechos con nuestras propias manos, con las manos del pueblo, no lo dicen pero lo sabemos. El otro medio usual es el de la compra, porque son tres las formas: la principal arrancárselas al enemigo, la segunda confeccionarlas y el tercero comprarlas. En esto se tiene problemas por el alto costo de las armas y nosotros llevamos adelante la guerra popular más económica de la Tierra, así es porque tenemos muy escasos medios que son los que las masas nos proveen. Reitero una vez más. Cómo resolver el problema? Lenin decía que tiene que conquistarse armas en grandes cantidades, cualquiera sea el costo que tal cosa demande y ya hablé de lo que el Presidente Mao nos enseñó. Esto es lo que nosotros aplicamos.
EL DIARIO: Prevé Ud. que con el triunfo y avance de la revolución que Ud. dirige se desencadenará una invasión militar norteamericana? qué haría en ese momento el PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Si bien, ya está interviniendo el imperialismo yanqui, en concreto sobre la pregunta diríamos esto. Estados Unidos puede movilizar a países colindantes, no olvidemos que incluso hay pendientes reclamos territoriales y problemas fronterizos, pese a que se callan insisto; y, bien sabemos el papel que tiene asignado Brasil; puede a su vez intervenir directamente, con sus propias tropas y ya tienen aquí gente entrenándose. Hace tiempo decidimos en el Comité Central que cualquiera sea el enemigo que venga a hollar estas tierras, lo enfrentaremos y lo derrotaremos; en esas circunstancias cambiaría la contradicción, entraría a desenvolverse como principal la contradicción: nación-imperialismo y eso nos daría más amplios márgenes para aglutinar a nuestro pueblo.
EL DIARIO: La reacción y el revisionismo y el oportunismo de la IU, dicen que están aislados de las masas. Qué puede decir al respecto?
PRESIDENTE GONZALO: Creo que de todo lo que estamos diciendo se ve que hay apoyo de las masas; a quienes tal cosa dicen, a esos revisionistas y oportunistas les haríamos una pregunta Cómo explicar la existencia de un movimiento que desarrolla una guerra popular durante ocho años sin ayuda internacional si no tuviera apoyo de las masas?
EL DIARIO: Durante ocho años los grupos y partidos de derecha, del revisionismo, del oportunismo y de toda la reacción han dicho y gritado que el PCP es una organización "demencial", "mesiánica", "sanguinaria", "polpotiana", "dogmática", "sectaria", "narcoterrorista", el PUM agrega que ponen al campesinado entre dos fuegos, que son militaristas y, últimamente, Villanueva ha dicho que son "terroristas genocidas" y otros calificativos. Qué diría Ud., de estos cargos?. Y a dónde han estado dirigidos esos calificativos?
PRESIDENTE GONZALO: Para mí son infundios e incapacidad de comprender una guerra popular y los entiendo, nunca la podrán entender los enemigos de la revolución. En cuanto a que ponemos al campesino entre dos fuegos, ésa es una elucubración, porque es precisamente el campesinado la parte inmensamente mayoritaria que conforma el Ejército Guerrillero Popular; el problema está en entender que el Estado Peruano con sus fuerzas armadas y represivas quiere ahogar la revolución en sangre. Eso es nuestro entender y le recomendaríamos a estos señores que estudien un poco sobre la guerra en general, la guerra revolucionaria y principalmente sobre la guerra popular y el maoísmo, aunque dudo que lo entiendan porque para hacerlo hay que tener posición de clase. En cuanto a lo que dice el Sr. Villanueva de "terroristas genocidas" me parece que es un burdo remedo y plagio de querer aplicarnos a nosotros el término de genocidas que a ellos les viene como anillo al dedo, ante el país y ante el mundo está claramente visto quiénes son los genocidas; son ellos, es el gobierno aprista que dirige este Estado reaccionario, es la fuerza armada reaccionaria, son las fuerzas represivas, son ellos los viles genocidas; las palabrejas nunca cambiarán los hechos, la historia ya está escrita, mañana será confirmada. Además, cuánto tiempo durará Villanueva? y cuál será su futuro?, sería mejor que pensara en eso.
EL DIARIO: Qué cambios considera Ud. que se han producido en la política peruana, en la base económica de la sociedad y en las masas como consecuencia de ocho años de Guerra Popular?
PRESIDENTE GONZALO: La primera cuestión que se ha producido es el desarrollo de una guerra popular que avanza incontenible, lo cual implica que la revolución democrática ha pasado a hacerse realmente por vez primera en este país, eso ha cambiado todos los términos de la política peruana. De ahí que la propia reacción, sus compinches comenzando por los revisionistas y sus apoyantes de turno o lo que sean, concluyen que el primer problema y principal que tiene el Estado Peruano es la guerra popular. Así estamos cambiando el mundo en este país y se deriva lo más importante y principal que hemos logrado, el surgimiento y desarrollo de un Nuevo Poder en marcha que terminará extendiéndose en todo el país. En la base económica, en el Nuevo Poder estamos estableciendo nuevas relaciones de producción, una muestra concreta de ésta es la forma como aplicamos la política de tierras, utilizando el trabajo colectivo y la organización de la vida social con una nueva realidad, con una dictadura conjunta, en donde por vez primera mandan obreros, campesinos y progresistas, entendiendo por tales quienes quieren transformar este país de la única manera como puede hacerse, con la guerra popular. En cuanto a ellos, a los reaccionarios, sin recordarles el forado económico que implica la guerra popular y combatirla, estamos hundiendo el capitalismo burocrático y hace tiempo socavando la base gamonal de las relaciones semifeudales que sostienen todo este armazón, al mismo tiempo golpeando al imperialismo. Para las masas de nuestro pueblo, esas heroicas masas, principalmente para el proletariado, clase dirigente que siempre reconoceremos, por vez primera asumen el Poder y han comenzado a saborear la miel en los labios, no se quedarán ahí, querrán todo y lo tendrán.
EL DIARIO: Cómo ve la situación actual y la perspectiva de la Guerra Popular en el Perú? Qué destino le depara al pueblo peruano de no triunfar a corto plazo la revolución que Ud. viene dirigiendo desde hace más de ocho años? Cree Ud. que este gobierno u otro tenga alguna salida para esta grave crisis?. El PCP en el documento "Bases de Discusión" ha señalado que entramos a años decisivos, en que el Apra sigue sin un plan estratégico, Acaso estaríamos a puertas del triunfo de la revolución y la toma del Poder por el PCP?
PRESIDENTE GONZALO: El pueblo peruano cada vez se moviliza más y se agudiza la lucha de clases, eso está directamente ligado a la guerra popular, porque no somos sino continuación de la lucha de clases con las armas en la mano. Qué destino le depara?, yo creo que el heroico destino de destruir el viejo Estado y el glorioso de empezar a construir una nueva sociedad, será un grandioso esfuerzo, serán tiempos de sacrificios y dificultades pero el pueblo saldrá victorioso y, al fin y al cabo, bastaría con recordar sin la guerra popular dejarán de morir 60.000 niños sin llegar a un año de edad, como está ocurriendo hoy en el Perú? No, por tanto el pueblo seguirá haciendo todo el esfuerzo y atravesará dificultades pero cada día más consciente pagará el costo necesario pues sabe que va a vencer. Salida? Consideramos que no tienen salida. Nuestra interpretación del proceso de la sociedad peruana contemporánea plantea que a partir del 80 ha entrado el capitalismo burocrático en destrucción y como consecuencia se viene abajo todo el sistema y no tienen salida. Y si las cosas vemos, hay una crisis grave pero se les ha juntado dos décadas, la del 80 y la del 90, ambas críticas, no tienen salida alguna. En cuanto a años decisivos, entendemos por tales una más recia tempestad entre guerra popular y guerra contrarrevolucionaria, y creemos, reitero, que de ahí va a derivar el equilibrio estratégico. Sobre tiempo, el Presidente Mao decía menos tiempo cuanto más y mejor combatamos, de nuestra parte es nuestra obligación hacerlo, lo hacemos y lo haremos pero tenemos condiciones objetivas extraordinarias. Las condiciones de crisis general en que ha entrado el caduco sistema de la sociedad peruana nos plantea que estos años decisivos pueden acelerar y de hecho van a acelerar poderosamente las condiciones y desarrollar la situación revolucionaria. Nuestro problema hoy cuál sería? En síntesis, más guerra popular, más Poder Nuevo, más Ejército, más incorporación de la masa y así creemos que el triunfo en perspectiva es nuestro.
EL DIARIO: Finalmente, puede desarrollar su posición acerca de la guerra popular mundial? En el caso de una guerra mundial entre las superpotencias cuáles serían los resultados para la humanidad?
PRESIDENTE GONZALO: Puede haber una guerra mundial?, sí puede haberla; las condiciones existirán en tanto no barramos su raíz. Las superpotencias preparan la guerra y hacen grandes planes, es evidente, pero creemos que los comunistas y los revolucionarios, las masas, el pueblo, los hombres que ya no podemos consentir que haya tanta iniquidad en el mundo, tenemos que apuntar a centrar nuestra atención, no en la guerra entre las superpotencias porque de ella no va a derivar nuestra liberación, porque sería una guerra de rapiña para un nuevo reparto del mundo. La guerra mundial de las potencias es por la hegemonía, nada más eso. De ellas qué podríamos esperar? grandes matanzas, grandes genocidios, cientos de millares de muertos, pero, a buen seguro, la inmensa mayoría de la humanidad subsistirá. No podemos aceptar las siniestras ideas levantando hoy las armas atómicas y todas las armas sofisticadas que exhiben, ni podemos aceptar que las usen como un chantaje para paralizarnos. Muchas veces en el mundo se ha hablado por los reaccionarios de armas decisivas y definitivas, de desaparición de la humanidad, pero siempre ha sido para aquietar, para contener, para mantener su viejo dominio. Nosotros por eso pensamos que el problema está en centrar la atención, nuestro esfuerzo, nuestra pasión, nuestra voluntad en desarrollar la guerra popular, porque de ella sí devendrá la emancipación del pueblo y del proletariado que es la definitiva y verdadera emancipación. Pensamos que una guerra popular mundial es la respuesta a una guerra mundial imperialista, pensamos que el problema es prepararla y la concebimos como que los que ya estamos en guerra popular la desarrollemos más, los que no la han iniciado comiencen a desarrollarla y así iremos demoliendo el dominio imperialista, el dominio de la reacción y los iremos barriendo de la faz del mundo. No concebimos la guerra popular mundial como un hecho que se dé simultáneamente en un día y hora exactos, la concebimos como la proyección en perspectiva, ligada a los 50 a 100 años que estableciera el Presidente Mao Tsetung, la concebimos como grandes olas de guerra popular hasta que al fin converjan todas ellas como legiones de hierro de un gran ejército rojo mundial como dijera el propio Lenin. Así es como la concebimos, creemos que ése es el único camino a seguir; el problema, insisto, está en que la guerra mundial es un riesgo y será una inmensa matanza pero de ella solamente vendrá: miseria, iniquidad, dolor, muerte, pero más razones para acabar con ellos y la solución sólo es una, en consecuencia, la guerra popular que concebida en esas oleadas lleve a esa guerra popular mundial y a esa convergencia de las legiones de hierro del proletariado internacional, de los pueblos que, al fin y al cabo, cumpliremos con la misión histórica que nos ha correspondido en gran suerte, vivir estos decenios en los cuales el imperialismo y la reacción serán barridos porque lo que el Presidente Mao previó se cumplirá. Si no lo vemos nosotros lo verán quienes continúen porque las legiones se incrementan más y más. El problema en dónde estaría? la clave cuál sería? Poner al mando el marxismo-leninismo- maoísmo y con el maoísmo principalmente asumir la guerra popular aplicable universalmente, considerando el carácter de cada revolución y las condiciones específicas de cada país.
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