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EL DIARIO: Y pasando a otro tema tan importante en esta entrevista que es el Partido, cuáles considera Ud. que son las lecciones más importantes del proceso del PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre el proceso del Partido y sus lecciones. Nosotros comprendemos la historia del Partido en tres partes correlativas con los tres momentos de la sociedad peruana contemporánea. El primer momento, la primera parte, la Constitución del Partido. En ella hemos tenido la suerte de contar con José Carlos Mariátegui, un marxista-leninista a carta cabal, pero Mariátegui, como tenía que ser, fue combatido en vida, fue negado, se abandonó su línea y nunca se cumplió con el Congreso de Constitución que él dejara como tarea pendiente pues el congreso que le llaman de constitución aprobó -como bien sabemos- la llamada línea de "unidad nacional" totalmente opuesta a las tesis de Mariátegui; así el Partido va a ir despeñándose en el oportunismo, sufre la influencia del browderismo al cual está ligado Del Prado y luego la del revisionismo contemporáneo. Todo este proceso va a llevarnos a un segundo momento, el de la Reconstitución del Partido: ésta es una lucha en síntesis contra el revisionismo, es un período que comienza a desenvolverse desde los comienzos de los 60 en forma ya más clara y más intensa; este proceso va a llevar a las bases del Partido a unirse contra esa dirección revisionista y, como dijera antes, a expulsarla en la IV Conferencia de enero del 64. El proceso de Reconstitución va a desenvolverse en el Partido hasta el año 78-79, en torno a esos años va a terminar este período y se va a entrar a un tercer momento, el momento de la Dirección de la guerra popular que es en el cual estamos viviendo. Qué lecciones podríamos sacar? La primera lección, la importancia de la base de unidad partidaria y su relación con la lucha de dos líneas; sin esta base y sus tres elementos [1) marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, 2) programa y 3) línea política general] no hay sustento para la construcción ideológico-política del Partido; pero sin lucha de dos líneas no hay base de unidad partidaria. Sin una firme y sagaz lucha de dos líneas en el Partido no puede cogerse firmemente la ideología, no puede establecerse el programa ni la línea política general así como tampoco defenderlos, aplicarlos y menos desarrollarlos. La lucha de dos líneas para nosotros es fundamental y tiene que ver con concebir el Partido como una contradicción en concordancia con el carácter universal de la ley de la contradicción. Una segunda lección, la importancia de la guerra popular; un Partido Comunista tiene como tarea central la conquista del Poder para la clase y el pueblo; un Partido una vez constituido y considerando las condiciones concretas tiene que bregar por plasmar esa conquista y solamente puede hacerlo mediante la guerra popular. Tercera lección importante es la forja de una dirección, la dirección es clave; y, una dirección no se improvisa, requiere de largo tiempo, dura brega, ardua lucha para forjar una dirección, particularmente para que sea una dirección de la guerra popular. Una cuarta lección que podríamos sacar es la necesidad de construir la conquista del Poder, porque así como se hace la guerra popular para conquistar el Poder, hay que también construir esa conquista del Poder; qué queremos decir?, que hay que generar organismos superiores a los de la reacción. Creemos que éstas son importantes lecciones. Una final es el internacionalismo proletario, en siempre desenvolverse como parte del proletariado internacional, siempre concebir la revolución como parte de la revolución mundial, desarrollar la guerra popular -como dice la consigna partidaria- sirviendo a la revolución mundial; por qué?, porque un Partido Comunista al fin y al cabo tiene una meta final insustituible: el comunismo, y a él, como ha sido establecido, ingresamos todos o no ingresa nadie. Creemos que éstas son las más saltantes lecciones que podríamos plantear.
EL DIARIO: Presidente, qué significado tiene José Carlos Mariátegui para el Partido Comunista del Perú?
PRESIDENTE GONZALO: Para el PCP Mariátegui es su fundador, construyó el Partido sobre claras bases marxista-leninistas, lo dotó en consecuencia de una posición ideológica clara, para él el marxismo-leninismo era el marxismo de su época, de su momento; dotó al Partido de una línea política general; Mariátegui, el más grande marxista que ha dado América hasta hoy, nos dejó su más grande obra en la conformación del Partido Comunista del Perú. Nosotros comprendemos muy bien lo que implicó para el Partido su pérdida, pero debe quedar claro que él dio su vida misma por plasmar su gran obra; fundar el Partido le llevó la vida, es lo que queremos decir; pero no tuvo tiempo para cuajar y desarrollar el Partido -piénsese que él murió a menos de 2 años de constituirlo- y un Partido requiere tiempo para cuajar, desarrollar y para poder cumplir su tarea histórica. Quisiéramos precisar algo, ya el año 66 planteamos que nunca se debió abandonar el camino de Mariátegui y que el problema era retomar su camino y desarrollarlo, subrayo, desarrollarlo. Por qué?, por cuanto a nivel mundial el marxismo ya había entrado a una nueva etapa, la del hoy maoísmo, y en nuestro propio país se había desarrollado particularmente el capitalismo burocrático, esto al margen de la inagotable lucha del proletariado y del pueblo peruanos que nunca han dejado de luchar; por eso planteamos retomar a Mariátegui y desarrollarlo. Hemos servido a redescubrir a Mariátegui y su vigencia en cuanto a leyes generales porque son las mismas leyes sólo que especificadas en una nueva circunstancia nacional e internacional, como acabo de decir; hemos servido a eso. Pudiéramos decir muchas cosas pero más vale resaltar, creo, algunas. En el año 75 se publicó "Retomar a Mariátegui y reconstituir su Partido"; en ese breve documento demostramos, frente a la negación de muchos que hoy se dicen mariateguistas, que Mariátegui era marxista-leninista "convicto y confeso" como él mismo, con justeza y razón, dijera; hemos planteado los cinco elementos constitutivos de su línea política general. Hemos hecho ver que en Mariátegui se encuentran tesis similares a las del Presidente Mao, basta recordar cuestiones referentes al frente único o al importante problema de la violencia. Mariátegui dice "el Poder se conquista con la violencia y se defiende con la dictadura", "la revolución es el parto sangriento del presente" y a lo largo de muchos años de su gloriosa vida reiteró persistentemente el papel de la violencia revolucionaria y de la dictadura; también decía que por más mayoría que se pudiera tener en un parlamento podría servir para licenciar un gabinete pero nunca a la clase burguesa, sumamente claro; asimismo debemos destacar porque es clave en su pensamiento: Mariátegui era antirrevisionista. Pues bien, hemos lidiado en síntesis por retomar y desarrollar el camino de Mariátegui. Pero permítanme decir algo más: sería bueno preguntar a algunos que hoy se dicen mariateguistas qué pensaban de Mariátegui, lo negaban, clara y concretamente; me refiero a los del hoy PUM, sí, a esos que han provenido de la llamada "nueva izquierda", que pregonaban la caducidad de Mariátegui pues era cosa del pasado, así era de simple su argumentación en esencia. Pero más importante es aún; éstos y otros son realmente mariateguistas?; supongamos Barrantes Lingán qué tiene de mariateguista si es la negación completa de las claras tesis marxista-leninistas que en su momento sostuvo Mariátegui con firmeza y decisión?. Mariátegui nunca fue electorero, planteaba utilizar las elecciones como campaña de propaganda y agitación; fueron revisionistas como Acosta quienes sostuvieron el 45 que esa tesis ya había caducado y que el problema era ganar curules; y eso es lo que hacen hoy los falsos mariateguistas, redomados impenitentes del cretinismo parlamentario. Nosotros, en síntesis, pensamos así: Mariátegui es el fundador del Partido, su papel está definido en la historia, nadie lo podrá negar jamás y su obra es imperecedera; pero era una necesidad continuarla, desarrollarla precisamente prosiguiendo su camino; la prosecución de un fundador marxista-leninista como era Mariátegui en cuyo pensamiento hay tesis -reitero- similares a las del Presidente Mao, es lógicamente ser marxista-leninista-maoístas como somos nosotros, los miembros del Partido Comunista del Perú. Nosotros pensamos que la figura del fundador es un grandioso ejemplo y tenemos a timbre de orgullo haber sido fundados por él.
EL DIARIO: Presidente, qué influencia tuvo José Carlos Mariátegui en el desarrollo clasista de los trabajadores peruanos?
PRESIDENTE GONZALO: Mariátegui cumplió una gran tarea en medio de una intensa lucha y disculpen que abuse de su pregunta para agregar otras cosas. El ya era marxista antes de ir a Europa, primera cosa que quisiéramos nos permitan insistir pues siempre se dice que allí devino marxista; que allí se desarrollara, eso es otra cosa, obviamente la experiencia europea le fue sumamente importante. Mariátegui libró una lucha muy importante en el plano ideológico; una lucha por lo que él llamaba socialismo, término que el usaba, según explicó, porque aquí no estaba manido ni prostituido como en Europa, pero lo que él difundía y sostenía era el marxismo-leninismo. Libró una lucha política de gran trascendencia por la conformación del Partido y esto tiene que ver con un problema que hoy día está siendo llevado y traído y torcido artera y burdamente, el problema del debate entre Mariátegui y Haya de la Torre; la cuestión, en síntesis, es bien clara: Mariátegui planteó la formación de un Partido Comunista, de un Partido del proletariado; Haya de la Torre la formación de un frente similar al Kuomintang pues alegaba que el proletariado en el Perú era minúsculo e inmaduro para poder generar un Partido Comunista, ésas eran argucias nada más; es bueno tenerlo en cuenta, pero además el Apra cuando se funda en el Perú lo hace a semejanza del Kuomintang de Chiang Kai-shek, esto es, del verdugo de la revolución china que dio el golpe contrarrevolucionario del año 27, esto debemos tenerlo muy presente. Por qué resalto este problema?, porque ahora se nos está hablando de un haya-mariateguismo, hasta de un haya-leninismo, absurdo!; Mariátegui sí fue marxista-leninista, Haya nunca ha sido ni marxista ni leninista, nunca!, se ha opuesto siempre a las tesis de Lenin. Esto es necesario destacar porque no se puede consentir estas infamias que al fin y al cabo no son sino un frangollo, un engendro para fomentar una alianza de la IU con el Apra en la actualidad, ése es el fondo, el resto supercherías bastardas. Bien, pero voy a su pregunta. Todo esto lo hizo Mariátegui ligado a la masa, al proletariado, al campesinado; él está teórica y prácticamente ligado a la conformación de la CGTP que es producto de su trabajo, principalmente, pero de la CGTP que él fundó, de ésa de la parte final de los años 20, no de la actual cgtp que es la negación completa de lo que Mariátegui planteara. Desarrolló también trabajo con el campesinado; el problema campesino en él es sustantivo, es el problema de la tierra y en esencia el del indio como muy bien lo dijera. Asimismo desarrolló trabajo con intelectuales, como con mujeres y jóvenes. Mariátegui ha desarrollado pues su labor ligado a las masas dándoles camino, estableciendo sus formas orgánicas y actuando decisivamente para el desarrollo orgánico del proletariado y del pueblo en el Perú.
EL DIARIO: Seguimos con el mismo tema. Por qué el PCP le da tanta importancia a la fracción, aquella fracción que reconstituyó el Partido?
PRESIDENTE GONZALO: Es un tema importante y poco conocido fuera de las filas del Partido. Comencemos por esto, Lenin nos planteó el problema de la fracción concibiéndola como el conjunto de hombres sólidamente cohesionados para actuar aplicando los principios en su forma más pura, y que una fracción debería plantear abiertamente sus posiciones políticas para llevar la lucha y desarrollar el Partido; es este concepto leninista que hemos tomado para formar la fracción. La fracción comienza a formarse en los inicios de los años 60 y está ligada a la lucha entre marxismo y revisionismo a nivel mundial que obviamente repercutió en nuestro país. La fracción comienza a plantearse el problema de cómo desenvolver la revolución en el Perú y va a encontrar estas cuestiones en las obras del Presidente Mao Tsetung que por entonces comenzaban a llegar. Qué cuestiones nos planteamos?, nos planteamos que la revolución en el Perú necesitaba de un Partido bien sustentado ideológica y políticamente, que el campesinado era la fuerza principal en nuestra sociedad en tanto que el proletariado era la clase dirigente y que el camino que teníamos que seguir era del campo a la ciudad; así nos hemos desenvuelto. La fracción ha servido a la lucha contra el revisionismo de Del Prado y hemos sido parte de todos aquellos que nos unimos para barrer de las filas del Partido y expulsar a la camarilla de Del Prado. La fracción va a seguirse desenvolviendo en una circunstancia en que en el Partido se dan varias fracciones, una fracción encabezada por Paredes y otras dos fracciones que actuaban encubiertamente, no aplicando los criterios leninistas de fracción sino actuando como un partido dentro de otro, me refiero a Patria Roja, con su llamado "grupo Ching-kang", y al autodenominado "grupo bolchevique"; y la fracción nuestra cuyo centro era la región de Ayacucho. La fracción se abocó a plantear cómo -ya habiendo definido línea en la V Conferencia del año 65- debería verse el problema de los tres instrumentos de la revolución; esto va a atizar una lucha interna y mal conducida, huérfanos de suficiente cohesión el Partido va a explosionar. Así, primero va a salir Patria Roja; pero salió expulsada del Partido por seguir una línea oportunista de derecha, por negar al Presidente Mao Tsetung, por negar a Mariátegui, por negar la existencia de situación revolucionaria en el Perú. Quedaron tres fracciones. Luego, en la VI Conferencia del año 69, se acordó la base de unidad partidaria y la Reconstitución del Partido, dos problemas que había planteado la fracción, así como el año 67 había planteado cuestiones fundamentales en una reunión de la comisión política ampliada de entonces; Paredes y su grupo no estaban de acuerdo con la Reconstitución del Partido ni con la base de unidad partidaria y montaron un plan para volar el Partido pues no podían controlarlo, ése fue su plan siniestro. Se libró una dura lucha contra ese liquidacionismo de derecha; de esta forma vamos a quedar dos fracciones: la nuestra y la del autodenominado "grupo bolchevique", éste va a desenvolver un liquidacionismo de izquierda, planteaban posiciones tales como que había estabilidad y en consecuencia no había situación revolucionaria, que el fascismo lo destruía todo, que no se podía hacer trabajo de masas, que había que formar militancia en seminarios, etcétera. Esta lucha llevó a que la fracción asuma sola la Reconstitución del Partido. Lenin dice que llegado un momento una fracción que es consecuente tiene que reconstruir el Partido; ésa fue la tarea que asumió la fracción. Aquí cabría preguntarse: por qué la fracción asumió la Reconstitución del Partido, por qué no se fundó otro como era la moda y lo sigue siendo hoy. La primera razón, porque el Partido fue fundado el 28 sobre claras bases marxista-leninistas y tenía entonces una gran experiencia, experiencia que está hecha de lecciones positivas y negativas, de ambas; pero hay algo más, Lenin nos dice que cuando uno está en un Partido que se desvía, se desenrumba o despeña en el oportunismo, tiene la obligación de bregar por reenrumbarlo y no hacerlo es un crimen político. Así, la fracción tiene la importancia de haber cumplido ese papel, de haber servido a la Reconstitución del Partido a partir de su construcción ideológico-política, basándose en el maoísmo, que entonces llamábamos pensamiento maotsetung y en el establecimiento de una línea política general. La fracción tiene el gran mérito de haber reconstituido el Partido y teniéndolo había ya el instrumento, el "heroico combatiente", el Partido Comunista de nuevo tipo, marxista-leninista-maoísta, la vanguardia política organizada, y no la "organización político-militar" como erroneamente suelen decir, el Partido necesario para lanzarse a la conquista del Poder con las armas en la mano a través de la guerra popular.
EL DIARIO: Qué cambios se han producido en el Partido con la guerra popular?
PRESIDENTE GONZALO: Lo primero, lo principal, en base al trabajo anterior la guerra popular nos ha servido para llegar a comprender el maoísmo como una nueva, tercera y superior etapa del marxismo; nos ha servido para desarrollar la militarización del Partido y su construcción concéntrica; la Guerra Popular ha servido para forjar un ejército guerrillero popular pues éste se forjó, se formó recién en el año 1983. El Ejército Guerrillero Popular es importante, es la forma principal de organización correspondiente a que la guerra popular es la forma principal de lucha; el ejército guerrillero popular que hemos fundado, y se desarrolla pujante, está hecho a la luz de las tesis del Presidente Mao Tsetung y de una muy importante de Lenin sobre la milicia popular: nos dice que el ejército puede ser usurpado y manejársele para generar una restauración, por eso él planteó la milicia popular la que debía asumir funciones de ejército, de policía y de administración, una gran tesis que si bien no la llegó a plasmar por circunstancias históricas no quiere decir que no sea importante y válida, y tan válida es que el propio Presidente Mao se preocupó bastante por el problema de desarrollar la milicia popular. Entonces nuestro ejército sale con esos caracteres, está hecho teniendo en cuenta esas experiencias pero tiene su peculiaridad; nosotros tenemos una conformación de tres fuerzas: una fuerza principal, una fuerza local y una fuerza de base, no tenemos una milicia independiente sino que ella está en la base misma del ejército, está hecho con ese criterio; también podríamos decir que no podía hacerse el Ejército Guerrillero Popular de otra manera en nuestras condiciones concretas, pero realmente fueron los principios los que nos guiaron. Este ejército, no obstante esos caracteres, ha podido actuar en toda situación y puede tener los reajustes y reorganizaciones que sean necesarios. Otra cuestión derivada de la guerra popular, su principal logro, es el Nuevo Poder. El problema del Nuevo Poder lo vemos ligado al problema del frente, basándonos en lo que el Presidente Mao dice en su obra Sobre la Nueva Democracia; hemos tenido en cuenta además la larga y podrida experiencia del frentismo en el Perú donde se traficó y sigue traficándose con el frente único, ayer con el llamado "Frente de Liberación Nacional" y hoy principalmente con la autodenominada Izquierda Unida y otros engendros en formación como la cacareada "Convergencia Socialista". O sea, siempre tenemos en cuenta los principios y las condiciones concretas de nuestra realidad; por eso no entendemos por qué se nos dice dogmáticos, en fin, el papel aguanta todo. Esto nos ha llevado a formar el Frente Revolucionario de Defensa del Pueblo; acá hay otra cosa: fuimos nosotros quienes creamos el primer frente de defensa del pueblo en Ayacucho, ejemplo que después, como creación heroica, deformándolo, se apropió Patria Roja para hacer sus "FEDIP" hasta cuyo nombre es erróneo, pues si es un frente de defensa del pueblo cómo no va a defender los intereses del pueblo?. El Frente Revolucionario de Defensa del Pueblo solamente lo construimos en el campo y lo concretamos como Poder, como comité popular y esos comités populares en un área conforman una base de apoyo y el conjunto de las bases es lo que llamamos la República Popular de Nueva Democracia en formación. El problema para las ciudades lo planteamos mediante la conformación del Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo que también sirve a librar la guerra popular en la ciudad, a nuclear fuerzas, a socavar el orden reaccionario y a desenvolverse la aglutinación de las clases en función de la futura insurrección. Otros cambios tienen que ver con la forja de la militancia; obviamente la guerra forja de otra manera, templa, nos permite encarnar más profundamente la ideología, generar una militancia más férrea con el criterio de reto a la muerte o con el de arrancar a la muerte laureles de victoria. También podríamos decir que otro cambio en el Partido, ya en otro plano u otra repercusión, mejor diré, tiene que ver con la revolución mundial; la guerra popular ha permitido al Partido mostrar palmariamente cómo cogiendo el marxismo-leninismo-maoísmo podemos desenvolver una guerra popular sin estar sujetos a ningún bastón de mando, a ninguna superpotencia ni potencia alguna; a cómo es factible apoyándonos en nuestros propios esfuerzos llevar adelante la guerra popular. Todo esto ha dado al Partido un prestigio a nivel internacional como nunca antes ha tenido y no es ninguna orgullosa afirmación, lejos de nosotros la fatuidad, es un simple hecho; y nos permite también servir como nunca antes al desarrollo de la revolución mundial. De esa manera el Partido mediante la guerra popular está cumpliendo su papel de Partido Comunista del Perú.
EL DIARIO: Cómo participan los obreros y campesinos en el Ejército Guerrillero Popular?
PRESIDENTE GONZALO: Participa principalmente el campesinado, pobre en especial, como combatientes y mandos en los diferentes niveles, de esa manera participan. Los obreros de igual forma aunque el porcentaje que ahora tenemos es insuficiente.
EL DIARIO: Presidente, dónde se desarrolla más el nuevo Poder, en el campo o en la ciudad?
PRESIDENTE GONZALO: El Nuevo Poder solamente lo desarrollamos en el campo, en las ciudades se dará en la parte final de la revolución. Es problema del proceso de la guerra popular; creo que si viéramos guerra popular ahí se puede tratar un poco más este punto.
EL DIARIO: Presidente, cambiando un poco, en los documentos del Partido Comunista se plantea que Ud. es el Jefe del Partido y de la revolución. Qué implicancia tiene y cómo se opone a la tesis revisionista del culto de la personalidad?
PRESIDENTE GONZALO: Aquí tenemos que recordar la tesis de Lenin sobre el problema de la relación masas-clases-Partidos-jefes. Consideramos que la revolución, el Partido, la clase generan jefes, generan un grupo de jefes; en toda revolución ha sido así. Si pensamos, por ejemplo, en la Revolución de Octubre, tenemos a Lenin, Stalin, Sverdlov y unos cuantos nombres más, un pequeño grupo; lo mismo en la revolución China, también tenemos un pequeño grupo de jefes: el Presidente Mao Tsetung, y los camaradas Kang Sheng, Chiang Ching, Chan Chung-chao entre otros. Toda revolución es así, entonces esto también se da en la nuestra; no podríamos ser excepción, acá no vale que toda regla tiene excepción, acá se trata del cumplimiento de leyes. Todo proceso, pues, tiene jefes pero tiene un jefe que sobresale sobre los demás o que encabeza a los demás, según las condiciones porque no podríamos ver a todos los jefes con igual dimensión: Marx es Marx, Lenin es Lenin, el Presidente Mao es el Presidente Mao, y cada uno es irrepetible y nadie es igual a ellos. En nuestro Partido, revolución y guerra popular, el proletariado ha generado también un conjunto de jefes por necesidad y casualidad históricas, en el sentido de Engels; es una necesidad que se generen jefes y un jefe, pero quiénes lo sean en concreto lo define la casualidad, o sea el conjunto de condiciones específicas que se concretan en un lugar y momento determinados. Así también en nuestro caso se ha generado una Jefatura; primero fue reconocida en el Partido, en la Conferencia Nacional Ampliada de 1979; pero esta cuestión encierra una cuestión básica insoslayable que merece destacar: no hay Jefatura que no se sustente en un pensamiento, cualquiera sea el grado de desarrollo que el mismo tenga. El que haya devenido quien habla en jefe del Partido y de la revolución, como dicen los acuerdos, tiene que ver con la necesidad y la casualidad histórica y, obviamente, con el pensamiento gonzalo; nadie sabe qué es lo que la revolución y el Partido pueden hacer con cada uno de nosotros, y cuando tal cosa se especifica lo único que cabe es asumir la responsabilidad. Nos hemos movido dentro de la tesis de Lenin que es justa y correcta; el problema del culto a la personalidad es una posición revisionista. Ya Lenin nos advirtió contra el problema de la negación de los jefes, así como destacó la necesidad de que la clase, el Partido, la revolución promuevan a sus propios dirigentes, más dirigentes a jefes y a Jefatura. Hay una diferencia que vale resaltar, dirigente es un cargo orgánico en tanto que jefes y Jefatura los entendemos como reconocimiento de autoridad partidaria y revolucionaria, adquirida y probada en larga brega, de quienes en la teoría y la práctica demuestran que son capaces de encabezarnos y guiarnos hacia el avance y la victoria en la consecución de nuestros ideales de clase. Jruschov levantó el problema del culto a la personalidad para combatir al camarada Stalin, pero ése fue un pretexto como sabemos todos, en el fondo era para combatir la dictadura del proletariado. Hoy mismo Gorbachov vuelve a enarbolar el culto a la personalidad, como también lo hicieron los revisionistas chinos Liu Shao-chi y Teng Siao-ping. Es en consecuencia una tesis revisionista que apunta en esencia contra la dictadura del proletariado y contra las jefaturas y jefes del proceso revolucionario general para descabezarlo. En nuestro caso a dónde apuntaría en concreto, a descabezar la guerra popular; nosotros no tenemos aún dictadura del proletariado sino un Nuevo Poder que se desenvuelve según normas de nueva democracia, o de dictadura conjunta de obreros, campesinos y progresistas. En nuestro caso apunta pues, principalmente, a descabezar; y bien sabe la reacción y sus sirvientes por qué lo hacen, porque no es fácil generar jefes y jefatura. Y una guerra popular, así como se desarrolla en el país, necesita de jefes y de una Jefatura, de alguien que la represente y la encabece y de un grupo capaz de comandarla indoblegablemente. En síntesis, el culto a la personalidad es una siniestra tesis revisionista, que no tiene nada que ver con nuestra concepción sobre jefes que se ciñe al leninismo.
EL DIARIO: Qué significado tiene para Ud. y su Partido la celebración del I Congreso del Partido Comunista del Perú?
PRESIDENTE GONZALO: Volviendo a esto quisiéramos decir algunas cuestiones. Reiteramos es un hito de victoria; es cumplir con una deuda pendiente que incluso el propio fundador estableciera. Hemos celebrado el Primer Congreso del Partido Comunista del Perú. Qué implica esto? Reafirmamos que ninguno de los 4 congresos habidos hasta el 62, época en la cual nos desenvolvíamos dentro del Partido de entonces, ninguno de ellos es un congreso marxista, ninguno de ellos se ha ceñido estrictamente a la concepción del proletariado. Por eso nuestro Congreso es marxista para resaltar lo que acabo de decir; pero desenvolviéndonos en el momento histórico en que estamos, el Congreso es marxista-leninista-maoísta, porque el maoísmo es la tercera, nueva y superior etapa, y es, al fin y al cabo, la principal de las tres. Pero también es pensamiento gonzalo porque el Congreso se sustenta en ese pensamiento que ha sido generado en el proceso de aplicación de la verdad universal, del marxismo-leninismo-maoísmo, a la situación concreta de nuestra realidad. Por todo esto es un "Congreso marxista, Congreso marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo". Este Congreso nos ha permitido hacer un balance de todo el proceso seguido y sacar las lecciones positivas y negativas. Este Congreso nos ha permitido sancionar la base de unidad partidaria conformada con sus tres elementos: 1) la ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, 2) el programa y 3) la línea política general, con su centro la línea militar. El Congreso también ha logrado sentar sólidas bases para la conquista del poder en perspectiva, reitero en perspectiva. El Congreso solamente lo hemos podido cumplir en medio de la guerra popular, y decimos esto porque ya en 1967 nos planteamos realizar el quinto congreso y el 76 nos planteamos hacer el Congreso de la reconstitución. Durante varios años hicimos intentos, sin embargo no los pudimos plasmar, por qué?; expresa lo que se ha visto en muchos partidos, que cuando se preparan para ingresar a la lucha armada, a tomar las armas, se enzarzan en grandes luchas intestinas que llevan a divisiones, a voladuras. Y así se frustra el desarrollar la conquista del Poder con las armas en las manos. Esto nos llevó en el año 78 a posponer el congreso para realizarlo cuando estuviéramos en plena guerra popular; hicimos un razonamiento sencillo y simple, estando en guerra quién se iba a oponer a la guerra popular; un congreso y un partido con las armas en las manos, con una guerra popular pujante, cómo podría haber quienes se opusieran a desarrollar la guerra popular, ya no podrían generarnos ningún daño. El Congreso ha desarrollado otras situaciones, ha hecho ver y comprender más profundamente el proceso de la guerra popular, y particularmente la necesidad de construir la conquista del Poder. También el Congreso ha dado un salto en la lucha y eso es bueno; y es necesario decirlo con claridad, aunque algunos lo quieran mal entender, pero en fin, estamos curados de malas interpretaciones, de elementos extraños y no revolucionarios. En el Congreso se ha definido que la lucha de dos líneas en el Partido se desenvuelve contra el revisionismo como peligro principal. Esto merece una pequeña explicación. En el Partido no hay una línea oportunista de derecha; en estos momentos se dan solamente actitudes, ideas, criterios y hasta posiciones de derecha aislados. Pero precisamente profundizando el problema, el Congreso ha concluido que plantearnos combatir el revisionismo como peligro principal es la mejor forma como el Partido puede prevenirse y conjurar y que en él pueda expresarse una línea oportunista de derecha que sería revisionista. El Presidente Mao demandó preocuparse siempre por el revisionismo, porque ése es el peligro principal que tiene la revolución en el mundo. De esta manera también nos compaginamos con la situación fuera de nuestras filas, pues toda expresión que pueda darse en el Partido de actitudes, ideas, criterios y posiciones de corte derechista tienen que ver con la dinámica ideológica; con la repercusión de la lucha de clases, de las campañas del Estado reaccionario, con la propia acción del revisionismo en el país, con las contrarrevolucionarias actividades del imperialismo, especialmente con la contienda entre las dos superpotencias y la siniestra labor del revisionismo a nivel mundial. De esta manera el Partido, nos vacuna, nos prepara y elevamos la guardia; y así, aplicando una firme y sagaz lucha de dos líneas en el seno del pueblo, porque reitero no hay línea oportunista de derecha, podemos evitar que pudiera presentarse una línea revisionista. Lo dicho puede ser mal interpretado, pero hay que decir las cosas y enseñar al pueblo; a nosotros el Congreso nos arma y manda Cuidarse del revisionismo! y Combatirlo implacablemente! doquiera se presente, comenzando por conjurar y combatir cualquier expresión que se pudiera dar del mismo en el propio Partido. Y así estamos mejor armados para combatir el revisionismo fuera de nuestras filas y a nivel mundial. Este es uno de los puntos más importantes del Congreso. El Congreso nos ha dado una gran unanimidad; sí unanimidad, pues nos ceñimos a lo que demandaba Lenin: un partido para enfrentar situaciones complejas y difíciles, como las que enfrentamos diariamente, más en momentos decisivos en los cuales nos estamos desenvolviendo y nos desenvolveremos, debe tener unanimidad. Hay que desplegar lucha para tener una línea clara, definida, e igual comprensión, para tener unidad férrea y golpear contundentemente. Eso nos ha dado el Congreso también, unanimidad pero lograda, insisto, a través de la lucha de dos líneas. Así es como actuamos; y por qué es así?, reitero una vez más, el Partido es una contradicción y la contradicción tiene dos aspectos en lucha, así es y de eso nadie puede escapar. Nuestro Partido entonces está hoy más unido que nunca, y más unido por las altas tareas que tiene que acometer con resolución y firmeza. En otro plano, el Congreso, obviamente, seleccionó el Comité Central, y si es Primer Congreso tenemos el Primer Comité Central. El Congreso nos ha dado todas estas cosas y, finalmente, como bien sabemos todos, es el nivel supremo de un partido, lo que ahí se ha sancionado ha quedado convalidado al nivel orgánico más elevado. Hoy día todo nos hace más fuertes, más unidos, más decididos, más resueltos; pero hay algo que vale destacar nuevamente: el Congreso es hijo del Partido y de la guerra, sin la guerra popular no se hubiera cumplido esa tarea histórica pendiente casi 60 años desde la fundación en el 28, pero lo importante está en que el Congreso potencia el desarrollo de la guerra popular, le devuelve a la guerra popular con creces lo que ha hecho por su plasmación. La guerra popular ahora es más fuerte y se potenciará mucho más que ayer. Por todo esto el Congreso para nosotros, miembros del Partido Comunista del Perú, es un hito imperecedero de victoria y estamos seguros que quedará estampado en nuestra historia partidaria. Esperamos de él grandes resultados que sirvan al proletariado del Perú y al pueblo peruano, que sirvan al proletariado internacional, a las naciones oprimidas y a los pueblos del mundo.
EL DIARIO: Algunos señalan que la realización del Primer Congreso del PCP, por las mismas condiciones en que se realizó, de intensa guerra popular, significó un duro golpe para las fuerzas reaccionarias, qué nos dice de esto?
PRESIDENTE GONZALO: Nos parece que ésa es una certera opinión que demuestra como hay en este país una clase y un pueblo que entienden lo que estamos haciendo, lo que el Partido está haciendo; para nosotros es un gran reconocimiento que nos lleva a esforzarnos más por ser merecedores de esa confianza, de esa esperanza.
EL DIARIO: El Partido Comunista del Perú se habría depurado antes de la realización del Congreso?
PRESIDENTE GONZALO: No, en nuestro caso la fuerte depuración que hemos tenido ha sido para iniciar la guerra popular, en el IX Pleno del año 79; ahí dimos dura lucha contra una línea oportunista de derecha que se oponía a iniciar la guerra popular, fue ahí que se produjeron expulsiones y una depuración del Partido; pero como está bien establecido la depuración fortalece y nos fortalecimos, la prueba es que ingresamos a la guerra popular y ya estamos llevándola ocho años. En el Congreso no ha habido tal depuración.
EL DIARIO: Muchos se preguntan y no entienden dónde radica la fortaleza y decisión del militante del PCP? Será acaso su sólida formación ideológica?. Cómo se da este proceso en la militancia?
PRESIDENTE GONZALO: La fortaleza de los militantes del Partido realmente se sustenta en la formación ideológica y política; se sustenta en que los militantes abrazan la ideología del proletariado y su especificación, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, el programa y la línea política general y su centro la línea militar. A partir de esto se desarrolla la fortaleza de la militancia. Una cosa que nos preocupó bastante para el inicio de la guerra popular fue la militancia; en la preparación de la guerra popular nos planteamos cómo templar la militancia y nos impusimos altas exigencias: romper con la vieja sociedad, dedicación cabal y completa a la revolución y dar nuestra vida; es muy expresivo recordar la Plenaria del Comité Central del año 80 y la escuela militar, al término de estos eventos toda la militancia hizo un compromiso, todos asumimos ser iniciadores de la guerra popular, fue un compromiso solemne que luego se hizo en todo el Partido. Cómo se da este proceso? Parte primero de cómo se va forjando cada uno de los futuros militantes, antes de serlo, en la lucha de clases; cada uno va participando en la lucha de clases, va avanzando, va trabajando más cercanamente a nosotros, hasta que llega el momento en que uno individualmente toma la gran resolución de pedir su ingreso al Partido, éste analiza sus condiciones, sus méritos, también sus limitaciones porque todos las tenemos, y le otorga la militancia si la merece. En el Partido comienza ya la formación ideológica sistemática; es en él que nos vamos haciendo comunistas, es él que nos va haciendo comunistas. La circunstancia de los últimos años tiene como característica que la militancia se templa en la guerra; y más quienes ingresan lo hacen a un Partido que dirige la guerra, por tanto, si ingresan es para desenvolverse como comunistas primero y principalmente, como combatientes del Ejército Guerrillero Popular y como administrador en el caso que corresponda en los niveles del Nuevo Estado que organizamos. Entonces la guerra popular es otro elemento de mucha importancia que coadyuva a la forja de la militancia. Sintetizando, si bien partimos de lo ideológico-político, la guerra misma va forjando al militante, en esa ardorosa fragua, según el Partido nos va modelando; y así vamos avanzando todos nosotros y sirviendo. Sin embargo, siempre tenemos una contradicción entre la línea roja que prima en nuestra cabeza y la línea contraria, se dan las dos pues no hay comunista ciento por ciento; y en nuestra mente se libra la lucha de dos líneas y esta lucha es clave también para la forja de la militancia, apuntando a que siempre prime en nosotros la línea roja. Eso es lo que buscamos. Así se está forjando la militancia; y los hechos muestran el grado de heroísmo revolucionario al que son capaces de llegar los militantes, así como otros hijos del pueblo.
EL DIARIO: Ud. considera que una de las expresiones más elevadas del heroísmo de la militancia del PCP se haya dado en los penales el 19 de Junio de 1986?
PRESIDENTE GONZALO: Es una alta expresión, sí; pero consideramos que el más alto heroísmo revolucionario derrochado a raudales se expresó al enfrentar el genocidio de los años 83 y 84, cuando enfrentamos a las fuerzas armadas que recién entraban; ése ha sido hasta hoy el mayor genocidio masivo, y en él se han dado grandiosos ejemplos de combatividad popular lo que es vital y principal y, además, se da una expresión masiva de heroísmo, de entrega, de dar la vida y no solamente de los comunistas, sino de campesinos, de obreros, de intelectuales, de hijos del pueblo; ahí se dio la más grande muestra de heroísmo revolucionario masivo y nuestra más grande forja también. Entonces podrían decirnos por qué toman el 19 de junio como "Día de la Heroicidad". El 19 es una fecha que muestra ante nuestro pueblo y el mundo lo que son capaces de hacer comunistas firmes y revolucionarios consecuentes, porque no solamente han muerto comunistas, la mayor parte han sido revolucionarios. De ahí que deriva como símbolo porque hay una fecha específica, en tanto que el genocidio general son dos años, son muchos hechos dispersos; el 19 es un solo hecho de gran repercusión y ejemplo que estremeció el Perú y el mundo. Por eso hemos tomado el 19 de junio como "Día de la Heroicidad".
EL DIARIO: Presidente, cómo el PCP puede sostener materialmente el gigantesco aparato partidario, incluyendo el Ejército Guerrillero Popular?
PRESIDENTE GONZALO: Creo que esto merece algunas precisiones. Sobre el Partido, el Presidente Mao nos enseña, como lo han enseñado siempre Marx, Lenin y los grandes marxistas, que el partido no es partido de masas, que el partido tiene carácter de masas; carácter de masas en tanto que siendo el partido una organización selecta, una selección de los mejores, de los probados, de los que tienen madera como decía Stalin, siendo pocos numéricamente en proporción a la inmensa masa, el partido defiende los intereses del proletariado, asume el interés de clase del proletariado en tanto asume la emancipación del proletariado que solamente llegará con el comunismo. Pero como en la revolución actúan otras clases que conforman el pueblo, el partido también defiende sus intereses en consonancia con que el proletariado solamente puede emanciparse emancipando a los demás oprimidos, de otra forma no puede emanciparse. Por eso el partido tiene carácter de masas pero el partido no es de masas; el partido de masas del cual tanto se está hablando hoy no es sino expresión, una vez más, de podridas posiciones revisionistas; son esos partidos de adherentes, de funcionarios, esas máquinas organizativas. Nuestro Partido es un partido de militantes, de dirigentes, una máquina de guerra tal como demandara el propio Lenin. Bien, creo que en refuerzo de esto podemos pensar cuántos bolcheviques había cuando triunfó la revolución de Octubre: 80 mil en un país de 150 millones de habitantes. El partido es un sistema de organizaciones y obviamente tiene necesidades. La formación de un ejército que es numéricamente mucho más grande, más amplio, también tiene necesidades. Cómo resolver el problema, también el marxismo nos ha enseñado y el Presidente Mao en especial. El PCCh por instrucción del Presidente Mao Tsetung concluyó que el apoyo económico que se daba a los partidos era un corrosivo y que era un criterio revisionista porque un partido debe apoyarse en las propias fuerzas; esto es lo que hemos seguido, apoyarnos en las propias fuerzas. Apoyarnos en las propias fuerzas tiene que ver con las necesidades económicas pero principalmente, a nuestro entender, tiene que ver con cómo orientarse ideológica y políticamente, y partiendo de eso es que podemos ver cómo asumir las necesidades económicas que siempre se presentan; sería erróneo decir que no existen. Pues bien, basándonos en estos criterios hemos resuelto el problema y lo seguiremos resolviendo apoyándonos en las masas; son las masas de nuestro pueblo, es el proletariado, nuestra clase, porque ésa es nuestra clase, a ella nos debemos, a ella le servimos, es nuestro campesinado principalmente pobre, es la intelectualidad, la pequeña burguesía, los avanzados, los revolucionarios, los que quieren la transformación radical, la revolución en un término, quienes sustentan al Partido, principalmente el campesinado y el proletariado, ellos son los que sustentan. Y si más allá vamos, el campesinado pobre principalmente es el que se quita un mendrugo de la boca para darnos, el que nos da un pedazo de su manta, el que nos da un lugarcito en su choza, es ése el que nos sostiene, nos apoya y nos da hasta su propia sangre, como también la da el proletariado, como también la dan los intelectuales; así es como nos estamos desenvolviendo. Nos basamos en eso. Este problema nos lleva a las siguientes cuestiones. Partir de este fundamento nos permite tener independencia, no depender de bastón de mando alguno porque en el comunismo internacional se acostumbró a bastón de mando, Jruschov era un campeón del bastón de mando, como lo es hoy Gorbachov o como lo es Teng, ese siniestro personaje; independencia porque cada Partido Comunista tiene que decidir él mismo porque es responsable de su revolución, lo cual no implica desligarse de la revolución mundial sino precisamente para servirla. Esto nos permite autodecisión, el decidir por nosotros mismos. El presidente Mao decía así: muchos consejos se nos dieron, algunos buenos y algunos malos, los buenos los aceptábamos, los malos los rechazábamos; pero si hubiéramos aceptado un principio erróneo la responsabilidad no hubiera sido de quien nos lo dio sino de nosotros mismos. Por qué?, porque tenemos autodecisión, se compagina con la independencia y eso nos lleva al autosostenimiento, a tener que basarnos en nuestras propias fuerzas. Quiere decir esto que desconocemos el internacionalismo proletario?, no, al contrario, somos practicantes fervientes y consecuentes del internacionalismo proletario; y, estamos convencidos del apoyo que nos brindan el proletariado internacional, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo, los propios partidos u organizaciones que se mantienen fieles al marxismo cualquiera sea su grado de desarrollo, y reconocemos que lo primero que nos dan, su primer apoyo es su propia lucha; la propaganda o las celebraciones que hacen es un apoyo que va ganando opinión pública y así se va expresando el internacionalismo proletario; también está en los consejos que nos dan, en las opiniones que vierten pero, insisto, nosotros somos los que tenemos que decidir si los aceptamos o no, si son justos bienvenidos, obviamente, porque entre partidos tenemos obligación de ayudarnos más en estos tiempos difíciles y complejos. Entonces, reiterando, toda la lucha que libran el proletariado, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo, los partidos y organizaciones firmes y fieles al marxismo, toda esa lucha es la primera gran ayuda concreta del internacionalismo proletario. Sin embargo, la más grandiosa ayuda que tenemos es el inmarcesible marxismo-leninismo-maoísmo, la ideología del proletariado internacional, lo que ha generado la clase obrera en largos decenios y miles de combates en todo el mundo; ésa es la más grandiosa ayuda que recibimos porque es la luz, sin esa luz nuestros ojos no verían nada, pero con esa luz nuestros ojos pueden ver y nuestras manos actuar. Así vemos este problema y así avanzamos.
EL DIARIO: Presidente, podría estar de más hacerle esta pregunta, pero quisiéramos saber su opinión respecto a qué piensa Ud. de los partidos revisionistas que viven de las fundaciones internacionales y de las grandes potencias imperialistas y del socialimperialismo.
PRESIDENTE GONZALO: Que han traicionado la revolución mundial y traicionan la revolución en cada país, a la clase y el pueblo, porque servir a superpotencias o potencias imperialistas, servir al revisionismo especialmente al socialimperialismo, ir tras bastón de mando, ser fichas de ajedrez en el juego por el dominio del mundo es traicionar a la revolución.
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