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Hugo Adan
20-12-02
El asesinato de 69 comuneros de Lucanamarca esta siendo maginificado en la prensa porque se asegura - sin las pruebas de un análisis forense, balístico, ni DNA- que estas víctimas pertenecen a Sendero. De esta forma se pretende contrarrestar la previa verdad publicada en El Comercio, una verdad de la mismísima Comisión de la verdad, indicando que el 85% de los miles de crímenes investigados hasta ahora, pertenecen al glorioso ejercito peruano. Esa fue una verdad chocante para las FFAA lo que ocasiono el intento de silenciar la Comisión de la verdad, recortándole el presupuesto de Estado.
El Comercio puso el dedo en la llaga y cuestiono el rol de tal comisión preguntándose si hoy es o no conveniente publicar tales verdades. Y la pregunta venia al caso luego de los supuestos rebrotes de SL con lo que la prensa amarilla trato cubrir los escandallos de impunidad y de corrupción de las FFAA. Ponerle el dedo al lente de las cámaras alternativas siempre le dio resultado a las FFAA, pero esta vez les salió difícil tapar el sol con un dedo.
La comisión de la verdad decidió responder al llanto de las madres que pedían se aclare la desaparición de sus esposos y sus hijos. Solo pedían se aclare el lugar donde los habían enterrado para darles cristiana sepultura. Y la Comisión de la verdad estuvo entonces dispuesta a decir la verdad. Pero la prensa grande insistió en ocultarla y pregunto, hasta que punto la verdad restaría autoridad a las FFAA como organismo tutelar de la nación. Y hasta que punto el mermar la autoridad de las FFAA afectaría el asunto seguridad nacional. Y aunque las preguntas tocaron el tema de fondo, ellas jamas se respondieron ni se armo debate al respecto. Pero se sembró dudas sobre la misión de esta comisión y se instalo en muchas mentes el supuesto de que ocultar la verdad ayuda a derrotar a SL y ayuda también a la seguridad nacional, lo que es totalmente falso. En otras palabras, se creo la idea errónea de que ocultar los crímenes de Estado, fortalece a la nación y a las FFAA.
Y la verdad no solo esta siendo ocultada sino distorsionada. Y quien sabe si algún miembro del opus dei se dio manía para gestionar ante los hombres de Estado se silencie la CV por considerar su misión otra cojudez, en el lenguaje de Cipriani. Mas allá de ese intento, el caso es que hubo y hay silencio cómplice (falta de real investigación forense, balística y DNA sobre los crímenes de la Guerra interna, además de que falta debate sobre el tema seguridad nacional) lo que inclina la balanza hacia el ocultamiento de la verdad y la distorsión de los hechos.
Pero silenciar la verdad no basto para rescatarle autoridad a las FFAA. Ellos siguen considerando que sus crímenes son un servicio a la nación o simples delitos de función, como lo declaro recientemente el criminal Martín Rivas. No les basto con magnificar el rebrote de SL. El ejercito quiera que eso vaya acompaņando de tremendismo sobre los muertos de SL. Pero las fosas comunes descubiertas por la Comisión de la Verdad no lograron dar con fosas que sindicaran ser víctimas de SL (recuérdese que SL ajusticiaba públicamente a los paramilitares infiltrados en las comunidades y que sus víctimas eran abandonadas en esos lugares) por esto se crearon comisiones paralelas a la comisión de la verdad a fin de que encuentren (o inventen) tales fosas. Es así como apareció la fosa Lucanamarca. Y se asegura por boca de testigos sobrevivientes- que estos 69 muertos de los miles investigados por la Comisión de la Verdad- si son de SL. Y se presenta la versión de estos testigos como única prueba de verdad. No hay dinero para investigación técnica sobre el caso, se dice. Y, al parecer, la CV cedió a la versión de estos testigos.
Sin embargo, el Perú esta lleno de testigos manipulados, forzados y comprados por el ejercito. Esto ha dado lugar a que se cuestione y no solo por la CIDH sino incluso a nivel interno, las sentencias a muchos inocentes mediante leyes terroristas y jueces sin rostro. Son 2,000 casos los que se tendrán que revisar hoy, debido a estos falsos testigos. Con Lucanamarca ocurre cosa similar. No se menciona el nombre de los testigos ni se permitirá sean investigados por una corte civil. Hay que proteger la seguridad de estos testigos -indica el ejercito- porque los criminales de Lucanamarca están vivos, sendero esta activo, indican. Otros afirman que los asesinos de Lucanamarca están en Francia.
Pero Lucanamarca, por los detalles y similitudes con los crímenes en otras fosas, mas parecen ser obra de l as FFAA que de SL. Una espeluznante versión sobre la forma como prepara el ejercito a sus asesinos y paramilitares para enfrentar insurgentes salió publicada en la prensa nacional recientemente. Y todo esto los inculpa. Sin embargo, mientras no se vaya en el análisis, mas allá de lo que dicen testigos sospechosos de ser miembros de grupos paramilitares, no se estará diciendo ninguna verdad, sino que en forma velada se estará mintiendo y encubriendo otra patraņa de las FFAA.
Fuente: indymedio Perú (http://www.peru.indymedia.org) 20-12-02
