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INTRODUCCION
Agradezco en nombre del Centro de Atención Psicosocial de la CNDDHH,
la invitación al Panel sobre Presos Inocentes, en el marco de la Audiencia
Temática organizada por la CVR, en esta ocasión especial en
que la alta comisionada para los ddhh Sra. Mary Robinson, esta en esta mesa,
es muy difícil expresar, lo que representa para muchos de nosotros
que soñamos con un país justo y pacífico, este momento
histórico que estamos viviendo, donde vislumbramos que nuestro sueños
cada vez resultan más cercanos. Mi presentación no es a título
personal, represento al equipo de psicoterapeutas quienes hace 9 años
venimos atendiendo a miles de personas que han sufrido a causa de graves
violaciones a los derechos humanos,
A PROPOSITO DE LA JUSTICIA INFINITA....
El tema de mi presentación plantea la problemática de mujeres
detenidas acusadas de terrorismo, en esta ocasión traigo la palabra
de dos de mis colegas las doctoras Jeny Fernández y Pilar Raffo con
quienes hemos compartido espacios de reflexión acerca de la atención
psicoterapéutica a las internas de pabellón A del Penal de
Mujeres de Máxima Seguridad Santa Mónica.
La posibilidad de Iniciar un trabajo en el penal fue gracias a una serie
de factores entre ellos el político, que facilitaron nuestra entrada,
tomó varios meses conseguir los permisos, habiéndose ya creado
una expectativa ante nuestra llegada a este recinto, inicialmente la propuesta
fue trabajar con las presas inocentes acusadas de terrorismo lo cual las
hace personas totalmente desacreditadas frente a la comunidad.
Estas presas inocentes estaban esperando el Indulto. Se encontraban deprimidas
y sin esperanza porque la justicia no las escuchaba y se sentían impotentes
de no alcanzar la libertad . A esto se sumaba el trato deshumanizante que
se les había dado, incluyendo la tortura.
Ir a ese encuentro nos planteó una difícil propuesta de trabajo
terapéutico, puesto que en estos ocho años nuestro quehacer
había estado dirigido principalmente a:
· inocentes acusadas de terrorismo.
· aquellos que habían perdido sus familiares en enfrentamientos;
· familiares de desaparecidos,
· los que habían abandonado forzosamente su tierras, (desplazados)
· los que habían padecido tortura, maltrato o secuestro,
· aquellos que habían vivido el encarcelamiento por varios
años siendo inocentes .
Hoy nos enfrentamos a nuevos retos a raíz de los años de violencia
política y violación a los Derechos Humanos, los temas que
están surgiendo son: el aumento de la violencia social, el incremento
del alcoholismo, la drogadicción y la violencia familiar. En muchos
de estos casos hemos podido constatar que son el producto de estas experiencias
traumáticas no resueltas.
Al poco tiempo de iniciar nuestro trabajo en el penal, se nos solicitó
la ayuda para personas que habían tenido alguna participación
en movimientos terroristas y esto trajo algunas dificultades al interior
del equipo.
La pregunta que surgía era si nos verían defensoras de terroristas.
Y esta cuestión quedó de alguna manera resuelta ante la siguiente
reflexión:
"Si todos somos parte de una sociedad, y queremos sensibilizar a la población
de que la existencia del fenómeno terrorista de Sendero Luminoso o
el del MRTA, surge en nuestra propia sociedad, debemos de adentrarnos en
el problema para comprender que no es un hecho aislado, sino que todos somos
de alguna manera responsables de lo que sucede en nuestro país. Esto
nos llevaría a entender el fenómeno en su totalidad ya que
si nos quedamos con la escucha del inocente, nos perdemos la otra parte de
la historia que también nos pertenece ".
Decidimos entonces aceptar el reto. Lo que observábamos era que algunas
de las personas atendidas no se habían preocupado hasta ese momento
por sus expedientes, habían asumido su situación de presas
sin luchar hasta ese momento por su libertad, pero luego de algunas sesiones
intentaron reabrir el juicio. Parecía que empezaban a salir del estado
de paralización en que se encontraban. Y participar del trámite
del expediente de una manera más activa y personal, diferenciándose
del contexto y recuperando su propia identidad: sus deseos, sus necesidades.
Estas pacientes, que están en el pabellón "A", parecen extranjeras
en su propia celda, porque no fueron totalmente capturadas por el discurso
ideológico y tampoco están de acuerdo con la realidad en que
han vivido, sienten que no pertenecen ni al discurso autoritario del líder
político ni al discurso oficial, pero encontrar su propia individualidad
produce un sentimiento de soledad y de separación.
En algunas pacientes hemos observado que han necesitado pertenecer a un grupo
que ofrecía victoria, cuidados y por sobre todo recuperar a la persona
de la opresión de la pobreza.
Muchas mujeres se unieron para sentirse que pertenecían a un grupo,
y sentían la necesidad de adherirse, aunque tenían que obedecer
órdenes.
Sendero Luminoso dentro de sus estrategias de reclutamiento atrapaba a mujeres
muy jóvenes, inteligentes, con muchas carencias, pero no tenían
donde canalizar la rabia de la frustración y la violencia que ello
genera. La promesa de una sociedad mejor es la ilusión que las seduce.
Esta adhesión incondicional que se juega en la parte afectiva, ante
la "injuria narcisista" de su historia personal, activa un elemento narcisista
a través del cual quedan deslumbradas.
La participación periférica de estas mujeres con S.L. y o el
Mrta, en algunos casos ha sido de muy poca data, y fueron acusadas por Senderistas
o militantes que se acogieron a la ley de Arrepentimiento.
Ley que daba beneficios si colaboraban con la justicia dando nombres de
otros participantes .
Es así como fueron señaladas y capturadas haciéndoles
un juicio con una condena de 20 a 30 años . Han pasado ya 10 años
y estas mujeres que fueron encarceladas a los 19 o 20 años hoy tienen
alrededor de 30. A algunas les falta 20 años más, no son simpatizantes
de Sendero ni están en la actualidad vinculadas a ninguna ideología
terrorista.
En estos diez años de poder pensar, se dan cuenta que fueron simpatizantes
de un movimiento que mataba, provocaba muertes, caos.
Pero esto lo aprendieron mucho después, pues cuando fueron "captadas"
se les ofrece la justicia social. Salir de la pobreza. Luchar a favor de
la mujer. En suma un discurso reivindicatorio.
Observamos que son personas empáticas, inteligentes, preocupadas por
la familia y por los otros, más que por ellas mismas., A tal punto
que pueden sentir dolor y compasión por las víctimas de atentados
terroristas, como lo ocurrido en septiembre último y paradójicamente
estar ellas allí por haber participado en grupos, donde el terror
era lo familiar.
Nuestra gran preocupación en torno a este tipo de casos que estamos
viendo, tiene que ver con el título de nuestro trabajo: ¿es
justo aplicar una sentencia de 30 años a errores que se cometieron
en la adolescencia y con una participación periférica?. ¿No
teniendo ni ideología ni militancia , ni estando vinculada a estos
grupos en la actualidad.?
¿Cuál sería el rol de la sentencia?,¿ y en
relación a qué se aplica un castigo?
La justicia penal no debe vengarse sino castigar para corregir y transformar.
Debe ajustarse a la transformación útil del recluso en el curso
de su pena. Bonneville nos dice que "así como el médico prudente
interrumpe su medicación o la continua según que el enfermo
haya o no llegado a una perfecta curación, así también
la expiación debería cesar en presencia de la enmienda completa
del condenado. Ya que en este caso toda detención se ha vuelto inútil.
Y por consiguiente tan inhumana para con el enmendado. Como vanamente onerosa
para el Estado"
Una de las funciones mayores del castigo ha sido desde hace siglos la de
prevenir. El daño que hace un delito, es el desorden que introduce
en la sociedad. El peligro a que se repita si no se castiga. Dice Foucault:
"La proporción entre la pena y la calidad del delito está determinada
por la influencia que tiene sobre el orden social el pacto que se viola".
Creemos que esta fue una de las razones por las que a la paciente que presentaremos
más adelante, se le propinaron palizas antes de salir a las cámaras
de televisión. Exigiéndole que gritara proclamas de, "Viva
el presidente Gonzalo". Además, que una mayor exhibición de
detenidos significaba un mayor éxito del gobierno fujimorista, aunque
sea con engaños y manipulaciones. También era una manera de
prevenir, que delitos de esta naturaleza fuesen repetidos . Parecen decir
"mira lo que te pasará si te metes en eso".
De la Jara en su libro "Memoria y Batallas en nombre de los inocentes dice:
"la captura de senderistas llegó a ser un valium colectivo ya que
podíamos ver a los senderistas malvados caer en manos de la justicia.
Esto nos aliviaba porque Sendero había conseguido aterrorizarnos y
casi la mayoría del país estaba dispuesto a aceptar cualquier
cosa a fin de detenerlos. Entonces no nos importó que no se mantuvieran
valores y principios jurídicos elementales, o pensar que se pudieran
estar cometiendo errores.
O que muchos de los presentados a rayas habían sido víctimas
de las circunstancias. Todos estábamos dispuestos a pasar el umbral
de lo permitido con tal de tener tranquilidad. Se decía que era "
el costo de la guerra".
Jorge Santistevan nos ha hablado de aplicar no una justicia de castigo, sino
una justicia de transición donde se asuman la verdad y las culpas
pasadas, mirar el presente para poder construir algo nuevo.
Nancy es una chica de 29 años que al terminar la secundaria su familia
estaba en malas condiciones económicas. Entonces ella se dedicó
a vender comida en la puerta de una universidad, es allí donde se
le acerca una persona que le comienza a hablar de la justicia social y del
abuso que existía en nuestra sociedad hacia las mujeres, y la invita
a participar en un movimiento "feminista" . Nancy acompaña a esta
mujer a los discursos que ella hacia en los barrios marginales, al cabo de
un tiempo y recién cuando por primera vez escucha a un señor
hablar sobre la lucha armada, es cuando se asusta y se retira del movimiento.
Tiempo después, esta misma mujer que le habló para convencerla
de pertenecer al movimiento feminista, da su nombre para obtener los beneficios
de la ley de Arrepentimiento, y poder salir en libertad.
Nancy es detenida luego del fujishock. La esposaron en su casa bajo la mirada
atónita de sus hermanos que lloraban diciendo: ¿quien nos va
a cuidar y a cocinar?. Puesto que Nancy se había encargado de ellos
desde los 6 años mientras su mamá se iba a trabajar todo el
día. Les dijeron que la volverían a traer, pero una vez en
la camioneta le taparon los ojos. La llevaron a la DINCOTE, donde le tomaron
sus datos y le hacen firmar un documento. Ella solo puede ver por la parte
baja de la venda. Le dijeron que no se preocupara que ella saldría.
Mientras se encontraba detenida, escuchaba la tortura y los gritos de otras
personas. Al segundo día de estar allí la sacan de su celda
en la madrugada, por lo que le contaron, ya sabía a qué la
llevaban, no contaremos detalles de la tortura por no ser el objetivo de
nuestro trabajo ni herir la sensibilidad del público, lo que sí
podemos contarles es que cuando despertó de su inconsciencia a la
orilla del mar, estaba amarrada de sus cuatro miembros a estacas. Nancy estuvo
21 días en la Dincote y lo que más recuerda son los gritos
del hombre que torturaban a su costado.
Ahora cuando mira su expediente duda de su propia cordura. Se pregunta: ¿Habré
hecho esto o yo estoy loca y no me acuerdo?" "¿cómo voy hacer
yo esas declaraciones si con las justas podía articular palabra? Ellos
han juntado un poco de declaraciones de otras personas, han inventado otras
y han hecho un legajo que parezca coherente. Yo no he matado a nadie ni le
he hecho daño a nadie, no he estado en ningún atentado ni soy
mando senderista de nadie" "¿Porqué me han escogido a mi como
mando militar, porqué no escogieron a uno de los hombres? Es que dicen
que las mujeres pegan el tiro de gracia.". se responde.
Hoy Nancy se encuentra en una depresión muy profunda por el error
que cometió en su adolescencia, el cual pagó muy caro. Siente
pesar por las oportunidades perdidas ó por las potencialidades desperdiciadas,
el haber dejado de seguir un proyecto de vida que podría haber sentado
la base para su autoestima y dignidad.
Así como la historia de Nancy, hay muchas historias parecidas, de
chicas que ante una situación familiar muy difícil y con tanta
pobreza y desamparo, buscan el cobijo de un movimiento que les "ofrece bienestar
y pertenencia". Ayudadas por el proceso adolescente estas chicas buscan cambiar
el mundo tan injusto que les ha tocado vivir.
Cuando Nancy es capturada por la policía, tenía 19 años,
ahora tiene 29, en estos diez años Nancy ha aprendido a coser, a cocinar,
a estudiar, ha tenido tiempo para leer y para pensar, para educarse, le han
dado 30 años de cárcel.
Ernesto de la Jara nos dice "En materia de detención y juzgamiento
de terrorismo y traición a la patria el Perú arrastra una ilegitimidad
en todos los casos, ilegitimidad generada a partir de la aplicación
de la legislación antiterrorista aprobada después del golpe
del 5 de abril de 1992, porque en todos los casos se han violentado garantías
y principios fundamentales y elementales".
Lo que observamos es que en situaciones de extrema precariedad en las que
no hay reconocimiento del sujeto y donde los lazos sociales se quiebran,
el discurso del poder puede capturar y fascinar al mismo tiempo aunque este
sea aterrador. Si hay un desamparo social donde la pobreza y la ignorancia
o el abandono familiar dejan una huella difícil de llevar y son tratados
como deshechos humanos, pocas son las posibilidades que tienen de buscar
modelos identificatorios que los lleve a la búsqueda de la vida y
no a lo tanático, a lo mortífero. ¿¡Qué
clase de justicia pueden haber internalizado estas mujeres si sabemos que
han sido marginadas de derechos fundamentales como la educación y
la dignidad? Sabemos que el sentimiento de justicia se desarrolla en las
personas a partir del reconocimiento de que somos nosotros y aquellos a quienes
estimamos los beneficiarios de una institución justa. Desarrollamos
un deseo de aplicar y de actuar según los principios de la justicia
sólo una vez que comprobamos, que los ordenamientos sociales que responden
a ellos, han favorecido nuestro bien y el de aquellos con quienes estamos
afiliados.
Concluimos este trabajo haciendo nuestra la postura de Ernesto de la Jara
cuando dice que: "Es un error creer que el caso de los "sobrepenalizados-desvinculados"
no es relevante porque no se trata de inocentes. Si se llega a la conclusión
de que con los años que están en la cárcel ya han pagado
con creces el delito cometido, estaríamos también llegando
a la conclusión de que esa persona no debería estar en la cárcel.
Y si no debería estarlo, pero sigue estándolo, de alguna manera
pasa a ser otro tipo de "inocente"; inocente en el sentido de que ya pagaron
por el delito cometido, por lo que la libertad se convierte en un derecho."
Hasta el cambio de gobierno estas personas estaban muy esperanzadas en volver
a reunirse con sus familias gracias a la comisión ad-hoc, sin embargo
a partir de esa fecha, de 12 abogados que habían en esta comisión
ahora sólo hay dos, lo que ha llevado a una lentificación y
paralización de todos los procesos que se estuvieron viendo. No debemos
permitir, en palabras de Eduardo Stein, que estas personas pasen de un estado
de esperanza de lo posible, a una fatalidad de lo inalcanzable.
GRACIAS.
Lima, 4 de julio 2002
Fuente: Comisión de la Verdad y reconciliacion. http://www.cverdad.org.pe