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La Séptima Ronda de negociaciones del Tratado de Libre Comercio con los EE.UU. se realizará del 7 al 11 de febrero. El Perú llega a ésta última ronda técnica, antes de la final en Washington, con un gran déficit: no saber cuáles son las implicancias de lo que se está negociando. El resultado final puede ser un TLC perjudicial para el país.
No somos iguales
El TLC con los EE.UU. tendrá enormes implicancias para nuestro futuro. Se debería fijar reglas justas de relación con un país que tiene una enorme ventaja económica y tecnológica, cuyo PBI es alrededor de 180 veces mayor que el del Perú. Pero EE.UU. se rehúsa a establecer trato especial y diferenciado a los países andinos, y no acepta establecer mecanismos compensatorios y de ayuda al desarrollo que son indispensables ante tal desigualdad y asimetría. Los términos de un TLC deben orientarse a impulsar el desarrollo del Perú en su conjunto.
El TLC es un modelo de desarrollo en sí mismo.
No sólo está en discusión el comercio de bienes, sino también los servicios, la propiedad intelectual, las políticas de competencia, las compras del Estado. También las normas laborales y medio ambientales, la biodiversidad, el acceso a mercados y el sometimiento de los diferendos a arbitrajes internacionales. Una mala negociación puede hipotecar el desarrollo del país, convirtiendo al TLC en una camisa de fuerza.
Un TLC mal negociado podría arruinar gran parte de nuestra agricultura, PYMES y servicios esenciales
El gobierno norteamericano subsidia su propia agricultura con montos mayores a los 500 millones de dólares diarios. Así abarata artificialmente el precio internacional de los productos que exporta y que el Perú importa. Pero no quiere aceptar que el Perú defienda su agricultura con medidas correctivas de esta competencia desleal. De la negociación también depende que nuestros productos, agropecuarios y otros, tengan acceso real al mercado norteamericano, y no ser bloqueado por barreras, bajo diversos pretextos como los sanitarios u otros.
Un TLC mal negociado también puede afectar negativamente a las PYMES, a la industria nacional, encarecer las medicinas y los agroquímicos, arriesgar nuestro patrimonio biogenético y cultural, así como afectar la capacidad del Estado de promover sectores económica y socialmente fundamentales.
El TLC y la ATPDEA
Para mantener los beneficios de la ATPDEA -es el argumento de los que quieren apurar las negociaciones- nuestro país podría verse obligado a hacer una serie de peligrosas concesiones. Defendamos esos beneficios, pero no a costa de sacrificar a otros sectores productivos esenciales como el agro nacional, las PYMES, la defensa de la biodiversidad y del patrimonio cultural de la nación o restringiendo el acceso a la salud de las personas.
Necesidad de parámetros de negociación
Los negociadores por el Estado peruano, encabezados por el ministro de Comercio, Alfredo Ferrero, actúan sin claros parámetros. Es imprescindible que el Congreso dé una ley que enmarque los límites dentro de los cuales puede negociarse. La decisión del ministro de culminar las negociaciones cuanto antes -en el mes de marzo- sin ningún motivo especial, atenta contra la necesidad de un proceso informado, consultado y razonado, que ponga ante todo el beneficio del país en su conjunto en el corto, mediano y largo plazos.
El Equipo Negociador y los miembros del Congreso, responsables de la aprobación del TLC, tienen la obligación de garantizar que éste no viole los derechos fundamentales de los peruanos y peruanas, y no afecte el derecho a un desarrollo humano sostenible.
Ampliar nuestras relaciones económicas
El gobierno debe dar más énfasis a reforzar nuestro comercio y relaciones económicas con la Comunidad Andina, Latinoamérica, Europa y el Asia, con quienes se hace el 75% de nuestro comercio. No lo está haciendo. Tampoco avanza en promover efectivamente la competitividad mediante infraestructura adecuada, promoción tecnológica, facilidades financieras y apoyo a cadenas productivas.
Urge reorientar la negociación
El gobierno debe reorientar la negociación, pasando a hacerlo de manera soberana y democrática, con plena información a la Nación, dejando de lado la propaganda incompleta y unilateral a favor del TLC:
1. El ministro Ferrero debe presentarse ante el Congreso, informar al país completa y verazmente y debatir abiertamente el tema, antes de la supuesta última ronda de negociaciones en Washington el mes de marzo.
2. Deben mejorarse los mecanismos de consulta a las organizaciones productivas y de la sociedad civil, de manera que las opiniones, sugerencias y demandas de las organizaciones del sector productivo y de la sociedad civil sean efectivamente tomadas en consideración, de manera que este sea un verdadero proceso de consulta nacional.
Todo esto exige que se amplíe el plazo de negociaciones y el número de rondas hasta que los términos de la negociación sean positivos para nuestro país en su conjunto.
Lima. 06 de febrero de 2005
Convención Nacional del Agro Peruano (CONVEAGRO), Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Confederación Campesina del Perú (CCP), Confederación Nacional Agraria (CNA), Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Conferencia Nacional de Desarrollo Social (CONADES), Consejo de Organizaciones de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONPYMEP), Campaña Peruana frente al Alca y el TLC, Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), Sección Peruana de Amnistía Internacional, Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), Acción Internacional para la Salud (AIS), Consumidores para el Desarrollo, Instituto de Defensa (Febrero 6, 2005 ER), Asociación Paz y Esperanza, Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP). Centro de Atención Psicosocial (CAPS), Centro de Estudios y Acción para la Paz (CEAPAZ)
… siguen muchas firmas.
Fuente: Indymedia Perú (http://peru.indymedia.org/news/2005/02/13995)