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Día 27 de agosto de 2002
Primera Sesión
(de 09:00 a 13:00 horas)
Caso No. 6:
Nombre de la víctima: Trabajadores de Visión Mundial Internacional
Violación alegada: Desaparición forzada y asesinato Año: 1991
Presunto Perpetrador: Integrantes del PCP-SL
Nombre de Testimoniante: Elizabeth G. de Gutiérrez
Institución que respalda: Sede Regional de la CVR
Resumen del testimonio: El mes de julio de 1991, los señores Luis Gutiérrez Flores, Marcial Sarmiento Calle, Ciro Casaverde Dávila y Cayo Vargas Zúñiga, todos trabajadores de la entidad Cristiana Visión Mundial Internacional desaparecieron en Andahuaylas, cuando se trasladaban hacia Lima. Esta institución realizaba trabajo en 25 Comunidades Campesinas de Apurímac y Ayacucho, en donde ejecutaba proyectos de ayuda social y sanitaria.
Testimonio de la señora Elizabeth García Gutiérrez
Sofia Macher: Llamamos a la señora Elizabeth García Gutiérrez, nos va a contar un caso sobre los trabajadores de Visión Mundial ocurrido en el año mil novecientos noventiuno.
Nos ponemos de pie. Señora Elizabeth García Gutiérrez, formula usted promesa solemne de que su declaración la hace con honestidad y buena fe y por tanto expresará sólo la verdad en relación a los hechos que nos va a relatar.
Sí.
Gracias.
Humberto Lay: Señora Elizabeth bienvenida a esta audiencia, agradecemos su presencia y el testimonio que va a rendir. Evidentemente en toda guerra y toda violencia como la que hemos vivido en estos últimos veinte años. Se aducen ideales, ideologías, doctrinas y a veces se pueden mirar estos hechos, simplemente desde el punto de vista teórico y quizás podamos hablar de cifras. Pero siempre se olvida el aspecto humano, las personas, los hombres y mujeres, niños y adultos que se involucran y sufren con todo esto. En estas audiencias se pone de relieve el aspecto humano. Y es por eso le agradecemos el testimonio porque vamos a conocer algo más de ese aspecto humano, de estos seres hechos a imagen y semejanza de Dios, que fueron los grandes olvidados, por eso supuestos ideales, ¿verdad?, así que por favor brinde su testimonio y estaremos escuchando con atención.
Elizabeth García: Primeramente les agradezco por darme esta oportunidad de hablar acá en público y de hablar sobre, sobre mi esposo y o sea, en sí de los cuatro que fueron desaparecidos.
Yo me llamo Elizabeth García. Yo me llamo Elizabeth García, vengo de Andahuaylas, que pertenece al departamento de Apurímac. Mi esposo se llamaba Luis Gutiérrez Flores. Mi esposo era una persona tranquila, no tenía ningún problema, nos conocimos en el departamento de Ayacucho, en la oficina de Visión Mundial, él trabajaba en la oficina Visión Mundial, yo entré a trabajar como secretaria. Y en la oficina lo conocí. Y nos casamos y después que nos casamos, en la Institución o sea, ellos tenían tomaron la determinación que no podían trabajar dos. O sea, esposos y yo tomé la determinación de renunciar.
En la oficina, en Ayacucho él trabajaba como promotor de desarrollo. Al siguiente año, lo trasladaron a Andahuaylas, al departamento de Apurímac y lo ascendieron ahí como coordinador de la oficina. Y como coordinador siempre ellos viajaban hacia Lima, tenían trabajos que hacer. Siempre mensualmente, cada quince días viajaban. Y esa fecha que ellos iban a viajar, no hubo vuelo por el mal tiempo. Y tomaron la determinación de viajar con la camioneta. O sea, con permiso de la oficina de Lima ¿no?, porque ellos dependían de la oficina de la oficina de Lima.
Viajaron cuatro, sus nombres son: Luis Gutiérrez, que fue mi esposo. Ciro Casaverde Dávila, Marcial Sarmiento y Cayo Vargas. Tomaron la determinación de viajar con la camioneta en un día diecisiete de julio del año mil novecientos noventiuno, a las nueve de la mañana. Por la ruta Pampa Chiri hasta Puquio. O sea, de Puquio se iba a regresar la camioneta y ellos iban a tomar ómnibus hacia Lima. Pero más o menos averiguando, pasaron el control de Pampa Chiri y hasta más o menos por Negro Mayo, desaparecieron con carro y todo.
De la, discúlpenme un poco, porque yo leo más, yo leo este porque es tan difícil de recordar. O sea, yo lo hecho así en un este y más o menos, porque a veces uno se pone un poquito. Es más por la tristeza que uno tiene.
Y de allí, la institución. O sea, me llamaron y me dijeron ¿no?, si sabía algo y yo le. O sea, yo le dije, no, de repente el carro se ha malogrado porque no llegaban ellos a la oficina de Lima. De repente se ha malogrado el carro, todo eso y que se esperara. La Institución estaban muy preocupados por lo que. Porque no llegaban y nosotros también, de ahí nos desesperamos. Fuimos a , pusimos las denuncias pertinentes a la comisaría. Al cuartel, la comisaría, la sub prefectura y nada, no. O sea, no se supo nada. Al mes, más o menos de los sucedido. Del cuartel del ejército de Andahuaylas, avisaron a la Institución de que se había, que habían encontrado la camioneta en un enfrentamiento. Pero, lo trajeron la camioneta a Andahuaylas, pero no, no era la camioneta. Pero los documentos que ellos llevaban de la, hacia Lima, estaba en esa, en esa camioneta.
Y nosotros, los familiares. O sea, de las cuatro víctimas, fuimos en busca, a buscar por esa zona. Por o sea, hasta Negro Mayo, más o menos pero no encontramos ningunos indicios. Buscamos por los puentes. De repente podíamos encontrar sus cuerpos, algo. Pero no, no encontramos ningún indicio de nada. A mí me dejó con un niño de ocho meses de nacido, no tenía como trabajar. Porque a veces para trabajar siempre uno tiene que ser. O sea, dejarlo con alguien ¿no? Yo estaba sola. NI siquiera, en esos tiempos no existían todavía casi los wawasis, siquiera pa dejarlo ¿no? Pero y, y así mi hijo se me paraba enfermando. Yo, yo me dedicaba, llevaba comida a las instituciones. Así, ha sido tan difícil para mí, en todo.
Ahora mi hijo ya tiene once años. Es un niño tímido, con temor de quedarse sólo. Cuando yo me demoro se pone a llorar. Y de la Institución, de la Institución no. o sea, al comienzo estaban muy preocupados, nos decían no se preocupen. Nosotros les vamos a apoyar, les vamos a apoyar porque ellos de repente los tienen detenidos, vayan a aparecer. Pero, nos pagaron hasta un año. O sea, de lo sucedido nos pagaron un año y después nos dijeron tienen que hacer ustedes, para seguir pagándoles la declaratoria de herederos y la muerte presunta.
Y nosotros lo hicimos eso y de allí nos pagaron su tiempo de servicio y nos dijeron hasta acá, nomás termina toda la relación laboral. Pero sí ustedes después. O sea, tiene que pasar un buen tiempo porque de repente vayan aparecer, tienen que esperar de diez a quince años, para que se les pueda pagar su seguro de vida y que fallecieron en misión de trabajo. Porque ellos han viajado en misión de trabajo.
Y nosotros, teníamos la esperanza ¿no?, de que nos pagaran y también de que encontrar su cuerpos, porque no se sabe en sí ¿qué cosa es lo que ha pasado?, ¿no? Y, esperamos antes de los diez años. Fuimos nuevamente a la Institución, a pedirle que, lo que nos prometieron, que nos pagaran y ellos dijeron que no tenían nada que ver con nosotros, que había terminado el vínculo laboral, al sacar esa fecha la declaratoria de herederos y la muerte presunta.
Y nosotros el iniciamos un juicio. Y nos dijeron. Y ha salido en la sentencia, que ya había prescrito y que no teníamos, ya no nos correspondía nada. O sea, nosotros más nos hemos quedado admirados porque Visión Mundial es una Institución evangélica, que ayudaba a las comunidades en salud, educación y queremos que, mediante de repente ustedes, nos pueda ver este caso, que nos puedan ayudar ¿no?
Porque hemos quedado cuatro viudas, con hijos desamparados. Sin trabajo. Y lo que pedimos es justicia. Porque, porque como le decía ellos han desaparecido en misión de trabajo y que haya una, por el gobierno ¿no?, que haya una investigación exhaustiva, que puedan encontrar sus cuerpos, ¿que es lo que verdaderamente ha pasado?, ¿qué ha pasado con ellos?, ¿quiénes los han matado?, porque ellos no tenían ningún problema de nada. Que ellos por ejemplo, en Andahuaylas, cuando trabajaban, viajaban las comunidades y no tenían ninguna amenaza, nada tenían.
Y también a la Institución ¿no?, que de repente pueda estar escuchándonos, que se sensibilicen con nosotros y hagan algo ¿no? Porque yo creo que así nomás no puede quedar todo esto. Como le digo y le agradezco también por darme esa oportunidad. Gracias.
Humberto Lay: Bien señora Elizabeth muchas gracias por su testimonio, estamos tomando nota de su petición, y a ver en qué podemos ayudarla ¿no? Evidentemente, hubo una más y las cuatro viudas, víctimas otra vez de esa violencia, de esa guerra, tan absurda, ¿no es cierto? Y nos ayuda una más a entender ¿cuánto dolor?, a conocer, la nación entera, ¿cuánto dolor hay en nuestra población?, en tantos peruanos. Muchas gracias una vez más.
Elizabeth García: Y acá le tengo la foto de mi esposo, no se sí puede este para que lo puedan ver. Si este lo puedo dejar.
Fuente: Comisión de la Verdad y reconciliacion. http://www.cverdad.org.pe