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Comisión de la Verdad y Reconciliación:

AUDIENCIA PUBLICA EN LA CIUDAD DE ABANCAY



Día 27 de agosto de 2002

Tercera Sesión
(9:00 am a 1:00 pm)


Caso No.16
Nombres de las víctimas: Juan Clímaco Avendaño y Armando Puga
Violación alegada: Tortura y detención arbitraria Año: 1988
Presunto Perpetrador: Efectivos del ejército e integrantes del PCP-Sendero Luminoso
Nombre de la Testimoniante: Juan Clímaco Avendaño
Institución que respalda: TUNUPA

Resumen del Testimonio:
El señor Juan Clímaco realizaba labores de Panadería en el Distrito de Colcabamba y era dirigente político del Partido Aprista, hasta que los integrantes del PCP-SL incursionan en su pueblo y amenazan con matarlo, e incluso realizan un juicio popular para ajusticiarlo pero el pueblo pide que no lo maten, aquella oportunidad los senderistas asesinan al señor Armando Puga. Meses después el señor Clímaco es detenido por efectivos del ejército quienes lo acusan de colaborar con la subversión, es encerrado en la cárcel durante 30 meses hasta que logra probar su inocencia.

Testimonio del señor Juan Clímaco Avendaño

Sofia Macher: Llamamos al señor Juan Clímaco Avendaño, él es del distrito de Colcabamba y nos va a dar un testimonio ocurrido en el año ochentiocho, nos ponemos de pie, por favor.

Señor Juan Clímaco Avendaño, formula usted promesa solemne de que su declaración la hace con honestidad y buena fe y que por tanto expresará sólo la verdad en relación a los hechos que nos va a relatar. Gracias.

José Antunez: Señor Juan Clímaco, muy buenos días, bienvenido a nuestra audiencia pública. Usted ha sufrido un momento muy difícil y es por esto que viene voluntariamente ante todo este público y ante todo el Perú para explicar lo que le ha sucedido. Nosotros lo escuchamos con atención y pondremos nuestro mayor interés en poder ayudarle. Comience usted.

Juan Climaco Avendaño: Gracias por la visita de la Comisión de la Verdad. Gracias por la visita de esta Comisión de la Verdad de la capital de Lima. Al público en general le saludo, mis saludos. En este momento, estoy para decir la verdad, las cosas que he sufrido. Yo me llamo Juan Clímaco Avendaño Salas, del distrito Colcabamba, provincia Guimaraes, Chalhuanca, departamento de Apurímac. De lo cual, yo vivo en dos partes. En la provincia Chalhuanca, Aymaraes, estoy radicado hay. Pero mi madre vivía en distrito Colcabamba y siempre iba de visita así, temporalmente.

De lo cual había sido ya perseguidos, por los subversivos. La familia éramos nosotros siempre un vecino bueno, siempre ocupó autoridad mi padre, todo el tiempo hacia juez, gobernatura, todo así. Era un hombre de respeto, un vecino conocido de la provincia, así del distrito. De lo cual así le había informado que estas personas siempre ocupaban de autoridad ellos. Son como gamonal, algo así nos ha, lo había informado a los terroristas.

Será nuestros paisanos mismos ¿no?, resulta así estábamos, siempre preguntando ¿no, en Chalhuanca yo siempre habían entrado los senderistas en busca, en primer viaje, en busca de los autoridades. Y en eso más bien, padre no estaba hay. Según secretario del concejo así, no habían encontrado. Todo esto así suscitó, y sabiendo eso se retiró mi padre, mi madre pa a la capital Lima, ha dejado mis hermanos. De lo cual él me ha encargado de los bienes de mi madre, de Colcabamba, de Chalhuanca iba siempre de controlar. Teníamos también regular cantidad animales, a vigilar eso, de vez en cuando así. De los dos, de los dos lados siempre cuidándome, así a la pasada, a ver, a controlar.

Entonces, eso era mi, eso era el caso para ellos que yo estaba comunicando con la policía, con el puesto. Resulta esto, una fecha llegamos, mi esposa estaba en Colcabamba, los quehaceres que íbamos hacer trabajos en las chacras así, anticipó.

Yo voy un día sábado no me acuerdo, voy con materiales para preparar pan, yo soy panadero. Soy negociante, en todo, en ganado, en todo. Ese es mi trabajo y mi preocupación era la educación de mis hijos. Y llego en la noche elaboro mi pan y amanece tempranas horas, dos chiquillos extraños a pedirme pan. Y resulta, ¿paga qué?, ¿este pan?, págale pe, cien panes me ha pedido. Paga pe. No me está mandando, ¿quién te está mandando?, ahí están arriba, me dice.

Lleva pe. Y un poco azúcar más, me pide. Azúcar, así yo lo he dado, tenía. Ya pe lleva. Después de pasaron casi una hora o dos horas, llegó el hombre con arma a rebuscar la casa y yo me corrí, mi esposa nomás lo esperó, yo me salí afuera. Mi esposa quedó, pelando su trigo en batán. Y uno había entrado con arma. Rebuscó la casa y soy simpatizante al Partido Aprista, no soy político pero soy simpatizante, hasta ahorita soy así y mi padre mismo ha sido así, político aprista, desde principios.

Estaba pegado los almanaques ahí del señor Alan, y otros papeles que nos daba, ahí estaba. Todo eso lo había recogido, lo había roto hay. Entonces, le había dicho a mi ex esposa, ahí estoy, por hay nomás yo, yo estaba allá. Acá tenemos a la reunión, en la tarde, no van a moverse. De su esposo no está. Ahorita estaba acá. No se ha ido por control de mis animales, ya regresará.

Entonces, en la tarde tienen asamblea, entonces, van estar hay. Entonces, viene uno y otro a comprar su pan, los paisanos, señoras, niños o hay. Entonces, pregunto ¿no?, ¿qué pasas acá?, ¿qué cosa hay?, le dije. No acá hay terroristas, ¿dónde están?, arriba están. En una casa. Bajarán ¿qué hora van a bajar?, le dije. Entonces, van a bajar a las doce o a almorzar, me dice ¿dónde?, ¿acá en la plaza?, si a la plaza van a bajar, ¿a qué van a bajar?, dice van a jugar su pelota. Esta bien.

Entonces, una, otro pregunto ¿cómo es?, ¿alto?, ¿grande?, ¿bien guapo?, yo tomé ese su fisonomía ¿no? Entonces, ¿cómo va afrontar?, ese, tenía esa idea. Entonces, pregunté uno y otro. Me dice sí, liso. Es matón, no crean, nadies, dice. Ya bien. Efectivamente ¿cómo es ?, le dije su [..] Ya van a venir, ahí vas a ver seguro, va a bajar.

Efectivamente baja dos de la tarde dice, por el huequito estoy mirando, bajaron ahí la plaza, los otros sólo de la plaza. Esto y viendo. Entonces, efectivamente me hace conocer una señora, ese es el jefe. Ahí esta, ese. A ya. Entonces agarré ese valor ya de afrontar a ese hombre. Cualquier cosa, bueno ya podré responder, le dije.

Llega la hora, cerca de las cinco y media, las seis ya. Entonces, uno y otro me dice, pe no salgas, te van a matar porque estás en la lista. En la lista negra me dicen, uno y otro las señoras. Tu señora y tú estás en lista. En esta tarde, van a morir dice seis. Así estaba preocupado ¿no?, ya no podía salir de la casa. Entonces, llega la hora seis de la tarde, viene dos muchachos desconocidos, nos saca a mi esposa y a mi persona. Rápido nomás, no nos dejó nada de seguridad también, estamos los dos nomás, con mi esposa y yo.

Cerramos, nos lleva, así no obedece, me tiró su golpe con, tenía una metralleta, con eso con su culata me ha dado en la espalda. Obedecí recién. Mi esposa agarra su bebe, difícil, también rápido, ha hecho cargar y entonces, nos lleva ya estaba la gente, estaba lleno en la plaza. Ya lo han habían juntado, lo han juntado. Estamos viendo por el huequito, ya está la población.

Nos hace llegar ese sitio, al centro de la asamblea que estabamos haciendo nos hace rodillar a mi esposa y yo y más cuatro personas. Estábamos seis. En eso, sin decirme nada, ni una palabra, arrodillar, rodillar. Hablando hay, en lo otro que vamos, no queremos autoridades, no queremos así apristas y otras cosas, ladrones, brujos, todo eso vamos liquidar.

Bien, entonces, ya estuvo cansado arrodillado cerca las diez, las once de la noche. Me puse a levantar ante, que estaba durmiendo puse a levantar de capricho. Entonces, hermanos ¿por qué usted arrodillado acá?, sin decirme nada porque me nos han arrodillado le dije así, terminantemente. Si soy simpatizante del partido aprista, a la vez no vivo acá, yo vivo en Chalhuanca yo vengo a hacer un poco de pan y a ver mi mamá, mi padre que está acá.

Yo no vivo acá, eso deben comprender. Entonces, así de vuelta asientos dos personas me dijo, sí ese hombre viene de vez en cuando a hacer su pan, deja su pan para que venda su mamacita así, y un profesor, una señora vecina, por ahí.

Entonces, ya bien. Terminó entonces, de vuelta me hace arrodillar, me hace arrodillar si decirme nada, igualito. Pasara una hora, algo así en mi costado mata a un muchacho joven que es Puga ¿no?, su nombre no me acuerdo. Lo ha matado al muchacho de reojo, yo miré una muchacha se acercó al frente. Entonces, veo ya estaba ya tirado el muchacho.

Igual nos hará a todos. Entonces, yo ¿qué pensaba?, yo pensaba si me acerca tratar de agarrar, no sé como haremos. No sé como haré pero voy a tratar de agarrar, no sé. Así yo tenía esa idea. En eso pasa entonces, nada pasó eso único muerte casi de un cuarto hora nos hace levantar. Ya acá no quiero ver a nadies desaparecer a todos. Espera adentro. Han pasado media noche, a esa hora. Sabe retrato toda la gente y yo mismo soy de la plaza y su mamacita del cadáver ha hecho llamar suplicándose.

Y me puse a, siempre escuchando y desaparecieron. Día siguiente amanece de vuelta en mi casa a las cinco de la mañana dos muchachos, así extraños con arma. Me lleva pe y mi esposa ahí estaba durmiendo. No sé qué cosa quiere conmigo, seguramente yo pensaba, le digo seguramente en su grupo me llevará o me matará, ¿qué será?, ese tenía ese idea. Resulta me lleva y me hace llegar al sitio que estaban ahí reunidos, hay ve una cantidad, más de treinta personas que están tirado en el suelo, durmiendo. El resto esta preparando su comida, su desayuno.

Entonces, me hace pasar, habíamos tomado desayuno y vamos servirnos, me alcanza su plato. La gente me decía también, no recibas comida si algo te da, dice da pastilla. Todo eso me ha informado la gente ¿no?, los paisanos. Entonces, trate no aguantar pero agarré, agarré el plato. No comí, así disimuladamente lo he puesto a un asiento.

Resulta esto pasó, terminaron comer, su jefe de ese grupo me sacó afuera de la casa. Más o menos la distancia de doscientos metros, cien metros, algo así. Entonces, yo pensé en mente, me matará o ¿qué cosa quiere conmigo?, a las finales. Así me sacó. Entonces, me puse, casi me obliga pa sentarme. No yo no quise, no, oste más bien siéntese, usted está cansado le dije así, no así nomás. No quise sentarme.

Entonces, si en caso agarra arma, yo también inmediatamente podrá agarrar siquiera una piedra. Eso he tenido ese día de responder. En ese momento entonces, el señor se sentó, apenas que me empieza a hablar le dije, ¿qué pasó de anoche?, ¿por qué me haces rodillar?, le dije sin decirme nada. Debieras decirme algo, si es, si tengo falta o he sido ratero o he sido brujo o borracho abusivo, algo. Debieras decirme. A la vez no vivo acá, yo vivo en Chalhuanca me radico, con mis hijos. Que tengo seis hijos.

Entonces, ¿qué cosa quiere ahora conmigo?, le dije. Le paré bien ¿Qué cosa quiere conmigo?, y digo le voy acompañar, por favor. Tengo mis hijos menores. Tengo mis madres ancianas, que ya son de edades, que voy a tener. Yo no he salido de acá, ni un paso le dije así, terminantemente, tajantemente le dije, no va a salir. Entonces, el hombre me responde, bien tu reacción me ha dicho. Tu reacción me ha gustado de anoche, te has parado, has hablado correcto. Pero hay una persona que te quiere verte muerto, me dice. No sé que será motivo, no sé ¿por qué será?, ya.

Entonces, ¿en qué puedo colaborar?, le dije ¿En qué puedo colaborar?, ¿cómo?, ¿qué cosa quieres que haga? Entonces, me dice, dice usted hace pan. Usted no se mueva de acá, dice usted va, viene de Chalhuanca, acá viene, va. Usted dice, dice usted está informando en Chalhuanca al puesto.

Ni sabía siquiera eso, así me dijo entonces. Y así acabó. Entonces, el señor me dice pe, tú no salgas de acá, tú debes estar acá, elaborando tu pan. Porque no queremos que salga nadies de la población. Pero que cosa, no me va capturar, tengo que irme. Así le dije. Tampoco no voy a colaborar, yo no tengo que colaborar nada, no tengo para darle apoyo más, ya no tengo.

Y resulta, termina, me hace regresar. Estando, han almorzado de vuelta a las doce, algo así. Y me ha soltado, me ha dejado, me he venido a mi casa cerca de las doce así, esa hora ya. Ahí estado preocupada mi ex esposa. Entonces, con la misma nos preparamos de retirarnos de vuelta a Chalhuanca. No, acá no está mal, vendremos a ver las cosas que viene, cuando pueda.

Entonces, se pasó esas cosas, me fue a mi sitio, a Chalhuanca, pasó un tiempo ya, habrá pasado unos tres, cuatro meses, algo así o seis meses. Trabajando tranquilo estaba al frente de la policía en la capital ¿no?, en la provincia ¿no?, tranquilo Resulta en pleno trabajo, aparece las bases militares y encima con captura. A las diez de la mañana me captura la base militar y me lleva al cuartel. Al cuartel me deposita, me hace llegar, me dio maltrato ¿no?, todo lo que me ha hecho suceder. Me han depositado en un baño de cemento, me ha golpeado duro, todo lo que quiere me ha hecho, me ha hecho trapo.

Estuve así, en la noche me golpeaban tres veces, como quiera me hacían. Encima me baldeaba agua, con balde. Así he sufrido en ese depósito cuatro días. Menos mal un sobrino que es ingeniero ha movilizado bastante, ha pasado la voz a la Fiscalía, al juez, hasta acá le ha comunicado el radio. Porque somos un poco conocidos, una familia conocido en la provincia. Bastante ha movilizado el chico. Entonces de esa manera, y cuatro días ha venido fiscales, el doctor y nos ha sacado, me ha sacado al juzgado.

De acá del base, le han comunicado para que me tenga seguridad acá en Abancay y me siento mal, no puedo hacer esfuerzo, trabajo, esfuerzo duro. He estado en el penal durante tres años, sin justicia. Me ha pelado con jueces del estado, otro abogado que era mi abogado doctor Pinto, ha movilizado, también a juez del estado, también. Siempre buscando solución pero nunca ha llegado mi solución. Durante tres años estaba depositado. Y recién llega mi audiencia de tres años, año noventa. Y resulta salió absuelto, recién.

De lo cual pasó bastantes sufrimiento, desde el momento que me capturó ha ido la base a mi casa, ocho de la noche a buscar las cosas que yo debiera tener arma, afiches, no sé. Así dice. Y mis hijos menores lo ha encontrado traumado desde el momento. Mi esposa mismo traumadas se ha quedado, loca, como loca se ha vuelto. No sabía cómo hacer.

Ahorita se encuentra mis hijos abandonados. Desparramado sus paraderos no tiene donde ubicarse, hasta ahorita. Eso fue cuando salí de acá, año mil novecientos noventa, en junio. Me fui pa Lima. Y mis hijitos menores de edad llevó su, mi hermano menor pa Lima. A recogido. Resulta, ese audiencia me llegó el mes de julio he salido. Inmediatamente hay policías buenos también me aconsejaba, tienes que retirar, esta ocurriendo bastante, peligro esta. Evitate. Están siguiendo, cuando sale también esta sigue, están matando. Así me dijo entonces.

Me he ido por acá, por Cusco, Arequipa, Lima, encontré mi madre, en Lima, mi padre lloraron, he llegado. Mis hijos menores así, entonces se puso a trabajar ¿no?, el mismo comienzo hasta no tenían, como una oscuridad estaba sin trabajo. Pero, puse a trabajarme en la calle. Hasta vendiendo comida, me compré triciclo, en carreta me puse a trabajar durante cinco años. Dando comer a mis hijos menores, dando su educación a mi alcance. Estaba en colegio.

Después de eso fue que pasa cinco años, de vuelta viene, me captura, orden captura en pleno trabajo, ya estaba. Ese tiempo ya estaba vendiendo zapatillas en centro de Lima, en La Victoria, en Gamarra. A las diez, las once, las diez de la mañana viene me capturan, apenas que terminé de colocar mis zapatillas para venta en la calle. Apenas que terminé estuve tomando mi caldo, termina tomar mi caldo, esperar a eso me parece, estaban ahí listo los policías.

Ya sabían que trabajaba ahí, y me capturan y me lleva. Así entonces, también dejé mis hijos en la calle hay. Como que me pasó acá. En la calle le dejé mis hijos. Ese momento me lleva para, dos días estaba en Dircote, en Dircote, Lima. Claro, casi no recibía castigo hay. Me lleva pa Cusco, al penal Quencoro. Estaba diez meses, depositado. Hasta eso mis hijos se han desparramado, hasta ahorita no los veo.

Por eso me da pena de mis hijos. Que van encontrarme. Último hasta sufrió, mi hijo último ha sufrido por su vista. Ese búsqueda de mi hogar, un ojo ha perdido, último hijo que era un año y medio, dos añitos. Ese chico ha sufrido, ha perdido su vista. Ese hijo está estudiando, menos mal me está ayudando mi yerna en Lima, está estudiando cualquier manera. Al otro hijo, se me ha desaparecido total. No se sabe ¿dónde está?, hasta su ubicación no sabe. No sé. Ahora dos hijas se encuentra así en Nazca, se han juntado están en Nazca, a dos hijos que tengo acá, recién año pasado nos está visitando dos hijos, está trabajando pero no vive pe, no vi, ya nos es como antes, aislado.

Todo ese preocupación, no tiene su educación. Claro, es dos, tres hijos ha terminado su secundaria pero pa que avance ya no ha había esa oportunidad. Todo eso ha pasado mis sufrimientos, solamente quiero un fracaso y esto he sufrido mi hogar, mi esposa me abandonó ha dejado a sus hijos. Mis quehaceres de mi hogar, desapareció las cosas. Mis animales, hicieron lo que quiera en el pueblo, el ejército comerá, los senderos habrán comido, no sé los animales, tenía regular cantidad reses, mis caballares, cabras, así ovejas.

Entonces, todo eso desapareció. Ahora de vuelta he regresado a mi comunidad. No encuentro nada. Entonces, ahorita no puedo mejorar, no puedo como poder superarme. Y por preocupación de mis hijos quiero encontrar primer lugar mis hijos. Quiero juntarle, pero para esto no tengo cómo, cómo encontrar. Todo esto ha pasado así. Y a la vez ahora último no tengo dónde ubicarme, esa casa que estoy viviendo, era ajeno, lo había negociado mi tío. Ahorita viene de repente a sacarme por juicio, que tenía su papel.

Me va a desalojar de la casa y no sé dónde ubicarme. Claro, tengo casa en Chalhuanca pero se ha caído, falta mejorar. No se puede, no hay cómo mejorar mi situación. Así estoy sin trabajo, siempre, pero siempre estoy elaborando mi pancito para poder vivir por uno siquiera. Todo eso sería mi, mi palabra señores representantes. Ojalá que no vuelva estas casos ¿no?, vean pa todos nuestros hermanos que no sufran. Ahorita entre la comunidad, estamos mejorando, estamos reponiendo, están retornando de Lima, también, estamos tranquilo, más que nada necesitamos trabajo, pa la juventud que necesita, están desesperados del trabajo, no hay trabajo, hay regular cantidad de juventudes que esperan trabajo, a lo menos su estudio.

Sin plata no puede avanzar sus estudios. Así estamos, le agradecer bastante la Comisión de la Verdad, que haga justicia a los inocentes que hemos sufrido bastante, habrá muchos que han, han estado en el penal depositado. Nada más le suplicaría señores representantes de la Comisión de la Verdad.

José Antunez: Señor Clímaco, Juan Clímaco Avendaño, muchísimas gracias por ese su testimonio. Sabemos muy bien que le ha costado a usted y le hemos visto derramar lágrimas naturalmente nos solidarizamos con usted y le aseguramos que vamos a hacer lo posible para solucionar este problema y ayudar en lo que podamos nosotros. Gracias por su testimonio.


Fuente: Comisión de la Verdad y reconciliacion. http://www.cverdad.org.pe