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El caso de mi hermano es parecido al de muchos, cientos, miles de desaparecidos víctimas de uno de los comandos de la muerte montados por Fujimori-Montesinos, tal vez como ocurre frecuentemente en estos casos, el delito sea ser pobre, estudiante, y provinciano.
Bajo muchas maneras oímos hablar de la defensa del Estado de Derecho, de la defensa de los Derechos Humanos como condición para una auténtica Democracia; palabras más, palabras menos, sólo que siempre se invoca cuando precisamente más se viola estos derechos o para no reconocer los derechos humanos de los que no cuentan en este mundo, como el caso de mi hermano. Digo "no cuentan" porque por su condición económica se les puede hacer desaparecer con total impunidad y en nombre de la democracia.
Así es lo que se hizo. Ahora las cosas han cambiado, pero tampoco hay el interés, la intención para investigar estos graves casos con lo que al final tanto da lo anterior como lo actual, si ayer se hizo, ahora se pretende echar al olvido, uno y otro se dan la mano, ambos son lo mismo ¿ qué Estado de Derecho es aquel donde sus ciudadanos son desaparecidos sin ninguna explicación?, esto no sucede en ninguna parte del mundo a condición de que no exista democracia.
Buscándolo tanto,como no puede ser de otra manera, seguiremos buscándolo, con la esperanza que anima a mucha gente para encontrar justicia.
Fuente: Asociación de familiares de desaparecidos y víctimas de genocidio - Afadevig.