RESPUESTA A LA POSICION DEL PARTIDO MARXISTA-LENINISTA DE ALEMANIA (MLPD)REFERENTE A LA GUERRA POPULAR EN EL PERU
En la edición del 31-18-2000 de su órgano central Bandera Roja el MLPD publicó un artículo titulado "Porque el mito de Sendero Luminoso en el Perú perdió su brillo tan pronto". Ahí repite una posición sobre la guerra popular peruana que ya difundió a fines de los ochenta, esta vez añadiendo su satisfacción de que los hechos aparentemente hayan confirmado su criterio de entonces que el camino del PCP estaba equivocado e inevitablemente llevaría a la derrota. Como grupo que respalda los intereses del pueblo peruano y de los pueblos oprimidos en general, lo consideramos necesario responder a la posición del MLPD, por un lado, porque habrá otros que comparten su punto de vista, entre ellos posiblemente anteriores apoyantes de la guerra popular, por otro lado, porque es importante defender los logros de la guerra popular en el Perú y ver con claridad los errores que llevaron a su fracaso para sacar lecciones. Porque es un hecho que la guerra popular en el Perú ha sufrido una derrota, pero no por las razones que aquí se sostiene.
En su crítica el MLPD parte de que debido a la escasez de informaciones es difícil analizar objetivamente la guerra popular (lo que nos motiva incrementar nuestros esfuerzos por difundir los documentos del PCP en general y traducidos al alemán en especial). Aún así se cree en condiciones de concluir de "las publicaciones más bien insuficientes" que la línea política del PCP se basa en pura fraseología y generalidades y no en "el análisis concreto de la situación concreta". Surge la pregunta en qué tipo de análisis o conocimientos de las condiciones concretas se basa entonces la crítica del MLPD, ya que resulta extraño que sus planteamientos se asemejan muchísimo a la posición del grupo PCP-Patria Roja que a fines de los años sesenta se salió del PCP y que mientras tanto el mismo MLPD considera una organización que "bajo la influencia del parlamentarismo pequeñoburgués se convirtió en un partido revisionista".
La argumentación del MLPD, en lo esencial, apunta a comprobar que el camino de la revolución china que el Presidente Gonzalo cogió y desarrolló sería erróneo para el Perú y condenado a fracaso porque no se puede comparar las condiciones de ambos países.
Basándose en el documento "Porqué puede existir el poder rojo en China?", redactado por el Presidente Mao en 1928 cuando por la traición del Kuomintang de Tschiang Kai-schek la revolución china se encontró en repliegue, el MLPD sostiene que la estrategia de las bases de apoyo (y por tanto el camino de la guerra popular del campo al ciudad cuya médula son las bases de apoyo) no cabe en el Perú porque no estarían dadas las condiciones que Presidente Mao nombra en este documento. Se resalta especialmente que a diferencia de China el Perú en el momento del inició la guerra popular en 1980 no se encontraba en una situación de guerra interna entre diferentes fuerzas reaccionarios, que no había un movimiento revolucionario de masas a nivel nacional ni internacional, que no existía situación revolucionaria sino al contrario empezaba un periodo de estabilización del capitalismo, y que además la revolución enfrentaba un aparato estatal unitario y por tanto no tenía el mismo campo de acción que la revolución china; pero lo que se soslaya por completo es la condición fundamental planteada por el Presidente Mao, es decir que la construcción de bases de apoyo sólo es posible en una país semicolonial donde no existe una economía capitalista unificada sino sólo una economía agraria local y donde hay una política de contienda y explotación del imperialismo, que por otro lado, dadas estas condiciones, la construcción de bases es el único camino correcto para desarrollar y llevar al triunfo la revolución. En "Una sola chispa puede encender la pradera" el Presidente Mao además plantea la tesis que en un país semicolonial siempre existe una situación revolucionaria debido a que las estructuras socioeconómicas que sustentan las instituciones de la clase reaccionaria son débiles y que por tanto las fuerzas revolucionarias se pueden desarrollar rápidamente. Por consiguiente, el ascenso revolucionario depende del desarrollo de las fuerzas subjetivas, sobre todo de la existencia de un partido comunista con una línea correcta y un ejército revolucionario, dos condiciones elementales para la subsistencia de las bases de apoyo planteadas por el Presidente Mao las que, sin embargo, el artículo del MLPD no menciona para nada. Para no chocar abiertamente con las ideas del Presidente Mao se atribuye la tesis de la situación revolucionaria permanente en las naciones oprimidas al Presidente Gonzalo rechazándola como antimarxista.
Los argumentos del MLPD contra la guerra popular y las bases de apoyo no sólo demuestran la incomprensión del maoísmo sino también la incapacidad de deducir las leyes generales de una situación concreta. Se insiste que la guerra popular sólo es aplicable si existen exactamente las mismas condiciones que en China, una situación que difícilmente se presentará, lo que implica que no se entiende y por tanto se niega que la guerra popular es la teoría militar completa del proletariado.
Pero hay otra razón porque la crítica es errónea. El Presidente Mao redactó el documento mencionado en un momento cuando la revolución china pasaba por dificultades y se refiere a la existencia de una zona roja aislada, relativamente pequeña y rodeada del enemigo. En el Perú nunca han existido este tipo de zonas rojas. Más bien la construcción de las bases de apoyo se hizo de acuerdo a un plan estratégico, basado en una profunda investigación de las condiciones sociales e históricas del país, que consideró entre otras cosas la tradición de lucha y la estructura de clase de cada región. Aparte la facción roja encabezada por el Presidente Gonzalo ya desde los años sesenta, pero especialmente en la década del 70, realizó un intenso trabajo de construcción en función del inicio de la lucha armada. En junio de 1977 se sancionó el Plan Nacional de Construcción que puso en marcha la reestructuración del Partido según las necesidades estratégicas de la guerra popular y el futuro desarrollo de las bases de apoyo. El Esquema de la Lucha Armada de julio 1978 define la guerra popular en el Perú como guerra prolongada del campo a la cuidad, prestando especial atención a la Sierra y dentro de este cinturón que cruza el país del Norte al Sur, la región Centro-Sur que tradicionalmente es la más pobre del país y que desde hace siglo ha sido estremecida por luchas campesinas, como teatro principal de la guerra.
Además se tomó en cuenta la importancia de las ciudades y sobre todo de la capital donde se concentra la mayor parte de la clase obrera, concibiendo una acción simultánea en campo y ciudad, pero definiendo el campo como centro de la guerra. A partir del 80 la guerra popular se desarrolló acorde a este plan, y aunque las acciones en las ciudades por su naturaleza tenían más resonancia, la acción principal se concentró en el campo. Después de un primer periodo de agitación y propaganda y conquista de armas que duró pocos meses, la lucha armada pasó a la guerra de guerrillas abriendo zonas guerrilleras y movilizando las masas campesinas para entrar a la lucha contra los terratenientes de viejo y nuevo tipo y las fuerzas policiales que el gobierno en un primer momento mandó a combatir a la guerrilla. A finales del 82 los terratenientes, las autoridades locales y la policía se habían retirado a las capitales de provincia. En las zonas correspondientes había surgido un vacío de poder y el PCP se vio ante la cuestión si debía establecer bases de apoyo o no. El Presidente Mao define tres condiciones para la formación de bases de apoyo: debe existir un ejército revolucionario, se debe haber vencido al enemigo en la zona correspondiente y se tiene que contar con el apoyo de la mayoría de las masas. Estas condiciones en el Perú en lo esencial estaban cumplidas, porque había un ejército revolucionario, se había movilizado decenas de miles de masas campesinas en las acciones contra los terratenientes, y el enemigo se había retirado. Sin embargo, existía un problema: en el afán de callar la lucha armada el gobierno de Belaúnde vacilaba a disponer el ingreso de las fuerzas armadas para combatir la guerra popular; no obstante, era de prever que tarde o temprano tendría que dar este paso. El Presidente Gonzalo encontró la solución, especificando las bases de apoyo al concebir los Comités Populares clandestinos que en sus diferentes modalidades estaban en condiciones a seguir funcionando después de que el ejército reaccionario ingresó a la guerra a comienzos de 1983, empezando a restablecer parcialmente el viejo poder mediante el asentamiento de bases militares. Los Comités Populares organizaron la vida política, económica y cultural de sus miembros y ejecutaron en la práctica el nuevo poder; y en la medida en que la revolución se fortaleció en los siguientes años, logrando condiciones para defender territorios y obligando a las Fuerzas Armadas a retirarse del campo a las ciudades, los Comités Populares se abrieron y ampliaron sus funciones. El conjunto de Comités Populares de una zona conformaron una base de apoyo, siendo ésta la forma específica de las bases en el Perú; de este modo, siguiendo un Plan Estratégico, se construyó un sistema de bases de apoyo en desarrollo desigual previamente escogidos de acuerdo a sus características políticas y militares, cada una rodeada de zonas guerrilleras, es decir zonas donde el ejército revolucionario y las Fuerzas Armadas luchaban por el control y que servían como una especie de colchón.
Todo ello no sólo demuestra que Presidente Gonzalo hizo un análisis concreto de la situación concreta sino que también encontró las soluciones específicas para la situación particular cuya trascendencia muchas veces va mucho más allá de la aplicación específica en la revolución peruana, como es el caso de los Comités Populares que no sólo son los gérmenes del Nuevo Estado asegurando su sobrevivencia en las circunstancias más diversas, sino también un paso elemental hacia las comunas populares que en China sólo se pudo conformar mucho después de la toma del Poder.
Considerando este desarrollo parece absurdo el criterio del MLPD que PCP ya hace mucho tiempo había fracasado porque nunca logró afincarse en las masas. La falsedad de esta imputación no sólo es comprobada por el permanente aumento cuantitativo y cualitativo de las acciones armadas que llegaron a su punto más alto en 1992 sino también por el hecho de que el Estado reaccionario durante años se vio obligado a mantener el estado de emergencia en la mayor parte de los departamentos y traer cientos de asesores militares norteamericanos al país. Sin embargo, para el MLPD la creciente represión del Estado no es expresión de la agudización de las contradicciones, sino lo toma de manera completamente antidialéctica como indicio que la guerra popular se encontraba en retirada y que había perdido su base principal en la Sierra de Ayacucho.
Aparte el MLPD imputa al PCP que supuestamente considera como tarea principal la propaganda armada para involucrar a las masas - contra su voluntad - cada vez más en la guerra popular. Esa supuesta limitación a una sola forma de lucha se rechaza recurriendo a Lenin quien dijo que la acción armada tiene que sustentarse en el auge revolucionario de las masas, un planteamiento que se refiere a la insurrección para la toma del Poder en el momento de la crisis revolucionaria. Lo real es que el PCP aplica cuatro formas de lucha militar, acciones guerrilleras, sabotaje, agitación y propaganda armada y aniquilamiento selectivo de reaccionarios; y basta la lectura de periódicos peruanos de aquella época para llegar a la conclusión que la forma de lucha aplicada en la inmensa mayoría de las acciones era la lucha guerrillera. La agitación y propaganda armada, que aquí además infamemente se equipara con el reclutamiento forzoso de las masas, era más que nada una derivación de la situación de guerra que por su naturaleza no permite por ejemplo salir a la calle para repartir volantes, ya que un acto así con mucha probabilidad podía conllevar detención, tortura, cárcel y hasta a la muerte. La movilización, politización y organización de las masas en tal situación tiene que llevarse adelante de manera cubierta y consiste de un trabajo paciente de convencimiento lo que en una época de guerra es más importante aún porque nadie está dispuesto a poner en riesgo su vida sin plena convicción en la causa. Si la guerra no hubiera logrado afincarse en las masas como sostiene el MLPD ¿cómo hubiera podido mantenerse y desarrollarse durante tanto tiempo?, ¿quién entonces ha ejecutado los miles de acciones militares sino las masas?
Otro punto de crítica del MLPD es calco y copia de una imputación levantada frecuentemente de la reacción y del revisionismo para desprestigiar a la guerra popular y al PCP, acusándoles de llevar adelante acciones de castigo contra obreros y campesinos cuando se niegan a sujetarse, llegándose a aniquilar en varias oportunidades autoridades de poblados pequeños, e incluso miembros de partidos de izquierda. Ese planteamiento revela una profunda incomprensión del carácter semifeudal de la sociedad peruana que es él que determina las condiciones de vida en el campo. Los campesinos, especialmente los campesinos pobres siguen sometidos a relaciones feudales de explotación que les condenan a una vida de miseria, ignorancia y servidumbre. En la línea política general del PCP ("Línea de la revolución democrática") dice:
"Como dice Mariátegui, el gamonalismo no designa sólo una categoría social y económica sino todo un fenómeno representado no tan sólo por los gamonales propiamente dichos sino también comprende una larga jerarquía de funcionarios, intermediarios, agentes, parásitos, etc., y que el factor central del fenómeno es la hegemonía de la gran propiedad semifeudal en la política y en el mecanismo del Estado contra el cual se debe atacar en su raíz. Y el Presidente Gonzalo destaca expresamente la manifestación de la semifeudalidad en la política y en el mecanismo del Estado, al concebir que el gamonalismo es la manifestación política de la semifeudalidad sobre la cual se sostiene este régimen de servidumbre en el que actúan mandones y lacayos representantes del viejo Estado en los más recónditos pueblos del país aunque cambien de ropaje según el gobierno de turno ..."
Este sistema feudal de dominio y sus representantes son el blanco principal de la guerra agraria, aunque se trate de miembros de los llamados partidos de izquierda que además desde el comienzo han sido enemigos enconados de la guerra popular y del PCP y más que una vez han entregado los combatientes del Ejército Guerrillero Popular a las fuerzas reaccionarias.
Encima en la crítica del MLPD se manifiesta una indignación moralista pequeñoburguesa que trata de encubrir, acusando al PCP de putchismo, recurriendo para ello al Presidente Mao quien ha definido como sus manifestaciones principales "la actuación ciega sin tener en cuenta las condiciones subjetivas y objetivas", la aplicación incompleta e irresoluta de la política partidaria, el relajamiento de la disciplina, el uso inadecuado y excesivo de violencia y el vandalismo. ("Sobre la corrección de ideas erróneas en el Partido") De estas características, el MLPD sólo hace mención del último punto, cerrando filas con los ataques de la reacción peruana y el imperialismo.
Nadie puede negar que en toda revolución hay un cierto margen de errores y desviaciones; si no fuera así ¿porqué el Presidente Mao hubiera considerado necesario combatir las ideas erróneas en el Partido?. Pero este hecho no necesariamente implica que la política partidaria sea equivocada. Por otro lado, el Presidente Mao también sostiene que un cierto grado de excesos es inevitable:
"Para decirlo con toda franqueza, en todas las aldeas se necesita un breve periodo de terror. De lo contrario, resulta absolutamente imposible aplastar las actividades de los contrarrevolucionarios en el campo y derrocar el poder de los shenshi." Pues: " En primer lugar, son los propios déspotas locales, shenshi malvados y terratenientes sin ley quienes han forzado a los campesinos a actuar así. ....En segundo lugar, hacer una revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan tranquila y delicada, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánime. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual la clase una clase derroca a otra ("Investigación del movimiento campesino de Junan", tomo I, p. 24-25)
El fondo de los criterios del MLPD sale a luz cuando al final de artículo sostiene que la política del boicot de las elecciones aplicada por el PCP es un error; en primer lugar, porque el hecho que las masas aún participan en el proceso electoral supuestamente demuestra que todavía no hayan perdido la confianza en las elecciones, frente a lo cual hay que considerar que desde siempre para la población rural, en especial para los campesinos pobres, las elecciones no han tenido ninguna trascendencia porque no tocaban su situación de vida para nada, aparte que a muchos apenas les llegan noticias de los acontecimientos políticos de la capital lejana; además es un hecho que a partir de 1980 el número de votantes disminuyó constantemente a pesar de que en el Perú existe la obligación al voto y los que no van a votar se ven expuestos a todo tipo de represalias, lo que comprueba que el pueblo cada vez tiene menos confianza en el Estado reaccionario, siendo ello una consecuencia lógica de la experiencia cotidiana de la corrupción oficial que las clases dominantes tienen cada vez más menos recelos a demostrar abiertamente.
En segundo lugar, el MLPD trata de sustentar su criterio recurriendo a Lenin quien dice en "El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo" que el Partido, mientras no está en condiciones a conquistar el poder, tiene el deber ineludible a participar en las elecciones y usar el parlamento como tribuna para llegar a las masas atrasadas. Esta referencia a Lenin revela que el MLPD tiene el criterio que el camino de la revolución en el Perú igual a Rusia tiene que pasar por un trabajo prolongado de organización de las masas cuyas luchas finalmente desembocan en la crisis revolucionaria y una insurrección para tomar el poder.
Esta cuestión está estrechamente ligada a la definición del carácter de la sociedad peruana del cual deriva el carácter de la revolución, ya que las experiencias de la revolución china han comprobado que el camino de Rusia si bien es valido como ley general en países imperialistas, en un país semifeudal y semicolonial lleva a derrota y que más bien en países de esta índole el camino correcto es una revolución democrática de nuevo tipo como la encabezó el Presidente Mao en China quien, partiendo de un análisis de la sociedad llegó a la conclusión que la revolución proletaria en una nación oprimida como China primero tiene que completar la revolución democrática, proceso para el cual la clase obrera tiene que unirse con las demás clases oprimidas, en especial con el campesinado que es la fuerza principal, para ponerse a la cabeza de sus luchas y conquistar el poder en una guerra popular prolongada del campo a la ciudad y luego pasar sin interrupción alguna a la revolución socialista.
El MLPD niega el carácter semifeudal y semicolonial de la sociedad peruana, arguyendo que el Perú es un país capitalista, ya que la clase obrera está más desarrollada que en China, dejando de lado todas las demás contradicciones y relaciones de explotación del país. Por tanto califica a la guerra popular como expresión de revolucionarismo pequeñoburgués y aventurismo izquierdista que supuestamente se manifiesta en forma de acciones guerrilleros no organizados, desorganizando al Partido y a consecuencia obstaculizando a la revolución. (Uno se pregunta de qué Partido se habla, es decir cual de los partidos de llamada izquierda piensan que realmente esté bregando seriamente por el avance de la revolución, ya que no por último a causa de la guerra popular todos ellos han perdido toda credibilidad mientras el PCP no ha sido precisamente desorganizado sino al contrario ha crecido enormemente.)
El Presidente Gonzalo por su parte, después de un análisis exhaustivo del carácter de la sociedad peruana que está sustentado detalladamente en la Línea Política General y en otros documentos del PCP, llegó a la conclusión que el Perú es una sociedad semifeudal y semicolonial donde se desenvuelve un capitalismo burocrático, lo que históricamente está originado que la burguesía era demasiado débil para concluir la revolución democrática-burguesa en su época; a consecuencia, por un lado, las relaciones feudales de explotación en el campo subsisten hasta hoy, ya que las diversas reformas agrarias sólo las han modificado pero no abolido y, por otro lado, no se ha podido desarrollar una economía capitalista independiente. Aunque el país desde los comienzos del siglo 19 esta formalmente independiente, se pasó de la dependencia de España a la de Inglaterra y desde las primeras décadas del siglo 20 al dominio del imperialismo yanqui. El capitalismo que se conformó en estas condiciones es un capitalismo decrépito, enfermo cuyo desarrollo está obstaculizado por la base semifeudal en el campo y el dominio del imperialismo, un capitalismo burocrático, como lo definió el Presidente Mao. Las clases que se benefician de él son la gran burguesía y los terratenientes que explotan a las demás clases: la clase obrera que por el bajo nivel de desarrollo de la industria es numéricamente pequeña, el campesinado que en los años 80 abarcaba el 80% de la población, y la segunda mayor clase del país, la pequeña burguesía, así como la capa relativamente pequeña de la burguesía media o nacional. Todos ellos son características típicas de una sociedad semifeudal y semicolonial y, por tanto, el único camino viable de la revolución es él de la guerra popular prolongada del campo a la ciudad que en su primera etapa es principalmente una guerra agraria que combate las relaciones semifeudales en el campo, creando al mismo tiempo los gérmenes del Nuevo Estado con la construcción de las bases de apoyo, donde en una democracia popular las clases oprimidas ejercen el poder. En una segunda etapa la guerra se convierte en una guerra de liberación nacional, traspasándose paulatinamente la acción principal del campo a las ciudades para allí desarrollar las luchas de las masas hacia la crisis revolucionaria y tomar el poder en todo el país.
En 1992, la guerra popular en el Perú había llegado al punto en que le tocaba pasar de guerra agraria a guerra de liberación nacional lo que conllevaba una serie de problemas complejos, pero justo en esto momento el Presidente Gonzalo y la Dirección Central del OCP fueron detenidos; muy pronto los hechos demostraron que la dirección restante no reunía las condiciones para resolver los problemas nuevos. En consecuencia el Presidente Gonzalo inició una retirada organizada, proponiendo un acuerdo de paz con el gobierno con el fin de mantener la mayor parte posible de los conquistado.
Sin embargo, la dirección fuera de las prisiones se opuso y se dio lo que según el criterio del MLPD ya ocurrió en 1980: La situación revolucionaria ya no se desarrolló más, la guerra popular entro en estancamiento y sufrió una derrota. La causa es la usurpación de la dirección del Partido y de la guerra popular por un grupo de renegados que aplicaron una línea revisionista. Este hecho confirma una vez más al Presidente Mao quien dijo que la línea ideológica y política correcta lo decido todo.
Quien pretende sostener que iniciar la guerra popular desde el principio era un error porque no había condiciones para desarrollarla y llevarla al triunfo cierra los ojos ante los grandes logros que conquistó:
- La guerra popular es el más grande movimiento social revolucionario de toda la historia peruana; por programa, desarrollo y tiempo.
- Ha servido a defender el maoísmo como tercera, nueva y superior etapa, fundamental para desarrollar la estrategia a nivel mundial.
- Ha elevado el prestigio del Partido al nivel más alto de su historia, y de mayor repercusión en el mundo.
- Ha acumulado la más ingente experiencia revolucionaria en Perú, América Latina y una de las más grandes en el mundo actual.
- Es un gran aporte a la Revolución Proletaria Mundial, reconocido por el Movimiento Revolucionario Internacionalista como tea, vanguardia de la Revolución Proletaria Mundial, en un momento en que la revolución termina un gran periodo. Es el gozne entre dos olas.
Los opositores a la guerra popular como el MLPD niegan estos logros, lo que es especialmente grave porque con ello se niega también la validez universal del maoísmo que con el desarrollo exitoso de la revolución peruana ha sido comprobada en teoría y práctica. Pues, el maoísmo es el marxismo de nuestra época y lo más pronto los partidos comunistas lo cojan y lo apliquen a su situación concreta lo más rápido y poderoso se desarrollará la futura gran ola de la revolución proletaria mundial.
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