Pronunciamiento de apoyo al Acuerdo de Paz en el Perú
A QUIENES APOYAN LA REVOLUCIÓN PERUANA:
El Partido Comunista del Perú, fundado en 1928 por José Carlos Mariátegui y reconstituido, a la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, con la dirección del Presidente Gonzalo en las décadas de los 60 y 70, inició la guerra popular en mayo de 1980, desenvolviendo un gran movimiento de masas armadas, campesinas principalmente, combatiendo contra las tres montañas que oprimen al pueblo peruano: la semifeudalidad, el capitalismo burocrático y el imperialismo.
La guerra popular dirigida por el Partido, se desarrolló pujante y victoriosa hasta el equilibrio estratégico al que ingresó en 1991, llegando en 1992 a su punto de desarrollo más alto y conquistando grandes logros: 1ºEs el más grandioso movimiento popular revolucionario de la historia peruana; 2º ha establecido el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo-leninismo-maoísmo y concreta el pensamiento gonzalo como arma ideológica, estratégica, específica y principal; 3º ha elevado el prestigio del Partido Comunista del Perú, la vanguardia organizada del proletariado peruano, al punto más alto de su larga historia y extendido su influencia y repercusión en el mundo, como no la tuvo jamás; 4º ha acumulado la más ingente experiencia revolucionaria actual, principalmente positiva; 5º ha hecho un gran aporte a la revolución proletaria mundial, llegando a reconocerla como "antorcha de la revolución mundial" y al Partido Comunista del Perú, como "vanguardia de choque de la revolución proletaria mundial".
Con la detención de la Jefatura del PCP, el Presidente Gonzalo, y la Dirección Central, la dirección proletaria de la guerra popular fue golpeada decisivamente en una coyuntura compleja y difícil de la política internacional, de la sociedad peruana, de la guerra popular y del Partido. Así, se debilitó la dirección del Partido y el Estado Mayor de la guerra popular, haciendo girar la situación del equilibrio estratégico en contra de la revolución y a favor de la otra colina.
La nueva dirección que asume demuestra pronto su carencia de teoría, ausencia de comprensión histórica y falta de manejo político de la situación candente; incapacidad en ver los problemas nuevos y el cambio de la situación, en percibir las implicancias estratégicas de la caída de la Jefatura del Partido, la detención del comando mismo de la guerra popular y el giro que impusieron las condiciones reales. Estos definen planes para una situación anterior, planes fantasiosos para conquistar el poder, imposibles a cumplir, desconociendo el principio de que lo político manda lo militar, pensando que hacer acciones es desarrollar la guerra, sin preocuparse del sentido y objetivo políticos, convirtiendo la guerra popular en una guerra militarista. En vez de ver la realidad que por sus limitaciones y por la complejidad de los problemas no podían resolverlos, se les potenciaron sus apetitos, sus afanes de poder personal y se sintieron llamados a dirigir sin la Jefatura, a quien dicen hipócritamente defender.
El Presidente Gonzalo y la Dirección Central, analizando magistralmente la situación en su conjunto y definiendo el giro estratégico que impuso esa situación concreta, en setiembre del 93, establecieron una Nueva Gran Estrategia, expresada en "¡Luchar por un Acuerdo de Paz y sentar bases para el II Congreso!", haciendo un llamamiento al Partido a asumir conscientemente el giro y pedir oficial y públicamente al gobierno, entablar conversaciones que conduzcan al término de la guerra, mediante un Acuerdo de Paz con el objetivo de impedir la destrucción del Partido y la derrota de la guerra popular.
Frente a estos planteamientos se desbocó la derecha en el Partido y demostrando su orfandad ideológica, falta de ideas, de posición de clase, de manejo dialéctico y de impotencia política, rechazaron ciegamente la Nueva Gran Estrategia, negaron abiertamente a la Jefatura y, coludiéndose con la llamada oposición, desataron una siniestra campaña negra contra el Presidente Gonzalo y el Acuerdo de Paz, imputando capitulación y rendición, sin importarles un ápice el destino del Partido y de la guerra popular. Se encierran en que se trata de una "patraña" del gobierno peruano y usando la mentira, el engaño y el asesinato, pretenden imponer su línea burguesa, su línea oportunista de derecha, de esencia revisionista y fraseología revolucionaria y, usurpando el Comité Central, vienen destruyendo sistemáticamente los aparatos del Partido, del Ejército Guerrillero Popular y del Nuevo Poder. Este Bloque Escisionista de caudillos, puestistas y anarquistas es el principal culpable de que las conversaciones de paz no hayan avanzado pretendiendo así llevar a la guerra popular a la derrota y al PCP a su destrucción.
El PCP ha entrado en la lucha más decisiva de su historia. Está en juego lo logrado hasta hoy y el rumbo del Partido, en síntesis, la vida del Partido. La especificación de la política general hoy es: primero, seguir luchando por un Acuerdo de Paz y Sentar Bases para el II Congreso; segundo, defender el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, la vida del Partido, la guerra popular y la revolución y tercero, derrocar al Bloque Escisonista.
La aplicación justa y correcta de la linea proletaria del Presidente Gonzalo ha demostrado, una vez más, que los del Bloque Escisionista no tienen ningún argumento. Unicamente se cierran o se han cerrado en que la Nueva Gran Decisión y Gran Definición es una "patraña". Una demostración es el cambio total de posición de la c. Nancy, una de las cabezas más importantes del Bloque Escisionista y quien efectivamente lo ha estado dirigiendo, que hoy está por luchar por un Acuerdo de Paz.
Saludamos con profunda alegría de clase y optimismo revolucionario el éxito de la línea proletaria, dirigida por el Presidente Gonzalo y la Dirección Central del PCP y resaltamos la parte referida al Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI). Expresamos nuestra plena convicción de que el siniestro Bloque Escisionista será derrotado y que la línea proletaria se impondrá inevitablemente, agregando otro capítulo victorioso a la historia de la revolución proletaria mundial.
Alemania, 26 de setiembre de 1995
Movimiento Popular Perú de Alemania
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