EL EJÉRCITO GUERRILLERO POPULAR: ANTORCHA Y EJEMPLO DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL
La revolución peruana es el movimiento revolucionario más grande y desarrollado en el mundo actual y, como tal, contiene lecciones importantes para todos los comunistas y revolucionarios. Su desarrollo es prueba fehaciente de la validez universal del marxismo-leninismo-maoísmo que, aplicado creadoramente a las condiciones concretas de la sociedad peruana, ha dado grandes éxitos y logros al PCP y al pueblo peruano. El Presidente Mao estableció la gran verdad de que una correcta línea ideológico-política lo decide todo: Si no se tiene hombres, se los tendrá y, si no se tiene armas, se las conseguirá. El inicio y desarrollo de la guerra popular en el Perú y la correspondiente construcción del ejército revolucionario comprueba esta tesis. Cuando el PCP definió el inicio de la lucha armada no tenía una amplia organización de masas, ni ejército, ni armas; tenía, gracias a la dirección sagaz del Presidente Gonzalo, una línea política justa y correcta y la firme decisión de asumir la tarea histórica central de todo partido comunista: la de conquistar y defender el Poder para el proletariado y el pueblo. Apoyándose en estos principios, en mayo del 80 inició la lucha armada y, en 12 años llevó la guerra popular al equilibrio estratégico y construyó un poderoso ejército, convirtiéndose en antorcha y ejemplo de la revolución mundial
La construcción del ejército está ligada a la meta y al camino de la revolución. Cuando a comienzos de los años sesenta un puñado de comunistas se conformaron como fracción roja, su objetivo era enrumbar al Partido y ponerlo sobre sólidas bases marxista-leninista-maoístas. Imponer el principio de la validez universal de la violencia revolucionaria como único medio para conquistar y defender el Poder clave en su lucha contra posiciones contrarias. En enero de 1964, luego de derrotar y expulsar a los seguidores del revisionismo de Jruschov que proclamaban la vía pacífica, el PCP sancionó la vía violenta como único camino de la revolución. Al mismo tiempo, partiendo de un análisis profundo de la sociedad peruana, estableció que la violencia revolucionaria se concretaría en el Perú como una guerra prolongada del campo a la ciudad. De esta manera, el centro de la revolución, inicialmente y por un largo periodo, tenía que ponerse en el campo y el trabajo de construcción se orientó en este sentido.
En un siguiente paso, el PCP acordó en su V Conferencia Nacional de 1965 la construcción de los tres instrumentos de la revolución: el Partido como dirección política, el ejército como forma principal de organización y el frente único como tercer instrumento. La aplicación de estos acuerdos, en especial el desarrollo de un aparato militar, demostró que el Partido todavía estaba lastrado de revisionismo. Únicamente la fracción roja, concentrada en Ayacucho, intensificó su trabajo de construcción, desarrollando también el trabajo militar, mientras los integrantes del Partido en otros lugares del país en la práctica, se oponían de mil y una manera a los acuerdos de la V Conferencia Nacional. En consecuencia, el PCP, en 1969 acordó formalmente la reconstitución del Partido como Partido de nuevo tipo, marxista-leninista-maoísta, que como Estado mayor de la revolución estuviese en condiciones de dirigir la revolución armada. El proceso de reconstitución duró 10 años y se desenvolvió en ardua lucha interna contra el revisionismo de toda laya.
Después de dura lucha contra el oportunismo de derecha, el PCP definió en 1979 iniciar la lucha armada en mayo del 80. En los siguientes meses, se dedicó a un intenso trabajo de preparación. Un evento clave fue la I Conferencia Nacional de fines del 1979. Se sancionaron cuestiones fundamentales de estrategia y táctica y el primer plan militar de la guerra popular y, se establecieron los lineamientos básicos de la construcción del ejército.
Con qué fuerzas contar y, cómo construir el ejército fue el principal problema a resolver. El Presidente Gonzalo solucionó este problema planteando la militarización del Partido, que en su aplicación orgánica significaba que todos los militantes pasaran a ser combatientes del ejército. Así, el Partido asume directamente la dirección y la ejecución de las acciones armadas. De esa manera se formó el contingente histórico del inicio de la lucha armada y, al mismo tiempo, se garantizaba el control absoluto del Partido sobre el ejército, aplicando la tesis del Presidente Mao: "El Partido manda al fusil y jamás permitiremos que el fusil mande el Partido". Siendo el Partido el centro de todo, se construyó en su entorno el ejército y en torno a aquel el nuevo Estado. La construcción concéntrica era el desarrollo de la interrelación de los 3 instrumentos, establecida por el Presidente Mao. A diferencia de la revolución china, donde el Partido asumió la dirección y el control de los demás instrumentos, organizando partido dentro del ejército y del nuevo Estado, en la revolución peruana todos los miembros del Partido cumplen las tres funciones de comunistas primero y principalmente, de combatientes del ejército y de dirigentes del frente único o administradores del nuevo Estado, donde lo hubiera.
El Presidente Gonzalo nos da tres razones para la militarización del Partido: - Estamos en la ofensiva estrategia de la revolución mundial que se va a expresar en una época de 50 a 100 años, signada por la violencia y en la cual se darán todo tipo de guerras. La contrarrevolución está militarizándose cada vez más, desarrollando guerras de agresión, traficando con las luchas de los pueblos y apuntando a una guerra mundial. Frente a ello los partidos comunistas tienen que militarizarse para oponer la guerra revolucionaria a la guerra imperialista. - La militarización sirve a conjurar la restauración del capitalismo porque la experiencia ha mostrado que después de la conquista del Poder la burguesía se introduce en el Partido y el ejército, utilizándolos para usurpar el Poder y destruir la dictadura del proletariado. Para prevenir este desarrollo los partidos comunistas deben militarizarse para ejercer la dictadura sobre los tres instrumentos y, al mismo tiempo, potenciar el armamento general del pueblo para que la milicia popular engulla al ejército. - La militarización del Partido es un paso hacia la militarización de la sociedad, el mar armado de masas que es la única fuerza capaz de conquistar y defender la dictadura del proletariado.
De esta manera la militarización es un desarrollo de suma importancia y de perspectiva estratégica para la conquista y defensa del Poder.
Además, se definió el carácter del ejército, como ejército de nuevo tipo, que cumple las tareas políticas de la revolución establecidas por el Partido. Se establece la construcción ideológico-política, la construcción militar y la instrucción. La construcción ideológico-política se basa en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, en la línea política y militar del Partido, estando bajo dirección partidaria todo su trabajo político, apuntando a construir Partido en todos los niveles del ejército y, desarrollando la lucha de dos líneas: entre línea militar proletaria y burguesa. La construcción militar implica el estudio de la teoría y práctica de la guerra popular, la línea militar y los planes militares del Partido. La instrucción militar apunta a elevar la belicosidad y preparación práctica de los combatientes a través del entrenamiento y del ensayo.
Asimismo, se estableció las tareas del ejército: COMBATIR como tarea principal, MOVILIZAR que implica politizar, movilizar, organizar y armar a las masas y, PRODUCIR para no ser carga para las masas.
Sobre estos fundamentos ideológico-políticos, la I Conferencia Nacional llevó adelante los reajustes necesarios y fundó, el 3 de diciembre de 1979, la primera compañía del Ejército Rojo, compuesta de los iniciadores, quedando establecida esta fecha como "Día del Ejército". Como formas orgánicas básicas se conformaron los pelotones en el campo y los destacamentos en la ciudad. Los pelotones tenían de 10 a 15 combatientes y formaban la unidad táctica básica en el campo. Con el apoyo y la participación directa de las masas llevaron adelante las primeras acciones armadas en el campo, algunos de ellas de gran dimensión y, con la intervención de cientos de campesinos, como por ejemplo, los levantamientos de cosecha y arrasamientos de haciendas. Parte de esas masas se organizaron en milicias populares que servían de tropas auxiliares, y que, también, desarrollaban acciones propias. Los destacamentos eran unidades más pequeñas de 5 a 6 miembros que actuaban en la ciudad, desarrollando allí la guerra popular como complemento.
En el inicio de la lucha armada, las unidades del ejército revolucionario casi no disponían de armas modernas. El PCP aplicó el principio de basarse en sus propias fuerzas, que es indispensable para mantener su independencia y autodecisión. Su ejemplo demuestra, que lo que cuenta son los hombres y no las armas, porque teniendo hombres las armas se consiguen. Así, en el inicio de la lucha armada la fabricación casera de armas, en especial la dinamita, jugaba un papel muy importante. Siendo el Perú un país minero, explosivos de diferente tipo estaban al alcance del pueblo, sirviendo de base para la fabricación de medios tan efectivos como bombas, granadas de mano o morteros. Además se utilizaron armas rudimentarias de todo tipo, como cuchillos o herramientas agrícolas. Sin embargo, el PCP vio con claridad que el desarrollo de la guerra popular y del ejército hacía necesario conseguir armas modernas y la consigna permanente era "Conquistar armas y medios". En toda acción armada se apuntaba a confiscar el armamento del enemigo, ya sea de las fuerzas policiales o fuerzas armadas, o del poder local en el campo. A ello sirvieron en especial los asaltos a los puestos policiales y, posteriormente, las emboscadas a transportes militares, siendo la confiscación, la principal fuente de armas la confiscación. Además, también se efectaron compras de armas pero, debido a su alto costo, en muy poca cantidad.
Los hechos demostraron que la construcción del ejército del PCP era justa y correcta, forjándose un contingente que, basado en su superioridad ideológica, cumplió exitosamente el plan de inicio para, después de pocos meses, pasar a desenvolver la guerra de guerrillas.
A fines de 1982 se presentó una situación que exigía un salto en el desarrollo de la guerra popular. La guerra de guerrillas había logrado el retiro de muchos puestos policiales en zonas rurales, creando un vacío de poder. En estos lugares se estableció el Nuevo Poder, especificados en los Comités Populares. Al mismo tiempo, las milicias populares se habían multiplicado. Frente a esta situación, el gobierno dispuso el ingreso de las fuerzas armadas reaccionarias para combatir la guerra revolucionaria.
El PCP, en marzo de 1983, respondió con el plan de "Conquistar Bases de Apoyo" que, aparte de la consolidación ideológico-política del Partido, la ampliación del frente único y las tareas militares, estableció la formación del Ejercito Guerrillero Popular (EGP). El Presidente Gonzalo lo concibió sobre los principios marxistas-leninistas-maoístas considerando las condiciones y necesidades específicas de la revolución peruana. Basándose en la tesis del armamento general del pueblo de Marx y en los desarrollos sobre la milicia popular de Lenin y del Presidente Mao, planteó la incorporación de la milicia al ejército, conformándose el EGP con 3 fuerzas: La fuerza principal, la fuerza local y la fuerza de base. Las 3 fuerzas se diferencian principalmente por el ámbito que cubren. La fuerza principal se desplaza constantemente en toda una región y, si fuera necesario, en todo el país. La fuerza local actúa en un ámbito más reducido, que puede abarcar una provincia o un distrito. La fuerza de base está conformada por la población de los Comités Populares y sirve a su defensa y consolidación, asumiendo tareas de ejército, policía y administradores. Esta concepción del EGP era un paso importante hacia el armamento general del pueblo, considerando la situación específica de las masas campesinas que, en muchos casos, no se vieron en condiciones o no querían dejar sus tierras para incorporarse a la guerrilla a tiempo completo, pero, sí estaban dispuestas a participar en acciones armadas.
El Presidente Gonzalo también concibió las 3 fuerzas en la ciudad, especificándolas como destacamentos especiales, destacamentos y milicias. Cada una de estas tres fuerzas cumplía sus propias tareas, actuando las tres bajo un sólo plan militar estratégicamente centralizado y tácticamente descentralizado y, concentrándolas para acciones especificas.
El EGP, como lo dice el mismo nombre, era un ejército guerrillero porque servía a desarrollar la guerra de guerrillas y, obviamente, no era ni podía ser ejército regular, aunque sus características le permitían desenvolverse como ejército regular.
La conformación del EGP se impuso en lucha contra una posición derechista en el Partido. Ésta planteaba que no correspondía a la realidad, porque las masas no responderían. Una vez más los hechos mostraban la corrección de la línea roja del Presidente Gonzalo. El EGP no sólo logró enfrentar victoriosamente a las fuerzas armadas reaccionarias y genocidas, sino también creció rápidamente, desarrollando guerra de guerrillas de amplia escala y, en poco más de 3 años, cumplió exitosamente con la conquista de las bases de apoyo, para luego pasar a desarrollarlas.
En 1988, se había entrado a una guerra de guerrillas generalizada y el Presidente Gonzalo planteó preparar la tarea estratégica de pasar de guerra de guerrillas a guerra de movimientos, tarea necesaria para poder llegar al equilibrio estratégico. La guerra de movimientos sigue siendo una guerra de alta movilidad, pero abarca acciones de mayor monta y calidad y la correspondiente concentración de fuerzas, unificando cada vez más la acción. Para el desarrollo de las fuerzas armadas revolucionarias el pasar a guerra de movimientos significa convertir el ejército guerrillero, paulatinamente, en ejército regular; esto conlleva formar unidades más grandes, elevar la disciplina e intensificar la instrucción. En función de esta tarea el Presidente Gonzalo planteó la consigna: "Desarrollar las compañías, fortalecer los pelotones, apuntando a batallones."
En octubre de 1989, el PCP sancionó el plan de "Impulsar el desarrollo de las bases", estableciendo la tarea de pasar de guerra de guerrillas a guerra de movimientos. El PCP definió que la guerra de movimientos era paso necesario de la guerra popular, porque con guerra de guerrillas no se puede desarrollar el equilibrio estratégico, ni pasar a la contraofensiva estratégica y conquistar el Poder. Este desarrollo se logró en medio de dura lucha, porque dentro del Partido había quienes se opusieron a este salto. El fondo de esta posición derechista era el temor al costo que producía una guerra más desarrollada, oponiéndose a pasar al equilibrio estratégico y, al final de cuentas, a la continuación del camino hacia la conquista del Poder en todo el país.
El salto de guerra de guerrillas a guerra de movimientos, como forma principal, se dio en el transcurso del año 1990, entrando la guerra popular al equilibrio estratégico.
A fines del 90, en el II Pleno del Comité Central del PCP, se hizo el balance y se sancionó sobre la guerra popular: "Potenciar la guerra de movimientos", y respecto al ejército, desarrollar y elevar su capacidad de combate, crear formas orgánicas mayores e impulsar los destacamentos especiales. En la aplicación de esta política, la guerra popular alcanzó durante la última campaña del plan de "Impulsar el desarrollo de las bases", su más alto nivel de desarrollo hasta hoy; y, creó las condiciones para un nuevo salto.
En julio de 1992, en el III Pleno del Comité Central, el PCP determinaba concluir la guerra agraria para pasar al "Camino Popular de Liberación", lo que implicaba obviamente nuevas tareas, como son el traspaso del centro de la guerra del campo a la ciudad, una mayor centralización estratégica, la ampliación del frente único y, referente al ejército, construir el Ejército Popular de Liberación. El Presidente Gonzalo plantea al respecto: "Había que resolver el salto al Ejército Popular de Liberación, ejército integrado, conformando los 3 institutos: artillería, caballería e infantería, manejar aparatos superiores y forjar mandos militares más experimentados, adiestramiento diferente, manejo de campañas y contracampañas, armas, logística, estados mayores y estado mayor general más alto...". Entonces el paso Ejército Popular de Liberación, obviamente, no es un simple cambio de nombre, como lo entiende la línea ultraizquierdista, sino implica pasar a ejército más desarrollado y regular, además, una mayor centralización estratégica, planes más unificados, elevación de la disciplina y mayor instrucción.
La concepción de Ejército Popular de Liberación correspondía a la perspectiva, de tener que enfrentarse en forma directa al imperialismo. Sin embargo, después de la caída del Presidente Gonzalo y la dirección central del PCP, las condiciones han cambiado y, el imperialismo ya no ve la necesidad de una intervención directa. La suspensión de las acciones armadas, dispuesta por el Presidente Gonzalo, necesariamente conlleva nuevas formas de lucha política y nuevas formas de organización. El actual repliegue político y militar corresponde a una coyuntura transitoria y no niega la violencia revolucionaria como forma principal de lucha para conquistar y defender el Poder. Por tanto, tampoco niega el ejército revolucionario como forma principal de organización y, tarde o temprano el PCP retomará la guerra revolucionaria y la construcción del ejército, valiéndose de su ingente experiencia y de los magistrales desarrollos del Presidente Gonzalo.
PROCESO DEL EJÉRCITO ROJO EN LA REVOLUCION PERUANA
3 de diciembre del 79: se acuerda conformar la "I Compañía de la I División del Ejército Rojo"
1980: Con el inicio de la lucha armada se plasman los pelotones y destacamentos con y sin armas
Marzo 1982: Asalto a la cárcel de Ayacucho, se plasma en los hechos la I. Compañía.
1983: Plan de "Conquistar Bases de Apoyo" plantea la formación del Ejército Guerrillero Popular. Surge el EGP compuesto de destacamentos especiales, destacamentos y milicias populares en la ciudad, pelotones y compañías en el campo, apuntando a batallones.
1988: II Sesión del Congreso: "Preparar la tarea estratégica de pasar de GG a guerra de movimientos", lo que implica el desarrollo del ejército hacia ejército regular.
1989: III Sesión del Congreso: "... pasar de la GG a guerra de movimientos. (Plan de Impulsar)
1990: I Sesión Plenaria del CC - (Balance de la I Cpña. de Impulsar): "La guerra de movimiento, paso necesario de la GP"
1990 "Construyamos la conquista del Poder en medio de la GP": Desenvolver guerra de movimientos.
Julio 1992: Convertir el EGP en Ejército Popular de Liberación.
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