Inicio | Política Actual | Campañas | Documentación PCP | Marx - Lenin - Mao Tse-tung | Enlaces | Contacto | ||||||
¿Hay bases para un Acuerdo de Paz? Si hay bases sustentadas en cuatro elementos.
1. La opinión pública internacional, cuya tendencia es la solución de las guerras y conflictos mediante acuerdos políticos y diplomáticos.
2.- La opinión del del pueblo para el cual, aparte de la campaña por la pacificación desenvuelta hace años, la paz ha devenido en una necesidad.
3.- La necesidad del Estado peruano y del Gobierno de terminar la guerra de más de 13 años, para desenvolver sus planes de reestructuración del estado y de reimpulsar el capitalismo burocrático dentro de las exigencias actuales y perspectivas del imperialismo, pues el camino burocrático en el Perú está rezagado frente al de países vecinos y otros de la propia América Latina.
4.- La acción del Partido, que, aplicando Nueva Gran Estrategia, asuma combatir por la Nueva Decisión y Definición, esto es, ¡Luchar por un Acuerdo de Paz y sentar bases para el II Congreso!. Estos cuatro elementos materiales, reales, son base objetiva para un Acuerdo
Pero nada viene del cielo, ni fácil, ni simplemente, la lucha por un Acuerdo de Paz es complejo, difícil y riesgosa a mis de que encierra las dificultades de lo nuevo, se d9 en nuevas condiciones de la lucha de clases en el mundo y, cuando en el país se atiza en función de las elecciones generales (el 95 o antes si las hay?), en especial, en torno a la aplicación del plan a largo plazo y gobierno prolongado que el burocrático ganara y necesita, cada vez más urgentemente, en su enfrentamiento con el camino democrático, principalmente con la guerra popular más aún ahora y en perspectiva, considerando las dificultades y problemas crecientes del camino democrático en los últimos años, cuya solución demanda largo tiempo; que el viejo topo reimpulse la remoción profunda y organizada de las masas, y que la Dirección proletaria del Partido pueda conducir firme y sagazmente desarrollando su ingente experiencia acumulada principalmente en la guerra popular y los 30 años de la fracción roja.
En este marco de nuevos complejos y de muy serios problemas de la política internacional, de la sociedad peruana, de la guerra popular y del Partido, principalmente en su Dirección lo que es cuestión decisiva; la coyuntura se presenta de la siguiente forma en cuanto a la base para un Acuerdo de Paz:
1. La opinión pública internacional. Si bien la tendencia que se desenvuelve hace años y proseguirá es la solución de la guerra y los conflictos, mediante acuerdos políticos y diplomáticos que tal tendencia se da en medio de la ofensiva general del imperialismo. En ella el imperialismo norteamericano se desenvuelve como superpotencia hegemónica única, llevando adelanta agresiones directas (misiles contra Bagdad por supuesto plan para matar a Bush) o bajo la bandera de la Organización de las Naciones Unidas (Somalia (hoy o guerra del golfo del 91), avalando o actuando conjuntamente con otras potencias imperialistas para futuros repartos del ~o o zonas de influencia actuales (Yugoslavia, Campuchea), o proclamando su apoyo (Yeltsin en Rusia),todo esto dentro de la ofensiva general del imperialismo, todo esto dentro de la ofensiva general del imperialismo encabezado por Estado Unidos (que descargando siniestros zarpazos guerreristas, como forma de su acción contrarrevolucionaria, apunta a demoler lo mas posible, conjurar la revolución y el avance de las naciones oprimidas y del pueblo), para imponer su orden imperialista en todo el orbe sacando precisamente el mayor provecho posible de repliegue político general de la revolución proletaria mundial.
Además debe tenerse muy en cuenta los intereses específicos y contradicciones en el seno del imperialismo, entre la superpotencia hegemónica y la superpotencia en desintegración y recomposición Estados Unidos y Rusia respectivamente y con las otras potencias. Japón, Alemania y Francia que, les pisa los talones; pues mientras cada quien suene con su hegemonía futura, hoy se coluden y pugnan por desenvolver su zona de influencia y en una sorda rebatiña preparan el nuevo reparto del mundo En este contexto hay que ubicar, al Estado peruano y su gobierno actual, considerar especialmente las divergencias presentes del gobierno Peruano con la administración de Clinton y en general la cuestión de los derechos humanos, tan enarbolados por todas los imperialistas, así mismo la importancia de la guerra, popular y de su término para Estados Unidos, ligada a la seguridad yanqui en su zona de influencia. En conclusión, dentro de esta compleja realidad, la opinión pública internacional es favorable a un Acuerdo de Paz..
2.- La opinión del pueblo peruano, es decididamente favorable a un Acuerdo de Paz, más aún, la paz ha devenido en una necesidad del pueblo, de la nación, incluso la sociedad peruana en su conjunto. Esta es una realidad clara, concreta y objetiva. Sin embargo aparte de diferenciar los intereses de las 4 clases del pueblo y sus diversas posiciones frente al Acuerdo, debemos basarnos y defender fundamentalmente los intereses y beneficios del proletariado y del campesinado pobre, en especial, y a ellos añadir firme y decididamente a la pequeña burguesía y burguesía nacional para unir al pueblo, unir los intereses del pueblo organizadamente. bajo la dirección de la clase del Partido en concreto; esto es estratégico y está indesligablemente ligado a la Nueva Gran Estrategia, por ello debe desarraigarse cualquier saldo de ultraizquierdismo derivado de la guerra agraria que terminaba en el III Gran Plan de Desarrollo Estratégico de la Guerra Popular previniéndonos siempre del derechismo. Aquí una vez más destacamos, "En la III Sesión del Comité Central, julio del 92, el Presidente Gonzalo estableció la gran orientación que en las acciones de la Guerra Popular, debíamos esforzarnos cada vez más por ajustarnos a las normas internacionalmente sancionadas para ejecución de las acciones bélicas, muy especialmente al artículo 3°, común de las convenciones de Ginebra que los mismos no deben dirigirse contra las masas civiles preservándolos lo más posible de los daños derivados. Orientación a que debemos ceñir estrictamente nuestra acción armada, en tanto ésta continúe".
Lo anterior está ligado a su vez, a que la paz también es una necesidad de la nación, ésta es una perspectiva en que la nación peruana enfrenta fuerte rezago y riesgo téngase presente lo que dijéramos en setiembre del 92 sobre experiencia histórica del país considerando las nuevas condiciones, (sin embargo, hoy más que nunca debemos resaltarlo, impulsando el IV Plan Estratégico. Este importante llamamiento apuntaba a 2 cuestiones: primera, potenciar la moral revolucionaria para conjurar el más duro golpe recibido; segundo, que, la nueva situación se expresará y tiempo de por medio para que fuera correctamente analizada principalmente por nuestra colina) y el problema nacional se complica y agrava dentro del reimpulso y evolución del camino burocrático que lleva a mayor dominio del imperialismo yanqui principalmente; lo que, no impide la penetración de otros imperialistas, ya sea potencias como Japón o Alemania, o nuevos imperialistas como los llamados" "Dragones del Asia" ... hoy la propia China de Teng es uno de los nuevos y mayores inversores en el país en la minería especialmente.
Pero así mismo, la paz ha devenido en necesidad para la sociedad peruana, esto implica el interés y acción de los explotadores, principalmente de la gran burguesía, sus facciones y los imperialistas a quienes están ligados estas clases (gran burguesía y terratenientes), sus facciones, organismos medios y lacayos, si bien no son del pueblo peruano, son parte de la sociedad peruana y están desde siempre contra la revolución, son enemigos recalcitrantes y acérrimos de la guerra popular y desde hace años sustentadores e impulsores de la "pacificación", esto es de acabar a sangre y fuego con la guerra popular, destruye en todo lo posible nuestras fuerzas, conjuramos al máximo, hundirnos aplastarnos para que nunca más levantamos cabeza y así asegurar su negro sueño de dominar y oprimir, explotar por siempre al pueblo peruano bajo el ala protectora de su amo el imperialismo. Para ellos la paz ha devenido en necesidad, pero, en función dé sus intereses de clase antagónicas a las del pueblo y en el fondo están por la pacificación, en ellas hay facciones y grupos de intereses circunscritos, mas aún y es muy importante, están ligados diferentes imperialistas y monopolios, todo lo cual debe tenerse muy en cuanta para considerar sus propias contradicciones y utilizarlas en beneficio del pueblo y del proletariado en especial. El estudio y aplicación de "A propósito de Nuestra Política" Presidente Mao Tse-tung, tomo II, aplicando a nuestras condiciones concretas debe guiarnos en este como en los problemas que estamos tratando aquí.
Además de la repercusión sobre el pueblo, de la acción de las diferentes clases, incluidos los explotadores, se debe ver y no olvidar en modo alguno la de otros. Quienes directamente han servido y se han beneficiado de la guerra contrasubversiva se opondrán al Acuerdo y en este sentido presionaran al pueblo; los cabecillas, los cabezas negras y sus secuaces directos, que han fomentado y promueven las rondas campesinas "comités de defensa", rondas urbanas, etc. y han desenvuelto bajo la dirección de las Fuerzas Policiales y Armadas, campañas contra la guerra popular y el pueblo, querrán proseguir en su nefasto y para ellos productiva labor, más aún si pretenden convertirse en base política del gobierno y cumplir el papel de gamonalismo, del caciquismo politiquero como muchos mandones al servicio del amo de turno, esto principalmente en la sierra aunque no sólo en ella (tomándose como base económica, y usufructuando por ejemplo leyes sobre Empresas Comunales y Multicomunales que pueden abarcar una provincia o las Cajas de Ahorros Rural para la inversión en el campo pero esto al fin y al cabo seguirán el bastón de mando de sus amos, y aceptarán lo que ellos acepten y pretendan.
Quienes se lanzarán frenéticamente a combatirnos y oponerse a nuestra lucha por un Acuerdo de Paz serán revisionistas y oportunistas ya hemos visto cómo han salido vociferando "traición", ''capitulación'', "cobardía", etc. Muy expresivamente revelador de estos engendros es el negro e infame ataque de Del
Prado, el encallecido "carcamán", impenitente vendeobreros, hoy nuevo Lázaro que pretende resucitar políticamente atacándonos. Que los revisionistas y oportunistas nos ataquen protervamante no nos sorprende no es bueno, pues simplemente se ve quienes siempre nos combatieron, continúan haciéndolo; y si hoy furiosamente arremeten contra el Acuerdo de Paz es porque están contra sus intereses y sus apetitos de lacayos sin puesto, cuyos servicios son rechazados, y en esencia porque el Acuerdo sirve al pueblo, a la clase, al Partido.
Revisionistas y oportunistas, al unísono con la oposición y sus lacayos particularmente, han vociferado y derrochado su veneno a los 4 vientos, para emponzoñar el ambiente; se desesperaron porque la difusión de las cartas coincidieron con el referéndum pero proseguirán su siniestra tarea de siempre porque como otros quisieron y sueñan y traman nuestra desaparición especulando como podridas tahúres que sí podrán seguir cabalgando sobre las masas, recuperar posiciones en el fondo temen servilmente nuestro camino y más aún nuestro futuro avance y desarrollo. El ataque de revisionistas y oportunistas servirá a que el Partido, el pueblo principalmente la izquierda proletaria y revolucionaria vean con mayor facilidad y justeza y corrección de la Nueva Gran Estrategia; de la Nueva Decisión y Nueva Definición. Y la necesidad de enarbolar con firmeza y resolución (luchar por un Acuerdo de Paz y sentar bases para el II Congreso) tener muy presente lo que el Presidente Mao dijo: Es bueno que nos pintan de negro cuanto mas negro mejor, es, señal que no solo avanzamos, si no que hemos obtenido logros, así una vez más s, como siempre hemos deslindado campos y caminos con el revisionismo y oportunismo, hoy mas que nunca debemos tener presente la gran lección: ¡Jamás olvidar la lucha de clases! ¡Combatir al revisionismo siempre!.
En conclusión: La opinión del pueblo peruano es decididamente favorable a un Acuerdo de Paz. Pero se expresa en una lucha de clases, atizada por afanes y apetitos electoreros, cuando el capitalismo burocrático sienta bases y se viabiliza, y la oposición con el revisionismo y oportunismo siembra confusión, a la que el propio gobierno coadyuva pese a su necesidad de que termine la guerra. Destaquemos que la opinión del Pueblo comenzó a orientarse hacia la paz, inducido por una sistemática campaña, en la cual la iglesia cumplió saltante papel; entonces esa inclinación no correspondía realmente a los intereses del pueblo, pues la guerra popular estaba desarrollándose, y habiendo alcanzado el equilibrio estratégico el 90, se enrumbaba a Construir la Conquista del Poder, pero después de setiembre del 92, el más duro golpe recibido, la guerra popular hasta hoy; a ésta, al no poder desarrollarse sino simplemente, mantenerse no es,posible triunfar y satisfacer los intereses del pueblo con la Conquista del Poder, mas aún la guerra popular por su simple mantenimiento ha entrado en riesgos crecientes, que al fin y al cabo sólo repercutirá contra la clase y el pueblo, por lo cual hoy la necesidad histórica insoslayable es luchar por un Acuerdo de Paz, de cuya aplicación derive concluir la guerra que por más de 13 años vive el país, de esta manera, ha devenido necesidad del pueblo y la clase y como tal Partido lo ha asumido lo brega por plasmarlo. Así se funden nueva y profundamente los intereses del pueblo y del Partido y combatiendo juntos alcanzara sus objetivos contra viento y marea para proseguir el largo camino por venir el de la marcha inexorable hacia la sociedad futura, real y totalmente nueva, sin clases, la sociedad de la Libertad y Armonía, la Sociedad Comunista. Después, en medio de ardua lucha de clases, combatiendo firme y sagaz e indoblegablemente con el pueblo, con nuestra Dirección podrá desarrollarse una sólida base para seguir y aplicar un Acuerdo de Paz.
3. La necesidad del Estado y del gobierno, los hechos han demostrado hasta la saciedad la correcta conclusión del Partido año 90, sobre las 3 tareas del Estado: reimpulsar, estructurar, aniquilar las que deberían ser asumidas por quien fuera electo Presidente como necesidad perentoria del camino burocrático. Así como lo especificado el 91, en "¡Que el equilibrio estratégico remezca más el País!" sobre la centralización y el golpe de estado que ya entonces se veía venir como parte de la reestructuración estatal, y el desenvolvimiento de una estrategia antisubversiva mas sistemática y coherente que desarrollaba principalmente el campo de la inteligencia, con la consiguiente captura de cuadros y dirigentes junto con la acción cívica, control de la población y de recursos y operaciones psicológicas (4 elementos de la llamada estrategia de la guerra de baja intensidad aplicada a las condiciones del país) aparte de las campañas de aniquilamiento impulsadas ya desde el 89, esto además de lo resaltado en el mismo documento, noviembre 91, sobre que el gobierno sienta bases para su proceso económico de reimpulsar, cuya labor proseguía entonces con la dación de cientos de decretos leyes en él enquistados, que enarbolan el más desenfrenado liberalismo a tambor batiente, también debe considerarse, sobre estrategia contrasubversiva, lo tratado en "Las Dos Colinas - I. estrategia contrasubversiva". Diciembre. 91, teniendo presente "que tal documento estaba pendiente de revisión final.
La situación nuestra que en el cumplimiento de las 3 tareas del gobierno, ha' logrado objetivos avances; que ha establecido bases en reimpulsar el capitalismo burocrático, apuntando este año a conjurar la recesión que dura 5 años consecutivos, y que ha avanzado en su reestructuración del Estado, habiendo concretado una nueva Constitución cuya aplicación comenzará dentro de poco, y de lo principal muy especialmente para nosotros, ha obtenido éxitos en su lucha contra la guerra popular, obviamente en el campo dé la inteligencia, concretados principalmente con la captura de cuadros y dirigentes del Partido, sobre todo con la captura del 12 de setiembre, a todas luces el más grande y duro golpe recibido de la guerra popular en todo su desarrollo constituyendo, como contraparte el mayor y más importante éxito del Estado y del gobierno actual en concreto, en su guerra contrasubversiva desde el 80. La captura de la Dirección Central en particular los dos miembros restantes del Comité Permanente histórico, que han dirigido desde la preparación de la lucha armada y su inicio, ha redundado, como la realidad lo prueba, en el represtigio del Estado Peruano, sus Fuerzas Armadas y Policiales, en especial del Gobierno, sirviéndoles no solo en su tarea de aniquilar sino en la de reimpulsar y reestructurar, aparte de fortalecer su imagen internacional, sirviendo en consecuencia a viabilizar su camino burocrático opuesto antagónicamente al democrático, al del pueblo.
Todo éstos son hechos concretos y de innegable repercusión en la política, deben ser vistos, tal como son y en modo alguno ignorados, pero lo que debe merecernos especialísima atención, es su realidad actual y perspectiva; el camino burocrático ha generado e impulsa la necesidad de un largo plan de liberalismo y de un prolongado gobierno de concentración absoluta del poder para evolucionar el camino burocrático dentro del sistema imperialista y sus actuales orientaciones y exigencias. Esto es lo que el Gobierno de Fujimori, con el apoyo de la Fuerza Armada encarna y lleva adelante, cada vez más sustentando en la columna vertebral del Estado, particularmente, desde el golpe del 5 de Abril, golpe que era una necesidad del Estado Peruano como el Partido previera y planteara en Noviembre del 91; cuyos estratos pertinentes fueron comentados entonces por los medios de difusión, incluso por quienes ahora y en coro vociferan que hemos pasado a alabar al gobierno y el golpe, acompañados venenosa oportunistas y lacayos que unidos ¡cuando no! a sus amos y socios de la oposición arremeten contra nuestras posiciones y el Acuerdo de Paz que enarbolamos; es este largo plan de liberalismo y prolongado gobierno de concentración absoluta la que Fujimori y su gobierno representan, aplican y promueven y seguirán haciéndolo; y las bases económicas puestas, los avances logrados, en la reestructuración Estatal y los éxitos alcanzados contra la guerra. popular, no solo viabiliza el camino burocrático sino que la reelección, si la llamada "pacificación" es parte del camino burocrático, obviamente un Acuerdo de Paz, aunque opuesto a su triunfalismo, viabiliza su camino que lo necesita.
Es precisamente esta reelección, el desarrollo, lo que desespera a la oposición, esa ea la esencia de sus divergencias actuales y en la del 95, aparte de cuestiones de democracia burguesa cuyo punto central será entre "distrito múltiple" frente a "distrito único" que restringe sus apetitos y sus sueños de representantes parlamentarios, pues la invocación de "democracia" y "derechos sociales y económicos" del pueblo en su propaganda no es sino declamación demagogia, así como el de la "regionalización" y "descentralización, no es para ellos sino trafico de aspiraciones populares y regionales, que les sirvan de trampolín para, su caciquismo y arribismo político. La necesidad del camino burocrático, la evolución del capitalismo burocrático, un largo plan de liberalismo y prolongado gobierno de concentración absoluta, en modo alguno extraña a la oposición, muy por el contrario, es su propio camino; el camino cuyos servicios están dedicados cualquiera que sus divergencias, pues al fin y al cabo no son sino contradicciones en el seno del capitalismo burocrático, en todo caso su discrepancia está en su demanda de renovación presidencial cada 5 años como manda la Constitución estatal peruana sin reelección inmediata y modificación concertada de algunos artículos de la nueva Constitución, entre ellos el reconocimiento formal de algunas demandas populares como gratitud de la enseñanza, regionalización etc.
Así siendo la paz una necesidad del Estado, también es una necesidad de la oposición y los partidos que la integran y no obstante la contraposición al gobierno y cualquiera sean las divergencias en ella, la oposición tiene que estar y de hecho está por la paz, aunque la "pacificación'' y cono todos de la otra colina y sus lacayas desearían nuestro aplastamiento y derrota buscando barrernos del mapa, conjurando toda posibilidad futura de desarrollo ea defensa de la clase y del pueblo. Su siniestro e infame ataque contra las cartas, principalmente contra la segunda no es sino su virulenta reacción contra la repercusión de las mismas en el resultado del Referéndum y sus posteriores derivaciones en la reelección en desarrollo, es en síntesis una ofensiva para conjurar que el gobierno obtenga solo, sin su participación, un éxito en la terminación de la guerra mediante un Acuerdo de Paz, más aún, ella misma quisiera y busca, una "alianza" con el Partido para mantener la guerra popular en beneficio de la democracia burguesa consagrada y contra el "autoritarismo de Fujimori" y su reelección, en función de un futuro Acuerdo con ella cuando recupere el poder, y de esta manera ser la protagonista del termino de la guerra y usufructuar al máximo su resultado a corta de nuestra sangre y la del pueblo, esa es la esencia de la cuestión, y más pronto que tarde buscará plasmar su plan, si es que ya no la ha hecho o intentado.
En conclusión para el Estado Peruano, el Gobierno y la oposición, la paz es una necesidad aunque preferiría la "pacificación", el gran costo que nuestra derrota implicaría en vidas, gasto, tiempo, mayor profundización del enfrentamiento social con toda secuela de encono y resentimiento, más la crítica y presión internacional, les hacen estar por la paz aún a regañadientes, máxima en ellos repercuta la opinión del pueblo y la mundial. Sin embargo, no obstante que la situación objetiva establece la necesidad de un Acuerdo de Paz y se marcha a él, seguirán haciendo todo lo posible por imponer su "pacificación" e impedir el acuerdo y hasta en sus elaboraciones del mismo, seguirán insistiendo en pretender introducirla. soslayando el Acuerdo y buscando someternos únicamente a sus leyes, a la "ley de arrepentimiento" u otras similares y en todo caso, apuntaran constantemente a que el Acuerdo de Paz sea en las peores condicionas para nosotros y el pueblo, más aún sancionado el Acuerdo la cuestión será su aplicación. Pero pase a todo, siendo el Acuerdo una necesidad objetiva se abrirá paso, y de su aplicación devendrá la paz, pues es necesidad del pueblo, la nación y de la sociedad peruana en su conjunto.
4. La acción del Partido, la guerra popular no ha sido derrotada ni está derrotada, al problema principal que enfrenta es el de, su Dirección Proletaria y la cuestión de la dirección política es decisiva para el mantenimiento, desarrollo y triunfo de la guerra, y, obviamente para la conquista del Poder y la defensa. del Nuevo Estado. Es pues la dirección política la dirección proletaria, la esencia de la cuestión de la guerra popular en el Perú, hoy en perspectiva larga. Esto es lo que debe verse con clarividencia previsora y principalmente: la Dirección del Partido ha soportado sobre todo en nos últimos tiempos duros golpes en diferentes niveles los más duros en el propio organismo de la Dirección Central, y a todas luces el mayor de todos, de gran repercusión inmediata y de trascendencia, la captura en Setiembre del 92 del Presidente Gonzalo y la camarada Miriam, Jefatura del Partido y la revolución, el primero y ambos miembros restantes del Comité Permanente Histórico de la dirección de la guerra popular desde su preparación e inicio, detención que implica un golpe decisivo sobre la ya debilitada dirección proletaria y repercute directa, larga y estratégicamente, no sólo tácticamente sobre todo al Partido, la guerra popular y la revolución peruana. Esto es lo que loa hechos muestran con absoluta evidencia, no puede escapar a nadie, Menos a nosotros, comunistas, maoístas, soldados del proletariado, esta evidencia incontrovertible no puede soslayar nadie que maneje el ABC del marxismo, analice y comprenda la situación objetiva y concreta, a condición de que tengan posición de clase, espíritu de Partido y persistan en servir al pueblo de todo corazón. Esto es una realidad y verdad grande como una catedral y ante ella no hay que cerrar los ojos sino mirar de frente la amarga verdad y de enfrentarla.
¿En qué circunstancias surgió el problema y en qué situación se desenvuelve hoy en lo inmediato la Dirección partidaria? En una coyuntura compleja, difícil, sobra todo nueva, en el contexto internacional de ofensiva general del imperialismo, de repliegue político general de la revolución proletaria mundial, que debe contarse en décadas, más de una por lo menos. Cuando el camino burocrático en el país sienta bases y se viabiliza y el camino democrático enfrenta las dificultades de un movimiento popular debilitado que requiere tiempo paca que el viejo topo siga hozando profundamente y atiza las llamas de la lucha de clases organizada y masivamente bajo la conducción del Partido, la guerra contrasubversiva desenvuelve una estrategia mas sistemática, coherente y desarrollada logrando éxitos principalmente con la captura de cuadros y dirigentes. Y la guerra popular necesitaba poner en marcha el IV Plan Estratégico de Desarrollo de la Guerra Popular y era perentorio definir el Programa Concreto que demandaba no sólo especificar los 14 puntos del Programa General de la Revolución Democrática, sino desarrollarlos para impulsar el Frente Popular de Liberación, así como llevar adelante vigorosamente la Estrategia de Construcción que exigía a más de la nueva tarea del Frente Popular de Liberación empezar a construir el Ejército Popular de Liberación planificar y concretar la Estabilidad relativa del Nuevo Estado y apuntar a plasmar un Gobierno Central, labor de construcción indispensable para consolidar el equilibrio estratégico logrado el, 90 y sentar bases para, la futura ofensiva; además de fundamentales problemas militares que demandaban el desarrollo del Equilibrio estratégico, y, principalmente, el traspaso del centro de la revolución del campo a la ciudad. Todos estos y otros problemas cuya solución depende claro está; y es evidente de la dirección del Partido, aparte de la mayor y más alta cohesión ideológica, política y organizativa partidaria para la conducción de la guerra popular, en las nuevas condiciones. Estos son las líneas generales, fundamentales problemas de la dirección política que el desarrollo de la guerra popular demandaba con urgencia para la aplicación del IV Plan Estratégico.
Sin embargo, precisamente en Setiembre del 92, la dirección proletaria fue decisivamente debilitada golpeando a su propia Jefatura y Comité Permanente. En consecuencia, una Nueva Dirección reestructurada asume la condición directa a inmediata y tiene que enfrentar aparte de los ya descritos, los problemas propios de toda Nueva Dirección: probar su capacidad de resolver problemas, conducir especialmente en momentos turbulentos llenos de expectativas y demandas, mostrar clarividencia, firmeza y decisión a fin de tener autoridad suficiente que la permita mantener el rumbo y concretarlo. Además de lidiar con las aspiraciones de quienes se sienten llamados a dirigir y saber conjurar sus afanes, todo lo que demandaba clarividencia, firmeza y decisión en el manejo y conducción de la lucha de 2 líneas (recuérdese el trasfondo derechista que se hizo ver en 1991 y fue especialmente el surgimiento de posiciones de empirismo y que se generalizaba).
Así, el problema se complejiza, y, dificulta cada vez más, para la mueva Dirección; posponiendo de esta manera la solución de perentorios problemas generando críticas y que el tiempo se alarga atizando la lucha de 2 líneas y la necesidad de tiempo se acrecienta más no solo para conseguir suficiente autoridad sino que el tiempo se alarga y los problemas aumentan y se amontonan, y éstas, en el tiempo como los presentes demandan no solo corrección, sino muy exigentemente oportunidad, pues en caso contrario solucionas incluso correctas devienen ineficaces o ya inútiles por tardías, complicando más la situación, socavando el propio avance o mantenimiento y en riesgo creciente las tareas específicas y lo que es grave y peligroso el trabajo en su conjunto y la consecución de los objetivos y la misma meta. Más esta, no es toda la realidad, la cuestión realmente de fondo es la forja de Jefes de la Revolución y la clase. Principalmente de Jefatura (de paso tengamos presente que una Jefatura si bien requiera un Pensamiento específico como aplicación del marxismo leninismo maoísmo a nuestra realidad, que la sustente, es necesariamente una persona concreta y no un Pensamiento separado de la misma salvo que se reedite la ya antigua posición derechista de "Pensamiento Gonzalo sin Gonzalo", como todos sabemos, los Jefes no se improvisan, ni surgen a montones, demanda largo tiempo a la clase, al pueblo y al Partido forjarlos, y nuestra guerra popular muy especialmente, necesita de Jefatura y Jefes como dice la entrevista del 88. "No as fácil generar Jefes ni Jefatura. y una guerra así como se desarrolla en el país necesita de Jefes y una Jefatura, de alguien que le represente y la encabece, de un grupo capaz de comandarla indoblegablemente; por tanto la cuestión es al problema de dirección del Partido, de dirección proletaria de la guerra y ésta es más clara que la luz del día, no puede ni podrá resolverse en buen tiempo, esto es en largo tiempo; no ver esta verdad simple y concreta y negar su importancia principal acrecentada principalmente por la multitud de problemas nuevos, complejos y difíciles ya esbozado, sería inconcebible subjetivismo unilateralidad y superficialidad, absolutamente ajenos al Partido y a su Dirección.
Por otro lado como revolucionarios proletarios como maoístas debemos saber muy bien, atenernos a las 5 condiciones indispensables para el triunfo de la guerra popular: Dirección Proletaria, base de masas, centralización estratégica, ejército de nuevo tipo, guerra prolongada y situación internacional favorable.
Que la última no existe es para todos evidente pero la principal es la primera, la dirección proletaria, y de ella deriva lo demás, la cuestión de dirección proletaria es decisiva, la guerra popular es cuestión de dirección política, pues como dice el insustituible principio del Presidente Mao: "El Partido manda al fusil y jamás permitiremos que el fusil mande al Partido".
Así la cuestión de la guerra popular en el Perú en la actualidad, es su prespectiva, es el problema de la dirección proletaria, es la cuestión de la Dirección del Partido, es la repercusión del debilitamiento de la dirección del. Partido que a no estar en la posibilidad de resolver los nuevos, complejas y difíciles problemas que presenta la coyuntura, no permita desarrollar la guerra popular, sino simplemente mantenerla, por ello no es posible triunfar, obtener la victoria completa, conquistar el poder. Esta es la médula, la esencia de las dificultades y de la posibilidad de desarrollar la guerra popular, es pues, la cuestión de la situación de fuerte debilidad en que se encuentra la Dirección del Partido. Este problema de dirección no es de falta de firmeza, decisión, capacidad, entrega total o de desinterés absoluto, por probados en largos años de militancia denodada, sino producto de las condiciones concretas objetivas del desarrollo de la lucha de clases fuera y dentro del país, de la propia guerra popular y de la situación de debilitamiento de la dirección del Partido principalmente.
En síntesis: pues el problema de Dirección del Partido determina que la guerra popular no pueda desarrollarse sino simplemente mantenerse, en consecuencia, la guerra popular entra en guerra de desgaste y comienza a desenvolverse en su seno el riesgo creciente de derrota, y la guerra popular no debe ser derrotada, esto debe y pueda conjurarse. Así hoy el Partido Comunista del Perú y principalmente a su Dirección, le corresponde tomar una nueva Gran Decisión y Definición. !Luchar por un Acuerdo de Paz y sentar bases para el II Congreso! que establezca los fundamentos para su desarrollo y en cumplimiento de sus inabdicables metas en los comienzos del siglo XXI, inicio del tercer milenio el de la futura nueva sociedad de la armonía y de la libertad, del Comunismo. Pues la humanidad marcha y marchará irrefrenablemente hacia él, su meta fija, brillante e inexorable.
El término de una grande y gloriosa etapa de la Revolución Proletaria Mundial no sólo significa la conclusión de esta etapa, es a la vez, comienzo y gestación de otra nueva y más alta etapa de la era y de la revolución proletaria que prosigue y proseguirá su camino, y dentro de ella el término de la guerra popular iniciada en mayo del 80, es simplemente cambiar un presente de posibilidades inciertas, cada día más riesgosas por un futuro cierto y real; es que en el mundo y en el país lo que está jugándose no es el presente sino el futuro de la clase y del pueblo, no es el hoy fugaz y endeble sino las sólidas décadas de nuevos y más grandes y más altos combates por venir, pues como toda clase y más, siendo la, última: ¡EL PROLETARIADO Y SOLO EL PROLETARIADO ESCRIBIRA LA HISTORIA, FINAL ABRIENDO DEFINITIVAMENTE EL FUTURO!
El pueblo podría preguntarnos ¿Qué hemos logrado en tantos años de combate? y tienen derecho a hacerlo; nuestra obligación es responder y explicar. En más de 13 años hemos iniciado y desarrollado la guerra popular sustentado las masas, principalmente campesinas, con autosostenimiento, autodecisión e independencia, guiándonos siempre por el marxismo leninismo maoísmo, Pensamiento Gonzalo, sirviendo al pueblo de todo corazón y con desinterés absoluto. Hemos desarrollado fundamentalmente una guerra campesina dirigida por el Partido, combatiendo contra las 3 montañas como nadie antes ningún Partido alguno lo hizo. Hemos llevado adelante el más amplio y profundo barrimiento de la semifeudalidad. Hemos combatido y desenmascarado frontalmente en la práctica y con la guerra el capitalismo burocrático mostrando cabal y completamente como el sustento de la gran burguesía que dirige el Estado peruano, dictadura organizada de la violencia reaccionaria que evoluciona sólo pero no destruye las bases feudales de la sociedad, así como atada cada vez más al dominio imperialista, y combatiendo al imperialismo, principalmente yanqui, hemos devenido en peligro para su seguridad y en uno de sus enemigos fundamentales en el mundo, vociferando su odio contra nosotros mientras tramaba y apoyaba nuestra destrucción con la que sigue soñando, pues somos y seremos para él un pésimo ejemplo contagioso, no sólo en América Latina sino en el mundo, la guerra ha sido, es y será ejemplo imborrable de lucha contra las 3 montañas que aplastan y aplastarán al pueblo hasta que sean barridos cabal y completamente. En más de 13 años de guerra popular hemos generado un ejército de nuevo tipo, el Ejército Guerrillero Popular, y sentado bases del Nuevo Estado, del nuevo poder de las 4 clases, sustentado en la alianza obrero campesina bajo la dirección proletaria del Partido Comunista del Perú, los Comités Populares y Bases de Apoyo de la República Popular de Nueva Democracia; así por primera vez el pueblo ha tenido su propio ejército y su propia Estado.
En síntesis, la Guerra Popular, la guerra de masas dirigida por el Partido tiene 5 logros: 1° Es el más grandioso movimiento popular revolucionario de la historia peruana. 2° Ha establecido el maoísmo como nueva, tercera y superior etapa del marxismo leninismo-maoísmo y concretado el Pensamiento Gonzalo como nuestra arma ideológica específica y principal. 3° Ha elevado el prestigio del Partido Comunista del Perú, la vanguardia organizada del proletariado peruano, al punto más alto de su larga historia y extendido su influencia y repercusión en el mundo, como no la tuvo jamás. 4° Ha acumulado la más ingente experiencia revolucionaria actual, principalmente positiva. 5° Ha hecho un gran aporte de la revolución proletaria mundial llegando a reconocerla como "Antorcha de la Revolución Mundial" y al Partido como "vanguardia de choque la Revolución Proletaria Mundial". Esta es la guerra popular iniciada el 80, hito imperecedero, imborrable de la historia peruana, cumbre de la revolución, base futura de su continuación y desarrollo inexorable.
Esta es la gloriosa guerra popular del pueblo peruano dirigido por el Partido, Comunista del Perú, partido marxista leninista maoísta, Pensamiento Gonzalo, gesta de las masas, inigualado hasta hoy y que sólo el futura superará pero en la actualidad esta guerra popular no puede desarrollarse, triunfar ni menos conquistar el Poder. Más aún, continuar en las actuales circunstancias encierra riesgo creciente de derrota y destrucción y llevaría a su hundimiento, sería "perder la cabeza y cometer un crimen monstruoso" contra el Partido, la clase, el pueblo y la revolución. Por ello, con la misma mente clara, voluntad resuelta y pasión inextinguible con, que el año 79 tomamos la gran decisión de iniciar la lucha armada y la Gran Definición de comenzar una nueva etapa del Partido, de la dirección de la guerra popular, hoy, el Partido y principalmente su Dirección debe asumir y combatir por una Nueva Decisión: Luchar por un Acuerdo de Paz, y por una Nueva Gran Definición: Sentar Bases para el II Congreso, que establezca los fundamentos de la IV Etapa de la historia del Partido, de la próxima canturria. Esta es una decisión histórica insoslayable que la clase, el pueblo, la revolución nos demanda. Eso es lo que el futuro exige y nuevo reto y desafío que la historia nos hace. Es el desenvolvimiento del proceso histórico que nos plantea la necesidad de Acuerdo de Paz. Recordemos la cita de Engels que trae el gran Lenin en el cap. 8 de su obra "Izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo", refutando el manifiesto de los 33 comunistas blanquistas: "Los comunistas alemanes son comunistas porque a través de todas las etapas intermedias y de todos los compromisos creados, no por ellos sino por la marcha del desarrollo histórico ven con claridad y persiguen constantemente su objetivo final: la abolición de las clases y la creación de una sociedad en la que no existirá ya la propiedad privada de la tierra o de los medios de producción. Los 33 blanquistas son comunistas precisamente porque piensan que sólo porque ellos desean saltar las etapas intermedias y los compromisos, el asunto está arreglado, y que si se "inicia" en los próximas días de los cuales están plenamente seguros y toman el poder el "Comunismo" será implantado al día siguiente, sino es posible esto inmediatamente, no son comunistas.
¡Qué ingenuidad tan pueril es presentar la propia impaciencia como argumento teóricamente convincente ...!"
Para guiarnos en esta decisión y definición de gran trascendencia al fin y al cabo más difícil que las del año 79 tengamos en cuenta el siguiente comentario de la cita del Presidente Mao sobre la ley del imperialismo y el pueblo:
Gran ley de la lucha de clases sobre las leyes del imperialismo, la reacción y el pueblo.
La lucha de clases gran y constante guerra de clases dirigido por la política tiene dos formas: Primero: incruenta "Política es guerra sin derramamiento de sangre", y dos: cruenta, "Guerra es política con derramamiento de sangre"; ambas son formas de la gran guerra política que es la lucha de clases, a ésta el desarrollo de la contradicción revolución contrarrevolución cuya esencia es luchar - provocar disturbios - luchar que expresa el proceso de la contradicción luchar - provocar disturbios. Las dos leyes pon una gran ley de la lucha de clases, una contradicción cuyos términos son: Por un lado provocar disturbios que encierra ruina, y por el otro luchar que encierra victoria. En ambos hay fracaso de por medio, pero mientras en lo viejo lleva a la ruina en lo nuevo lleva a la victoria. Esto es una gran ley inexorable. No temer al fracaso, la cuestión es luchar de nuevo, de ahí la importancia de la gran verdad del marxismo: "La rebelión se justifica".
Esta gran ley de la lucha de clases, ley marxista leninista-maoísta lo vemos actuante en nuestra propia historia, en la emancipación; la gesta de Bolívar, en la independencia venezolana muestra en forma palmaria como toda lucha revolucionaria sigue la ley de lo nuevo, a través de fracasos sucesivos y reiterados lleva a la victoria completa. La misma emancipación latinoamericana del coloniaje español puede servir de ayuda para comprender nuestra situación, pero destacando que en la emancipación no dirige un Partido en sentido estricto, menos un partido comunista, cuya dirección es decisiva como puede verse a la luz de los comentarios que transcribimos:
Sobre la Emancipación:
"En la emancipación de las colonias españolas de América deben de considerar dos situaciones que fueron su apoyo y base: Primera, en el plano mundial, el triunfo del capitalismo en los países más poderosos (Inglaterra, EE.UU., Francia) y su expansión en el primer tercio del siglo XIX, la hegemonía inglesa y las guerras entra potencias, así la de Inglaterra contra España (invasión y sublevaciones), las guerras napoleónicas y las de Inglaterra España contra Francia (después de la invasión de 1808) y la amplia lucha de la burguesía para derribar a la feudalidad, apoyó de la burguesía entonces a los movimientos de emancipación nacional. Segunda y principal, la situación interna, 300 años de explotación sangrienta y explotación colonial que se cebaba fundamentalmente en las masas indígenas, produjeron una profunda crisis de la parte final del siglo XVIII, las grandes luchas populares, principalmente del campesinado indígena, que en el mismo siglo removieron profundamente todo el sistema, así, las de los comuneros de Asunción en Paraguay y de Socorro en Colombia y la gesta de Túpac Amaru que desde el Perú se extendió con Túpac Catari a la hoy Bolivia, remeciendo toda América, al fermento ideológico de las revoluciones norteamericana y francesa, sus ideas impulsaron en la intelectualidad criolla, en especial, y las múltiples rebeliones y levantamientos citadinos de mestizos y criollos. Pumacahua y Zela son ejemplo en el país, y las dos expediciones de Miranda en Venezuela. En estas condiciones se formaron las Juntas gubernativas de 1810, inicio de la emancipación de la América Española en la coyuntura derivada de la invasión de España por Napoleón (1808); si bien ésta tiene su origen en un hecho de Política Internacional, lo principal es su consecuencia interna pues, al sustituir a Fernando VII por José Bonaparte desestabilizó el poder español en sus colonias, así la emancipación se apoyó en una ofensiva mundial del capitalismo y la burguesía, ambos eran avanzados y progresistas, y lo principal, se basó y fue el remate triunfal de 50 años de cruenta, dura y heroica lucha popular en las épicas 14 años de las juntas americanas del 10 a la batalla de Ayacucho de 1824.
Sobre Miranda, Bolívar y el fracaso de 1812:
Busaniche dice: "Todo lo posible hizo el precursor pero todo concurrió también a la ruina de la causa, viéndose perdido y para evitar mayores males a Venezuela capituló en ... 1812". La cuestión no es "la ruina de la causa" sino con qué elementos positivos contar, no es "evitar males mayores" sino qué hacer en función de la perspectiva de la revolución. Es lo que hizo Miranda, dice: vayamos "a la Nueva Granada", con los recursos que podamos sacar y las que conseguiremos, hemos de volver a Caracas", es lo que el mismo Bolívar hizo después. Miranda hizo un compromiso paca sacarla de la gravísima situación en la que se encontraba, así preservar precisamente el futuro de la revolución emancipadora. Por ello la posteridad lo reconoce como el precursor. Bolívar no comprendió el problema en 1812 ¿no se sentiría él mismo responsable de la situación por la caída de Puerto Caballo que estaba bajo su mando y más aún, por haber desoído las prevenciones que se le hicieron?.
Al Partido, principalmente a su Dirección, a los combatientes del EGP y a las masas que combaten cercanamente a nosotros, las corresponda hoy asumir y combatir por la Nueva Gran Decisión y Definición y llevar adelanta consciente, firme y resueltamente. Partiendo de guiarnos por la gran ley de lucha de clases, debemos enarbolar, defender y aplicar la nueva gran estrategia del Partido, que abre la IV Etapa de la historia y lo prepara para cumplir su papel de gozne de la revolución proletaria y cumplir mundial y eje de la revolución peruana su gran misión como vanguardia organizada del proletariado y dentro de ello coger firmemente y aplicar la nueva decisión y definición, ambas indesligablemente unidas, no cabe nueva gran decisión sin nueva gran definición o viceversa ... hoy la gran voz de orden es una histórica, necesaria e insoslayable ¡Luchar por un Acuerdo de Paz y sentar Bases para el II Congreso! corresponde a la izquierda revolucionaria y principalmente a la izquierda del Partido, muy especialmente a la nueva fracción roja que debe forjarse en esta IV Etapa, llevarla adelante y abrir brecha en el cumplimiento de estas trascendentales tareas estratégicas decisivas que abren el futuro al Partido y la revolución, enarbolando indeclinablemente siempre el invicto e inmarcesible marxismo leninismo maoísmo y el Pensamiento Gonzalo nuestra arma específica y principal, en el fragor incesante de la lucha de clases y la lucha de dos líneas.
Luchar por un Acuerdo de Paz nos plantea tareas nuevas, complejas, difíciles y riesgosas, un campo de acción desconocida para nosotros; pero además debemos asumirla y cumplirla en condiciones complicadas y adversas Así, luchar por un Acuerdo de Paz es un reto de la revolución que la izquierda debe emprender cohesionada, y férreamente, dispuesta a superar todos los escollos, para llevarla adelante exitosamente, guiándose por ir contra la corriente es un principio marxista" para sacar al Partido, a la guerra popular y la revolución de la situación en que se encuentra y defendiendo al Partido contra viento y marea, poner en tensión las fuerzas, cumplir la tarea de choque y obtener victoria, en estos nuevos terrenos de combate revolucionario. El Acuerdo de Paz que planteamos y debemos concretar es un Acuerdo de combate revolucionario, es un Acuerdo de nuevo tipo marxista-leninista-maoísta, Pensamiento Gonzalo, un Acuerdo que sirva a mantener la independencia ideológico política y organizativa del Partido para persistir indeclinablemente en la persecución y conquista de sus metas en función del comunismo. No es ni debe ser jamás renunciar a la revolución del proletariado, ni incorporarse en el sistema de explotación y opresión existente para convertirse en sostén del viejo, es un compromiso de clase, una necesidad objetiva de la revolución, engendrada por el proceso histórico de la propia lucha de clases, no es un compromiso oportunista dictado por intereses sectarios ni menos personales de nadie, por el contrario, demanda desinterés absoluto, no es pues, ni implica, ni puede implicar capitulación, rendición ni menos renegar de nuestra ideología de clase específica, el marxismo leninismo maoísmo, pensamiento Gonzalo. El compromiso de Acuerdo de Paz en el cual estamos empeñados es una necesidad histórica, insoslayable por el cual luchamos y lucharemos con todos los medios a nuestro alcance hasta conseguirlo y aplicarlo para concluir la guerra que dura más de trece años a fin de establecer la paz que ha devenido en necesidad del pueblo, la nación y la sociedad y por ende también del Partido como vanguardia organizada de la clase, defensor auténtico del pueblo y garante combatiente inclaudicable de la construcción del futuro. La lucha por la Nueva Gran Decisión y Definición: ¡LUCHAR POR UN ACUERDO DE PAZ Y SENTAR BASES PARA EL II CONGRESO! es la posición del proletariado, es posición marxista leninista maoísta, pensamiento Gonzalo y como tal lo asume la izquierda del Partido es la solución justa y correcta que el Partido, la guerra y la Revolución necesitan y hoy en perspectiva es la solución que garantiza la in dependencia ideológica política y orgánica del Partido y el cumplimiento de su misión histórica. A esta posición partidaria proletaria de la izquierda y de la fracción roja solo puede contraponerse una posición derechista de renegar y abandonar la revolución ponerse al margen o pasándose al campo enemigo con armas y bagajes y una posición izquierdista simplista de "MANTENER LA LUCHA" sin fundamentos políticos sólidos, claros y precisos, y carentes de objetivos, en el supuesto de que poniéndonos en las peores circunstancias lograra imponerse una línea ultraizquierdista de "MANTENER LA LUCHA" a ultranza a riesgo de la derrota de la guerra popular y de la revolución sería la ciega sin razón política, producto del mas torpe y monstruoso subjetivismo, unilateralidad y superficialidad. Si en el Partido se impusiera una nefasta línea ultraizquierdista tras la falsa bandera de "MANTENER LA LUCHA" a ultranza se abrirá el peligro de una alianza con la oposición incluido los revisionistas, oportunistas y lacayos que violentamente atacan nuestro planteamiento de un Acuerdo de Paz dentro de lo especificado en el punto tres, y tal alianza declarada o tácita, abierta o encubierta sería un compromiso oportunista cuya negra esencia antiproletaria y antí guerra popular que cobijaría oscuros y mezquinos intereses, no solo entrañaría la derrota total de la guerra popular sino que amenazaría la vida misma del Partido promoviendo su destrucción comenzando por vender su independencia política de clase al renunciar a su base ideológica, el marxismo leninismo maoísmo, pensamiento Gonzalo, pero contra ese siniestro engendro se levantaría indoblegable la izquierda del Partido, comandado por la NUEVA FRACCION ROJA, junto a la izquierda revoluciona del Ejercito Guerrillero Popular y de las masas cercanas que combaten con nosotros y con el apoyo del Pueblo mas pronto que tarde se impondrá en todo el Partido y las Fuerzas Revolucionarias la Nueva Gran Estrategia y la Nueva Gran Decisión y Definición. Así la Nueva Fracción Roja es el ariete y la izquierda el bastión que garantiza y garantizará el triunfo cabal completo y definitivo de la línea proletaria del Partido bajo las banderas invictas inmarcesibles de MARX, LENIN y el PRESIDENTE MAO TSE-TUNG y de nuestra arma principal y específica el Pensamiento Gonzalo necesario e indispensable para la solución de los problemas nuevos como sanciono el III Pleno del Comité Central.
En conclusión, la acción del Partido combatiendo con todas tus energías y medios asumiendo: ¡LUCHAR POR UN ACUERDO DE PAZ Y SENTAR BASES PARA ÉL II CONGRESO! es el cuarto elemento y el principal de la base material objetiva para conseguir un Acuerdo de Paz. El Partido, la Nueva Fracción Roja y la izquierda son la garantía de un Acuerdo de Paz cuya aplicación sirva a Sentar Bases para el II Congreso que establezca los fundamentos del Partido en función de su desarrollo y el cumplimiento de su misión histórica en el siglo XXI.
Perú, noviembre 1993
DIRECCION CENTRAL PARTIDO COMUNISTA DEL PERU