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EL DIARIO: Presidente, hemos llegado al fin de esta entrevista, más de 12 horas conversando con Ud., ahora quisiéramos hablar sobre su persona, sobre el Dr. Abimael Guzmán Reinoso. Hubo alguien entre su familia o amigos que influyó a desarrollar su vocación y capacidad política?
PRESIDENTE GONZALO: Yo diría que lo que ha ido forjando en mí el enrumbarme ha sido la lucha del pueblo. He podido ver la combatividad del pueblo en Arequipa en el levantamiento del 50, cómo la masa ante un atropello bárbaro de asesinar jóvenes responde con furia incontenible, cómo se han batido contra el ejército y lo han hecho replegarse a sus cuarteles, teniendo que traer fuerzas de otras partes para poder aplastarlos. Es un hecho que podría decir, lo tengo bastante grabado. Porque ahí, después de entender a Lenin, comprendí cómo el pueblo, la clase, cuando toma las calles y marcha hace temblar a la reacción pese a todo su poder. Otro hecho, las luchas del 56, el pueblo combatió, otros traficaron, bueno eso es lo que hacen la reacción y los oportunistas; pero el pueblo combatió e impuso condiciones y hubo movimientos masivos, con fuerza. Esos hechos, por ejemplo, han servido para hacerme entender el poder de las masas, que ellas hacen la historia. También he tenido ocasión, retrotrayendo, de vivir el levantamiento del 48 en el Callao, ver con mis propios ojos la bravura y cómo el pueblo derrocha heroicidad y cómo trafican los dirigentes. Y remontando más en recuerdos, creo que la II Guerra Mundial me ha marcado profundamente, sí, recuerdo como en sueños, si cabe, no muy claramente, cuando se inició la guerra en setiembre de 1939, el alboroto y las noticias de los antiguos radios, recuerdo los bombardeos, las grandes noticias, recuerdo también el término de la guerra y cómo fue celebrada, entonces un gran pitar de barcos, de bocinas, un gran alboroto, una alegría por el final de la II Guerra Mundial. Tuve ocasión de ver en los periódicos a los llamados cinco grandes, al camarada Stalin entre ellos, por eso diría que estos hechos han ido marcándome, e imprimiéndome la idea del poder, de las masas y de la capacidad transformadora de la guerra; de una forma elemental, confusa, pero son huellas que a uno le van modelando. Creo que como todo comunista soy hijo de la lucha de clases y del Partido.
EL DIARIO: A qué edad abraza el marxismo?. Fue esto en su etapa escolar o universitaria?
PRESIDENTE GONZALO: Mi interés por la política comienza a desenvolverse en la parte final de la secundaria, a raíz de los hechos del 50; de los siguientes años, recuerdo que junto con otros compañeros formamos un círculo para estudiar las ideas políticas, teníamos un gran afán para estudiar todas las ideas políticas, se imaginan en qué momento estaba?; ahí comencé. Ya en la universidad, la propia lucha universitaria, he vivido grandes huelgas, enfrentamientos entre apristas y comunistas y debates. Así fue despertándose mi deseo de conocer libros, alguien tuvo a bien prestarme uno, creo que fue "Un paso adelante, dos pasos atrás", me gustó; de ahí ya comencé a estudiar libros marxistas. Luego ha marcado en mí bastante la figura del camarada Stalin; por entonces, las personas que se acercaban al comunismo y que lograban la militancia nos formábamos en "Cuestiones del leninismo", era libro de cabecera, lo estudié como corresponde, seriamente, dada su importancia. Me interesó la vida de Stalin, era para nosotros un ejemplo de la revolución. Tuve problemas para ingresar al Partido Comunista, había un criterio absurdo: para militar había que ser hijo de obrero, y yo no lo era; pero otros tenían otro criterio y así pude ingresar al Partido. He participado en la defensa de Stalin, quitárnoslo entonces era como quitarnos el alma; en esa época se difundía más las obras de Stalin que las de Lenin, así eran esos tiempos. Luego mi viaje a Ayacucho por razones de trabajo y por un tiempo corto a mi entender, un tiempo corto que duró años, pensaba que iba a ser un año, porque así estaban las circunstancias, pero uno se propone y la clase dispone, la masa y el pueblo hace de uno muchas cosas. Ayacucho me sirvió para descubrir al campesinado; entonces Ayacucho era un pueblo muy pequeño, mayormente campo, si uno va a las barriadas, incluso hoy, hay campesinos y si uno sale un cuarto de hora ya está en el campo. Ahí también empecé a entender al Presidente Mao Tsetung, avancé en comprender el marxismo; la contienda entre marxismo y revisionismo ha tenido mucha importancia en mi formación. Alguien tuvo la mala suerte de prestarme la famosa Carta China, la "Proposición acerca de la línea general del Movimiento Comunista Internacional", me la prestó con la obligación de devolvérsela, obviamente el hurto era comprensible. La carta me llevó a adentrarme en la gran lucha entre marxismo y revisionismo. Me aboqué a trabajar en el Partido y barrer el revisionismo; creo que junto con otros camaradas lo logramos, dejamos uno o dos para remedio como dicen, eran ya invariablemente revisionistas. Ayacucho ha tenido para mí trascendental importancia, tiene que ver con el camino de la revolución y lo que el Presidente Mao enseña. Así me fui haciendo marxista y el Partido me fue modelando con temple, con paciencia creo.
EL DIARIO: Se conoce que Ud. estuvo en China Conoció al Presidente Mao?
PRESIDENTE GONZALO: No tuve esa gran suerte, solamente pude verlo de lejos; pero vi lo que es el reconocimiento y cariño profundo de un pueblo a un gran jefe, extraordinario marxista, a una cumbre del marxismo. No tuve la suerte de conocerlo, repito; la delegación en la que me cupo estar cometió muchos errores y necias petulancias, creo que eso determinó que no se nos confiera ese privilegio. Si he estado en China. En China tuve la posibilidad, que yo deseara para muchos, de estar en una Escuela donde se enseñaba primero política, desde cuestiones internacionales hasta filosofía marxista, eran magistrales lecciones dadas por revolucionarios probados y altamente competentes, grandes maestros. Entre ellos podría recordar al maestro que nos enseñó trabajo abierto y secreto, un hombre que toda su vida la había dedicado al Partido, absolutamente a él, de muchos años, un ejemplo vivo, extraordinario maestro; él nos enseñó muchas cosas, quiso enseñarnos más pero algunos no quisieron, en fin, de todo hay en la vida. Luego nos enseñaban cuestiones militares, pero también se comenzaba por política, la guerra popular, luego construcción de las fuerzas armadas y estrategia y táctica; y la parte práctica correspondiente emboscadas, asaltos, desplazamientos, así como preparar artefactos de demolición. Cuando manejábamos elementos químicos muy delicados, nos recomendaban tener la ideología presente siempre y que ésta nos haría capaces de hacer todo y hacerlo bien; y aprendimos a hacer nuestras primeras cargas para demoler. Para mí es ejemplo y recuerdo imborrable, una gran lección; y un gran paso en mi formación, el haberme formado en la más alta Escuela de marxismo que ha tenido la Tierra. Bueno, si quieren una anécdota, aquí tienen una: cuando terminábamos el curso de explosivos, nos dijeron que todo se podía explosionar; entonces, en la parte final cogíamos el lapicero reventaba, nos sentábamos también reventaba, era una especie de cohetería general, eran cosas perfectamente medidas para hacernos ver que todo podía ser volado si uno se ingeniaba para hacerlo. Muchas veces preguntábamos cómo hacemos esto? cómo hacemos lo otro?; nos respondían, no se preocupen, no se preocupen, ya han aprendido suficiente, piensen que todo lo hacen las masas y ellas tienen un ingenio inagotable, lo que les hemos enseñado las masas lo harán y les volverán a enseñar; así nos decían. Esa Escuela ha servido bastante a mi formación y para comenzar a valorar al Presidente Mao Tsetung. Luego estudié un poco más, he buscado aplicar, y creo que me falta aprender mucho del Presidente Mao Tsetung, del maoísmo, como de su propia acción. No es pretender compararse, es simplemente tomar grandes cumbres como rumbos para nuestros objetivos. Mi estadía en China ha sido una experiencia imborrable. También he estado en otra ocasión, cuando la Gran Revolución Cultural Proletaria comenzaba, solicitamos se nos explicara el Pensamiento Mao Tsetung, según entonces se decía; nos han enseñado nuevamente y eso me ayudó a comprender más o un poco más, mejor diría. Hay una cosa que parece irónica, he comenzado a apreciar y valorar a Mariátegui al entender al Presidente Mao Tsetung; como él nos exige aplicar con creatividad, volví a estudiar a Mariátegui y comprendí que teníamos un marxista-leninista de primera línea, había analizado a fondo nuestra sociedad. Parece irónico, pero es verdad.
EL DIARIO: Qué se siente ser el hombre más buscado por las fuerzas represivas de este gobierno?
PRESIDENTE GONZALO: Que uno está cumpliendo una responsabilidad y que se esfuerza por cumplir su tarea; el resto es tener más responsabilidad con la revolución, el Partido, el marxismo-leninismo-maoísmo, con la clase, el pueblo y las masas. Y pensar siempre que la vida la llevamos en la punta de los dedos, sino no podríamos ser comunistas. En consecuencia, tendrán sus razones; las mías son las que el Partido establece, a ellas espero ser cada vez más fiel y más útil, pues, la vida se queda enredada en cualquier vericueto del camino, además tiene comienzo y tiene fin, tiempo más, tiempo menos.
EL DIARIO: Tiene Ud. algún tipo de temor?
PRESIDENTE GONZALO: Temor?. Creo que es una contradicción, temer y no temer; el problema es tomar la ideología y potenciar en nosotros el valor, es la ideología la que nos hace valientes, la que nos da valor. A mi juicio, nadie nace valiente, es la sociedad, la lucha de clases las que hacen valientes a los hombres y a los comunistas, la lucha de clases, el proletariado, el Partido y la ideología. Cuál podría ser el máximo temor?, morir?; como materialista creo que la vida termina algún día, lo que prima en mí es ser optimista, con la convicción de que la labor a la cual sirvo otros la han de proseguir la llevarán hasta el cumplimiento de nuestras tareas definitivas, el comunismo. Porque el temor que podría tener sería el que no se prosiguiera, pero ese temor se disuelve cuando uno confía en las masas. El peor temor, al fin y al cabo, es no confiar en las masas, es creerse indispensable, centro del mundo, creo que eso es, y si uno formado por el Partido con la ideología del proletariado, con el maoísmo principalmente, comprende que las masas hacen la historia, que el Partido hace la revolución, que la marcha de la historia está definida, que la revolución es la tendencia principal, se le esfuma el temor y solamente le queda la satisfacción de ser argamasa y, junto a otras argamasas, servir a poner cimientos para que algún día brille el comunismo e ilumine toda la Tierra.
EL DIARIO: Qué hace el Presidente Gonzalo cuando deja la política y la guerra?. Qué libros lee?
PRESIDENTE GONZALO: Muchas veces no tengo tiempo para leer lo que quisiera. Qué me gusta leer?. Biografías leo bastante; la literatura me parece una gran expresión del arte, por ejemplo me gusta leer a Shakespeare, sí, y estudiarlo, estudiándolo se encuentran problemas políticos, bien claras lecciones en "Julio César", por ejemplo, en "Macbeth". Me gusta la literatura, pero siempre me gana la política y me lleva a buscar el sentido político, qué hay en el fondo, al fin y al cabo tras todo gran artista hay un político, hay un hombre de su tiempo que contiende en la lucha de clases. Novelas peruanas también he leído, a veces releo. Una vez leí una pequeña obra de Tomás Mann sobre Moisés luego la utilizamos para la interpretación política de la lucha que entonces teníamos. Una parte de esa obra dice se puede quebrantar la ley, pero no negarla; Cómo interpreté?, así: quebrantar la ley es chocar con el marxismo, desviarse, tener ideas erróneas, eso es permisible, pero no se puede consentir negar el marxismo. Creo que muchas cosas se aprenden. He leido "El mundo es ancho y ajeno", "Todas las sangres", y las he estudiado también. Me gusta la literatura; la música, antes me gustaba más, ahora menos. Qué otras aficiones? libros de ciencia. Me gusta la ciencia, en mis tiempos iniciales, universitarios, me matriculé en abogacía porque debía tener una profesión, pero me gustaba la filosofía y me aboqué a ella y en la filosofía descubrí la ciencia, me dediqué bastante a estudiar cuestiones de matemáticas, de física; la física me parece una ciencia extraordinaria, bien puesto está cuando se dice que es "aventura del pensamiento". El problema de la ciencia está en que los científicos, cuyo punto de partida es materialista, son buenos mientras se mantienen dentro de la ciencia, pero cuando quieren ir hacia la filosofía u otros terrenos, si no son materialistas desbarran en idealismo, hasta a Einstein le ha pasado eso. Me gusta la ciencia, me parece una cosa extraordinaria; esta afición por la ciencia se puede ver en la tesis que hice para el bachillerato en filosofía, es un análisis del tiempo y el espacio en Kant desde el punto de vista del marxismo, utilizando la matemática y la física, me gustaría volver a leerla, porque no hay tiempo ahora para volver a estudiar todo eso, pero no tengo ni un ejemplar.
EL DIARIO: Le gusta también la poesía?
PRESIDENTE GONZALO: Sí, en un tiempo he recorrido la poesía mundial en una antología; y la he estudiado, había en la biblioteca de la universidad unas obras que lo permitieron. Me gusta la poesía, es una de las cosas que también admiro en el Presidente Mao quien era un extraordinario poeta. Sobre la poesía peruana, para mí, Vallejo; sí es nuestro, además él era comunista.
EL DIARIO: Algunos dicen que sus discursos: La Bandera e ILA 80, son hermosos poemas políticos de guerra. Qué dice de esto Presidente?
PRESIDENTE GONZALO: Yo diría a veces en la política hay que soltar el alma para que la pasión, el profundo sentimiento, impulse nuestra voluntad; en esas circunstancias habla el corazón como se dice, creo que sale la pasión revolucionaria que es indispensable para la guerra. Qué valor tengan literariamente no podría precisarlo.
EL DIARIO: Alguna vez Ud. se deprime?
PRESIDENTE GONZALO: No. creo que tengo optimismo casi orgánico; y, me muevo más en problemas de comprensión y voluntad, que en problemas de sentimientos y depresión. Al contrario, creo que soy bastante optimista, es el marxismo; el Presidente Mao quien nos ha hecho entender que los hombres, los comunistas en especial somos optimistas. Siempre que me encuentro en momentos difíciles, me esfuerzo por encontrar qué hay de positivo, o qué es lo poquísimo, incluso, que puede tener un momento para desarrollarse; porque nunca todo puede ser negro, ni todo puede ser rojo. Incluso si hubiera, aunque no hayamos tenido hasta hoy una gran derrota, siempre habría una parte buena; el problema está en sacar la lección y sobre eso bueno seguir trabajando; siempre encontrarás quien apoye, quien dé calor intenso, ayudando en el combate porque el comunismo une.
EL DIARIO: Tiene amigos?
PRESIDENTE GONZALO: No tengo; camaradas sí, y estoy muy orgulloso de tener los camaradas que tengo.
EL DIARIO: Presidente hemos llegado al fin de esta entrevista.
PRESIDENTE GONZALO: Hemos trabajado bastante y les agradezco profundamente sus esfuerzos, las peripecias que han tenido que pasar para poder reunirnos y ofrecer esta primera entrevista, entrevista que puede ser llevada al pueblo por un periódico como El Diario que brega tenazmente por servir al pueblo. Muchas gracias.
EL DIARIO: Gracias a Ud. Presidente.
Perú, julio 1988.