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"No se estudia en nuestro tiempo la vida de una sociedad sin averiguar y analizar su base: la organización de la familia, la situación de la mujer" y avizorando el porvenir del movimiento femenino: "a este movimiento no deben ni pueden sentirse extraños ni indiferentes los hombres sensibles a las grandes emociones de la época. La cuestión femenina es una parte de la cuestión humana".
José Carlos Mariátegui
"El desarrollo del movimiento femenino en el Perú depende de retomar el camino de Mariátegui, enarbolar la política que sentara sobre la emancipación de la mujer y librar esta batalla ideológico-político como parte de la polémica por poner el pensamiento de Mariategui en manos de nuestro pueblo. Así estaremos preservados del feminismo burgués, de divisionismos que contraponiendo mujeres a hombres quiebra las organizaciones y escinden a las masas."
"Nadie debe sorprenderse de que todas las mujeres no se reúnan en un movimiento de mujeres único. El feminismo tiene necesariamente, varios colores, diversas tendencias. Se puede distinguir en el feminismo tres tendencias fundamentales, tres colores sustantivos: feminismo burgués, feminismo pequeño burgués y feminismo proletario. Cada uno de estos feminismos formula sus reivindicaciones de una manera distinta. La mujer burguesa solidariza el feminismo con el interés de la clase conservadora. La mujer proletaria consustancia su feminismo con la fe de las multitudes revolucionarias de la sociedad futura."
José Carlos Mariátegui
El Movimiento por los Derechos Fundamentales de la Mujer, Niño y Anciano, les hace llegar su saludo de clase y siempre combativa y, aunándose a lo que es necesidad del pueblo, siendo cada una partícipe y testigo de las grandes lecciones de luchas y fracasos en la marcha inquebrantable que la historia nos destinó, estamos cohesionando nuevamente nuestras fuerzas, en este contexto mirando la brillante perspectiva en la tarea de politizar, movilizar y organizar a las mujeres de nuestro país. Así hemos surgido un 8 de marzo del año 2005 iniciándose en consecuencia una nueva etapa en el desarrollo de las luchas de las mujeres en nuestro país, orientándonos con la línea de Mariátegui y su desarrollo que sobre emancipación de la mujer estableciera. Así iniciamos nuestro camino y con grandes dificultades avanzamos, siempre optimistas envolviendo nuestro espíritu en el corazón de nuestro pueblo, que cada día nos da más calor y amor, elevando más nuestro esfuerzo por comprender mejor sus necesidades dentro del contexto político internacional y nacional; en donde debemos de ver el papel del imperialismo y las naciones oprimidas que son dos términos de una misma contradicción; es así que mientras por un lado se observa riqueza desenfrenada, ingente, insultante, desenvuelta por la oligarquía financiera y sus lacayos: toda esa "grandeza", esa "espectacularidad" tiene una contraparte, es esa situación de hambre, atraso, infamia, sangre que aplasta y se ceba en las naciones oprimidos, en sus pueblos; así, podemos ver que el derroche y la opulencia de Nueva York tiene como otra cara, el dolor y la muerte, allí vemos a los pueblos de Somalia, Irak, Afganistán; y en la "exuberancia" de los franceses, y el derroche de París, está el hambre, dolor y la muerte del pueblo de Biafra; y esto no se podrá acabar, mientras exista el imperialismo, son dos partes de una unidad, como dos caras de una moneda; es así, que al analizar el capitalismo en su desarrollo vemos que éste llevó a incorporar a la producción a un número creciente de mujeres y niños; y bajo el imperialismo esa incorporación se ha hecho masiva y la esquilmación de la mano de obra femenina y de la niñez se ha acentuado a niveles nunca antes vistos. La expoliación de todas esas masas es la base de la riqueza imperialista.
Organismos, como la OIT describen la situación laborar de la mujer hoy en el mundo de manera dramática. Hablan que las mujeres "trabajan más horas por menos salario", que las mujeres constituyen la abrumadora mayoría de los miles de millones que viven en extrema pobreza. Dice un informe de la OIT, que en su gran mayoría la mujer se limita a "engrosar la categoría de trabajadores desfavorecidos", esto es que para la OIT el problema es "favoritismo" y se resolvería supuestamente, logrando iguales "favores" para todos los trabajadores, o sea, logrando que a todos se les explote en las mismas condiciones, sin tocar para nada la explotación misma, pero ¿Dónde recurrir para que ese favoritismo se de? ¿A los grandes capitalistas, los imperialistas? lo que buscan es encubrir la raíz de fondo que es el inmisericorde despellejamiento de la clase y el pueblo, principalmente en las naciones oprimidas, y de la mujer como parte de ellos, buscando cubrir esa raíz de explotación económica y opresión política; los imperialistas centran en esgrimir cifras sobre discriminación "sexual" , competencia de las mujeres por puestos de trabajo similares a los de los varones, por mas puestos "técnicos", por el ejercicio de "profesionales liberales", "puestos administrativos" o "de gestión". LA OIT confiesa que las actividades laborales de la mujer están fundamentalmente en las "formas de empleos precarias, caracterizadas por una escasa remuneración" , dice que "la mano de obra relativamente barata que en ellas ofrecen, ha constituido la piedra angular de la industrialización orientada a la explotación y a la consecución de la competitividad internacional para muchos países en desarrollo, y su disposición a renunciar a un hogar y una familia para convertirse en trabajadores migrantes ha aumentado en gran medida los ingresos de divisas de algunos países". Es decir la mujer es más explotada que el hombre, principalmente en las naciones oprimidas. La confesión de que el trabajo de la mujer sirve a la "industrialización" y "consecución de la competitividad internacional" no es sino prueba de que, a fin de cuentas, la plusvalía generada por la mujer va a parar a manos imperialistas. La supuesta "disposición" de la mujer a "renunciar a un hogar y familia" no expresa sino que la mujer es obligada compulsivamente, es acorralada, atrapada y destinada a ser explotada en el lugar donde mejor le puede rendir al patrón, y en modo alguno "disposición" de la mujer. El imperialismo en su recuperación transitoria pero inexorable muerte viene ejerciendo mayor opresión y explotación sobre las naciones oprimidas, la clase y el pueblo lo ha acentuado mucho más, pues ¿de dónde, con el trabajo de quién, despellejando a quién dan base económica a su transitoria recuperación? Obviamente con el sudor y la sangre del proletariado y las masas y, claro está, con la de la mujer como parte de ellos principalmente en las naciones oprimidas. La celebrada globalización de la economía es eso, una explotación más amplia, más intensa, en nuevos sectores de la economía, una diferenciación social más grande que nunca y en ese caso específico de las mujeres, una opresión y explotación mucho mayor. La cuestión una vez más es lucha de clases, revolución y contrarrevolución, superpotencias y potencias imperialistas y naciones oprimidas. No se trata de una revolución de mujeres contra hombres sino de que la mujer es proletaria o burguesa explotada o explotadora, y se incorporará a la revolución o contrarrevolución y, la mujer oprimida y explotada combate bajo la dirección del proletariado y su vanguardia ese es el camino de su emancipación real y verdadera.
SOBRE EL PROCESO SOCIAL Y LA EMANCIPACION DE LA MUJER
En el desarrollo de la sociedad humana la mujer no siempre estuvo sometida a la doble opresión. Engels nos enseña que en los inicios de la barbarie la división del trabajo en la familia ha sido la norma para distribuir la propiedad entre el hombre y la mujer; el hombre se dedicaba a la caza, la pesca, la guerra y otras actividades, y la mujer cuidaba del hogar, alimentos y vestidos. El hombre era propietario de los instrumentos que elaboraba y usaba, así como la mujer era propietaria de sus trabajos caseros. Esta división de trabajo de sexo a sexo, absolutamente espontánea, comienza a cambiar de carácter cuando, con el surgimiento de la ganadería, los rebaños y las demás riquezas pasan a ser propiedad de los jefes de la familia. En tal momento se produjo una transformación radical en la familia. Precisamente porque los medios eran propiedad de quien los generaba y usaba, y la domesticación y custodia de los animales eran asuntos del hombre, éste deviene dueño de rebaños. Así, todo el beneficio que dejaba la producción le correspondía. La mujer gozaba de él, pero no era partícipe de su propiedad, y pasa a depender económicamente del hombre; la actividad productiva de éste lo es todo y el trabajo doméstico de la mujer pasa a ser un accesorio insignificante. "Esto demuestra -dice Engels- que la emancipación de la mujer y su igualdad de condiciones con el hombre son y seguirán siendo imposibles mientras permanezca excluida del trabajo productivo social, y confinada dentro del trabajo doméstico privado. La emancipación de la mujer no es posible sino cuando ésta puede tomar parte en vasta escala en la producción social, y el trabajo doméstico no la ocupe sino un tiempo insignificante. Y esta condición sólo ha podido realizarse en la gran industria moderna, que no solamente admite el trabajo de la mujer en vasta escala, sino que hasta lo exige formalmente, y tiende a transformar cada vez más el trabajo doméstico privado en una industria privada". Así entonces, el sometimiento de la mujer no es congénito a la sociedad humana; se inicia con la dependencia económica al hombre, con el surgimiento de la propiedad privada, lo que Engels mismo llama "la gran derrota histórica del sexo femenino". Con el surgimiento de las clases sociales y el Estado ese sometimiento sólo se va a ampliar y acentuar, considerándose a la mujer inferior al hombre en todos los aspectos, es decir "minusválida", y que por tanto debe someterse a la autoridad del varón. El Estado siendo instrumento de opresión de las clases en el poder contra las demás, no hace sino mantener a la mujer, principalmente del pueblo subyugada a todas las formas de opresión social. La mujer griega no era partícipe de la democracia esclavista (y no hablamos de la mujer esclava), era considerada tan sólo como reproductora de hijos. En la feudalidad es una sierva más. La religión como opio del pueblo, lo es más contra la mujer, porque atando, entumeciendo su mente, justificando y sacramentando toda laya de opresión ideológica contra la mujer, le cierra los ojos y le hace creer que su situación es inherente a su naturaleza femenina deficitaria, dispuesta por la divinidad irremediable. Marx vio desde el comienzo con claridad el problema de la mujer. En el propio capital dice, que el mundo moderno al incorporar a la mujer a la sociedad la convierte en productora de plusvalía; él decía, que la mujer comience a trabajar en esa forma porque antes en todo el mundo se ha ocupado del hogar, era doméstica, con el capitalismo se ha incorporado al trabajo productivo fabril, vende su fuerza de trabajo; eso, dice, es una base para que bregue y arranque su independencia económica, la incorpora más a la lucha política, a la lucha de clases, por tanto a transformar la sociedad; se ve el aspecto positivo de eso, de allí plantea: reducir la jornada de la mujer, ver su peculiaridad, porque tiene capacidad reproductiva, como la lactancia de bebes o no hacer trabajos pesados y duros como en las minas y Marx dice que es un planteamiento razonable; sus conquistas son socavables, reductibles y esos mismos beneficios redundan en el proletariado. La jornada del proletariado está jalonada por la participación de la mujer. Así Marx ve y condena el capitalismo, pero a la vez ve lo positivo de arrancarla del sistema de carga agobiante, porque esa independencia económica la incorpora a la lucha de clases, a que tome conciencia para actuar por la transformación de la sociedad. En esencia la burguesía comienza a generar obreros, su clase sepulturera, no es porque lo quiera; y con la incorporación de la mujer atrae a la mitad del cielo para que la combata, así más margen para que toda una familia luche contra el sistema de explotación, porque al ser obrera entiende más lo que es una huelga. Así las cosas, si la opresión de la mujer se inició sobre determinadas condiciones económicas, hoy en la época del imperialismo, cuando la mujer ha sido incorporada masivamente a la producción social, están dadas las condiciones materiales para su emancipación. Por un lado el imperialismo, en su voracidad por esquilmar al proletariado y al pueblo, somete a explotación a hombres, mujeres y niños, los proletariza, pero, a la vez, engrosa las filas de sus sepultureros. He allí la contradicción. La mujer logra su independencia económica, ya no vive a expensas de lo que le da el hombre; una apreciable cantidad de mujeres son jefes de familia, esto es, de ellas depende económicamente su familia. En la producción social se convence que es explotada tanto o más que el hombre y ve la necesidad de luchar por sus reivindicaciones de jornada, salario y condiciones de trabajo. Más aún, lo ha comprendido en los históricos procesos de transformación social, de que su lucha reivindicativa no es, en ningún caso, la solución definitiva; comprende que el problema es la emancipación del proletariado, y la suya no es sino parte de la emancipación de la clase, que, siendo la única verdaderamente revolucionaria, emancipará a las demás clases del pueblo y, por tanto, a las mujeres de esas clases; comprende que la solución está en la construcción de la sociedad de armonía y libertad. La mujer no va a emanciparse al margen del proletariado; la emancipación de la mujer no consiste en "liberarse" del hombre en el hogar, no consiste el luchar contra el hombre por uno u otro puesto laboral, no consiste en copar puestos de dirección en las empresas. Todo eso no es sino la tesis burguesa de la "liberación de la mujer", que so pretexto de contraponer hombres y mujeres, encubre la opresión de clase, avala la opresión imperialista, burgueses y terratenientes, busca la escisión de las filas del proletariado: así, es una tesis reaccionaria. Sólo la emancipación de la mujer es tesis del proletariado.
Por esto hacemos extensivo nuestro programa para su análisis y sugerencias: Luchar contra la opresión que pesa sobre la mujer en lo económico, político e ideológico. Luchar por el cumplimiento de los derechos y beneficios de la mujer, niño y anciano, defender las conquistas logradas y ampliar los derechos a través de la lucha. Combatir al imperialismo, la feudalidad y a todas las posiciones oportunistas de derecha e izquierda que atentan contra nuestros derechos, conquistas y libertades democráticas. Ligarnos a las organizaciones consecuentes, especialmente a las mujeres que luchan en nuestro Frente tanto Nacional como Internacional. Propiciar eventos y reuniones femeninas, niños y ancianos y participar en los eventos populares llevando nuestra voz. Generar un órgano de prensa que lleve la voz clasista de la mujer peruana, difundiendo y aportando a la cultura popular. Cultivar la solidaridad con la lucha de los pueblos oprimidos y clases explotadas uniéndonos en su lucha contra el Frente reaccionario del imperialismo principalmente norteamericano. Dejamos el debate abierto y llamamos a esforzar nuestro espíritu de sacrificio para ponerlo al servicio de nuestro pueblo movilizando, politizando y organizando a las mujeres niños y ancianos asumiendo que la lucha por un programa reivindicativo común significa el grado de madures que el pueblo va alcanzando y se reflejará en sus arduas jornadas por un futuro mejor en la construcción de una sociedad de gran armonía. El movimiento por los derechos fundamentales de la mujer, niño y anciano base de La Coordinadora Popular Primero de Mayo, llama a la clase obrera, al campesinado principalmente pobre, a las mujeres de nuestro pueblo en especial, a analizar esta propuesta y aportar sirviendo a su difusión para expandir nuestro trabajo en función de defender los derechos de la mujer, niño y anciano sirviendo a unirnos y fortalecernos en nuestras futuras luchas.
¡Viva el movimiento por los derechos fundamentales de la mujer, niño y anciano!
¡Viva la Coordinadora Popular 1° de Mayo!
¡Por un Frente Único de Clase!
¡Luchar por los Derechos Fundamentales de la mujer, niño y anciano!
¡Hacia la Construcción, Desarrollo, Consolidación y Expansión del Movimiento por los derechos fundamentales de la mujer, niño y anciano!
8 de Marzo 2006