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Mao Tse-tung
[Instrucciones para el Buró del Sudeste, redactadas por el camarada Mao Tse-tung en miembro del Comité Central del Partido Comunista de China. En la Época en que fueron escritas, el camarada Siang Ying, miembro del Comité Central y secretario de ese Buró, mantenía puntos de vista seriamente derechistas y no aplicaba con firmeza la política del Comité Central. No se atrevía a movilizar con audacia a las masas ni a ampliar las regiones liberadas y las Fuerzas armadas populares en las zonas ocupadas por el Japón, no advertía suficientemente la gravedad de los ataques reaccionarios del Kuomintang y, en consecuencia, no estaba preparada contra ellos ni moral ni organizativamente. Cuando estas instrucciones llegaron al Buró del Sudeste, el camarada Chen Yi, miembro de este Buró y comandante del 1.er Destacamento del Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército, las puso inmediatamente en práctica, pero el camarada Siang Ying se resistió a hacerlo. Siguió negándose a hacer preparativo alguno contra los reaccionarios ataques del Kuomintang, por lo cual se encontró en una posición de debilidad c impotencia cuando Chiang Kai-shek provocó en enero de 1941 el Incidente del Sur de Anjui, en el curso del cual nueve mil de nuestros hombres en el Sur de Anjui fueron aniquilados, y asesinado el propio camarada Siang Ying.]
1. En todas las regiones tras las líneas enemigas y en todas las zonas de guerra, se debe poner el acento, no en su carácter particular sino en lo que las identifica; de otro modo, se cometerá un craso error. Trátese del Norte, Centro o Sur de China, de las zonas al Norte o al Sur del río Yangtsé, de las llanuras, regiones montañosas o lacustres, sea el VIII Ejército, el Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército o las Fuerzas Guerrilleras del Sur de China[1], lo que identifica a todos es la presencia del enemigo y la resistencia armada a los invasores, si bien cada uno encierra sus propias peculiaridades. De esto se deduce que podemos y debemos desarrollar nuestras fuerzas en todas partes. Una y otra vez el Comité Central les ha señalado esta política de expansión. Expandirse significa: no someterse a las restricciones impuestas por el Kuomintang, sino ir más allá de lo que él pueda permitir; no esperar nombramientos oficiales ni depender del auxilio en víveres y dinero de las autoridades superiores, sino incrementar con audacia, independencia y autodecisión las fuerzas armadas, establecer resueltamente bases de apoyo, y en ellas, movilizar a las masas asimismo con independencia y autodecisión e instaurar órganos del Poder de frente único antijaponés dirigidos por el Partido Comunista, y continuar expandiéndonos hacia todas las zonas ocupadas por el enemigo. Por ejemplo, en la provincia de Chiangsú, a pesar de los ataques verbales restricciones y presiones de Ku Chu-tung, Leng Sin, Jan Te-chin[2] y otros elementos anticomunistas, debemos lograr, cuanto antes y en forma metódica y planificada, el control de la mayor extensión posible de territorio, desde Nankín en el Oeste hasta la costa en el Este y desde Jangchou en el Sur hasta Süchou en el Norte; debemos engrosar con independencia las fuerzas armadas, crear órganos de Poder, establecer oficinas fiscales para recaudar impuestos destinados a la resistencia al Japón y organismos económicos para fomentar la agricultura, la industria y el comercio, y abrir escuelas de diferentes tipos para formar un gran número de cuadros. Con anterioridad, el Comité Central les había dado instrucciones para que en el curso de este año Fueran aumentadas las fuerzas armadas antijaponesas a cien mil hombres con su respectivo armamento tras las líneas enemigas en las provincias de Chiangsú y Chechiang y se establecieran pronto órganos de Poder allí mismo. ¿Qué medidas concretas han adoptado? Han perdido ya oportunidades de hacerlo, y si este año ocurre lo mismo, la situación se hará aún más difícil.
2. Actualmente, cuando los recalcitrantes anticomunistas del Kuomintang se obstinan en su política de contener, restringir y combatir al Partido Comunista preparándose así para capitular ante el Japón, debemos hacer hincapié en la lucha y no en la unidad; de otro modo, incurriremos en un craso error. Por consiguiente, sea en el plano teórico, político o militar, debemos por principio resistir firmemente a toda ley, orden, propaganda o ataque verbal de los recalcitrantes anticomunistas destinado a contener, restringir o combatir al Partido Comunista, y adoptar una actitud de lucha resuelta contra ellos. En esta lucha hay que partir del principio de combatir con razón, con ventaja y sin sobrepasarse, es decir, de los principios de autodefensa, victoria y tregua, lo que significa asimismo que hoy cada lucha concreta, por su carácter, debe ser defensiva, limitada y temporal. Debemos llevar a cabo una lucha decidida respondiendo medida por medida a toda ley, orden, propaganda o ataque verbal reaccionario de los recalcitrantes anticomunistas. Por ejemplo, cuando nos pidieron que desplazáramos hacia el Sur nuestros 4.° y 5.° Destacamentos[3], les respondimos que nos era absolutamente imposible hacerlo; cuando solicitaron que las unidades al mando de Ye Fei y Chang Yun-yi[4] fueran trasladadas al Sur, les replicamos pidiéndoles autorización para llevar parte de nuestras fuerzas al Norte; cuando nos acusaron de sabotear el reclutamiento, les pedimos que ampliasen la zona de alistamiento para el Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército; cuando dijeron que estábamos realizando una propaganda errónea, les solicitamos que suprimieran toda su propaganda anticomunista y todos sus decretos y órdenes provocadores de "roces"; cuando lanzan ataques militares contra nosotros, los desbaratamos con nuestros contraataques. Tenemos la razón para seguir esta política de responder medida por medida. No sólo el Comité Central de nuestro Partido, sino cualquier unidad de nuestro ejército, deben realizar toda acción que se justifique. El modo como Chang Yun-yi actuó frente a Li Pin-sien y Li Sien-nien frente a Li Tsung-yen[5] son dos buenos ejemplos de protestas enérgicas de los niveles inferiores ante los superiores. Sólo adoptando una actitud tan enérgica como ésta ante los recalcitrantes y aplicando el principio de luchar con razón, con ventaja y sin sobrepasarse, podremos intimidarlos hasta el punto de que no se atrevan a reprimirnos, reducir la esfera de sus actividades destinadas a contener, restringir y combatir al Partido Comunista, y forzarlos a reconocer nuestra legalidad y a que lo piensen dos veces antes de provocar una ruptura. Por lo tanto, la lucha es el medio fundamental para conjurar el peligro de capitulación, lograr un cambio en la situación y afianzar la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista. Respecto a nuestro Partido y nuestro ejército, persistir en la lucha contra los recalcitrantes es la única manera de elevar nuestra moral, acrecentar nuestro coraje, unir a nuestros cuadros, aumentar nuestra fuerza y consolidar el ejército y el Partido. En nuestras relaciones con los sectores intermedios, persistir en la lucha contra los recalcitrantes es la única manera de ganarnos a los vacilantes y apoyar a nuestros simpatizantes: no existe otra manera. Asimismo, la lucha es la única política que puede garantizarnos que todo el Partido y todo el ejército estén preparados moralmente para una posible situación de emergencia nacional y en su trabajo tomen las medidas necesarias para afrontarla. De otro modo, se repetirá el error de 1927[6].
3. Al evaluar la situación actual, hemos de comprender que si bien ha aumentado enormemente el peligro de capitulación, sigue existiendo la posibilidad de superarlo. Los actuales encuentros armados todavía son locales y no de dimensión nacional. Se trata de operaciones de reconocimiento estratégico por parte de nuestros adversarios, y no son aún acciones inmediatas para el "exterminio de los comunistas" en gran escala; son pasos preparatorios para la capitulación, pero no todavía los que preceden a una capitulación inmediata. Nuestra tarea reside en llevar a cabo persistente y vigorosamente la triple política del Comité Central, que es la única correcta: "desarrollar las fuerzas progresistas", "ganarse a las fuerzas intermedias" y "aislar a las fuerzas recalcitrantes", con el fin de vencer el peligro de capitulación y lograr un cambio en la situación. También sería sumamente peligroso no señalar ni corregir cualquier punto de vista de "izquierda" o de derecha que surgiera al evaluar la situación y definir nuestras tareas.
4. Los combates de autodefensa del 4.° y 5.° Destacamentos contra los ataques de Jan Te-chin y Li Tsung-yen en el Este de Anjui y aquéllos sostenidos por la columna de Li Sien-nien contra los ataques de los recalcitrantes en el centro y Este de Jupei, la decidida lucha del destacamento de Peng Süe-feng al Norte del río Juai, la expansión de las fuerzas de Ye Fei al Norte del río Yangtsé, y el desplazamiento hacia el Sur de más de veinte mil hombres del VIII Ejército con destino a las zonas al Norte del río Juai, el Este de Anjui y el Norte de Chiangsú[7], han sido todas medidas no sólo absolutamente necesarias y correctas, sino también indispensables para hacer que Ku Chu-tung lo piense dos veces antes de atacarlos a ustedes en el Sur de Anjui y de Chiangsú. Esto equivale a decir que cuanto más victorias logremos y más desarrollemos nuestras fuerzas al Norte del Yangtsé, tanto menos se atreverá Ku Chu-tung a actuar temerariamente al Sur de dicho río y más fácil les será a ustedes desempeñar su papel en el Sur de Anjui y de Chiangsú. Del mismo modo, cuanto más se expandan el VIII Ejército, el Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército y las Fuerzas Guerrilleras del Sur de China en el Noroeste, Norte, Centro y Sur de China, y cuanto más crezca el Partido Comunista en el país, tanto mayor será la posibilidad de superar el peligro de capitulación y obtener un cambio favorable en la situación, y tanto más fácil será para nuestro Partido desempeñar su papel en todo el país. Es erróneo evaluar la situación y adoptar tácticas en sentido contrario, creyendo que cuanto más se desarrollen nuestras fuerzas, tanto más los recalcitrantes tenderán a la capitulación o que cuantas más concesiones les hagamos, tanto más resistirán al Japón, o considerando que estamos al borde de una ruptura de dimensión nacional y que ya no es posible continuar la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista.
5. Durante la Guerra de Resistencia, el frente único nacional antijaponés es nuestra política para todo el país. El establecimiento de bases de apoyo antijaponesas y democráticas en la retaguardia del enemigo también se fundamenta en esta política. Ustedes deben aplicar inflexiblemente las decisiones del Comité Central sobre el problema del Poder.
6. Nuestra política en las zonas dominadas por el Kuomintang es diferente de la que aplicamos en las zonas de guerra y en las regiones tras las líneas enemigas. En las primeras, nuestra política es mantener clandestina la organización del Partido y hacerla compacta, selecta y eficaz, permanecer a cubierto por largo tiempo, acumular fuerzas y esperar el momento propicio, y no precipitarse ni exponerse. Conforme al principio de luchar con razón, con ventaja y sin sobrepasarse, nuestra táctica en la lucha contra los recalcitrantes es combatir sobre un terreno seguro y acumular fuerzas utilizando todo lo que permitan las leyes y decretos del Kuomintang y las costumbres sociales. Si un militante de nuestro Partido se ve forzado por el Kuomintang a afiliarse a este partido, que lo haga; nuestros militantes deben introducirse extensivamente en las organizaciones de pao y chia yen las organizaciones educacionales, económicas y militares; deben desplegar ampliamente el trabajo de frente único dentro del Ejército Central y las tropas "heterogéneas"[8], es decir, hacer amistades en sus filas. En todas las zonas dominadas por el Kuomintang, la política básica del Partido consiste igualmente en desarrollar las fuerzas progresistas (las organizaciones del Partido y los movimientos de masas), ganarse a las fuerzas intermedias (la burguesía nacional, los shenshi sensatos, las tropas "heterogéneas", los sectores intermedios del Kuomintang, los sectores intermedios del Ejército Central, la capa superior de la pequeña burguesía y los partidos y grupos políticos minoritarios, siete categorías en total) y aislar a las fuerzas recalcitrantes, a fin de vencer el peligro de capitulación y lograr un cambio en la situación. Al mismo tiempo, debemos estar plenamente preparados para enfrentar cualquier situación de emergencia a escala local o nacional. Las organizaciones del Partido en las zonas del Kuomintang deben mantenerse en la más estricta clandestinidad. En el Buró del Sudeste[9] y en todos los comités provinciales especiales, distritales y territoriales, cada uno de los miembros del personal (desde los secretarios del Partido hasta los cocineros) debe ser sometido a una severa y minuciosa verificación y es absolutamente inadmisible que ninguna persona susceptible de la más ligera sospecha permanezca en estos organismos dirigentes. Debe ponerse mucho cuidado en la protección de nuestros cuadros, y todo aquel que, trabajando en una situación legal o semilegal, se halle en peligro de ser arrestado o asesinado por el Kuomintang, debe pasar al trabajo clandestino en otras regiones o ser transferido al ejército. En las zonas ocupadas por el Japón (Shanghai, Nankín, Wuju, Wusi o cualquier otra ciudad grande, mediana o pequeña, así como en el campo), nuestra política es básicamente la misma que en las zonas dominadas por el Kuomintang.
7. Las presentes instrucciones tácticas fueron decididas por el Buró Político del Comité Central en su última reunión, y se pide a los camaradas del Buró del Sudeste y de la subcomisión militar que las discutan, las transmitan a todos los cuadros de las organizaciones del Partido y del ejército, y las cumplan firmemente.
8. Se recomienda al camarada Siang Ying que comunique estas instrucciones en el Sur de Anjui, y al camarada Chen Yi que haga otro tanto en el Sur de Chiangsú. Debe ponerse término a su discusión y comunicación en el plazo de un mes a partir de la fecha en que se reciba este telegrama. El camarada Siang Ying tiene la responsabilidad general de organizar el trabajo del Partido y del ejército en toda la zona según la política del Comité Central, al cual debe informar de los resultados.
4 de mayo de 1940
NOTAS
[1] Denominación general que recibieron varias unidades de guerrillas antijaponesas en el Sur de China, dirigidas por el Partido Comunista.
[1] Generales reaccionarios enviados por el gobierno del Kuomintang a Chiangsú, Chechiang, el Sur de Anjui y Chiangsí.
[3] Destacamentos del Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército, que a la sazón habían establecido una base de apoyo antijaponesa en el valle del río Juai, en los límites entre Chiangsú y Anjui.
[4] Unidades del Nuevo 4.ºCuerpo de Ejército, que en ese entonces realizaban la guerra de guerrillas antijaponesa y establecían bases de apoyo antijaponesas en el centro de Chiangsú y Este de Anjui, al Norte del Yangtsé.
[5] Durante marzo y abril de 1940, Li Pin-sien, gobernador kuomintanista de la provincia de Anjui, y Li Tsung-yen. comandante kuomintanista de la 5.a Zona de Guerra, ambos caudillos militares de la camarilla de Kuangsí, emprendieron ataques en gran escala contra el Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército en los límites entre Anjui y Jupei. El camarada Chang Yun-yi, comandante de las unidades del Nuevo 4 ° Cuerpo de Ejército estacionadas al Norte del Yangtsé, y el camarada Li Sien-nien, comandante de la Columna de Avance de Jupei-Junán, presentaron enérgicas protestas contra sus criminales actos encaminados a socavar la Resistencia y rechazaron sus ataques.
[6] Se alude al oportunismo de derecha de Chen Tu-siu.
[7] En enero de 1940, el Comité Central del Partido Comunista de China despachó más de veinte mil hombres del VIII Ejército desde el Norte de China para reforzar al Nuevo 4.° Cuerpo de Ejército, que combatía contra los japoneses al Norte del río Juai, en el Este de Anjui y Norte de Chiangsú. Esas tropas sólo llegaron al Norte de Chiangsú.
[8] La camarilla de Chiang Kai-shek llamaba Ejército Central a sus propias fuerzas armadas y designaba con el nombre de tropas "heterogéneas" a las pertenecientes a otras camarillas del Kuomintang. Discriminaba a estas últimas tratándolas peor que a las del Ejército Central.
[9] Este Buró dirigió el trabajo en el Sudeste de China (provincias de Chiangsú, Chechiang, Anjui, Chiangsí, Jupei y Junán) como representante del Comité Central del Partido Comunista de China durante el período 1938-1941.