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A la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Víctimas del Genocidio - Lima.

Muy queridos familiares.

Los prisioneros políticos y prisioneros de guerra de la Luminosa trinchera de Combate de Yanamayo, reafirmando nuestra absoluta e indeclinable sujeción a la Jefatura del Presidente Gonzalo y en enarbolar, defender y aplicar el pensamiento Gonzalo, nuestra arma ideológica estratégica, específica y principal, reafirmación en el Partido Comunista del Perú y en defenderlo contra viento y marea, nos dirigimos a ustedes para expresarles nuestro cálido y fervoroso saludo y nuestros profundos sentimientos de clase.

Celebramos con profundo júbilo la iniciativa que han tenido al convocar a la I Convención de Organizaciones y masas por una Auténtica Comisión de la verdad, y desde ya les expresamos nuestro resuelto apoyo, y convocamos a nuestros familiares y a todos los hombres y mujeres de nuestro pueblo a contribuir a que la I Convención logre el más rotundo éxito, cumpliendo su objetivo de acordar una estrategia común y conformar una Coordinadora de Organizaciones y masas por una Auténtica Comisión de la verdad, con la que no sólo estamos de acuerdo sino que será un honor integrarla junto a todos los prisioneros políticos y prisioneros de guerra del país.

La Lucha por la solución a los problemas derivados de la guerra interna, una verdadera amnistía general en función de una futura reconciliación nacional, democratización de la Sociedad peruana, Producción nacional y trabajo para el pueblo y cierre del penal Militar de la base Naval del Callao, así como de Yanamayo y Challapalca, expresan en la actualidad la necesidad del pueblo, la nación y la sociedad peruana en su conjunto, y es entorno a ellas que las masas pueden y están desarrollando su unidad y sus convergencias con diversos sectores. Avanzar en concretarlas es lo que sirve a cerrar las heridas, acabar con los enconos, resentimientos y ahondamientos del enfrentamiento social.

El que se hayan abierto posibilidades de Democratización de la sociedad peruana y por lo tanto la necesidad de centrar en ello, dan mejores condiciones para exigir el respeto y restitución de los derechos fundamentales negados por la camarilla genocida y vendepatria de Fujimori-Montesinos-Hermoza Ríos ya hundida en el Infierno, el cambio de las leyes restrictivas y derogatoria de la legislación antilaboral y "antiterrorista", la defensa de la Producción nacional o resolver la urgencia de trabajo para el pueblo, y el que por la lucha popular se registre y refrende en una Nueva Constitución los beneficios, conquistas, derechos y libertades democráticas.

Fortalece y refuerza el optimismo el constatar como en el mundo la revolución, aunque aún en el repliegue, reinicia su avance, y en el país las masas populares comienzan a movilizarse y empiezan a agitar nuevos vientos que se desplegarán en el futuro. Esas luchas, dentro de las cuales destacamos la vuestra, son un factor decisivo para lograr la Solución Política de manera global e integral, y por ello debemos apoyarlas e impulsarlas y no permitir que sean contenidas, bregando por que las dirija el proletariado y su vanguardia.

Hay que tomar así en cuenta que, entre quienes dirigen el estado, la oposición a Solución Política ha sido una constante: la camarilla genocida vendepatria de Fujimori-Montesinos-Hermosa Ríos se opuso a ella sistemáticamente, priorizó la solución militar, incrementando los gastos de guerra, para erigirse como vencedores, mantenerse en el Poder, y llenar sus arcas corruptas.

En el gobierno de transición también se impuso la oposición, y en el que hoy asume, que no ofrece garantías, no representa los intereses del pueblo ni lo que nosotros queremos, es comprensible que la oposición continúe.

Todo ello sólo nos advierte que la brega por la Solución Política no es fácil. Será dura y requerirá un proceso, pero en la medida en que se persiste y se luche más intensamente los logros serán mayores.

Derivado de la necesidad de Democratización de la Sociedad peruana se ha planteado la conformación de una Comisión de la verdad que sirva al esclarecimiento de los hechos de la guerra interna, a establecer las lecciones históricas, y a definir las medidas necesarias para resolver políticamente las secuelas de la guerra interna.

El gobierno transitorio de Paniagua, desde sus posiciones e intereses de clase, ha conformado una y seleccionado a sus integrantes, negando la participación del Partido Comunista del Perú, las organizaciones levantadas en armas y de los prisioneros y familiares, lo que obviamente ha generado rechazo, cuestiones o divergencias, porque así no se sirve a que la verdad se abra paso y más bien se busca avalar y enarbolar la línea y política genocida que el estado peruano ha aplicado desde fines del aņo 82.

Sobre éste problema, permítannos queridos familiares plantear lo siguiente:

1-. Si la Comisión de la Verdad debe ser auténtica y no falsa u encubridora, el punto de partida debe ser el expreso reconocimiento de que lo que se ha desenvuelto desde 1980 es una guerra interna. Desde el 17 de mayo de 1980 el Partido Comunista del Perú bajo la jefatura de nuestro querido y respetado presidente Gonzalo desenvolvió una Guerra Popular, para transformar la vieja sociedad semifeudal y semicolonial, en la que se desenvuelve un capitalismo burocrático, y nunca ha sido ni es su política el genocidio.

Los errores cometidos nunca fueron lo principal, y además los han reconocido públicamente. Y esa Guerra Popular se ha plasmado como el más grande movimiento social revolucionario de la historia peruana, construyendo un Partido Comunista de nuevo tipo, un Ejercito Guerrillero Popular y Comités Populares y Bases de Apoyo de la República Popular de Nueva Democracia en formación.

El PCP no teme que se esclarezcan los hechos de la guerra interna, no teme al pasado, y esa es la posición y actitud que los prisioneros asumimos decididamente. Por eso rechazamos y combatimos el que se nos tipifique de "terroristas", pues es no es sino una demagógica y reaccionaria posición del imperialismo yanqui que enarbolan y repiten quienes están en contra de la revolución armada, buscando cubrirla con su manto de desprestigio, mientras lo que aplican es la más sanguinaria represión y genocidio. Ese calificativo apunta contra el principal derecho de transformar la vieja sociedad, barriendo la explotación y opresión, construyendo un mundo mejor y una más plena humanidad.

Y de igual forma rechazamos y combatimos que sin antes haber "esclarecido plenamente", como seņala en su parte considerativa el Decreto Supremo de Paniagua, que conforma la Comisión de la verdad, se responsabilice al PCP y organizaciones que se levantaron en rebelión armada de "los miles de peruanos victimados".

El estado Peruano respondió con una guerra contrarevolucionaria aplicando una línea y política genocida, enfrentando masas contra masas, realizando matanzas genocidas, fosas comunes, política de desaparecidos, línea y política genocidas y no acción de "algunos agentes del estado", como se dice en el mencionado decreto supremo, pretendiendo encubrir la responsabilidad del Estado peruano y la de los gobiernos de Belaunde, Alan García Pérez, Fujimori; línea política genocidas no sólo por acción de sus fuerzas armadas, sino en las prisiones, en las leyes violatorias de derechos fundamentales, tribunales militares y jueces sin rostro, en la negación de todos los derechos, conquistas y libertades democráticas, en sembrar hambre, miseria y muerte.

Pero además el Estado Peruano conformó varias "comisiones investigadoras", una especie de comisiones de la verdad, como las de Vargas Llosa (1983), la Comisión Ames (1986), la Comisión Melgar (1988), comisiones integradas por elementos serviles y adictos, a los que se encargó la tarea de "limpiar la imagen del gobierno y las fuerzas armadas", lo que fue condenado a nivel nacional e internacional; Comisiones que justificaron su acción con la necesidad de "defender la democracia", y tomaron las declaraciones oficiales y de jefes militares de las fuerzas antisubversivas como "la verdad" única y absoluta.

En todos esos casos, los de Uchuracay, los penales de el Frontón, Lurigancho y el Callao, y Cayara, se ignoró o negó declaraciones de los familiares y testimonios de testigos presenciales, a los que más bien se fue asesinando sistemáticamente, e incluso se destituyó a funcionarios que denunciaban los hechos.

2-. Si la Comisión de la Verdad debe ser auténtica, y no falsa, parcial, encubridora y destinada la fracaso, debe ser una Auténtica Comisión de la Verdad con representantes de las dos partes en conflicto, de prisioneros y familiares de desaparecidos, victimados, torturados, desplazados, expatriados, pues sólo así y tratados públicamente los hechos serán esclarecidos y el genocidio no quedará impune, así como sólo así se podrán crear las condiciones necesarias para la reconciliación nacional, que debe ser el sentido y objetivo final de sus tareas. Por ello la posición que asume la Asociación de Familiares de Desaparecidos y víctimas del genocidio es justa y correcta.

Y por eso también la Comisión de la Verdad conformada por el gobierno de Paniagua, integrada sólo por defensores del Estado peruano, del viejo orden, y cuyas diferencias y discrepancias han sido y son sólo de cómo combatir la Guerra Popular, no hará otra cosa que reeditar y proseguir el nefasto camino de las comisiones encubridoras y avaladoras de la línea y política genocida del Estado Peruano; ese es el papel que cumplirán los funcionarios de organismos del estado, una de ellas cómplice directa de la camarilla genocida y vendepatria de Fujimori-Montesinos-Hermoza Ríos, otros dos de ellos que medraron de la guerra presentándose como "expertos politicólogos" asesores de la lucha antisubversiva, u otro que entre sus méritos tiene el de haber sometido la Universidad de Huamanga a los planes de las Fuerzas Armadas de "pacificación", y ser un fiel representante del gobierno Transitorio en Ayacucho.

3-. Asumimos firme posición por prepararnos para luchar dentro y fuera de la Comisión de la Verdad, defendiendo históricamente la Guerra Popular como el más grande movimiento revolucionario de la Historia peruana y defender la Jefatura del Presidente Gonzalo a quien se ataca como blanco.

Y actuando con el espíritu de servir de todo corazón al pueblo y desinterés absoluto, como nos enseņan y forjan con su propio ejemplo el Presidente Gonzalo y la camarada Miriam, sumimos con entera responsabilidad ante el proletariado internacional, los pueblos del mundo y el pueblo peruano el servir a que la verdad se abra paso y los hechos hablen, y que la lucha por auténtica Comisión de la Verdad avance y obtenga logros.

Finalmente, queridos familiares, rendimos emocionado homenaje a quienes con desprendimiento ejemplar entregaron sus vidas por la libertad de su pueblo, a todos los que enfrentando la prisión, las torturas y aún la muerte han abierto un brillante camino para la transformación del viejo orden y la construcción de la nueva sociedad.

Rendimos emocionado homenaje a los hombres y mujeres que en cientocincuenta aņos de revolución proletaria mundial han bregado y siguen bregando por un brillante futuro de la humanidad. Todos ellos viven y combaten en nosotros.

Les deseamos muchos éxitos en vuestro trabajo y en que la I Convención se plasme como hito en las luchas del pueblo.



Yanamayo, 26 de Julio del 2001

Comité de Prisioneros Políticos y Prisioneros de Guerra de la Luminosa Trinchera de Combate de Yanamayo.



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