DEMOCRACIAS
Dicen los que exportan ese régimen (generalmente a sangre y
fuego) que es sinónimo de libertad y de respeto a los derechos
humanos, y por eso se la pasan combatiendo a sus grandes enemigos, los
"terroristas". Pero con el argumento de sus seguridades nacionales,
son esas democracias las terroristas. Veamos un par de ejemplos de
esta semana:
El Estado de Israel, autodenominado "única democracia de Oriente
próximo", un país que no tiene constitución nacional y en el que es
legal la tortura, mató con una bomba, en la vecina Siria, a Imad
Moughnieh, uno de los lideres del Hezbollah libanés. Aunque no lo reivindicaron
expresamente, la historia cuenta innumerables asesinatos similares
cometidos por el servicio de inteligencia Mossad. Los llamados "asesinatos
selectivos" son el modus operandi habitual de Israel. Esa modalidad
va en contra de toda la legislación en materia de delitos de lesa
humanidad, pero como lo hace la "democrática" Israel, no es un acto
terrorista.
El estado terrorista de Estados Unidos, autoproclamado "guardián de
la democracia", se negó a ilegalizar esta semana el uso del "submarino", ese
método de tortura que consiste en introducir la cabeza del "interrogado"
en agua (cuando no, aguas servidas) y llevarlo al límite de la asfixia,
una y otra vez. Después de un largo debate, se había aprobado en el
congreso un proyecto de ley prohibiendo el "waterboarding" ("submarino")
y otros métodos de tortura en interrogatorios, pero el presidente
Bush anunció ahora que lo vetará, porque para el jefe de la gran
democracia, la tortura no es tortura si es para interrogar
efectivamente a los terroristas.
Y en la adorable democracia de la Madre Patria, el zar de los
demócratas hispanos, el adalid de los derechos humanos
latinoamericanos, el juez Baltasar Garzón, decidió, con el aval de
Zapatero y Rajoy, la abolición y el aniquilamiento de la izquierda
abertzale. No solo mandó a prisión a 11 dirigentes del Partido Herri
Batasuna, sino que ilegalizó a los partidos Acción Nacionalista
Vasca (ANV) y Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), que no
podrán presentarse a las limpísimas elecciones generales del 9 de
marzo. Tal vez también decida meter presos a los parlamentarios de
esos partidos que "democráticamente" han sido elegidos por
ciudadanos vascos.
Finalmente, nuestra presidenta se atrevió, en nombre de la
democracia y los derechos humanos, a retar al impresentable
presidente de Guinea Obiang Nguema, recriminándole los crímenes
humanitarios en su país, como nunca lo hizo con los yanquis, los
españoles o los israelíes. Lindo para la foto. Claro que mientras
ella dice lo preocupada que está por la violación a los derechos
humanos en ese país africano, a la vuelta de su despacho, en
cualquier comisaría, un policía está torturando un preso, y en algún
lugar del país, cada 40 horas, un pibe está muriendo por el gatillo
fácil.
CASO MOLA: DEL SOBRESEIMIENTO FÁCIL, O LA MANITO PARA LA
FUGA
Un “delincuente” que luego de haber sido sacado de su casa a la
madrugada, arrojado y pateado en el piso boca abajo, cacheado y
esposado con las manos hacia atrás frente a su mujer y a los
vecinos del barrio, una vez sentado entre medio de dos “servidores
públicos” intenta atentar contra la vida de una tercera sentada en
el asiento de adelante del patrullero con disparos de arma y a
continuación se suicida dándose dos disparos en la nuca.
Esta versión que se tornaría hilarante si no estuviéramos hablando
de uno de los pibes de clase obrera que el estado asesina cada
cuarenta horas, le cerró a la Justicia de Control cordobesa para
que esta semana liberara al sargento ayudante Héctor León,
esperando que el hecho ocurrido el 31 de octubre pasado les de
“mayor certeza” para tener la convicción de que el asesino de
Rubén Mola (18) actuó en defensa propia o lo ejecutó indefenso con
dos tiros.
Conocemos de vieja data la complicidad judicial que garantiza el
gatillo fácil con lo que llamamos “sobreseimiento fácil” y la
“manito para la fuga”:
Si llegaran a la “convicción” de la versión policial, dentro de
varios años el cana tendrá el premio que se ganó el asesino de
Marcelo Bogado el año pasado cuando el Tribunal de Morón sostuvo
su mentira de que el tiro en la nuca se le escapó y salió
caminando luego de una prisión preventiva domiciliaria que ni
siquiera cumplió en tres años.
Si no les quedara otra que calificar de homicidio doloso el delito,
como premio León podría desaparecer como el asesino de Leandro
Bazán o el de Daniel Sosa. Pero no se fugaría muy lejos, tan solo
fuera de los voluntariamente miopes ojos de sus captores.
¿Dos disparos en la nuca se los provoca el suicida y el detenido
cacheado, dentro del patrullero con las manos esposadas hacia
atrás, dispara contra el policía que está en el asiento de
adelante? Sólo el poder judicial que integra el estado represor,
puede hacerlo cierto cuando se trata de un joven de 18 años de
clase baja víctima del gatillo fácil.
DIME QUIEN TE ASESORA...
Carlos Vladimiro Corach, que haciendo honor al nombre
que su padre le puso, se inició en la política como militante
juvenil del PC, fue el funcionario que más tiempo perteneció al
gabinete del ex presidente Carlos Menem. Después de deambular un
tiempo por el frondicismo, se incorporó al partido peronista, al
mismo tiempo que se convertía en abogado de las empresas de
Jorge Antonio. De la mano de José Luis Manzano y su adagio "robo
para la corona", Corach entró al gobierno de Carlos Menem, del
que diría con orgullo "soy un soldado".
Durante una década fue el gran operador político del menemismo,
especialmente en materia judicial, tema por el que pasó a la
historia cuando sinceró en un bar la lista de jueces
incondicionales, garabateando la lista en una servilleta de
papel. Pero su principal tarea, cuando reemplazó a "zapatitos
blancos" Béliz, que se dio cuenta de pronto que estaba en un "nido
de víboras" fue dirigir con mano de hierro las fuerzas de
seguridad desde su ministerio del interior. Fue, a no olvidarse,
el autor intelectual de aquella tesis de la "noticia fácil" para
desacreditar las denuncias de gatillo fácil, lo que le ganó un
movido escrache de CORREPI en una de sus matutitnas rondas de
prensa con los movileros, frente a su domicilio en Palermo, y
nos dio la idea de confeccionar un Archivo con los datos de
todos los casos conocidos.
Desde que dejó el gobierno menemista se dedicó a pasear por
Paris y Londres al amparo de no se sabe bien qué conchabo
universitario, pero ya se sabe que cuando uno es un soldado, y lo
llaman, hay que dejar el retiro y volver a la trinchera. De
manera que don Carlos Vladimir dejó los boulevares y los pubs, y
se vino a la ciudad de las diagonales, porque el gobernador de
la provincia, Daniel Scioli, lo convocó para que lo asesore en
materia de seguridad.
El 2 de febrero, cuentan los diarios,
Scioli y Corach compartieron un frugal almuerzo y siete horas de
análisis político en el quincho de la casa de Scioli. Su
relación viene de lejos, ya que en 1997 fue el entonces ministro
uno de los impulsores de la carrera política del motonauta. Pero
no sólo consejos le da Corach al gobernador, también
funcionarios, como Alejandro Secatti, subcomisario de la federal, experto
en tiro y artes marciales, que usa su experiencia como jefe de
custodia del ministerio del interior para ser hoy el jefe de
custodia del gobernador. Y cuando decimos experiencia, no nos
olvidamos de Jorge Goyochea, subordinado de Secatti en la
custodia de Corach, condenado por el homicidio, a puro gatillo
fácil, del joven Marcos Vieyra en Lanús, cuya defensa fue pagada
por el ministerio, con los mismos abogados que hoy defienden a
los comisarios en la causa del 20 de diciembre.
Para los que tienen memoria corta,
recordemos por ejemplo que siendo ministro, Corach autorizó
formalmente a la policía federal a hacer lo que siempre hacen,
pero disimulan: disparar primero y anunciarse después. En una
orden del día interna de agosto de 1999, suspendió la obligación
de gritar "alto, policía" antes de disparar. Cuando el
periodismo le cuestionó el descarado blanqueo del gatillo fácil
que eso implicaba, contestó "Esto no se trata de gatillo
fácil; gatillo fácil es cuando los delincuentes matan a mansalva
a los policías por el sólo hecho de que los identifican como
policías". Nada más coherente que su regreso como asesor de
Daniel Scioli.
REPRESIÓN A MANIFESTACIÓN CONTRA EL "COSPELAZO" EN
CÓRDOBA
El transporte público cordobés es caro y malo, como en todo el
país. Las empresas manejan a su antojo los recorridos, eligiendo
los más rentables, no hay renovación de unidades, que se caen a
pedazos, y aunque es una ciudad con una de las poblaciones
estudiantiles más grandes del país, no existe el boleto
universitario. Un gran negocio es que el boleto se abona con un
cospel o tarjetas electrónicas, por las que la empresa
Siemens-Intron cobra un canon por el servicio de distribución y
recaudación.
La semana pasada, el Concejo Deliberante de Córdoba intentaba
tratar el aumento del boleto de transporte urbano que sería de
alrededor del 33%. La sesión estaba prevista para las 15:00,
pero tuvo que ser suspendada por "disturbios" y se reanudó
recién dos horas después. Los "disturbios", como dijeron los
medios, fue la movilización de vecinos autoconvocados y miembros
de partidos de izquierda, que, indignados con la posibilidad
de semejante tarifazo, se manifestaron para resistir la
iniciativa del aumento negociada por el intendente Giacomino
con las empresas.
Como la legislatura de la ciudad de Buenos Aires el 16 de
julio de 2004, el concejo estaba rodeado por un operativo
impresionante: guardia de infantería, servicio de calle,
camiones hidrantes, la división canes y grupos de elite. Los
manifestantes, invocando su derecho a ingresar al recinto para
ser escuchados por sus "representantes", lograron que 30
compañeros lo hicieran, pero ni bien entraron, la guardia de
infantería comenzó a reprimir para dispersar la manifestación con
balas de goma y gases lacrimógenos. Los manifestantes se
reorganizaron para resistir, y a pesar de la fuerte represión,
que dejó un saldo de siete lesionados y dos detenidos, se
mantuvo la presencia popular, y finalmente se logró evitar la
sanción del cospelazo, porque a pesar de que también en el
recinto hubo fuerte presencia policial, muchos concejales se
retiraron y no pudieron alcanzar la mayoría necesaria.
Es evidente que el derecho a peticionar y mostrar que no se
está de acuerdo con una medida antipopular, termina siempre
con el mismo final: palos y balas de goma para los
peticionantes. El estado de derecho, es el derecho de los que
hacen grandes negocios.