CORREPI – BOLETÍN INFORMATIVO
Número 463 - 20 de enero de 2008.
SUMARIO:
1.- Quién dirige el crimen organizado en Argentina.
2.- Neuquén: regalo judicial a comisario violador.
3.- Policía que duerme igual dispara.
4.- El romance del verano: la policía y Stornelli.
5.- Funcionarios debidamente reciclados en Mendoza.
6.- La comunidad al servicio de la policía.
7.- Próximas Actividades.
QUIÉN DIRIGE
EL CRIMEN ORGANIZADO EN ARGENTINA
La noticia policial
del día, y seguramente de la semana, fue el secuestro de más de mil kilos de
cocaína de máxima pureza, lista para ser contrabandeada a España, en las
instalaciones de una empresa en Avellaneda. La droga estaba oculta en el doble
fondo de los carros de transporte de placas de plástico usadas para cubrir el
césped de estadios durante actividades no deportivas. Según su simplísima
página web, la firma "Stad Cover Eventos" fue varias veces contratada, según
figura en sus referencias, por los clubes River y Boca para proteger su césped
cuando alquilan los estadios para recitales, para lo cual traen de España las
placas, que luego reenvían, con su cargamento adicional. Además del domicilio
de la calle Deán Funes al 200 donde se hizo el primer operativo (hubo otro en
Tortuguitas, donde funcionaba la "cocina", y un tercero en Rosario), hay una
conveniente sucursal en Barcelona.
El jefe de la banda
fue quien acaparó la atención de la prensa, porque es cualquier cosa menos un
ignoto desconocido: Ernesto Lorenzo, alias “Mayor Guzmán”, integró la Triple
A, trabajó en el ex Batallón de Inteligencia 601, y llegó a ser el
lugarteniente del paramilitar Aníbal Gordon, con quien participó de tareas
sucias como el secuestro de Guillermo Patricio Kelly y el robo de obras de
arte en un museo de Rosario. Por ese secuestro estuvo detenido hasta 1991. En
1995 fue nuevamente detenido por otros delitos –tenencia de armas de guerra y
explosivos, robo de automotores y de obras de arte–. Pero pronto estuvo de
nuevo en libertad. En 1997 fue el autor de una Guía para Padres y Educadores
contra las drogas, que con el auspicio de Edcadassa, la empresa de Alfredo
Yabrán, se distribuyó gratuitamente en las escuelas. Finalmente, en noviembre
de 2001, fue nuevamente arrestado en Rosario, donde, a las órdenes de otro ex
servicio de inteligencia, Julio Alberto Sanguinetti, integraba una monumental banda
de narcotraficantes que tenía su base en una quinta rodeada de un doble
alambrado perimetral olímpico con púas, separados por un pasillo de dos metros
por el que montaban guardia siete pastores alemanes, una ligustrina y una
malla de media sombra que tapaba toda la visión hacia adentro y un doble portón
de ingreso. Sanguinetti y Lorenzo tenían credenciales como funcionarios de la
Secretaría de Seguridad Interior, de la policía federal y de la policía de
Santa Fe. Otra de las sorpresas del operativo fue descubrir que el "cocinero"
encargado del proceso de producción de la cocaína era José Orlando Mercado
Solís (a) El Químico, que se suponía que estaba preso en Caseros. Nunca se
explicó cuándo ni cómo escapó, aunque se sospechó que su presencia era una
especie de "comisión laboral" acordada con el servicio penitenciario, en el
marco de las famosas "salidas laborales" de presos para delinquir en beneficio
de sus guardianes. Un verdadero ejemplo de cooperación interfuerzas.
Pero aunque los
medios sólo le dedican un renglón en las largas crónicas que hoy se publican,
no es un detalle menor que además de Lorenzo, que sería bueno saber desde
cuándo y porqué estaba en libertad de nuevo, entre los 20 detenidos figuran varios ex
policías federales y provinciales (bonarenses y santafesinos), gendarmes y
otros militares. Por ahora sólo trascendió que uno de ellos es el ex
subcomisario de la policía federal Mario Andrés Domínguez.
Otra confirmación
rotunda de que el delito organizado nunca es ajeno a las fuerzas de seguridad
o las fuerzas armadas. Cada vez que se desbarata alguna gran banda, de las que
como ésta tienen logística, recursos de todo tipo, poder de fuego y manejan
millones, sea que se trate de secuestros extorsivos, de robo de automotores,
de contrabando, de piratas del asfalto o de narcotraficantes, enseguida
salta el botón, y queda claro que quiénes dirigen, gerencian y ejecutan
los grandes aparatos criminales en Argentina.
NEUQUÉN: REGALO JUDICIAL A COMISARIO VIOLADOR
Si
no se tratara de una decisión judicial acerca de la integridad y la libertad
sexual, y para más gravedad respecto de una menor de edad, el reciente fallo
de un tribunal oral neuquino hasta podría resultar grotescamente hilarante. Para
los que creen que los jueces son una "institución de la democracia", es
polémico. Para nosotros, una nueva demostración de que los jueces son los
garantes de la impunidad de los perros guardianes del sistema.
Cuando tenía apenas tenía 11 años, una nena fue
violada por su vecino, comisario retirado de la policía neuquina. Como
prueba irrefutable del delito, en diciembre de 2006 la criatura tuvo a su
vez un bebé, cuya paternidad fue comprobada por análisis de ADN. La
sentencia dictada esta semana condenó al ex comisario por abuso
deshonesto, delito mucho más leve que la violación, con el argumento de
que no fue comprobado el acceso carnal. Para los intachables magistrados
neuquinos, el embarazo y nacimiento no demuestra que haya existido
penetración... El argumento, muy "garantista" por cierto, es que como a la
niña no se le practicó un examen ginecológico en el momento, cabía la duda
acerca de que el policía la violara. ¿Como explicaron la cuestión del
embarazo y posterior alumbramiento? Muy sencillo, diciendo que era posible
que se tratara de "coito interfémora", es decir, que el comisario habría
eyaculado sobre las piernas de la niña, sin penetrarla.
La
sentencia tiene otras perlas: por una parte, y a pesar de que el comisario
violador es vecino pared por medio de la casa donde viven la víctima, su
mamá y el bebé fruto de la violación, se le concedió por "razones de salud"
la prisión domiciliaria. O sea, no está preso, sino en su casa, que además
es el lugar donde cometió el crimen. Y como si eso fuera poco, el fiscal de
juicio decidió no apelar la aberrante sentencia, que ha quedado firme, es
decir, ya no puede ser modificada.
Cualquier excusa que se pretenda analizar para
explicar este fallo resultará vacua. La única verdad es la calidad del criminal.
No era cualquiera, sino un señor miembro de la institución policial, y
encima comisario. Como engranaje privilegiado del sistema, los jueces
siempre cumplen su rol. Mientras que los policías son su brazo armado, los
jueces aportan la garantía de impunidad. No les cuesta nada estar en la
duda a favor del reo, como quisieron justificar acá, cuando el imputado
es rico, poderoso, o un integrante del aparato represivo. A tal punto han
protegido al comisario, que sólo trascendieron los nombres de los jueces
(Emilio Castro, José Andrada y Héctor Dedominichi), reservándose en los
medios la identidad de la nena (lo que es obligatorio) y curiosamente el del
condenado, sólo identificado por su grado.
Muy
probablemente, si el autor del aberrante hecho hubiera sido un don nadie civil,
no sólo lo hubieran condenado por violación, sino también por corrupción de
menores. Pero era un un señor comisario, integrante de la intachable policía
neuquina, la misma que mató a Teresa Rodríguez y a Carlos Fuentealba.
Dijo
en su voto el juez Castro, "nada puede darse por sentado, por más obvio
que parezca". No es así, señor juez. Lo que hay que dar siempre por
sentado es que, cuando hay un policía en el banquillo de los acusados, los
jueces tratarán de ayudarlo.
POLICÍA QUE DUERME IGUAL DISPARA
El
11 de enero pasado el juez en lo penal económico Claudio Gutiérrez de la
Cárcova dormía tranquilo, sin preocuparse por la "inseguridad", total la
puerta de su chalet en Núñez estaba bien custodiada por la policía federal.
La tarea le había tocado a un joven suboficial recién recibido, de estos que
según nos dice su jefe político de antes y de ahora, Aníbal Fernández, están
bien entrenados, capacitados y "educados para servir a la comunidad en
democracia". Pero parece que el suboficialito no estaba bien dormido,
porque en lugar de cumplir su consigna parado frente a la casa del juez, se
metió en su viejo Ford Taunus y aprovechó la calma de la madrugada para
hacer una siestita.
A
las 4:30 el sargento Héctor Morales, de la comisaría 35ª, pasó por el
lugar y se sorprendió de no ver en su puesto al policía. Miró alrededor, y
lo vio bien dormido en el auto, así que se acercó para despertarlo. El
joven suboficial no sólo se despertó, sino que lo hizo a los tiros. De
milagro no mató a nadie, y sólo una de las balas hirió al sargento en el
abdomen. Otras dos atravesaron los vidrios de su auto y una tercera se
incrustó en el techo.
Desde la jefatura policial eligieron un discurso bien viejo para explicar
el desopilante episodio. "El hecho es vergonzoso y este joven es un
irresponsable", opinaron enojados desde la cúpula policial. De nuevo,
el hecho aislado, y en lugar del loquito suelto, el
irresponsable. Para nosotros, imposible no acordarnos de Roberto Raúl
Roldán (35), que el 22 de febrero de 1996 llevaba a su hijita, con
convulsiones, al hospital Fiorito, con ayuda de un vecino remisero. El
destartalado auto pasó junto a un patrullero en el que dormía el agente
Hugo César Zalazar, también joven y recibido hacía poco. El ruido del caño
de escape lo despertó, y, como el federal de Núñez, sólo atinó a hacer lo
enseñado y bien aprendido: disparó. Una bala atravesó el asiento del
acompañante, y el señor Roldán llegó muerto al hospital Fiorito, siempre
con su hija en brazos.
Si
en lugar de ser despertado por un policía, para más datos su superior, lo hubiera
despertado sin querer un pibe que pasara por ahí, la noticia hubiera sido
"Policía hiere delincuente al repeler un asalto". El pibe, qué
duda cabe, tendría, además de un tiro en la panza, un arma plantada y una
causa abierta, con prisión preventiva. Eso, si para armar mejor la cosa,
no lo remataba, y entonces el titular sería "Delincuente abatido por
agente del orden".
EL ROMANCE DEL VERANO: LA POLICÍA Y STORNELLI
Los
policías bonaerenses están contentos con el gobernador Scioli y su nuevo
ministro de seguridad, el ex fiscal Stornelli, y lo hacen saber en la página
web de APROPOBA (Asociación Profesional de Policías de la Provincia de
Buenos Aires). No les alcanzan los adjetivos para alabar las medidas que
viene implementando y anunciando el reemplazante de Arslanián, desde el
fulminante "incremento del poder de fuego" hasta la designación del
comisario Salcedo como jefe de la fuerza, pasando por el proyecto de reforma
al código procesal para profundizar el sistema de flagrancia, es decir,
condenas instantáneas para los pobres sin defensor particular.
También alientan con un "adelante, ministro" la posibilidad de que se vuelva
al viejo sistema del comando radioeléctrico o "comandos patrulla", califican
de "satisfacción" que se termine con los "delirios" y la "profesionalización
arslaniana (sic)" y aplauden la designación de policías retirados como
asesores de Scioli y para manejar la Caja de Retiros, Jubilaciones y
Pensiones y los rumores de aumentos de sueldo. Sin perjuicio de que no ha
sido mucha la "profesionalización" que se ha visto en los últimos años,
salvo para reprimir cada vez con mayor eficacia mientras siguen haciendo pingües
negocios en todas las ramas del delito, lo cierto es que los anuncios de
Stornelli han puesto felices no sólo a la mencionada asociación, sino a la
más nueva Gallos Azules, y al Centro de Oficiales Retirados que preside el
comisario retirado Mastandrea, al punto que uno de los correos se titula "Finaliza
una década infame para la policía de la provincia de Buenos Aires".
Está
bien claro que Scioli entiende que necesita tener satisfechos a sus
muchachos para que le respondan sin fisuras en las muchas oportunidades en
que los va a precisar, listos para reprimir sin discutir nunca una orden. Y
para eso, mejor que estén con la panza y el bolsillo llenos, y el corazón
contento.
FUNCIONARIOS DEBIDAMENTE RECICLADOS EN MENDOZA
Mendoza es la provincia de la que hasta el 10 de diciembre
fue gobernador el radical K y actual vicepresidente Julio Cobos, y una de
las más altas en las estadísticas del gatillo fácil, con un índice que
alcanza 69.64 puntos por millón de habitantes durante el año 2007. Según una
crónica del diario Mendoza On Line, que ratifica lo que desde CORREPI
venimos sosteniendo, dos actuales subsecretarios del gobierno de Celso
Jaque, electo como gobernador en la boleta del Frente para la
Victoria (Mendoza) son represores de la dictadura.
El
comisario inspector retirado Aníbal Gómez, nuevo director de Logística de
Seguridad, resultó haber sido integrante del grupo de inteligencia D2
durante la última dictadura militar, mientras que el comisario mayor
retirado Carlos Rico Teijeiro, actual subsecretario de seguridad de la
provincia, formó parte del conocido GE78, grupo de tareas que realizó la
“seguridad” del mundial de fútbol en Mendoza.
Ninguna medida hasta hoy se ha tomado con ninguno de ellos,
ni despido, ni disponibilidad, ni suspensión. Si nosotros nos enteramos por
los diarios, queda claro que el gobierno nacional también se encuentra
anoticiado. Es más, desde el propio gobierno mendocino, se encargaron de
sostener públicamente tanto a Rico como a Gómez. Según el ministro de
seguridad provincial Aguinaga, “Carlos Rico
es el mejor subsecretario de seguridad que ha habido desde la reforma para
acá. Porque es respetado. Tiene una condición de jefe natural y se lo
respeta por eso. Antes de la reforma, él era uno de los postulantes que
había para colocar como jefe de la policía según la antigua estructura”.
Al ser preguntado sobre los antecedentes de Rico en la dictadura, dijo “No
tengo ningún dato que lo vincule con la dictadura. Es un hombre muy
honorable y si trata con él no parece policía". Parece ser que el
funcionario reconoce la incompatibilidad entre el “hombre honorable” y el
“policía”.
Estos nombramientos no
constituyen ningún error ni exceso, forman parte de la política de este
gobierno, que se congratula por haber afiliado a Estela de Carlotto y Hebe
de Bonafini, mientras mata y tortura a una persona cada 40 horas. Si para
ello le resulta útil, nombra en funciones a represores como Rico y Gómez,
aunque luego, si sale a la luz, quieran mostrar que se rasgan las vestiduras
intentando hacernos creer que los argentinos volvimos a ser “derechos y
humanos” mientras Jorge Julio López sigue desaparecido.
LA COMUNIDAD AL SERVICIO DE LA POLICÍA
Lo primero que hizo el ex fiscal Stornelli cuando asumió el ministerio de
seguridad de la provincia, después de anudar los acuerdos que tan
contentos tienen a los patas negras, fue lanzar una campaña publicitaria
que ha invadido radios y diarios, invitando a la población, y en especial
a los jóvenes, como lo marca el coloquial lenguaje, a llamar a la policía
ante cualquier cosa o persona "sospechosa".
"Si ves algo o sabes algo, HACE ALGO: Si sospechas de algún peligro
delictivo que puede amenazarte a vos, a tu familia o a tu barrio, LLAMA A
LA POLICIA", dice la pauta, especialmente difundida en los lugares de
veraneo.
La lisa y llana invitación a denunciar morochos, pobres que no cuadran con
la zona, cartoneros o punks, en la línea de los famosos consejos que daban
a los "vecinos de bien" los comisarios en los foros de seguridad
ciudadana, es un claro ejemplo de cómo se invierte el paradigma, buscando
que cada ciudadano sea un activo buchón al servicio de la represión.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES:
Miércoles 23 de enero, 11:00, concentración frente a la gobernación de la
provincia de Buenos Aires al cumplirse un mes del fusilamiento de Sonia Colman
en Del Viso.
Atando Cabos, el programa de radio de CORREPI en
La Plata, volverá al aire en febrero, en su horario de los lunes a las 20:00
por Radio Futura, FM 90.5.
Debido al receso estival de la Radio Porteña, ex Radio Ciudad, el programa
Leña al Fuego del periodista Herman Schiller, con la columna de opinión de
nuestra compañera María del Carmen Verdú, volverá al aire el sábado 16 de
febrero en su horario habitual de las 18:00.