CORREPI – BOLETÍN INFORMATIVO
Número
450 – 21 de octubre de 2007
SUMARIO
1. Amenazas y aprietes en Mar del
Plata
2. Sigue el gatillo fácil
3. El triple crimen de la Plata
4.
Nueve años de lucha por justicia para Marcelo Maione
5. Recambio de cúpula
policial en Santa Fe (y van...)
6. Nueva policía minera en Mendoza
7.
Próximas actividades
AMENAZAS Y APRIETES EN MAR DEL PLATA
El
conflicto de los trabajadores portuarios en Mar del Plata, lejos de resolverse,
acumula día a día nuevos episodios represivos. No sólo son baleados y gaseados
los obreros de la industria del pescado en cada nueva movilización, y
perseguidos con causas penales que ya acumulan más de diez compañeros acusados
de diversos delitos por defender su fuente de trabajo. La represión se ha
extendido a las organizaciones y compañeros que vienen apoyando el reclamo de
los trabajadores, mientras la ciudad sigue militarizada, con la presencia de más
de 600 efectivos del grupo de elite de la prefectura, los Albatros.
En la
movilización del viernes 19 de octubre varios compañeros reconocieron entre los
manifestantes a nueve policías de civil, entre ellos una mujer. Al verse
descubiertos, comenzaron a maltratar y amenazar a los compañeros, que lograron
ingresar al local del SOIP (Sindicato de los Obreros de la Industria del
Pescado, que abandonado por la burocracia está ocupado por los trabajadores).
Una compañera que colabora con los trabajadores, sacó fotos del episodio. Cuando
poco después se retiraba del lugar en su auto, fue interceptada por dos
camionetas de la policía con uniformados adentro que probablemente querían
sacarle la máquina de fotos. Con muy buenos reflejos la compañera frenó, giró de
contramano y logró volver al sindicato, desde donde se comunicó con los
compañeros del Frente Antirrepresivo. Recién entonces se fueron del frente del
edificio los nueve policías.
El día anterior, en otra movilización,
trabajadores, compañeros universitarios y del Frente Antirrepresivo habían sido
agredidos físicamente por personal de infantería. Otro trabajador fue
interceptado en la calle por el oficial de calle de la comisaría 3ª, de apellido
Gancedo, que le mostró una foto de su familia diciéndole “por esta boludez vas a
perder algo tan importante...”
También el viernes 19, por la tarde, se
recibió en la secretaría de extensión de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales, que es solidaria con el reclamo de los fileteros, un llamado
telefónico diciendo “hay una bomba, déjense de joder con el puerto”. Finalmente,
el sábado 20, alguien llamó dos veces por teléfono a la madre de una compañera
abogada del Frente Antirrepresivo, diciéndole que ella estaba secuestrada. La
señora llamó a la casa de su hija, pero fue atendida por otra persona que le
dijo que la estaba esperando. A esa misma hora, la compañera estaba en su casa,
donde el teléfono no sonó. Días previos, otro compañero de la misma organización
se encontró con 4 policías en un Fiat Uno gris y un patrullero de la bonaerense
apostados a metros de su casa.
Los compañeros del Frente Antirrepresivo
marplatense han encarado todas las acciones de denuncia y legales que
corresponden, que por descontado no han tenido resultados concretos, y por
supuesto, seguirán asistiendo a los compañeros represaliados en la defensa
política y técnica. Desde CORREPI convocamos a todas las organizaciones a
solidarizarse y difundir lo que está ocurriendo en Mar del Plata, bajo la
dirección del segundo candidato a diputado nacional en la lista oficialista de
la provincia.
SIGUE EL GATILLO FÁCIL
El 16 de
octubre tres personas ingresaron en una estación YPF ubicada sobre la colectora
y Thames, en la localidad de Boulogne. Entraron al bar, robaron y se
fueron, pero entre los clientes del bar se encontraba un policía de franco
y de civil que esperó a que se fueran. Una vez que estaban en la playa de la
estación abrió fuego acribillando a dos, uno murió en el instante y otro más
tarde en el hospital.
Según lo publicado por Télam, no hay testigos que
hayan visto quién comenzó a disparar, sin embargo el título de la noticia es el
infaltable: "Dos delincuentes muertos en un tiroteo". Ambos pibes asesinados
tenían entre 18 y 20 años, y numerosos disparos en su cuerpo, sin embargo la
noticia no dice que haya ningún arma secuestrada a los muertos.
En el
escenario que los medios dibujan, de haber un tiroteo debe haber armas, y si son
tres las personas que se enfrentaron con el policía...¿entonces cómo es que no
recibió siquiera un rasguño?
Los testigos sólo dicen que escucharon
varios disparos, varios disparos como los que terminaron con la vida de
estos dos pibes que parecen no merecer ni la publicación de sus nombres. Otro
caso que a simple vista es un enfrentamiento a tiros, y que con un poco de
profundización, termina siendo otro de los cotidianos fusilamientos de la
policía.
EL TRIPLE CRIMEN DE LA PLATA
La
noticia acaparó las tapas de todos los diarios, horas de aire en radio y
televisión: tres policías que custodiaban un predio de la dirección de
comunicaciones de la bonaerense fueron asesinados la madrugada del jueves en el
barrio Aeropuerto de La Plata. Semanalmente informamos numerosos casos en que
los agentes del orden solucionan sus internas de la única forma en que lo saben
hacer y bajo la misma modalidad con la que ejecutan su tarea de control y
limpieza social en los barrios: a los tiros.
Sin embargo, son dos las
hipótesis con las que, tanto el gobierno provincial como el nacional -y hasta la
"oposición"- han insistido a la hora de hacer un análisis sobre lo sucedido en
La Plata. Ambas son funcionales a la necesidad de un gobierno que defiende
intereses de clase como el de Kirchner que se la da de nacional y popular: la
teoría del complot o la de la inseguridad.
Pese a que los tres policías
fueron asesinados con armas de fuego idénticas a las reglamentarias de la
bonaerense y en un predio de la misma fuerza, la hipótesis sobre la
participación de policías en actividad o exonerados es la que con menos fuerza
ha repercutido en los medios de comunicación, que siempre suelen hacerse eco de
la versión oficial, que argumenta que el hecho de que hayan sido apuñalados,
golpeados y uno de ellos baleado por la espalda, demuestra un grado de
ensañamiento "que no es habitual entre los integrantes de la fuerza". ¿Y los
casos de jóvenes torturados, quemados y asfixiados que son moneda
corriente en cárceles y comisarías? ¿Y los fusilamientos por la espalda o en la
nuca cometidos por las policías en los barrios? Esas muertes, cotidianas y hasta
naturalizadas y justificadas por el hecho de que las víctimas sean pobres y
carguen con el estigma de "delincuente", remotamente ocupan un lugar de
importancia en esos mismos medios, y generalmente se las adjudica a lo
inevitable de las tragedias, a peleas entre pobres o en el mejor de los casos, a
errores, accidentes o excesos.
Como con la desaparición de Jorge Julio
López, Néstor Kirchner salió a decir rápidamente que el asesinato de los tres
policías es parte de un complot "de la derecha" que tiene como objetivo
desestabilizar a su gobierno por su política en materia de derechos humanos. Más
lejos aún fue el ministro de seguridad bonaerense León Arslanián al referirse a
"una venganza de delincuentes o un acto de terror" y que "hubo una finalidad
totalmente compatible con un atentado a la democracia, a la nación y al orden
público". Por su parte, López Murphy se animó a decir públicamente que en los
hechos "puede haber manifestaciones muy propias del terrorismo. ¿Quién, si no,
va a robar armas"; y el ex jefe de la SIDE Miguel Ángel Toma manifestó que puede
tratarse de narcoguerrilleros y peruanos que venden droga en las villas.
El asesinato de estos tres policías y la sensación de inseguridad
potenciada por los medios y los políticos de turno es la excusa perfecta para
profundizar y ejecutar más eficientemente la represión de carácter preventivo,
con consenso, con mayor presupuesto y presencia de las fuerzas de seguridad en
las calles, con más gatillo fácil, torturas, zonas liberadas, trata de
blancas... y hasta ajustes de cuentas entre ellos.
NUEVE AÑOS DE
LUCHA POR JUSTICIA PARA MARCELO MAIONE
El 7 de diciembre de 1998 dos
pibes de 19 y 16 años asaltaron una estación de servicio. Se llevaron un jugoso
botín de unos 70 pesos, un pebete de jamón y queso y una botellita de gaseosa.
Varios patrulleros de la federal, a tiro limpio, los persiguieron más de 30
cuadras, hasta que el auto, sin control, chocó contra una pared. Los vecinos
escucharon claramente una tanda de disparos a lo lejos, luego el choque y un
silencio denso, y a continuación otra serie de tiros. Marcelo Maione Míguez, que
manejaba, murió en el acto. Su compañero, acurrucado bajo el tablero y cubierto
por el cuerpo de Marcelo, estaba gravemente herido. La versión oficial, como
siempre, fue que los policías "repelieron la agresión con la fuerza mínima
necesaria", y si la madre de Marcelo no hubiera decidido impulsar la causa como
querellante, hubiera sido un trámite condenar al sobreviviente por el robo y
archivarla respecto de los policías.
Hace 9 años, cuando vimos las fotos
y la autopsia, supimos que estábamos frente a un fusilamiento. El coche tenía 39
impactos de bala. Los patrulleros, ni un solo raspón. La mayoría de los tiros
había ingresado por la puerta del conductor, muchos con trayectoria de adelante
hacia atrás, aunque los policías dijeron que dispararon sólo cuando el auto
circulaba delante de ellos. Marcelo Maione tenía 14 tiros en su cuerpo. Nueve
entraron de frente, aunque él manejaba. Su compañero tenía un tiro en la nuca y
dos en la espalda.
Durante estos 9 años el juez de instrucción
Federico Salvá hizo cuanto pudo… para cerrar la causa. Una y otra vez sobreseyó
a los policías, justificando su accionar con la legítima defensa y el legítimo
cumplimiento del deber. Una y otra vez pudimos demostrar en la cámara de
apelaciones que había mucho que explicar sobre la forma en que murió Marcelo. El
último sobreseimiento fue hace unos meses, después que nuevas pericias probaran
que por lo menos un disparo fue hecho metiendo el tirador la mano por la
ventanilla del auto ya detenido. Esta semana, la sala IV de la Cámara Criminal
tuvo que reconocer que las cosas no pudieron suceder como dicen los policías, y
procesó a cuatro oficiales que ahora deberán afrontar un juicio oral.
Claro que, aunque procesados por homicidio simple y homicidio en grado
de tentativa, ninguno está preso. Para los jueces, no hay riesgo de fuga ni de
entorpecimiento del trámite, porque son policías de ejemplar conducta
procesal...
RECAMBIO DE CÚPULA POLICIAL EN SANTA FE (Y
VAN...)
La provincia de Santa Fe encabeza hace varios años el "ranking" de policías
asesinas del país. Proporcionalmente a la cantidad de habitantes del distrito,
registra el índice mayor de asesinatos por gatillo fácil y en comisarías. Este
año, además, logró el record de cambios de mando, al consagrar cuatro jefes de
policía desde agosto de 2006. Cada recambio, a su vez, se produjo en el marco de
fuertes escándalos por la eternamente comprobada participación policial en
delitos gravísimos. Hace años que se reiteran las evasiones de presos que
"arreglan" su fuga y que se conoce la existencia de pistas clandestinas de
aterrizaje en los departamentos del norte de la , donde llegan avionetas desde
Paraguay con cargas de cigarrillos y drogas. Son recurrentes las denuncias de la
justicia federal rosarina sobre la connivencia de policías con el tráfico y la
comercialización de estupefacientes y las denuncias de corrupción.
El 13
de agosto de 2006, la echada fue la comisaría Leyla Perazzo, después de la fuga
de un narcotraficante, "King Kong", de la Alcaidía de Policía de Reconquista. La
reemplazó el subjefe Jorge Pallavidini, que más que legajo tenía prontuario, y
que con la excusa de haber cumplido 30 años de servicio fue reemplazado el 20 de
febrero de 2007 por Gabriel Leegstra. Esta semana, el ministro de gobierno
Roberto Rosúa le exigió la renuncia a Leegstra, debido a la incomodidad que
causaron al gobernador ciertas declaraciones que hizo el comisario sobre la
investigación que se sigue contra el ex jefe de Drogas Peligrosas de Rosario,
comisario Alejandro Franganillo. En su reemplazo asumirá el Comisario General
Ricardo Daniel Cáceres, quien se venía desempeñando como sub-jefe provincial de
la fuerza.
Más allá de que, como decimos siempre, si las purgas o
descabezamientos de cúpulas sirvieran para algo más que lavarse la cara ya nos
hubiéramos enterado a esta altura de los permanentes recambios, veremos cuánto
dura el nuevo jefe, y cuando llega el próximo escándalo. Mientras tanto, como en
todo el país, pero más desfachatadamente, la policía de Santa Fe seguirá
cobrando coimas para asegurar a ciertos presos alojamiento más confortable;
participando en ilícitos de todo tipo, especialmente el narcotráfico; cometiendo
exacciones ilegales; estafando al erario público con el tráfico del combustible
para los patrulleros; administrando el cuatrerismo en el norte de la provincia,
igual que la pesca ilegal y la venta de medicamentos "truchos"; amparando, pago
mediante, a los “arbolitos” (vendedores ilegales de moneda extranjera), a los
lugares de venta de ropa de marca, DVD y CD falsificados, por ejemplo frente
mismo a la Comisaría Primera de Santa Fe; protegiendo hoteles que funcionan
ilegalmente como moteles y capitalistas del juego clandestino, explotando la
prostitución, incluso de menores, los desarmaderos de autos, o haciendo zonas
liberadas para los piratas del asfalto.
NUEVA POLICÍA MINERA EN MENDOZA
El 10 de octubre el gobierno mendocino
promulgó la resolución necesaria para la creación de una Policía Ambiental
Minera, para “controlar la industria en Mendoza.”. Pero por supuesto
sabemos que ese “controlar” es en realidad un proteger y custodiar el normal
desarrollo de las actividades de las mineras, que tienen ya un plazo proyectado
para extraer nuestros minerales y luego retirarse del país. Por supuesto,
también, igual que la policía común y corriente, que funciona bajo el verso
de servir a la comunidad, la PAM ve la luz con el falso objetivo de
“…controlar distintas variables ambientales en los yacimientos y en las
plantas de tratamiento,… la planificación y ejecución de los estudios
ambientales de base… y difundir las normas de conservación del medio ambiente de
la actividad minera…así como en el cierre del emprendimiento minero una vez que
la empresa concesionaria se retire.”
Lo que no se entiende es la necesidad de que
eso lo haga una policía especial, cuando la ya existente jamás demostró
interés alguno por el cáncer que generan las torres de electricidad, los
desperdicios que las fábricas hacen correr por las zanjas de los barrios y los
propios depósitos de autos de la policía que con el paso de los años fijan el
plomo en la tierra, contaminan el agua y matan a los vecinos.
En realidad, el verdadero y absolutamente predecible objetivo de la
nueva policía no sólo es explícito en su nombre, sino que la información
reproducida por los medios permite verlo sin mayores problemas: “La creación
de este cuerpo policial se produce mientras en el último año el tema de la
minería y su impacto ambiental salió a la luz en Mendoza de la mano de grupos y
organizaciones sociales que se oponen a la explotación de los yacimientos
provinciales. Con esta medida, el Gobierno intenta garantizar a los
manifestantes –y a las propias empresas- que hay leyes y normas que respetar y
que las hará cumplir”. La PAM no tiene aún poder de represión propio, pero
sí está facultada en su estatuto a solicitar el auxilio de la fuerza pública
cuando lo considere necesario.
Ahora, a las patotas oficiales que reprimen a los manifestantes
cuando atentan contra algún acto proselitista rechazando la minería que envenena
el lugar donde viven y las empresas de seguridad privada que apalean a las
comunidades que intentan resistir el saqueo se suma la nueva Policía Minera, que
por el momento actuará de buchona, hasta que la situación demande su capacidad
represiva, por el bien de la comunidad.
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
Jueves 1º de noviembre, participación de CORREPI en la Cátedra Abierta
Derecho a la crítica-Crítica al derecho, en la UN de Mar del Plata.
En La Plata, escuchá Atando Cabos, el programa
de CORREPI, los lunes a las 20:00 por Radio Futura, FM
90.5.
Los sábados, a las 18:00, columna de opinión de María del Carmen
Verdú en el programa Leña al Fuego, del periodista H. Schiller, por Radio
Porteña, ex Radio Ciudad, AM 1110, www.radiodelaciudad.gov.ar, tel. 5371-4600, Sarmiento 1551, 9° piso.
Entrada libre y gratuita.