Hace once años, y a instancias de los familiares de víctimas de la represión policial organizados en CORREPI, asumimos la tarea de confeccionar un archivo que contuviera todos los datos disponibles de personas asesinadas por las fuerzas de seguridad del estado, actualizándolo año a año. El objetivo inicial fue confrontar, con la crudeza de los números, aquella famosa frase del ministro del interior menemista Carlos V. Corach, cuando negó que existiera el gatillo fácil, y culpó, en cambio, a la "noticia fácil".

 

Ya ese primer año llevamos el listado (tan corto entonces, comparado con los casi 2.100 casos que registramos hoy) a la Plaza de Mayo, porque entendíamos que el valor de ese trabajo era ser una herramienta de denuncia, que contribuyera a la organización popular contra la represión. En forma ininterrumpida desde entonces, todos los fines de año hemos ido a la Plaza a exhibir la realidad de las sucesivas políticas represivas estatales: gatillo fácil, muerte en la tortura, en cárceles y comisarías, represión política, campañas de "ley y orden".

 

Este viernes 15 de diciembre volveremos a la Plaza, a las 16:00, con un informe que desenmascara la naturaleza del actual gobierno, que supera a todos sus antecesores civiles en materia de eficacia represiva, y ello en buena medida porque logró ser aceptado por un sector claudicante del movimiento popular como un gobierno defensor de los DDHH.

 

Seiscientos asesinatos con el gatillo fácil y la tortura durante la gestión K es prueba suficiente de que se trata de un gobierno represor, y encima con la habilidad de disimularlo. 

 

Por eso antes del acto, a las 14:30, vamos a escrachar a la Secretaría de DDHH en 25 de Mayo 544, esa dependencia que juega un rol esencial en la ejecución de las políticias represivas del estado, cooptando víctimas y familiares de víctimas y haciéndoles creer que desde los escritorios de los jefes de los asesinos de sus hijos puede salir alguna instancia de justicia. Esa dependencia que tiene el caradurismo de presentarse como querellante en los juicios contra los represores de la dictadura, y llora lágrimas de cocodrilo por los muertos y torturados de hace tres décadas, mientras el gobierno al que pertenece fusila o mata en la tortura un pibe día por medio.  

 

Convocamos a todas las organizaciones y compañeros a participar de ambas actividades.

REPRESION EN LA PLATA ("estilo" Página/12)
El martes  diversas organizaciones populares de La Plata, entre las que se encontraba CORREPI, fueron a escrachar al represor Rodolfo González Conti, Director de Seguridad de la bonaerense en los años 1977 y 1978, estrecho colaborador de Camps y de Etchecolatz. Se reclamaba la aparición con vida de Jorge J. López,  la nulidad de los indultos,  cárcel común y efectiva a los genocidas y sus cómplices, entre otras consignas.

La respuesta del gobierno fue la represión, como no podía ser de otra manera. El diario Página/12 publicó en tapa el título catástrofe "TODO UN ESTILO" para referirse a la represión desatada contra los compañeros de la Multisectorial de La Plata. El titular, y el texto, hacían eje en el "estilo" de la bonaerense, resultando, en realidad, FIEL A SU ESTILO, el diario K por antonomasia, que así cargó toda la responsabilidad por los gases, las balas de goma y los palazos en cabeza de la policía bonaerense, exonerando de toda culpa al gobierno que la manda.

 

La bonaerense tiene su prontuario abultado, pero titular de esa manera implica, por sobre toda las cosas, absolver a las autoridades, quitar responsabilidad a los Arslanián o a los Solá, y a sus jefes políticos. Página/12 pretende hacer creer a sus cada vez más escuálidos lectores que "fue la bonaerense" y que los funcionarios de la Provincia no tuvieron nada que ver, que a lo sumo, una vez más, se les escapó de las manos el "perro bravo", o que la bonaerense actua "autónomamente", por la suyas. O sea, que la cana fue a reprimir porque así actua la bonaerense, no porque le dieran una orden que obedeció a pies juntillas.

Sólo por ingenuidad o complicidad se puede sostener que una fuerza represiva actúa por sí, sin la orden y venia de los políticos. Si los canas estaban armados hasta los dientes para salvaguardar al genocida González Conti no fue porque se los ordenara la Pando, por decisión individual de un comisario contrariado o porque los fornidos atacantes sean "rémoras" aisladas de la dictadura, sino porque así lo pergeñó, lo planificó y lo llevó a cabo el gobierno, que tomó la decisión política de no permitir más escraches en un tema como el del "compañero" López, al que después de desaparecer físicamente, quieren "desaparecer" de la opinión pública.

No se trata de un error, de un exceso, o de un "estilo" de policía. Es, transparente y simplemente, la política represiva, que no es diseñada por un policía ni en el despacho de un comisario, sino en manos del que gobierna y explota.

REPRESION EN CORDOBA
El agua en Córdoba es un negocio de estado. El gobierno de De la Sota, de la mano de su vice el ex cavallista Schiaretti, arregló con Benito Roggio una serie de cláusulas que, por supuesto, van en contra del pueblo. A manera de ejemplo, impuso un ajuste tarifario a partir de 2008, el subsidio de las ganancias de la empresa privatizada y por sobre todo, que esta concesionaria no pagará ningún canon a la provincia mediterránea.

Algunos legisladores opositores contrariaron en el recinto el curro de De la Sota, pero, como siempre, la verdadera confrontación se dió en las calles. Y como, tampoco podía ser de otra manera, el gobierno mandó a reprimir a los manifestantes que protestaban contra la concesión del servicio público.

Desde la mañana se había instalado una radio abierta cerca de la Legislatura impulsada por la Comisión por la Recuperación del Agua, que rechaza que la empresa provincial siga en manos privadas, y menos en las del empresario delincuente Benito Roggio. Cuando los diputados delasotistas empezaron a aparecer, los compañeros arreciaron con sus cánticos y voló algún huevazo sin mayor puntería. Hasta que, de repente, (evidentemente después de la orden impartida por el gobernador) la Guardia de Infantería -que superaba en número a los manifestantes- y que había estado formando un cordón en el acceso a la Cámara,  comenzó a reprimir. Balas de goma, palazos. Varios heridos; algunos con gran cantidad de perdigonadas en el cuerpo. Doce detenidos, entre ellos un chiquito de 12 años. Los negocios del capitalismo protegidos por las fuerzas del orden capitalista.

LOS MILICOS DE TABARE
La frase anterior vale no sólo para un derechista confeso como De la Sota, sino también para el "progresista" Tabaré Vazquez. Para tanto izquierdista vernáculo que quería importar desde la otra orilla un "Frente Amplio", no hay mejor muestra que el gobierno del "paísito" para demostrar que cuando la "izquierda" se junta con la derecha, lo único que hace es derechizarse. El oncólogo presidente uruguayo, de tanto querer ganar el voto de la derecha colorada o blanca, se volvió más de derecha que esos partidos tradicionales. Porque cuando se ponen los principios en el mercado, es el mercado el que te impone los principios.

La decisión del presidente Tabaré Vázquez, que se ha convertido en un pelele del capital transnacional, de mandar tropas del ejército uruguayo para proteger a la empresa multinacional Botnia, ya está contaminando el medio ambiente del Río Uruguay. Que un país ponga a disposición de una empresa multinacional sus fuerzas armadas para hacerle la seguridad es de un grado de genuflexión que pone en discusión su  soberanía. Pero que además lo haga con la excusa de que la inteligencia militar uruguaya sospecha de algún posible acto de sabotaje por parte del pueblo de Gualeguaychú, pone al Uruguay en el lugar del más patético cipayismo.

La postura de Vázquez es la misma que tuvieron los presidentes boliviano y paraguayo en la época de la Guerra del Chaco:el presidente boliviano Salamanca que declaró la guerra a Paraguay para defender los intereses de la Standard Oil, y el guaraní que aceptó la guerra por defender los intereses de la Dutch Shell.

Pero además este disparate es una muestra de cómo Uruguay sirve desde la época de Batlle a la política antimercosur impulsada por EEUU, de cómo "consigue" tratados de libre comercio con los yanquis. Pero lo peor, de la política terrorista de encontrar terroristas en todos aquellos que se oponen al gran capital.

CONDENA POR UN GATILLO FÁCIL
Pasó el 24 de diciembre, hace 13 años. Adrián Brunettini, de 15 años, iba en una motito con su amigo Andrés Casas. Iban apurados, seguramente porque ya era la tarde, y les quedaba sólo un rato hasta la hora de volver a casa para cambiarse y festejar la Nochebuena. Pasaron sin detenerse frente a un patrullero que hacía un control vehicular. El policía Albino Morales, de la comisaría de San Alberto, en La Matanza, mató a Adrián con un certero disparo en la nuca. Después le plantaron un arma para sostener la historia de un enfrentamiento que hay que ser juez para poder creer.

 

Durante todos estos años la familia insistió en su acusación, y logró impedir que se la archivara, incluso teniendo que recurrir a la Comisión Interamericana de DDHH para eso. Hasta que en 2004 se enteraron que uno de los policías que estaba en el retén cuando Adrián fue fusilado había caído preso por otro delito, y pidieron que fuera traido a declarar. El hombre dio algunas vueltas, pero pronto se enredó en las contradicciones y terminó confesando que Morales disparó apuntando deliberadamente a Adrián, y que después escenificaron el enfentamiento.

 

Así esta semana se llegó al juicio oral. El policía Morales fue condenado a 14 años de prisión por homicidio simple.

CANAS CHORROS
También esta semana se supo de dos hechos por los que hubo detenciones de varios bonaerenses por delitos en Lanús y en Avellaneda. Algunos eran viejos integrantes de la mejor policía del mundo, otros, los nuevitos, de la Bonaerense II. Ambos demostrativos de cómo con Duhalde, Ruckauf, Solá o en el futuro con Scioli, la policía será siempre lo que le interese al poder político.

En Lanús, los chicos de azul buscaban gente con antecedentes penales y los detenían usando la averiguación de antecedentes. Una vez en la comisaría les exigían entre 1.000 y 5.000 pesos para no inventarles una causa. Si tenían suerte y pescaban alguno con pedido de captura, en lugar de comunicarlo al juez y efectivizar la detención, también los extorsionaban. Los tan propagandizados controles de tránsito eran la principal fuente de incautos para el negocio.

Según se informó, trece policías fueron detenidos y otros tres están prófugos. Después se quejan porque CORREPI molesta tanto denunciando la verdadera función de la averiguación de antecedentes, y dicen que derogarla le "ataría las manos a la policía en el combate contra la delincuencia".

El otro asunto fue la exoneración de seis policías bonaerenses acusados de participar en el robo de mercaderías y de brindar “protección a piratas del asfalto” en Avellaneda, uno más de los tantísimos casos que permiten afirmar que no hay crimen organizado en Argentina sin participación policial.

 

Esta semana sale la edición diciembre de nuestra revista ANTIRREPRESIVO. Los debates disparados por la desaparición de Julio López; la "tercerización" de la represión; presos políticos y criminalización de la protesta; los muros de la ignominia; juicio a la tortura y el gatillo fácil, son algunos de los temas que abordamos. Quienes deseen recibirla por correo postal pueden enviarnos su dirección a http://by108fd.bay108.hotmail.msn.com/cgi-bin/compose?mailto=1&msg=BE81A499-9ED8-407B-8613-B2681A175E16&start=0&len=40586&src=&type=x&to=correpi@fibertel.com.ar&cc=&bcc=&subject=&body=&curmbox=00000000-0000-0000-0000-000000000001&a=db7d48f40f3e337c65e014c3e1622089de231e01b0326190ceffbd74742c12be .

 

Convocados por el Espacio por la aparición con vida de Julio López de zona oeste, integrantes de CORREPI junto a los movimientos convocantes marchamos por el barrio de Haedo para escrachar a la comisaría segunda, denunciada en los informes CONADEP, como centro clandestino de tortura en 1976 y principal artífice de los armados de causas de los detenidos por la pueblada del 1 de noviembre del año pasado en la estación, cuando los usuarios resistieron por sus propios medios, hastiados de las diarias violaciones a su dignidad por parte de TBA y toda la dirigencia que lucra con millones en subsidios con los que el gobierno de Kirchner los sigue "premiando" por tanta ineficacia en las prestaciones de los servicios de los que dependen millones de bonaerenses para poder trasladarse a Capital.

 

A la recorrida por las calles que rodean a la comisaría se fueron sumando los vecinos que se diferencian de aquellos otros moronenses que privilegian la propiedad denominando el incendio de unas madera viejas de una estación abandonada como la "tragedia de Haedo" y que legitimaron la cacería indiscrimada que la Bonaerense 2 desató cinco horas después del hecho, con el resultado de 60 procesados, 7 presos de los cuales hasta hoy Roberto Canteros sigue encarcelado en Ezeiza.

 

El intendente Sabatella, que organiza actitos por los DDHH en la mansión Seré, otro CCD convertido en caja de resonancia del discurso de propaganda del gobierno, hoy dirige la represión poniendo oficiales con cámaras digitales para filmar la marcha y se encarga de repartir mentiras por todo el barrio advirtiendo a los comerciantes que "cierren todo porque viene los piqueteros a romper y saquear".

 

En esta comisaría se torturó a compañeros desaparecidos durante la dictadura, y es muy bueno que por eso se la escrache. Pero así como se torturó ayer en cumplimiento del plan de exterminio que las FFAA y las FFSS se encargaron de ejecutar, siguen haciéndolo hoy, con la misma sistematicidad y control político que entonces, dentro del ejercicio cotidiano de la política represiva del estado argentino. Más allá de lo simbólico de que además haya sido un centro clandestino de la dictadura, lo que ocurre a diario entre sus muros ya es motivo más que suficiente para el escrache.